Binner impone la agenda al ritmo del gabinete itinerante

Después de haber asumido como gobernador, Hermes Binner retornará el próximo miércoles a nuestra ciudad (donde ahora cuenta con una representación de tres concejales), junto con su gabinete de colaboradores, para presidir una Jornada Regional de Trabajo con los intendentes y presidentes comunales del sur provincial -sin la presencia de legisladores-, a los efectos de progresar en el diseño de un Plan Estratégico sobre la base de los conceptos de regionalización y descentralización de las funciones del Estado santafesino. Luego de sendas reuniones en las ciudades cabeceras (nodos) de Santa Fe y Reconquista, ahora es el turno de Venado Tuerto, estación intermedia para la administración del Frente Progresista, que en el curso de este mes proseguirá con las “cumbres regionales” en Rosario y Rafaela. Así pues, en lugar de obligar a los mandatarios municipales a la indignidad de golpear puertas en Santa Fe a diestra y siniestra, las cuestiones de fondo, locales y regionales, son discutidas en distintas comisiones de trabajo por los propios intendentes y jefes comunales. Con el objetivo declarado de “identificar las principales problemáticas regionales que requieren de la intervención del gobierno provincial”, Binner está respondiendo con creces a las expectativas de cambio depositadas en las urnas el 2 de septiembre último por la mayoría de los santafesinos. Animándose a romper el formato de gobierno tradicional -vigente con pocas modificaciones desde la época de José María Vernet en 1983-, los socialistas conservan un “equilibrio inestable” con sus aliados del Frente Progresista y afianzan relaciones con municipalidades y comunas controladas por el PJ, que no pueden prescindir de los puentes con la Casa Gris, así como los binneristas se esfuerzan por tenderlos con la Casa Rosada.
Así como el gobernador intercambia sonrisas con la presidenta Cristina Fernández, el superministro Julio De Vido y el omnipresente Néstor Kirchner, elude sistemáticamente cualquier clase de enfrentamiento con el poder político sobreviviente del justicialismo santafesino, que reside en el bloque de senadores presidido por el venadense Ricardo Spinozzi. Sin embargo, sus políticas de “relación directa” con los municipios y comunas de las flamantes “nodos” -coincidentes con las cinco circunscripciones judiciales y las diócesis católicas-, amenazan con diluir a corto plazo la fuerte influencia de los senadores en sus respectivas regiones.
Para los venadenses y sureños en general, siempre tan alejados de las decisiones adoptadas en la ciudad capital santafesina, es más que auspicioso este marcado proceso de regionalización, ya que en un marco de igualdad de oportunidades, se estima que el sur-sur podrá hacer valer sus formidables contribuciones económicas al desarrollo provincial, que jamás fueron debidamente reconocidas, a juzgar por el deficiente estado de caminos, escuelas, hospitales, juzgados y reparticiones públicas en general. Hasta el gobierno municipal del mismísimo José Freyre podrá beneficiarse con la nueva forma de gobernar que propone el Frente Progresista, si es que se consolidan los proyectos institucionales, sociales y de infraestructura. En este sentido, de profundizarse el rumbo de rigurosa planificación sostenido en la prédica oficialista, ya no habrá margen para la tediosa burocracia de los expedientes, ni el reparto impune de subsidios para solventar campañas políticas o tapar gestiones ineficientes, sino que los recursos dependerán, por fin, de los argumentos de cada gobernante para justificar las necesidades de su distrito.
Mientras el peronismo provincial está golpeado por la derrota de septiembre y confundido por las internas de no se sabe cuándo, el gobernador Hermes Binner, sin discursos estridentes pero con precisión de anestesista, establece la agenda política al ritmo ágil del gabinete itinerante -casi sin interferencias opositoras- y, como Cristina en la Nación, disfruta de la aceptación de casi las dos terceras partes de la población santafesina.

(Publicado el viernes 1 de febrero de 2008 en diario El Informe)

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