Freyre abraza al Tío y Delfor, pero sufre opositores del "estilo Scott"

El intendente José Freyre transita la época del enamoramiento con la ciudadanía, recibe invitaciones del gobernador Hermes Binner para escoltarlo en la Casa Rosada y acapara lisonjas del superministro Antonio Bonfatti en su reciente visita a la Intendencia (incluyendo el envío de “saludos a Roberto”). Además de disfrutar del capital aún intacto del 45 por ciento de los votos obtenidos cuatro meses atrás, Poroto se beneficia con las estremecedoras internas de los pueblo-socialistas y la guerra fría en la UCR, aunque también los scottistas sufren las suyas en el PJ, con la vianista Patricia Romero en el rol de opositora implacable.
En este marco, Freyre opera como lo haría cualquier otro líder político en su lugar, privilegiando el tendido de puentes con los opositores más confiables, como Delfor Hernández y Roberto Meier, a los que distinguió hace pocas semanas con el ofrecimiento de la presidencia del Concejo, relegando las ambiciones de los oficialistas Miguel Pedrola, Gustavo Giner y Bibiana Pieli. Delfor aceptó el convite y se quedó con el preciado cargo, en tanto que el Tío, rechazado por sus bases, hoy es el mimado del flamante mandatario municipal.
Para más datos, Delfor encarna el ala blanda del radicalismo, en las antípodas del secretario parlamentario de la Cámara Baja provincial, Lisandro Enrico, quien ya aclaró que esa tarea en el gobierno binnerista de ninguna manera lo alejará de la política local. En la transición de Pueblo al PS, el Tío cumple el mismo rol que Delfor, en tanto que Fabián Vernetti y Oscar Pieroni ya esbozaron sus pretensiones de ejercer una fiscalización más rigurosa. Asimismo, Meier y Delfor completarán -a fines de 2009- sus dos períodos consecutivos como concejales y es probable que ninguno vaya por la re-reelección. Al menos, el Tío ya admitió públicamente que no volverá a ser candidato en Venado, al mismo tiempo que aguarda un llamado de Hermes, antes de que expire enero, para ocupar un cargo provincial; además, para volver a postularse tendría que superar la dura interna que se le avecina en el seno del socialismo. Y Hernández no luce con expectativas de recuperación después del flojo rendimiento electoral en las generales, en sintonía con el fracaso del radicalismo antibinnerista en el orden provincial. Ni Meier ni Delfor, en estas condiciones, asoman como oponentes de riesgo para Freyre, que los contiene, los abraza y se ilusiona con tenerlos más veces de su lado, que en la vereda de enfrente.

Verdades a medias
Según el punto de vista oficialista, Delfor y Meier practican una oposición constructiva; en cambio, Vernetti, Pieroni y, sobre todo, Romero, que no escoltan con la misma frecuencia las iniciativas de la Intendencia, son feos, sucios y malos, y desde ya, ejercen una oposición destructiva. Es esperable que desde las dependencias de San Martín y Marconi se intente imponer esta versión de los acontecimientos, pero una observación desinteresada determina que la condición de oficialismo no presume necesariamente la portación de la verdad revelada ni, mucho menos, acredita la licencia para ordenar qué estilo de oposición debe ejercerse para el control de la Intendencia. En este mismo sentido, es oportuno recordar que no hay ningún concejal que -en el estilo- se asemeje tanto a Roberto Scott en el período 1993/95 como Patricia Romero. Es evidente, y el oficialismo debería tenerlo en cuenta, que no puede ser tan malo, ahora, lo que antes era tan bueno, porque lo ejecutaba Scott. Era más fácil el embate en aquel momento, claro está, porque el dematiísmo estaba en retirada, pero el estilo de oposición del Mago tiene muchos puntos en común con el que hoy tanto escandaliza porque lo ensaya Romero. En esa misma línea se inscribe el debutante Fito Vernetti, que a pesar de haber transitado sólo unas pocas semanas como legislador, ya mostró que está más cerca de la vehemencia del tres veces intendente Scott, que del sosiego de Meier y el ex concejal Claudio Natali.

Falsas alianzas
En este tiempo nuevo de la oposición también se destacó en los últimos días el sofisma de Pedrola, en el sentido de que se había conformado un nuevo bloque entre Romero, Vernetti y Pieroni. En rigor, la ruptura del bloque de Pueblo, que en esas enclenques condiciones se traslada al socialismo, liberó a Vernetti y Pieroni del yugo de votar siempre igual que Meier, por disciplina partidaria y para guardar las apariencias. Siempre se supo que el Tío haría cualquier cosa antes de votar en consonancia con Romero, simplemente porque el jefe de la agrupación “17 de Octubre” es el lucifuercista Jorge Viano. Más aún, los propios ex pueblenses confesaron más de una vez que desde el ingreso de Romero al Concejo se había pronunciado la scottización de Meier. Ahora, sin estos condicionamientos surgidos de odios personales del referente histórico del sector, Vernetti y Pieroni se expresan con más libertades, y nadie debería extrañarse si algunas veces votan con el oficialismo y otras a la par de la filosa espada vianista. En este sentido, sobran los antecedentes que auguran ese comportamiento pragmático. Uno de ellos, por ejemplo, recuerda que los mismos pueblenses y socialistas que formaron Unirce para embestir contra el vianismo en la Cooperativa Eléctrica, más adelante se aliaron con los Vecinos Venadenses y los propios lucifuercistas para impedir el desembarco scottista en la Cooperativa de Obras Sanitarias. Desde ya que esa actitud disgustó a Meier, como también la publicación de la polémica revista poblada de denuncias contra el gobierno scottista en la antesala de las últimas elecciones, de lo cual se desprenden dos acotaciones necesarias: 1) La dignidad del Tío para defender, de todos modos, los contenidos de dicha publicación; y 2) El olvido de Scott, que aún no cumplió con el compromiso ante la ciudadanía de presentar la revista en Tribunales para deslindar responsabilidades.
Contra la simplificada lectura de Pedrola, es más factible que los mismos dirigentes que coinciden en el estilo scottista de ejercer la oposición, como Romero y Vernetti, entren en pugna por sobresalir en ese ancho espacio -un 55 por ciento del electorado no votó al oficialismo-, aun cuando en ciertas ocasiones voten en idéntico sentido.
En principio, nadie tiene la verdad acerca de cuál es la metodología más eficiente para ejercitar el indispensable rol de la oposición. Sin embargo, ante el empecinamiento de sectores interesados en endiosar a unos y satanizar a otros, cabe recordar que la historia reciente de la ciudad, del ’83 a la fecha, sentencia que brillantes políticos que apostaron al co-gobierno desde sus bancas, tanto con De Mattía como con Scott, se fueron quedando uno tras otro a la vera del camino; y el mismísimo Scott, que invirtió todo el tiempo posible en una oposición despiadada, resultó premiado por la ciudadanía.

(Publicado el lunes 31 de diciembre de 2007 en diario El Informe)

El inicio de la "era Freyre" y el final de Pueblo

El año en retirada será recordado en la política local por los sensibles cambios, comenzando por el gobierno municipal, con la elección de José Freyre como intendente, luego de un extenso mandato de 12 años de Roberto Scott. En el marco de una etapa de transición, el flamante mandatario ya dio muestras de sus pretensiones renovadoras en la gestión, aun cuando necesitó albergar en el gabinete a unos cuantos personajes que hubiera preferido sacarse de encima desde el vamos. Sin embargo, la fuerte influencia que conserva el veterano líder del sector y la falta de cuadros propios, precipitó las concesiones al viejo tronco scottista, aun cuando Freyre apeló a la estrategia de agrandar el gabinete para incorporar un nutrido grupo de Poroto ‘Boys, con el objetivo de foguearlo en el difícil arte de la función pública. Es posible que la era porotista químicamente pura recién arranque en 2009, con recambio de funcionarios y la formación de una lista de concejales integrada por candidatos de su entera confianza, teniendo en cuenta que se renuevan cinco bancas y el oficialismo ambiciona quedarse con tres de ellas. En tales condiciones, como solamente cede una, el porotismo podría encarar la segunda mitad del primer mandato con seis ediles propios, una situación de privilegio que ni los poderosos caciques Ernesto De Mattía y Roberto Scott disfrutaron jamás en sus largas administraciones.
Desde el comienzo mismo de la gestión, las esquirlas de las internas en el gremio municipal volaron hasta el corazón de San Martín y Marconi, como si quisieran poner a prueba los reflejos de los nuevos habitantes. El día después de la Navidad, un grupo de obreros ligado a la recolección de residuos golpeó donde más le duele a cualquier gobierno municipal, pues en esta Argentina de mayorías despolitizadas y divorciadas de los asuntos públicos, se puede aumentar los impuestos o agigantar el basural, casi sin pagar costos políticos, pero no se tolera que los residuos permanezcan más de un par de días frente a las casas. Así pues, la ausencia premeditada de los díscolos recolectores resintió el servicio y desató la protesta airada de los vecinos, obligando a las autoridades a tomar medidas de emergencia. Aun así, por razones de solidaridad, esos huecos no pudieron cubrirse con el personal del área y entonces debieron acudir a nuevas incorporaciones, recobrando la calma, pero con un pronóstico inestable.
Así como a Freyre le resultará cuesta arriba instrumentar la saludable decisión de la “tolerancia cero” en el tránsito urbano, por el carácter transgresor de los venadenses y tantos años de vista gorda de su predecesor en el Sillón de Aufranc, los mismos inconvenientes ya se le están presentando en una de las áreas más álgidas de la Municipalidad. “Hay una fuerte resistencia al cambio”, explica Poroto, aunque también es cierto que después de tanto descontrol en los últimos años, un mínimo ensayo de ordenamiento contribuyó a precipitar la rebelión tan temida.

Fractura y traspaso
También en la oposición se confirmaron importantes novedades en la recta final del año, como la decisión de las autoridades del Movimiento Pueblo de sumarse al convulsionado Partido Socialista venadense, con sus tres concejales y sus internas galopantes. Con este salto, en teoría, el bloque formado por Roberto Meier, Oscar Pieroni y Fabián Vernetti, adquirirá más poder político, en su carácter de referencia local del gobernador santafesino Hermes Binner. Sin embargo, para explotar esas potencialidades, los ex pueblenses tendrán que controlar, una vez en el campo socialista, las dificultades que arrastran para convivir en un mismo bloque. Mientras el Tío Meier insiste con sus planteos de cogobierno, el recién llegado Vernetti, con el apoyo de la mayoría de la militancia y el aprendizaje de la reciente frustración electoral, se inclina por una oposición más filosa y de estilo peronista, alternativa que también seduce a Pieroni, dispuesto a jugar un rol más protagónico en sus dos años finales de concejalía. Como quedó dicho el viernes pasado, los pueblenses se trasladan con sus internas y los socialistas los reciben con las suyas.
Sin el liderazgo indiscutido que ostentó durante más de 15 años en la centroizquierda venadense, Meier no aceptó la nueva relación de fuerzas y prefirió refugiarse, sin escándalos, en un monobloque, aunque está en duda si la más rígida estructura del partido de la rosa tolerará estas discrecionalidades que cualesquiera de los pueblenses se permitían cuando eran dueños de casa y no tenían que rendirle cuentas a nadie.
Mientras las autoridades partidarias convocaron a una asamblea general de afiliados para el miércoles 2 de enero con el objetivo de oficializar el traspaso, trascendió que el ex concejal Claudio Natali -ajeno a la conversión al PS y autoexcluido de Pueblo hace varios meses- intentará quedarse con el sello de la agrupación para refundarla y regresar a la política. Enterada de la versión en la tarde de ayer, una alta fuente de Pueblo vinculó el tema con una operación de prensa de un legislador oficialista -el mismo que se regodea denunciando la existencia de un nuevo bloque compuesto por Vernetti, Pieroni y la vianista Patricia Romero-, pero enseguida admitió que en la próxima asamblea podría tratarse la disolución del partido en una segunda instancia -deberían convocar a una nueva asamblea a tal efecto-, “para evitar que en las elecciones de 2009 se utilice el nombre de Pueblo con la pretensión de confundir al electorado…”.
Basados en los movimientos políticos, culturales y universitarios que se generaron en nuestra ciudad entre finales de la dictadura y albores de la democracia, la fulgurante irrupción de Meier y los suyos, no sólo quebró el bipartidismo, relegando a la UCR, sino que incluso se dio el lujo de neutralizar al ascendente socialismo, tanto es así que Juan Moscoso sólo consiguió acceder a una banca reemplazando al malogrado Domingo Savino. Ahora, con el masivo éxodo pueblense, el binnerismo local se erige en la principal fuerza de la oposición, aunque, al mismo tiempo, se convierte en un volcán en estado de latiente erupción.

(Publicado el viernes 28 de diciembre de 2007 en diario El Informe)

Se confirmó el éxodo pueblense a la tierra prometida del socialismo

Con el aval de Hermes Binner y la presencia del superministro Antonio Bonfatti, el viernes próximo se oficializará el desembarco de Pueblo en las filas del Partido Socialista. Desde 2008, el PS tendrá un bloque de tres ediles en el Concejo venadense. Los pueblenses se trasladan con sus internas, y los socialistas los reciben con las suyas.

- Hola, con alguien de Pueblo, por favor…
- No, en este momento no lo pueden atender.
- ¿Están en extraordinarias?
- No, están haciendo las valijas.
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- Buen día, ¿podría comunicarme con algún dirigente socialista?
- ¿Ahora? Imposible.
- ¿En reunión?
- No, se están pintando la cara.
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- ¿Hablo con Hermes?
- Sí, el mismo.
- ¿Suspendió la visita a Venado?
- Sí, me llamó Cristina… por el lanzamiento del Plan de Ahorro de Energía.
- A los suyos les convendría ahorrar energía… en internas… porque acá la van a necesitar para lidiar con los Poroto ‘Boys.
- No hay que alarmarse, el crecimiento también genera estas cosas.
- Sí, entre otras cosas, una interna bastante más grande.
- Ajá… y un bloque de tres concejales que antes no teníamos.
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Los diálogos telefónicos son ficticios, desde ya, pero ayudan a interpretar la situación de las dos agrupaciones que representan en nuestra ciudad al gobernador Hermes Binner: el Partido Socialista y el Movimiento Pueblo. Hoy, los dos sectores atraviesan fuertes sacudones internos, pues los tradicionales referentes de uno y otro grupo, Juan Moscoso y Roberto Meier, sufren la irrupción de nuevas corrientes que jaquean sus liderazgos. Moscoso, secretario general del partido de la rosa, tiene que vérselas con el aguerrido secretario adjunto Guillermo Morel; y Meier, el gran elector de los pueblenses, ya no es el jefe indiscutido de antaño.
En este marco, esas mismas tensiones prometen aumentar en los próximos días, a partir del éxodo masivo de la legión pueblense a las filas socialistas. Como se trata de una agrupación de orden municipal, varios integrantes de Pueblo estaban afiliados, al mismo tiempo, a distintos partidos políticos nacionales, como el ARI, el PJ y el PS. Hasta que, a principio de año, empezó a madurar el “Operativo Traspaso”, que consistía en dar un salto al binnerismo, dado que se habían modificado sustancialmente las condiciones políticas que, en 2002, decidieron a los meieristas a fundar el Movimiento Pueblo. Con el Frepaso fracturado, el repudio popular a los partidos tradicionales y una notoria ausencia de liderazgos, Meier y los suyos apostaron a la formación de una estructura local, aunque en la declaración de principios advertían que la definición adoptada “no significa aislarnos”, a la vez que establecían su voluntad de sintonizar con “políticas progresistas locales, provinciales y nacionales”. También es cierto que, en Venado, los pueblenses se identifican con Binner, tanto como los propios socialistas; prueba de ello es que el Tío Meier, en carácter de extrapartidario, integró en el ’91, como candidato a concejal, la lista de la alianza Honestidad, Trabajo y Eficiencia, impulsada por el socialismo.
El proceso de afiliación de los pueblenses al PS data de hace largos meses, pero se precipitó en las últimas semanas, en coincidencia con dos factores: 1) el cierre del plazo para participar en las internas de junio próximo; y 2) la definitoria bendición de Hermes Binner, que ya expresó su dicha por la generación espontánea de un bloque de tres concejales en una ciudad donde no tenía ni uno solo, después de la salida de Moscoso. Tanta es la trascendencia que la cúpula partidaria le otorga al desembarco, que el anuncio oficial lo hará el mismísimo superministro Antonio Bonfatti, durante su visita a Venado del viernes próximo.
Sin embargo, en el ala morelista del socialismo local reinan más prevenciones que alegrías con esta movida. Si bien consideran auspiciosa la incorporación de los tres ediles y de varias decenas de nuevos afiliados, con muchos de los cuales coinciden en distintos equipos de trabajo del binnerismo, estiman que el traslado de la interna pueblense podría perjudicarlos, más aún cuando ellos ya tienen la suya. En este sentido, también se especula con que los pueblenses (o ex pueblenses) respalden a Moscoso en esas internas para la continuidad en la jefatura del partido, postergando las ambiciones de Morel de adueñarse de ese espacio. Aunque la interna de Pueblo ya se manifiesta sin disimulos en los medios y en el Concejo, la mayoría de sus miembros coincidiría en el apoyo al pediatra, que en las recientes elecciones primarias se alineó con la nómina meierista desde su condición de precandidato a la senaduría provincial, en tanto que los morelistas se aliaron con el radical frentista Lisandro Enrico. También se recuerdan los acalorados debates entre Meier y Morel en las semanas previas a la asamblea general de delegados de la Cooperativa de Obras Sanitarias del año pasado. Asimismo, los memoriosos del mundillo político tendrán en cuenta que en el PS militan varios ex chachistas del Frente Grande, que a fines de los ’90 se fueron lanzando severas críticas contra el personalismo de Roberto Meier. En consecuencia, el ingreso de los pueblenses calará hondo en la interna socialista, sobre todo si se consuman las alianzas citadas, aun cuando el morelismo ya se pintó la cara, como lo atestiguan las numerosas afiliaciones acumuladas por el sector.
Desde el punto de vista de los pueblenses, este traspaso es más que oportuno, pues en el preciso momento en que se auguraba un cisma irremediable, se convirtieron en la representación institucional del gobernador en nuestra ciudad, a partir de lo cual tendrán que reestructurar la estrategia legislativa, sometiendo las decisiones a la conducción del reforzado socialismo venadense.
Aun cuando reconocen que el Tío Meier es, hasta ahora, el único dirigente del sector que cuenta con votos propios, ya hay unos cuantos pueblenses entusiasmados con el inicio de una nueva etapa, en busca de superar la inocultable “meierdependencia”, más aún ante la reiteración por parte del barbado concejal de ciertos gestos de excesiva complacencia con el gobierno porotista. En este sentido, consideran que desde el socialismo tendrán mayores posibilidades de lanzar esa refundación del progresismo vernáculo, como así también de impulsar un perfil decididamente opositor en el ámbito parlamentario. Con este salto al PS, los pueblenses del ala dura -enfrentados con el ala blanda meierista- pretenderían consolidarse, paradójicamente, en el ejercicio de una oposición de estilo peronista, más volcada a fiscalizar y marcar diferencias, que a cogobernar y mimetizarse con el oficialismo.

(Publicado el viernes 21 de diciembre de 2007 en diario El Informe)

Los Poroto 'Boys tratan de hacerse fuertes desde el inicio de la gestión

Suele decirse que uno de los dramas de la política argentina es que los gobernantes no tienen tiempo para ejercer sus funciones, pues en los dos primeros años solamente se dedican a insultar a su antecesor, y en los dos siguientes a pergeñar la reelección. No es el caso de José Freyre en nuestra ciudad, que está imposibilitado de echar culpas a la larga gestión scottista, y que ni siquiera tendrá necesidad de invertir energías en especulaciones reeleccionistas, pues, salvo que medie una catástrofe, los venadenses acostumbran a designar jefes de gobierno, como mínimo, por dos o tres períodos consecutivos. Asimismo, este fenómeno, que hoy beneficia a Freyre, se potencia con las evidentes dificultades de la oposición para encontrar un discurso coherente y, además, un candidato atractivo para futuras porfías electorales.
La composición del gabinete, con un ensanchamiento de la estructura al estilo Binner, muestra a las claras cómo se las ingenió el flamante intendente para que el condicionamiento de mantener referentes del viejo tronco scottista, no obstaculizara el proyecto de afianzar a los debutantes Poroto ‘Boys, entre los que descuellan en la primera línea Hernán Roma, José Luis Aguirre, Germán Mastri, Raúl Debonis y Pedro Bustos, todos ellos próximos a los 40 años, a los que se incorporaría en breve el periodista Roberto Cassane, la figura más destacada de la mañana de FM 100, que esta vez daría el sí, después de haber rechazado otras ofertas.
Más allá de los nombres, el primer gran acierto de Freyre en la gestión fue el establecimiento de un gabinete social en el marco de la Supersecretaría de Promoción Comunitaria. En su momento, Poroto había sufrido como nadie las internas scottistas entre Acción Social y Salud, por ejemplo, y no estaba dispuesto a reiterar el mismo padecimiento, ahora que puede desarticular el organigrama burocrático e ineficiente que reinó en los sucesivos gobiernos de Roberto Scott. Además, colocó al frente de Promoción Comunitaria a un dirigente de bajo perfil, como Mastri, que jamás vacilará en cumplir al pie de la letra las instrucciones de Freyre. Se trata de una Supersecretaría, sí, pero sin un supersecretario consagrado, sino oficiando como nexo de las direcciones y subsecretarías, con el nuevo ocupante del Sillón de Aufranc, que desde la cúspide del poder municipal continuará manejando en forma personal las áreas clave de la gestión, a la usanza de los Kirchner con la economía nacional.
Hombres de prosapia porotista y de origen scottista convivirán, al menos, en el primer tramo de la administración, pero no les fue nada bien en este sentido a otros dirigentes venadenses de peso político, como el jefe del bloque de senadores provinciales del PJ, Ricardo Spinozzi; el diputado provincial Jorge Lagna; el referente rossista Julio Eggimann y el ex director de Comunas del gobierno obeidista, Alberto Turcato, que no recibieron ninguna contención en el gobierno local, salvo alguna excepción que confirma la regla.

Con bombero y todo
En las comparaciones obligadas con el arranque del gobierno de Scott, en el ’95, Freyre no sólo colocó a un Aguirre (en aquel entonces había sido Fanny) en el comando de Acción Social, sino que también apeló a los bomberos para apagar el incendio. En ese momento, los hombres de Romos dictaminaron que había que cerrar el Centro Cultural, asestando un golpe de gracia más sobre la humanidad del dematiísmo. Hoy, Poroto transita en el mismo sentido, apostando a una figura destacada de la corporación bomberil, Daniel Virelaude, para hacerse cargo de la brasa caliente que significa el descontrolado tránsito vehicular en la ciudad. Más aún, como es tan fuerte la identidad de los bomberos venadenses, adquirida a fuerza de eficiencia y profesionalismo, es difícil que sus voluntarios se desprendan de la condición de tales, en cualquier función que desempeñen. Así pues, si, como se supone, la Dirección de Tránsito instrumenta una campaña de concientización que desemboque en la indispensable “mano dura”, no sufrirá tantos costos políticos el gobierno de Freyre, pues las anchas espaldas bomberiles amortiguarán el disgusto de los que se sientan damnificados por la decisión de hacer cumplir, sin concesiones, las normas de tránsito. Sin llegar al extremo de la tercerización, la medida, en la práctica, podría derivar en un fenómeno semejante, pero que podría resultar más auspicioso para los venadenses que la otra tercerización, la de Hacienda, que el propio Freyre, en un gesto digno de elogio, se comprometió a rescindir prontamente. No obstante, se enfrentará con la exigencia de abonar la cifra millonaria que demanda la empresa prestataria del servicio, con el agravante de que el Concejo no autorizó ese impresentable contrato que el scottismo suscribió mediante un decreto. Estas cuestiones serán las más incómodas para Freyre en el futuro inmediato, pues entrará en tensión el nuevo gobierno que lidera con el viejo gobierno que integró.

¿De qué juega Delfor?
En esta primera semana de actividades, también merece un párrafo laudatorio la reivindicación porotista de la función legislativa, tantas veces denostada por el mandatario saliente, aunque la decisión oficialista de respaldar al radical antibinnerista Delfor Hernández para la Presidencia del Concejo fortaleció las sospechas del mentado pacto scottista-dematiísta. Sabiendo que contaba con siete votos para imponer el presidente del cuerpo (los cuatro propios y los tres pueblenses), fue llamativa la resolución de apoyar a un opositor como Delfor, sobre todo porque el PJ siempre pugnó por ese espacio de privilegio, y solamente lo resignó por los votos o por el azar. Ahora, directamente entregaron sus votos, y alimentaron la desconfianza. Por un lado, se alude a la falta de consenso entre Giner y Pieli para definir internamente el postulante; por otro lado, crece la teoría del pacto. Dentro de unos meses, se sabrá si Delfor se transforma en el quinto voto de una hipotética mayoría automática oficialista en el Concejo, o si apenas se trató de una mera sumatoria de coincidencias. De consumarse la primera alternativa, enseguida perderá credibilidad el discurso parlamentarista de Freyre porque, más allá de la saludable apertura prometida, a la hora de los votos, siempre se impondrá la mayoría automática.
Estos sacudones también conmovieron el bloque pueblense, donde en estos días sobresalió un combativo Fabián Vernetti que, como el mismísimo Scott en el ’93, debutó en la banca con filosas definiciones, de esas que no resultan indiferentes para nadie, y ofrecen varios títulos tentadores para el periodismo gráfico. Mientras la inestable agrupación opositora, a pesar de todo, tiende puentes con el oficialismo, anticipando la compañía en determinados temas, la que asoma como una opositora implacable, también en este período, es la vianista Patricia Romero, que promete no dar tregua, ni al oficialismo, ni al resto de la oposición.

(Publicado el viernes 14 de diciembre de 2007 en diario El Informe)

La elección de Delfor selló la vigencia de un pacto y el fin de un liderazgo

Casi todos los análisis previos auguraban que el nuevo presidente del Concejo sería un oficialista, incluso así lo había deslizado el propio José Freyre semanas atrás. Descartado Miguel Pedrola por su distancia del entorno porotista, el nombre que más ruido hacía era el del scottista ortodoxo Gustavo Giner, a pesar de que no encajaba de ningún modo con el promocionado estilo Freyre. Un Giner auténtico en la presidencia del cuerpo legislativo hubiera sido una imitación del ex intendente Roberto Scott en el Sillón de Aufranc. Sin chances la recién llegada Norma Orlanda, durante el fin de semana habían crecido las posibilidades de la reelecta Bibiana Pieli. En este sentido, una versión que circuló en la mañana de la víspera, al mismo tiempo que se desarrollaba el plenario de concejales, fue que, a la postre, en San Martín y Marconi no hubo acuerdo en el nombre del presidente, y entonces optaron por transferirle la responsabilidad a los miembros del bloque para que diriman entre Giner y Pieli. Pero entre ellos tampoco hallaron el consenso tan deseado. En consecuencia, ante esta serie de desencuentros, decidieron confirmar la continuidad en el cargo del radical antibinnerista Delfor Hernández. Esta es la historia oficial, o la interpretación más edulcorada de las que circularon en el día de las asunciones, pero la versión no autorizada sentencia que, en rigor, se escribió un nuevo capítulo del pacto entre el scottismo y el dematiísmo -aunque suene extraño-, iniciado meses atrás con el apoyo oficialista a las ambiciones presidenciales de Delfor. Con esta ratificación, se consuma la paradoja de que un concejal supuestamente opositor retiene el cargo con el respaldo de la suma de los votos oficialistas.
En una determinación realista, el bloque pueblense había resuelto acompañar con el voto al postulante oficialista, cualquiera sea, dando por descontado que se trataría de un scottista; pero la comunicación al resto de los ediles, por parte de Pedrola, del sostén a Hernández, cayó como un mazazo, ante la perplejidad de Roberto Meier, Oscar Pieroni y el debutante Fabián Vernetti. Con ese planteo, el scottismo ofrecía dos definiciones políticas al mismo tiempo: 1) El pacto con Delfor goza de buena salud (¿será el quinto voto de la mayoría automática?); y 2) La decisión fortalece al más exacerbado dirigente antibinnerista de Venado que, a la vez, es el mayor enemigo del ahora secretario parlamentario de la Cámara Baja santafesina, Lisandro Enrico, un aliado de los pueblenses en los últimos comicios.
Sin embargo, indiferente a todas las prevenciones, Meier amenazó con votar a Delfor, en una actitud neutralizada a tiempo por sus pares Vernetti y Pieroni. Candidateado este último para guardar las formas, reunió los tres votos pueblenses; la vianista Patricia Romero se quedó con el suyo, y el opositor Delfor Hernández fue reelecto con la ayuda del cuarteto oficialista, que esta vez sí se puso de acuerdo. Según dicen las malas lenguas, en los próximos días, la mayoría automática intentará consagrar al delforista Daniel Lena en reemplazo de la ex funcionaria del Concejo y actual coordinadora porotista de Políticas Sociales, Mónica Boladeras, aunque ello demandaría una mayoría especial de dos tercios, es decir seis votos.
El resultado de la votación no solo desnudó la vigencia del pacto entre el oficialismo y el radical Hernández, sino también un episodio más de la crisis de identidad de Pueblo, que si bien no estaría tan cerca de romperse como predicen fuentes ligadas al gobierno municipal, ya no hay dudas de que Meier perdió el liderazgo del partido y comenzó a gestarse una etapa de transición. En este sentido, el suceso de ayer sirvió para reflejar ante la opinión pública una situación interna que estalló después de las elecciones generales del 2 de septiembre. No obstante, salvo que el gobernador Hermes Binner condene a Meier por estos gruesos errores políticos, se conservan las posibilidades de que el barbado legislador -con dos años más de mandato- sea promovido a un cargo provincial, en el marco de la regionalización, y en su lugar asuma a principios del año próximo, Daniel Sacco, un dirigente combativo -referente de Unirce- que tiene muchas afinidades con Vernetti y Pieroni.

"Tomatito y los angelitos negros", la opera prima del venadense Roberto Corvatta

El 19 del corriente comenzará en nuestra ciudad el rodaje del largometraje “Tomatito y los angelitos negros”, opera prima del guionista y director venadense Roberto Corvatta, radicado desde hace más de 20 años en la Capital Federal, donde estudió actuación en el Conservatorio Nacional de Teatro. También se filmará parte de la película en las ciudades bonaerenses de Luján y Chivilcoy. El personaje de “Tomatito” será encarnado por un actor porteño, en tanto que el resto del elenco se compone de actores venadenses y chivilcoyenses. Como corolario de una vasta trayectoria en el mundo del teatro, el cine, la televisión y la publicidad, el Nene Corvatta se encuentra ante la gran oportunidad de demostrar sus conocimientos, perfeccionados en cursos de dirección con maestros de la talla de Norman Brisky, Augusto Fernández y Julio Chávez, entre otros.
El pasado fin de semana, el cineasta supervisó los primeros ensayos con los actores venadenses, y relató que el filme, auspiciado por Betaplus Broadcasting, cuenta la historia de “Tomatito”, un joven treintañero, con capacidades diferentes, que al quedar desamparado ante la grave enfermedad de su madre, sale en busca de su hermano montado en la bicicleta y el carrito que usa para las tareas de jardinería. El muchacho emprende el viaje a Chivilcoy sin medir los riesgos, con la única compañía de sus fieles “angelitos negros”, que oficiarán como guías.
Según los planes del realizador, las primeras escenas de “Tomatito…” se rodarán entre el 19 y el 21 del corriente, y también en la última semana de enero, en tantos que en Chivilcoy se filmará en la primera quincena de febrero.
“El objetivo es terminar el rodaje en marzo o abril, y desde ya que la película se estrenará en Venado y Chivilcoy, al igual que en Luján, donde también se rodarán algunas escenas”, adelantó Corvatta, otro de los tantos egresados del Colegio Industrial que sobresale en otros ámbitos. “Lo más importante del Industrial -recuerda- es haber conocido a la gente que conocí. Sé que lo mismo dicen los músicos, actores, periodistas, políticos y otros ‘bichos raros’ que egresaron de esas inolvidables aulas”.
“Cuando vuelva para filmar las primeras escenas vamos a dar a conocer el plantel de actores de Venado”, prometió el ex integrante del grupo teatral Atelana. Casi como una premonición, en febrero de 2005, el Nene había expresado a El Informe: “Me encantaría dirigir una película acá, entre mi gente, es uno de mis grandes anhelos. Sé que tiempo atrás se hizo la película ‘Dar de nuevo’, con muy buenos resultados. También estoy charlando con un grupo de jóvenes actores locales para hacer una puesta teatral (…) Tengo mi familia y mis mejores amigos en Venado…”, destacó el protagonista de la recordada publicidad de Bayaspirina C.
Sobre su actividad profesional, Corvatta comentó que hace muchos años que se desenvuelve en el ambiente de la televisión, en cable y aire. “Trabajé en Canal 13, como autor, en distintos programas. En cine hice la dirección de actores de la película ‘Nevar en Buenos Aires’, y ahora estamos terminando ‘Ernesto Sábato, mi padre’, un documental de Mario Sábato. Ambos proyectos cuentan con el apoyo del Instituto Nacional de Cine. En el caso de ‘Tomatito…’, es un proyecto independiente apoyado por Betaplus Broadcasting, una productora porteña”, concluyó.

(Publicado en diario El Informe el martes 11 de diciembre de 2007)

En la Tecla despidió el año con una gran cena-show en La Rosada

El jueves último se sirvió en el restaurante La Rosada la cena de despedida de año del programa periodístico “En la Tecla”, que se transmite los viernes de 22 a 23.30 por Canal 12 de nuestra ciudad, con emisión en diferido los sábados a la noche en el Canal 6 de Firmat.
Los periodistas Gustavo Orellano, Carlos Barbarich, Mauro Dalmazzo y Juan Franco, compartieron una amena velada junto con medio centenar de anunciantes y colaboradores del ciclo que está próximo a completar el quinto año consecutivo en la pantalla chica de la región, sobresaliendo la presencia del intendente Roberto Scott y del intendente electo José Luis Freyre.
A los postres se presentó el show de Horacio “Ñoti” Martínez, con su inefable personaje de “Camaleón”, que no sólo intentó darles soluciones a los presidentes comunales de Carreras y Melincué para evitar la “guerra del agua”, sino que también ofreció sus “servicios” para organizar una colosal fiesta de despedida a Scott, quien lo aplaudió de buena gana, a pesar de ciertas críticas camaleónicas.
En el momento del brindis, los conductores de “En la Tecla” dedicaron palabras de agradecimiento a los directivos y personal de Canal 12 y TDC firmatense, como también a los auspiciantes que posibilitan la puesta en el aire de una propuesta que sintetiza el “verdadero periodismo regional”.
Asimismo, los periodistas prometieron que desde el primer viernes de marzo de 2008, ya sin los apremios de tantas campañas políticas, los televidentes de la zona podrán disfrutar de una mayor variedad de contenidos.

Freyre inaugura la transición y Enrico es el primero en saltar a la Provincia

Con la confirmación del gabinete -aún incompleto- sobre la hora de encaramarse en el Sillón de Aufranc, el intendente electo José Freyre refuerza la hipótesis de que el próximo lunes iniciará una etapa de transición, donde el novel porotismo compartirá espacios de poder con el viejo tronco scottista. En la primera línea, hasta mediados de semana subsistieron dudas acerca del futuro político del secretario de Gobierno, Juan Vidal, y la secretaria de Servicios Públicos, Liliana Roston, que fueron protagonistas de fuertes internas en el seno del gobierno. Sin embargo, ambos funcionarios resultaron ratificados por Freyre. Vidal conducirá la flamante Secretaría Legal y Técnica, creada a su medida, en tanto que Sergio Druetta, un venadense que viene de desempeñarse en el área de Seguridad Comunitaria del obeidismo, tendrá a su cargo las direcciones de Inspección Geenral, Tránsito y tribunal de Faltas, dentro de la Secretaría de Gobierno. Por su parte, Daniel Dabove, debutará en la Secretaría de Planeamiento y Gestión, aunque por el momento no se desembarazará de la escasamente atractiva Secretaría de Obras Públicas, de la que ninguno de los convocados aceptó hacerse cargo. Y Roston, que había sido elevada por Scott de subsecretaria a secretaria, recalará en Recursos Naturales, dejando después de largos años la neurálgica Secretaría de Servicios Públicos en manos del ex PDP, Raúl Debonis, dirigente de estrecha amistad con Freyre. En las otras dos secretarías clave, Poroto ya había confirmado a figuras de su máxima confianza, como Hernán Roma, su reemplazante en la jefatura de gabinete, y José Luis Aguirre, sustituyendo en Acción Social a la próxima concejala Norma Orlanda. Asimismo, una de las decisiones más sorpresivas de Freyre fue la designación de Germán Mastri, otro de sus escoltas, en el comando de la Supersecretaría de Promoción Comunitaria, que controlará nada menos que cinco áreas: Salud, Acción Social, Deportes, Educación y Cultura. Además, para dimensionar la trascendencia que Freyre le otorga al área, la ex “12 de Junio”, Mónica Boladeras, abandona la prosecretaría del Concejo para dedicarse a la Coordinación de Políticas Sociales.
Desde hace tiempo se conocía la llegada de Pedro Bustos en reemplazo de Víctor Barbieri en la Subsecretaría de Salud, y las ratificaciones de Guillermo Imbern (Hacienda); Darío Mascioli (Producción); Andrés Pieli (Cultura) y Mirta de Demarchi (Educación).
Aunque algunos analistas prefieren justificar la falta de renovación política en el desinterés de los profesionales por renunciar a los jugosos ingresos de la actividad privada, la verdad se acercaría más a la confluencia de dos factores: la aún enclenque estructura del porotismo químicamente puro y el poderío que todavía conserva Roberto Scott. En este sentido, un elemento más lo aportará la negociación por la presidencia del Concejo a realizarse el lunes próximo, tras la asunción de los nuevos ediles (Bibiana Pieli, Gustavo Giner, Norma Orlanda y Fabián Vernetti). En los corrillos oficialistas suenan los nombres de Gustavo Giner y Miguel Pedrola, sin descartarse otro pacto para la continuidad en el cargo del radical Delfor Hernández. En tanto, se descuenta que la concejala vianista Patricia Romero votará por sí misma, optando por la abstención en caso de eventuales paridades en la pugna.
En el campamento pueblense la decisión es apoyar el candidato impulsado por el oficialismo, salvo que se trate de Hernández. Como Freyre pretendería que el nuevo presidente sea fruto del consenso -al menos de ocho de los nueve ediles-, la continuidad de Delfor en la presidencia del Concejo pendería de un hilo, con lo cual debería volver a la banca, al mismo tiempo que su archienemigo Lisandro Enrico asume la Secretaría Parlamentaria de la Cámara de Diputados de la provincia. Nuevo revés para el referente dematiísta, que tiempo atrás se jactó de haber anticipado que el gobernador electo Hermes Binner no otorgaría ningún espacio político para sus representantes en la ciudad y la región.
Aunque se trata de la presidencia del Concejo, en Sarmiento y Alem se limitan a esperar las decisiones que se tomen en San Martín y Marconi. Si bien la cuestión es patrimonio de la mesa chica porotista, trascendió que Giner contaría con más chances, a partir de su enrolamiento en el viejo tronco scottista, en detrimento de Pedrola, más vinculado con el senador provincial Ricardo Spinozzi -flamante jefe del bloque opositor en la Cámara Alta-, que acaba de revelar sus intenciones de presentarse en la interna por la conducción del PJ santafesino, contra el revalidado presidente del bloque de diputados nacionales kirchneristas, Agustín Rossi.
Una vez ratificada la continuidad de Vidal en el gabinete porotista, la posible designación de Giner en el segundo sillón de la ciudad no haría más que consolidar la teoría del gobierno de transición que iniciará Freyre, rodeado de colaboradores de su propio riñón, pero también de dirigentes a los que supo enfrentar en sus ochos años de gestión en la Municipalidad. El futuro intendente local no sufre los padecimientos de Binner en la formación de las áreas del gobierno, en función de los compromisos con los partidos aliados (le costó la salida de un ministro antes de asumir), pero está obligado a ceder posiciones, o pactar, con figuras que, tal vez por razones de lealtad, siempre tendrán como máximo referente a Roberto Scott. En este sentido, hay que tener presente un dato sustancial de la política: para que un líder se refugie en el ostracismo no basta con tomar la decisión, también tiene que suceder que nadie golpee a la puerta ni llame por teléfono. Ni una cosa ni la otra ocurrirán, al menos en el corto plazo, con Scott. Cómo él mismo lo admite, la distancia del ejercicio del poder sólo la consigue cuando se trepa al motorhome y desanda centenares de kilómetros en las rutas. Genio y figura, en su última aparición en los micros de LT29, luego de un fantástico panegírico de su gestión, convocó -en tono de amenaza- a dirigentes opositores y periodistas críticos para que, desde la semana próxima, le reiteren los cuestionamientos, prometiendo recibirlos “como un ciudadano más”, ya despojado de la “prudencia” que le demandaba la investidura de intendente municipal.
Además de la designación del gobierno binnerista para el radical frentista Lisandro Enrico, habría no menos de una treintena de apellidos de la zona para cubrir puestos políticos en distintas dependencias provinciales. Sin embargo, en el marco de la reciente reforma de la Ley de Ministerios y el proyecto de regionalización del gobierno del Frente Progresista, esos nombramientos se demorarían semanas, e incluso algunos meses. En esa extensa lista están incluidos el concejal venadense Roberto Meier, el edil socialista Juan Moscoso y el saliente jefe comunal de Santa Isabel, Juan Enrique Lombardi, entre otros dirigentes políticos y reconocidos profesionales del derecho y la medicina.

(Publicado el viernes 7 de diciembre de 2007 en diario El Informe)

Aumento tributarios, recién en la era Freyre

A estas alturas de diciembre, ya no hay posibilidades de que el scottismo obtenga la aprobación del paquete de temas que el intendente electo José Freyre y sus más cercanos colaboradores presentaron días atrás ante el cuerpo legislativo. Entre ellos, el más delicado (y urgente) es el que solicita el acompañamiento para establecer un sensible incremento de tasas y derechos municipales, que en algunos casos se estiran hasta el 300 por ciento.
Recién en las próximas horas los concejales de la oposición se pronunciarían sobre el particular, aunque durante el último fin de semana trascendió que los binneristas (pueblenses y radicales frentistas) y la peronista Patricia Romero, no estarían dispuestos a compartir los costos políticos del ajuste, sobre todo después de que el oficialismo propagandizara el congelamiento como una de las fortalezas de la gestión. En este sentido, los más detallistas recuerdan que en la publicación oficial de la Municipalidad venadense, denominada “Noti Municipal”, se insistió durante largos meses con el siguiente eslogan: “12 años haciendo obras, sin aumentar impuestos”. “Cómo entender la urgencia por modificar un criterio que hasta hace un par de meses se presentaba como una virtud de esta misma gestión”, ironizó un edil del Frente Progresista desde la mesa de un café en el mediodía sabatino.
Además, los legisladores opositores temen que el aumento de los tributos acabe engrosando el caudal de dineros públicos que embolsa la empresa de la tercerización de impuestos, con el agravante de que jamás llegó al Concejo el cuestionado contrato que vincula a la Municipalidad -exclusivamente a través de la Intendencia- con la consultora sanlorencina.
En principio, el criterio progresista para la redefinición del monto de las tasas -por lejos, las más atrasadas y regresivas- que impulsa Freyre, sería del agrado de la mayor parte de la oposición, pero se presentan más objeciones ante el resto de los tributos, considerándose que se pretenden imponer “aumentos exagerados”. De acuerdo a esta descripción, y a pesar de los apurones, es casi un hecho que el nuevo gobierno tendrá que asumir el costo del ajuste, dado que a partir de la semana próxima tendrá cuatro ediles propios (Pieli, Giner, Orlanda y Pedrola), y el precioso quinto voto que le cedería el presidente del Concejo, Delfor Hernández.
Hasta el último instante de su gobierno, Roberto Scott culpará de las peripecias económicas y financieras a su archienemigo Ernesto De Mattía, pero Freyre no tendría ni margen ni ganas de caer en esas mismas excusas; al mismo tiempo, está a punto de hacerse cargo de un voluminoso paquete de deudas, a la par de las conocidas dificultades para costear las obligaciones salariales de fin de año.
El intendente Scott evitó el aumento antes de las elecciones, aunque un principio de responsabilidad administrativa lo demandaba; ahora, pasadas las elecciones, poca autoridad moral tendría el oficialismo para culpar a los concejales opositores de no aprobarles -contrarreloj- el ajuste, o impuestazo, según como se lo mire.

(Publicado el lunes 3 de diciembre de 2007 en diario El Informe)

La visita de Freyre al Concejo, un cachetazo para el estilo Scott

El desembarco en el Concejo del intendente electo José Freyre, junto con algunos de sus más estrechos colaboradores, significó un gesto valioso en busca de reconstituir las relaciones que se fueron deteriorando en los últimos años, a partir del incumplimiento de los deberes de funcionario público de Roberto Scott, que durante la mayor parte de la gestión desconoció el trascendente rol de control y equilibrio político que le cabe a la institución parlamentaria en la organización democrática y republicana de gobierno. Aunque, por obvias razones, Freyre no lo cuestionó en su momento, debe reconocerse que apenas encontró el espacio, incluso antes de apoltronarse en el Sillón de Aufranc, ofrendó una marcada voluntad de reconciliación con el cuerpo legislativo, poniendo al mismo tiempo una distancia del estilo pendenciero de Scott en sus 14 años consecutivos en la función pública. Aunque condescendiente en estos tiempos de enamoramiento mutuo, la oposición ya le espetó a la delegación oficialista que para aprobarle el “impuestazo” (ajuste de tasas y otros tributos), requerirán el compromiso de que la empresa a cargo de la tercerización de las cobranzas -impuesta por el scottismo sin la anuencia del Concejo- “no se lleve más dinero de los venadenses”.
Esa misma visita sirvió para confirmar la designación de Hernán Roma como jefe del próximo gabinete municipal, cuyo perfil ejecutivo y empresarial es más afín con esta responsabilidad que con la candidatura a concejal tan meneada en las últimas elecciones primarias. Con larga trayectoria como directivo del Centro Regional para el Desarrollo, la figura conciliadora de Roma es considerada clave para la articulación del gobierno de Freyre con las entidades intermedias, con el propósito de consolidar un bloque multisectorial que refuerce los puentes con un gobierno provincial que, por primera vez en la era scottista, será de distinto signo político. Otra de las fortalezas del empresario de los combustibles reside en su rol de coordinador del Plan General, aunque hay concejales que planean solicitarle un paso al costado, a los efectos de que la función sea ocupada por un dirigente desvinculado del oficialismo, en sintonía con el proyecto de reglamento interno de la Junta Promotora.
Asimismo, otro hombre fuerte de la gestión porotista será el responsable (¿director o secretario?) del área social, José Luis Aguirre, un psicólogo venadense que residió largo tiempo en Rosario, y es tan amigo de Freyre como el propio Roma. Aunque no optó por conchabar parientes, el intendente electo se rodeó de un par de colaboradores de extrema confianza en las áreas que considera vitales para su mandato: la relación con las instituciones desde la Coordinación de Gabinete, y el control de las actividades de asistencialismo y promoción social. No es casual que Freyre haya depositado en figuras tan cercanas las responsabilidades que él mismo cumplió en sus ocho años dentro de la gestión scottista. También asoma entre los principales miembros del entorno porotista el secretario de Obras Públicas, Daniel Dabove, experimentado lugarteniente del próximo intendente, que ambiciona desempeñarse en un área más ligada a la planificación y la administración, aunque no se descarta que continúe en forma temporaria en la misma cartera.
La dificultad para conseguir un reemplazante en Obras Públicas no es la única que sufre Freyre, que luce calmo como siempre en su aspecto exterior, pero cuya procesión va por dentro, porque a sólo diez días de la asunción formal tiene varios huecos en todas las líneas, con el agravante de que hay funcionarios de peso, como el secretario de Gobierno, Juan Vidal, y la secretaria de Servicios Públicos, Liliana Roston, que pugnan por su continuismo en la Intendencia, al mismo tiempo que suenan los nombres de varios posibles sustitutos. Mientras algunos resultan ratificados en sus cargos, como Guillermo Imbern (Hacienda); Darío Mascioli (Desarrollo Productivo); Mirtha Demarchi (Educación); y Andrés Pieli (Cultura), Vidal y Rostom no se sentirían tratados con la misma consideración.
Hay otros funcionarios resistidos por el porotismo, como el gerente de Compras, César Sola; el coordinador de Juventud y Tercera Edad, Tomás Balzaretti; y el director de Asuntos Jurídicos, Gerardo Di Nardo, pero el supersecretario no suelta ni una sola pista sobre el futuro de los mismos. Más aún, se especula en los corrillos municipales que el mes entrante debutará un gabinete de transición, donde a la par de porotistas de pura cepa, sobrevivirán algunos dinosaurios, que serían relegados recién en el transcurso de 2008 o 2009, “una vez que Scott haya perdido la influencia que todavía conserva”, arguyen los más interesados en que el actual intendente cumpla sus reiteradas promesas de dedicarse exclusivamente a ejercer el rol de abuelo.
En sus primeras determinaciones de fuste, Freyre desactivó una bravuconada electoral en la Cooperativa Eléctrica y lideró una visita de cortesía a los concejales, con la promesa de respetar a la institución legislativa, desde la asistencia a la apertura de las sesiones ordinarias, hasta la respuesta puntual a todos los pedidos de informes. También despertó enormes expectativas en las entidades intermedias más influyentes de la ciudad. Con sus primeros gestos políticos, Freyre tomó una saludable distancia del estilo Scott, expresada en la voluntad de liderar un gobierno con capacidad de gestión, respetuoso de la calidad institucional y refractario a las confrontaciones innecesarias.

(Publicado el viernes 30 de noviembre de 2007 en diario El Informe)

Aborto legal para no morir

Las declaraciones del actual secretario de Salud de Rosario y futuro ministro de Salud santafesino, Juan Carlos Capiello, a favor de la despenalización del aborto, desataron numerosas adhesiones, aunque también algunos rechazos, como el del concejal scottista venadense Gustavo Giner, que se mostró escandalizado por la iniciativa. Mientras tanto, en nuestro país se desarrolla una campaña nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, en el marco de una alianza de organizaciones sociales, culturales y sindicales, junto con personalidades ligadas a los ámbitos académicos y científicos. El eslogan que propicia el reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos como derechos básicos de todas las personas, es el siguiente: “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”. Y el objetivo de la campaña es despenalizar y legalizar el aborto para que las mujeres que decidan interrumpir un embarazo tengan atención segura y gratuita en hospitales públicos y obras sociales. Para los promotores de este movimiento progresista, “la despenalización del aborto significa que las decisiones reproductivas pertenecen a la conciencia (de la mujer o de la pareja), y no al Estado o a las iglesias”, advirtiendo también que “la legalización del aborto no obliga a ninguna mujer a practicarlo, pero sí exige del Estado garantizar las opciones, el acompañamiento y la calidad de atención a mujeres y niñas que atraviesan estas decisiones”.
También alertan que las mujeres pertenecientes a los sectores mejor ubicados social y económicamente acuden en forma privada a profesionales idóneos, en tanto que las originarias de las franjas más carecientes sólo tienen acceso a procedimientos caseros o de baja calidad, y por lo tanto, riesgosos para su salud y su vida. En este sentido, fuentes estadísticas del Ministerio de Salud de la Nación afirman que el 70 por ciento de las muertes por gestación son totalmente evitables. Así pues, garantizar servicios de aborto legal, seguro y gratuito, se fundamenta en una razón de salud pública: la gran cantidad de abortos que se producen a diario con graves secuelas y daños para las mujeres que acuden a esta practica, y que podrían evitarse si estuvieran garantizados servicios integrales para mujeres y niñas. Por otra parte, estimaciones del Indec consignan que el 37 por ciento de los embarazos que se registran en el país terminan en aborto; y de ellos, cerca del 15 por ciento corresponde a adolescentes menores de 20 años.
Está muy claro que la clandestinidad del aborto no impide su realización, solamente aumenta los riesgos y atenta contra la dignidad de las mujeres y de toda la sociedad. Por el contrario, se sabe que la legalización del aborto los hace disminuir, en la medida en que suele estar acompañada de otras políticas públicas en el mismo sentido de vigencia del derecho a la vida de las mujeres. Tanto es así que en la Argentina hay 20 veces más muertes por aborto que en los países que lo han legalizado.

(Publicado el miércoles 28 de noviembre de 2007 en diario El Informe)

Aflojaron los controles en la noche venadense

En estos días se intensificaron los reclamos con motivo de la reaparición de los descontroles en la noche venaense, convirtiéndose los medios de comunicación y los concejales en los principales receptores de la disconformidad que, en mayor medida, manifiestan padres de adolescentes y vecinos de los pubs más concurridos. Tal vez con distintos intereses, unos y otros se sienten desprotegidos. Los primeros porque el Estado municipal no estaría haciendo cumplir las ordenanzas que rigen la diversión nocturna, más aún cuando están involucrados chicos y adolescentes; y los segundos porque no pueden descansar en horas de la noche. Según esta descripción, otra vez el poder político falla en el sagrado rol de hacer cumplir las normas, como sucede con la Ley Antitabaco, con el tránsito, o con los remises ilegales, sólo por citar las problemáticas más actuales.
Por estos días, se conoce que el intendente electo José Freyre estudia, contrarreloj, la formación del gabinete que lo escoltará en el comienzo del mandato. Su inquietud, según trascendió, no reside solo en las personas, sino también en el rediseño del organigrama. Así pues, el formato de la nueva estructura de colaboradores será toda una definición política de parte de Freyre, pues de ella se desprenderá el perfil de la gestión, más allá de los nombres que, en principio, resultarían de una combinación entre rostros nuevos y cara conocidas. Aun cuando sea dueño de de una personalidad diametralmente opuesta a la de Roberto Scott, Freyre, con largos años en el oficialismo, debe intuir que no dispondrá de plazos tan largos para demostrar una voluntad de cambio, como podría tenerlo un flamante gobierno de signo opositor.
Una vez en funciones, Freyre tendrá que avivar a la Municipalidad boba de los últimos tiempos, donde, según las reglas de juego vigentes, pierden los cumplidores y ganan los especuladores. Ya citamos el caso de los no fumadores, que a pesar de constituir una mayoría, padecen la sistemática violación de sus derechos, con la contribución de una Intendencia que mira para otro lado, quizá atontada por las tóxicas humaredas. Ahora rebrota el mismo fenómeno con la noche, como lo denuncian los padres agrupados en Voluntad Ciudadana. Si bien es cierto que estamos en presencia de una problemática social de difícil abordaje, también lo es que la las autoridades municipales deben hacerse respetar exigiendo el cumplimiento estricto de las leyes locales. No se trata de ser “el malo de la película”, sino de que cada uno haga lo que debe hacer, como lo demanda el grupo de padres que, incrédulo, descubre cómo los controles se relajan con la misma rapidez que el tema se cae de las tapas de los diarios. No alcanza con reacciones aisladas y efectistas, sino que hace falta una estrategia sostenida, apta para modificar los peores hábitos culturales.
Si se quiere, se puede, eso está fuera de discusiones, porque así lo demostró el firmtense Carlos Torres con los cascos de los motociclistas, y Hugo Espina, en Elortondo, con la estricta prohibición de expender bebidas alcohólicas a menores, en pubs, boliches y otros comercios. Hace falta decisión y coraje de estadista para no temerle a los costos políticos. De Scott ya nada puede esperarse; ahora, todas las expectativas se depositan en Freyre.

Ley Antitabaco: falta predicar con el ejemplo

Con la Ley Antitabaco, en nuestra ciudad pasó lo peor que podía pasar: que los responsables de espacios públicos cerrados descubrieran, no solo que los no fumadores no hacían valer sus derechos, sino también que el gobierno municipal tampoco ejercía el poder de policía para hacer cumplir la ley, suscribiendo los convenios pertinentes con el gobierno obeidista, que puede arrogarse entre sus méritos el haber impulsado esta normativa ejemplar en el contexto nacional. Sin embargo, nuestra ciudad se ubica entre las más grandes de la provincia en que, literalmente, no se hizo nada para imponer la Ley Antitabaco en la sociedad, sabiendo que los primeros tiempos de instrumentación son claves para empezar a modificar hábitos culturales tan nocivos como arraigados.
A pesar de constituir la mayoría, los no fumadores -o fumadores pasivos- continúan, casi sin chistar, sufriendo los efectos devastadores ocasionados por el humo tóxico proveniente del consumo de cigarrillos en lugares cerrados. Salvo honrosas excepciones, ni los dueños de los locales ni los ciudadanos afectados por las densas humaredas, mostraron la convicción suficiente para iniciar el cambio cultural. En consecuencia, es posible que ese estado de resignación haya sido interpretado como una suerte de encuesta por el gobierno municipal, dando lugar a la siguiente hipótesis: Si los perjudicados no abren la boca, para qué enfrentarnos con los empresarios y los fumadores. Aunque no sea el análisis propio de un estadista, que debería priorizar, más allá de los costos políticos, una mejor calidad de vida para todos los habitantes, existen los administradores que evalúan la realidad desde otros puntos de vista, menos edificantes.
Mientras tanto, el último martes, en la sala Borges del Centro Cultural se brindaron sendas charlas informativas en el marco del programa provincial “La salud es de todos”, con el objetivo de concientizar a los alumnos sobre la prohibición de fumar en ciertos lugares. Y en los próximos días se anuncia la prosecución de las actividades con una recolección de firmas, y una charla debate abierta para el público en general.
La iniciativa es plausible y merece el apoyo de toda la ciudadanía, pero es la Municipalidad, a través de su área de Salud, la que debió ponerse, desde el primer momento, al comando de esta campaña contra el consumo de tabaco en lugares cerrados, una costumbre que en los países desarrollados está extinguida, o en extinción -incluso en ciudades vecinas-, pero que en Venado nos negamos a entender. Siempre que se habla delante de un niño, o de un adolescente, hay que recordar aquello de predicar con el ejemplo, para no correr el riesgo de la desautorización por parte de los menores. A estos centenares de chicos que concurrieron a las charlas informativas, ¿les habrán comentado que las autoridades municipales jamás se interesaron por el tema?


(Publicado el viernes 9 de noviembre de 2007 en diario El Informe)

Caula, primera dama de Binner en la región

Dos meses atrás, más precisamente el viernes 7 de septiembre, este diario anunciaba que “en la Dirección de Educación y Cultura Regional, la reemplazante de la rufinense Marta Comellas podría ser una combativa docente venadense -hoy en funciones directivas- que milita en una de las fuerzas del Frente Progresista”. Casi ni hacía falta especificar que se trataba de Mabel del Valle Caula, directora de la Escuela Nº 447 “Manuel Vicente Manzano” e integrante del Partido Socialista, aunque en esos momentos ni siquiera la propia docente tenía certezas de la probable designación. Hasta que la semana pasada recibió la oferta formal del gobernador electo Hermes Binner para acompañar a la futura ministra de Educación, Elida Rasino, desde la regional más austral de la provincia de Santa Fe, con jurisdicción en General López y parte de otros departamentos linderos.
Caula, que se reunió el lunes último en la localidad de Funes con la propia Rasino, ya había adelantado el mes pasado a los medios venadenses que estaba dispuesta a aceptar el cargo, si es que le era ofrecido por las autoridades del triunfante Frente Progresista.
Después de la polémica administración liderada por Comellas, la primera dama elegida por Binner para la región despierta nuevas esperanzas en el sector. Pergaminos no le faltan. Además de acreditar una dilatada trayectoria docente en las áreas de Historia y Geografía, se perfeccionó con la Licenciatura en Política y Gestión Institucional. Por otra parte, teniendo en cuenta que en nuestra provincia la tensión entre el gobierno y los maestros es constante, también debe contarse como una fortaleza la militancia gremial de la futura funcionaria, que -se supone- le permitirá una interpretación más sensible de las demandas de sus pares. Un año atrás, con gran esfuerzo personal y el apoyo de la mutual Ammsafe, publicó el libro Política para Estudiantes, demostrando una vez más su pasión por las ciencias políticas y la formación ética y ciudadana.
En principio, la designación de Caula garantiza una sintonía fina con las prioridades de Binner para el área, tales como el plan de emergencia para poner los edificios escolares en condiciones dignas (también habrá que construir unas cuantas para paliar el déficit), y el debate por la carrera y el salario docente, junto con la contribución provincial a las cooperadoras, pero, de todos modos, entre las fuerzas binneristas de Venado y la región cunde cierto desasosiego, porque los referentes políticos más importantes, como el pueblense Roberto Meier, el socialista Juan Moscoso y los radicales frentistas Juan Enrique Lombardi y Lisandro Enrico, aún no recibieron novedades en función de sus justificadas expectativas.


(Publicado el jueves 8 de noviembre de 2007 en diario El Informe)

El gobierno de Obeid ya no es tan bueno como antes

Sorpresivas resultaron las declaraciones del secretario de Obras Públicas, Daniel Dabove, acerca de la responsabilidad del gobierno provincial obeidista en las exageradas demoras para la reconstrucción de la avenida Alem, ante el incumplimiento de la empresa adjudicataria de las obras. Ese mismo gobierno santafesino idealizado a lo largo de casi cuatro años por el intendente Roberto Scott y sus colaboradores, de pronto comienza a cargar con culpas, quizá porque se encuentra a unas pocas semanas del retiro, y desde el 10 diciembre, el actual gobernador de la segunda provincia más rica de la Argentina, Jorge Obeid, el dueño de la seductora combinación de lapicera y chequera, ese que venía con la valija repleta de subsidios en cada una de sus visitas, se convertirá en un diputado nacional entre tantos, en uno más, sin mayor influencia, sobre todo si el kirchnerismo insiste en gobernar con superpoderes, aunque desde el mes entrante, con mayoría en ambas cámaras legislativas, no tendría sentido insistir con esas prácticas.
También podría evaluarse que en esta transición se dieron las condiciones para decir la verdad, pues debutará un nuevo gobierno provincial, de distinto signo que el reelecto en Venado. No se conoce cómo será la relación de José Freyre con Hermes Binner, pero ya se sabe que Obeid pertenece al pasado y, como tal, para la descarnada lógica política, cargará con más culpas que virtudes.
Sin titubeos, Dabove cuestionó que “no hay voluntad de las partes (la Provincia y la empresa constructora) para solucionar este tema”, pese a que en la misma charla con la prensa se ilusionó en que una próxima reunión de Scott con Obeid consiga destrabar el tema a la brevedad.
La refuncionalización de la avenida Alem es una obra no solamente indispensable, sino también urgente, porque el Parque Industrial “La Victoria” incorpora cada día más empleados, y la mayoría de ellos está obligada a desplazarse en bicicleta o ciclomotor por la peligrosa Ruta 8, incluso en los horarios nocturnos, porque la arteria en reparaciones permanece desde hace varios meses en un estado de intransitabilidad, complicando también la situación de los residentes en ese sector de la ciudad.
Muchas veces, sobre todo desde el espectro opositor, suele deslizarse que el país, o la provincia, o la ciudad, crecen de noche, mientras sus dirigentes duermen, en tanto que los más ácidos sentencian que hay comunidades que crecen a pesar de sus políticos. Tal vez se trata de una consideración desmedida, producto de las pasiones, pero en algún punto es necesario deslindar responsabilidades. Mientras las autoridades del Parque Industrial se multiplican para incorporar todos los servicios posibles en busca de favorecer a las empresas instaladas, y de propiciar nuevas radicaciones, y el emprendimiento conjunto de Cooperación Seguros y la Mutual entre Asociados de Cooperación Mutual Patronal, bajo la denominación Celimex SA, se apresta a inaugurar nada menos que una zona libre aduanera en la ciudad, es una vergüenza que una vía de comunicación clave como avenida Alem continúe, a estas alturas, en tan impresentables condiciones.

(Publicado el miércoles 6 de noviembre de 2007 en diario El Informe)

Gorilas hay en todos lados

Mucho se habló y escribió sobre las recientes elecciones nacionales que consagraron a Cristina Kirchner como Presidenta de los argentinos. Hay numerosas cuestiones que merecen profundizarse en el análisis, como la apatía ciudadana; la deserción de autoridades de mesa, la dispersión opositora, la crisis de los partidos políticos, entre tantas otras. Pero pocos imaginaban la resurrección de la anacrónica estigmatización de gorilas esgrimida por engreídos referentes del Frente para la Victoria contra candidatos y votantes de opciones no peronistas. El primero en hacerlo fue el jefe del Gabinete de Ministros, Alberto Fernández, tildando a los porteños de “soberbios” y de “vivir en una isla”, por haberle dado el triunfo a Elisa Carrió. Hasta el matrimonio K reprendió por el exceso al ex cavallista capitalino. Luego fue el presidente del bloque oficialista de diputados nacionales, el santafesino Agustín Rossi, quien estableció que “a ella (por la postulante de la Coalición Cívica) la votaron los gorilas, que no es la clase media ni alta, sino los represores que están en contra de la política de derechos humanos que lleva adelante el Gobierno nacional” y agregó que “su discurso es peligroso porque trata de retrotraer al país a la división de peronistas y antiperonistas que tanto daño nos hizo a los argentinos”.
Patéticos los discursos de Fernández y Rossi, empecinados en satanizar a los votantes no kirchneristas, como si el modelo buscado fuera una hegemonía sin lugar para opositores. Para colmo, ortodoxos y “progre” del PJ, a coro, califican de gorilas a todo aquél que no coincidió con su preferencia electoral, como si la condición de no peronista fuese equivalente a la de antipopular.
Cuentan que el mote de gorila tiene su origen en los dichos de un impresentable coronel antiperonista, enrolado en la Revolución Fusiladora del ’55 (también denominada “Libertadora”), que por entonces habría manifestado que “los militares somos como los gorilas, porque estamos formados para pelear hasta morir...”. Durante décadas, el vocablo gorila fue el más apropiado para definir el antiperonismo. Eran tiempos en que los sectores populares se identificaban casi exclusivamente con el novel movimiento nacido el 17 de octubre del ‘45. Pero con el correr de los años, se demostraría que también había gorilas dentro del peronismo, como los mentores de la Triple A durante el tercer gobierno del General Perón, persiguiendo, secuestrando y asesinando a militantes progresistas. Más adelante, en el siguiente gobierno peronista, el cuarto del siglo XX, tendría lugar la más ominosa entrega de las reservas naturales y el patrimonio nacional, en los dos mandatos consecutivos de Carlos Menem, en alianza con los Alsogaray y Cavallo. Unos pocos peronistas se retiraron dignamente, condenando al “gorila musulmán”, pero la mayoría -incluido el matrimonio K- se alineó con el modelo antipopular (y gorila) de los ’90.
A estas alturas, es evidente que hay discursos que atrasan y sólo se proponen crear falsas divisiones. Los gorilas, entendidos como sectores antipopulares, existieron, existen y existirán, pero hay que estar prevenidos de los predicadores de versiones demagógicas y maniqueístas de la historia. Es falso que de un lado estén los buenos y del otro lado estén los malos. Gorilas, como suele decirse, hay en todos lados, incluso en el peronismo venadense, entre cuyos dirigentes descuellan reconocidos exegetas de la teoría de los dos demonios acuñada por los golpistas del ’76 para justificar los más abominables crímenes dictatoriales. Asimismo, las últimas elecciones revelaron cómo ciertos gobernantes oficialistas apelaban a los peores ardides clientelistas para perpetuarse en sus funciones, a través de la manipulación de los más carecientes y menos instruidos. Para el elemental Chivo Rossi, gorilas son los que votan o piensan distinto que el peronismo, mientras él y otro coro de irresponsables avalan con el silencio hasta las prácticas más aberrantes, por el sólo hecho de compartir el mismo signo político. Si sos de los míos, vale todo; si no, te combato, sin importar lo que hagas. Puro código corporativo, al filo de lo mafioso. Tal vez Cristina, que también recibió los apoyos más heterogéneos (en Venado la votaron defensores de la dictadura y perseguidos por esos mismos militares), se identifique con los líderes europeos que suele visitar a menudo, y lidere una gestión que priorice la redistribución de la riqueza, la institucionalidad y, de una vez por todas, desaliente las falsas antinomias que algunos trasnochados intentan revivir.

(Publicado el lunes 5 de noviembre de 2007 en diario El Informe)

Antes de fin de año, Venado con aduana propia

Desde hace un buen tiempo se habla en Venado del establecimiento de una aduana, “puerto seco” o, para ser más rigurosos, de una zona primaria aduanera, con depósito fiscal. Con las obras de infraestructura prácticamente concluidas en el Parque Industrial “La Victoria, con frente sobre el Km 364,5 de la Ruta 8, el Centro de Logística para la Importación y Exportación (Celimex) aguarda la autorización de la Aduana nacional para habilitar el organismo antes de fin de año. Además de actuar como gerente general de Cooperación Seguros y coordinar la Comisión Plan Autopistas, Ovidio Butani es el gerente de Celimex SA, y en esta entrevista responde las preguntas clave para descubrir en qué beneficiará la aduana a Venado y la región.

- Butani, ¿para qué sirve una aduana en Venado?
- La instalación de la zona primaria aduanera en nuestra ciudad ofrecerá ventajas comparativas a las empresas que ya están exportando y/o importando y, además, fortalecerá las chances de aquellas que pretenden iniciarse en el comercio internacional, garantizando condiciones más favorables para aumentar la cantidad de empresas exportadoras de la región.
Las regiones productivas se fortalecen por múltiples factores concurrentes, entre ellos, los servicios, como las vías terrestres, las vías aéreas, el agua potable, el gas natural, un parque industrial, y también un aduana, como la que estamos cerca de inaugurar. Es una fortaleza más para la región, una ventaja más en términos de competitividad. Los directivos de Cooperación Seguros y de la Mutual entre Asociados de Cooperación Mutual Patronal, las entidades que promovimos la formación de Celimex y de la aduana, estamos persuadidos de que, en el mediano plazo, Venado se convertirá en un mayor polo de desarrollo económico regional. Contamos con los recursos humanos y económicos necesarios para proyectarnos, tal vez nos falte un poco más de coraje y decisión como comunidad, pero depende de nosotros mismos que en el futuro no tengamos que envidiarle nada a nadie. No debemos olvidar nunca que un gran país se construye con la suma de regiones sobresalientes.

- ¿Cuánto se invirtió y qué obras se realizaron?
- La inversión total, entre el predio y la infraestructura, se aproxima a los 2,5 millones de pesos. Contamos con un Depósito Fiscal General; depósito de contenedores; playa de maniobras; zona de verificación de mercaderías; rampas móviles automáticas de carga y descarga; balanza fiscal; puertas automatizadas; cámaras de TV para monitoreo de movimientos; jaula para mercadería decomisada; playa de estacionamiento de camiones y un sector destinado a las oficinas de Celimex -hoy en Mitre 670- y la sede administrativa del Parque Industrial. El predio adquirido por Celimex tiene más de 44 mil metros cuadrados porque en el futuro deberemos incorporar nuevas naves para satisfacer la demanda, y esas ampliaciones hay que preverlas desde el vamos.

- ¿Cuáles son las ventajas que brindará la aduana a las empresas de la región?
- Los beneficios son innumerables, pero el más atractivo para los productores es que aquí mismo se precintarán los contenedores y desembarcarán en destino sin pasar por ninguna otra mano. “Hacer aduana” significa que la mercadería es revisada antes del embarque, y esa delicada tarea será llevada a cabo íntegramente en nuestra ciudad. Asimismo, para los productos que sean adquiridos en el exterior, el precinto de seguridad del contenedor será retirado recién en Venado.

- De todos modos, el interesado está en condiciones de elegir libremente la aduana…
- Sí, existe total libertad en ese sentido, pero confiamos en que los empresarios que ya están operando en el comercio exterior se vuelquen a esta aduana, a medida que les brinde más ventajas que las que hoy reciben en otras, desde el punto de vista económico, de la agilidad y la seguridad, entre otras variables. En Celimex también nos impusimos el objetivo de asesorar, capacitar, impulsar rondas de negocios, en fin, brindar una asistencia a las empresas para colocar cualquier tipo de mercadería en el destino deseado, por el precio final más ventajoso, y con el complemento de un servicio integral en cuanto a los aspectos legales, contratación de transporte nacional e internacional, documentación aduanera, liquidación de divisas y control de llegada de cargas en destino.
Además, Celimex está habilitada para incursionar en el comercio exterior, así que puede oficiar de gestora para operaciones de exportación e importación. Desde ya que otra de las prioridades será brindar asesoramiento a las pequeñas empresas que se inician en la actividad, y que aún no cuentan con áreas de trabajo especializadas en la temática. Por otra parte, registramos nuestra marca para ponerla al servicio de grupos de empresas, a fin de lograr economías de escala y optimización de recursos para la colocación de productos en el mercado externo.

- ¿Ya tienen el personal debidamente capacitado para la actividad?
- En principio, el vista y guarda de aduana serán enviados desde la Aduana de Villa Constitución, de la cual dependemos, es decir que de lunes a viernes estarán a disposición de los interesados. De todos modos, ambicionamos que en el futuro estos funcionarios residan en Venado para que se familiaricen con el entorno regional. En tanto, Celimex ya incorporó dos despachantes de aduana matriculados. Hasta ahora, el exportador que deseaba que la verificación y el precintado de la mercadería se hicieran en su propia fábrica, antes de la carga, debía convocar especialmente a un guarda de aduana de Villa Constitución, por ejemplo, con los costos y demoras imaginables. Con la aduana en Venado, todas las gestiones serán mucho más sencillas, incluso será posible en algunos casos que la operatoria se realice en la propia empresa.

- ¿Cuáles son los beneficios directos para las mutuales de esta inversión millonaria?
- La razón que nos impulsó fue la voluntad de jerarquizar la ciudad y reforzar sus potencialidades. Tener una aduana es una ventaja competitiva más, sobre todo estando instalada en un Parque Industrial en pleno crecimiento, y a escasos kilómetros del sector céntrico. Que nadie suponga que esto es un gran negocio para nuestras entidades. Tanto es así que esta zona primaria aduanera se la cedemos en comodato a la Aduana nacional. Nuestra gran apuesta es contribuir al desarrollo económico regional, a la generación de un “círculo virtuoso”, que más adelante nos beneficie a todos, con mayor cantidad de negocios, más circulación de dinero y generación de fuentes laborales. No recibimos beneficios directos con esta iniciativa, sino indirectos.
Como promotor del proyecto, Celimex tomó el compromiso de erigirse en celoso custodio del funcionamiento óptimo de la aduana. En definitiva, el objetivo es ofrecer a la región una herramienta eficiente que nos integre al mundo, que contribuya a convertir a Venado en una referencia productiva medular, y donde se destaque la articulación entre lo público y lo privado, como ocurrió en los últimos tiempos con el Parque Industrial “La Victoria”.

(Publicado el viernes 2 de noviembre de 2007 en diario El Informe)

Caso Brian: contener antes de marginar... una vez más

Anoche, a pesar del mal tiempo, familiares, amigos y vecinos de Brian Díaz, el chico asesinado de un tiro el jueves último por otro adolescente en el barrio Ciudad Nueva, marcharon por el sector céntrico en demanda de justicia y seguridad, reforzando con esa presencia callejera la nota entregada el martes al intendente Roberto Scott “para prevenir males mayores y nuevos conflictos”. En esa ocasión, la treintena de firmantes solicitó que la Municipalidad disponga el inmediato traslado de la familia del joven agresor, alegando que los mayores no están nunca, “y los chicos se juntan y hacen lo que quieren”. En este sentido, la abuela de la víctima, y una de las promotoras de la marcha, Luisa Reina, fue contundente en sus dichos: “El barrio es el nido de la droga, y la policía lo sabe muy bien”.
Ya no se trata de episodios de violencia aislados en distintos puntos de la ciudad, ni tampoco de presuntos delincuentes foráneos que desembarcan para cometer fechorías y regresar de inmediato a sus lugares de origen. Estas teorías, tantas veces esgrimidas para deslindar responsabilidades, ya no tienen lugar, porque en el tejido social venadense se están generando las condiciones para arrojar a los adolescentes a la vagancia, el delito, el consumo de drogas y hasta la manipulación de armas de fuego.
Más allá de los pedidos de justicia y controles policiales, que son propios de estas circunstancias, ahora se incorpora el dramático reclamo de “traslado forzoso” de la familia Vélez, que sin bien es comprensible desde el punto de vista del dolor de los deudos, merece un análisis social más profundo, pues una aceptación de las autoridades municipales daría lugar a la formación de un ghetto en busca de recluir a las familias marginales. Lejos de haber hallado una solución, estaríamos agigantando la problemática social de los excluidos que existen en Venado, y que son más de los que la mayoría supone.
“Queremos un barrio seguro, un lugar en donde podamos criar con libertad a nuestros hijos…”, sostienen los vecinos del Ciudad Nueva, pero ese loable objetivo no se conseguirá mudando familias de una punta a otra de la ciudad, sino conteniendo a todos estos grupos de riesgo, mediante la Supersecretaría de Promoción Social que debutaría en el gobierno de José Freyre. A pesar de las inexplicables dificultades económicas que atraviesa, la Municipalidad está en condiciones de montar la estructura suficiente para generar emprendimientos productivos donde incluir a los jefes de estas familias en problemas y, junto con las autoridades regionales de Educación, garantizar la escolaridad de los hijos, todo bajo la supervisión cotidiana de asistentes sociales. Si nada de esto se lleva a cabo, no tiene sentido pedir más policías, o “mano dura”, ni tampoco demandar “traslados” que equivaldrían, una vez más, a barrer la tierra debajo de la alfombra. Si la marginalidad es una situación social, por lo general forzada, que apremia y tortura, la marginación por parte del resto de la sociedad es una fuente inagotable de resentimientos que pueden desbordar de la peor manera.

(Publicado el jueves 1 de noviembre de 2007 en diario El Informe)

Ideas para ordenar el caótico tránsito local

Entre las varias asignaturas pendientes que deberá enfrentar, a partir del 10 de diciembre, el intendente electo José Freyre, se encuentra el ordenamiento del tránsito vehicular en la ciudad, un problema sin solución para las tres gestiones consecutivas del scottismo. Desde el gobierno municipal se recurrió, una y otra vez, a sendas justificaciones, absolutamente comprobables, tales como el espíritu transgresor de los conductores, incluyendo desde camiones hasta bicicletas, y el alto promedio de unidades por habitante. Sin embargo, estas realidades, por influyentes que sean, en modo alguno eximen al oficialismo de la responsabilidad de no haber impulsado ninguna estrategia sostenida para ponerle límites al caótico tránsito venadense, que ya se cobró varias vidas en el sector céntrico, además de las tragedias que se repiten en las dos rutas nacionales que seccionan la ciudad. Suele decirse que la rigurosidad en materia de inspección de tránsito suele ser “piantavotos”, sobre todo cuando las normas se aplican sin privilegios para nadie, pero en las comunas que se ocuparon del tema con seriedad de estadistas, el tiempo demostró que esas decisiones políticas terminaron siendo alabadas por la población, simplemente por haber contribuido a una mejor calidad de vida.
Aún se desconoce en qué categoría del organigrama municipal encuadrará Freyre al área de Tránsito, pero lo más factible es que decida no perder tiempo y aprovechar los primeros meses de mandato para lanzar una estrategia capaz de evitar que la cuestión se convierta más adelante en un dolor de cabeza, aun cuando, a juzgar por los resultados electorales, este desmadre no significó mayores costos políticos para Roberto Scott.
Mientras tanto, desde la oposición promueven reformas para el ordenamiento del tránsito urbano, como el bloque legislativo pueblense que, entre otras cosas, propone fundar un sistema de premios y castigos para los conductores, bajo el mismo espíritu de proyectos existentes en las cámaras legislativas santafesinas. A la usanza de los modelos vigentes en ciertos países desarrollados, la iniciativa impulsa la entrega de la licencia para conducir, con un cierto puntaje inicial, que disminuye en función de la acumulación de sanciones, hasta desembocar en el retiro de la misma. También se imponen plazos de castigo para volver a tramitar el carné, como así también la obligatoriedad de aprobar un curso de reeducación vial, entre otras pruebas de aptitud. El proyecto meierista, que se estudia en una de las comisiones del Concejo, también contempla premios para los buenos conductores, como la reducción del costo de renovación de la licencia.

(Publicado el martes 31 de octubre de 2007 en diario El Informe)

Elección en riesgo por sistema caduco y autoridades desertoras

Solamente el destino, o la voluntad popular de ratificar con holgura el proyecto kirchnerista, evitaron que la jornada de las elecciones presidenciales desembocara en un escándalo nacional, porque la catarata de denuncias de electores y dirigentes damnificados, dejó al desnudo que en varios sectores del conurbano bonaerense se perpetró un sistemático robo de boletas, que obligó a muchos ciudadanos a votar forzosamente en blanco, o hacerlo por un candidato que no era el de su preferencia. Sin embargo, los líderes de la oposición comprendieron que Cristina Fernández había superado la línea del 40 por ciento con el margen necesario para eludir la segunda vuelta, y limitaron el tono de las acusaciones, pero distinto hubiera sido el escenario si la candidata oficialista terminaba más cerca de la frontera entre la consagración de Cristina como presidenta electa y la convocatoria a un ballotage entre las dos más votadas para el 25 de noviembre. Como arguyó el Gobierno, los partidos de la oposición debían tener fiscales en todas las mesas para impedir estos atropellos, pero también es cierto que desde el poder político se negaron los episodios, como lo hizo el ministro del Interior, Aníbal Fernández, jactándose de haber monitoreado un comicio “sin ningún incidente en todo el país”, con la vana pretensión de ocultar la operación de robo de boletas.
Los electores, además de soportar su propia apatía, padecieron exageradas demoras para poder votar en muchos puntos del país, tanto por la sobrecarga de electores (así redujeron la cantidad de mesas), como por las dificultades para habilitar las urnas ante la masiva deserción de autoridades, que no solo demoraron el comienzo del acto, sino que también generaron dudas en cuanto a la transparencia del comicio, porque la fiscalización corrió por cuenta, en numerosos casos, de improvisados, en tanto que se desaprovechó la experiencia de los presidentes designados, como también de sus auxiliares, que al menos tenían los instructivos pertinentes. El Gobierno, como organizador de las elecciones, tampoco supo prever esta ola de renuncias, más allá de que el comportamiento de las autoridades de mesa que no cumplieron con sus deberes cívicos, es condenable, sobre todo porque en su mayoría pertenecen a los sectores medios, esos que con más énfasis demandan conductas intachables a sus dirigentes.
Tanto por el robo de boletas, como por las largas colas, se reabrió tímidamente el debate por la instrumentación del denominado “voto electrónico” para 2009, que ya funciona en varios países, y en la Argentina se vienen haciendo pruebas piloto en los últimos años. La iniciativa merece evaluarse en el marco de la tantas veces postergada reforma política aunque, en rigor, los antecedentes establecen que tampoco es la panacea.

(Publicado el martes 30 de octubre de 2007 en diario El Informe)

Cristina también ganó en Venado y la región

La mayoría de la treintena de distritos del departamento General López, incluidas las cuatro ciudades, se pronunció en sintonía con el electorado argentino, que estableció la victoria de la candidata oficialista Cristina Kirchner en la elección presidencial, con el 43 por ciento de los votos, superando largamente a su inmediata perseguidora, Elisa Carrió, pero traspasando por escaso margen el 40 por ciento requerido por la Constitución para evitar el ballotage. En Venado Tuerto, la primera dama se alzó con el 33 por ciento de los votos, en tanto que Carrió cosechó el 28 por ciento; más atrás, se ubicaron Alberto Rodríguez Saá (17 por ciento), un apellido que cae bien en nuestra ciudad, y Roberto Lavagna (16 por ciento). Además de Venado, Firmat, Villa Cañás y Rufino, Cristina habría prevalecido en el resto de las comunas de General López, salvo María Teresa, Maggiolo, Diego de Alvear, Wheelwrigth, Santa Isabel y Carmen, las tres primeras en manos del puntano y las restantes de Lilita.
A pesar de la caída aplastante ante Carrió en Rosario, el Frente para la Victoria se impuso en la reñida provincia de Santa Fe, demostrando que el socialista Hermes Binner tenía razón cuando advirtió que los votantes del Frente Progresista tomarían distintos caminos, además de Lilita, como Cristina, Roberto Lavagna y hasta Pino Solanas. Además, en el orden regional, vuelve a sobresalir la contribución de General López al justicialismo provincial. Apuntalado por estos resultados en sus dominios, el nombre del senador reelecto Ricardo Spinozzi ya se baraja con más fuerza para ocupar distintas responsabilidades en el proceso de refundación partidaria, desde la jefatura del PJ hasta la presidencia de la Cámara de Senadores. No obstante, también es cierto que la influencia de los jefes territoriales en estas presidenciales no debería sobredimensionarse, ni en Venado ni en la región, pues muchos de ellos votaron a Cristina con la nariz tapada y sin más compromisos que forzadas adhesiones públicas. Asimismo, cabe acotar que, junto con Spinozzi y el scottismo, otros sectores políticos locales se habían alineado a su tiempo con Cristina, tales como el lucifuercista Jorge Viano; el rossista Julio Eggimann y los pueblenses Oscar Pieroni y Fabián Vernetti.
Sin haber repetido las resonantes cosechas de la oposición en los grandes centros urbanos, los referentes de la Coalición Cívica en nuestra ciudad, con el concejal Roberto Meier a la cabeza, se mostraron satisfechos con el segundo puesto obtenido, al tiempo que la triunfante Cristina Fernández quedó muy lejos de obtener los mismos porcentajes acumulados en la sumatoria nacional, con el aporte clave del territorio bonaerense (38 por ciento del padrón nacional). Allí, el oficialista Daniel Scioli ganó con holgura en la elección de gobernador, de la mano de los influyentes caudillos peronistas del conurbano. En tono de broma, uno de los más caracterizados seguidores locales de Carrió se ufanaba, en los primeros minutos de hoy, de que, “si era por Venado, había ballotage”, en alusión a que la postulante oficialista no pudo ni siquiera aproximarse a la línea del 40 por ciento. También Lavagna y el Alberto redondearon cifras aceptables en nuestra ciudad, pero lejos de los porcentajes de las mujeres en pugna.
En el orden nacional, entre los candidatos de la oposición, sólo Carrió y Lavagna emergen como sobrevivientes del 28 de octubre, en tanto que del centro a la derecha no quedó casi nada en pie, en función de los decepcionantes rendimientos de Alberto Rodríguez Saá; Ricardo López Murphy; Jorge Sobisch; y hasta Mauricio Macri, que no consiguió sostener a ninguno de sus bendecidos. La elección bonaerense también sirvió para sepultar a Luis Patti y Juan Carlos Blumberg, los torpes predicadores de la “mano dura”. En tanto que la izquierda volvió a fracasar en todas sus variantes, en otra muestra de enfermiza dispersión. Por su parte, conciente de la flaca performance electoral en las principales capitales del país, donde el reclamo de institucionalidad fue más fuerte que los logros económicos del Gobierno, Cristina Kirchner cerró la noche del domingo con un discurso que sorprendió por el tono generoso y conciliador. Ella sabe que su fuerza es enorme, pero también interpreta que se vio beneficiada por la atomización opositora y un singular ballotage, urdido a la sombra del Pacto de Olivos, a la medida del oficialismo de turno. También es conciente la primera dama que nunca un Presidente, del ’83 a la fecha, salvo el propio Kirchner en 2003, había obtenido menos del 47 por ciento en una presidencial, aunque ella solo observó la sideral distancia sobre el segundo postulante. También debe suponer que lo peor del PJ bonaerense se atribuirá una ancha porción de la victoria kirchnerista de la víspera.
Entre los puntos oscuros de la jornada, quedarán el escamoteo sistemático de las boletas de algunos partidos, generando centenares de denuncias, que deberían apurar al Gobierno a implementar el voto electrónico, como así también a modernizar el sistema de entregas de los DNI, cuya histórica ineficiencia impide emitir el sufragio a miles de ciudadanos en cada acto electoral. Asimismo, debería entender la oposición que no hay chances de gobernar si no se cuenta, antes, con un fiscal para cada mesa. La vocación de poder hay que demostrarla desde el vamos. También persiste el sabor agridulce de haber transitado un nuevo comicio, que no es poco, pero sin euforia ciudadana, lejos de la fiesta cívica de otros tiempos, y con el triste escenario de mesas con un presidente a solas, como autoridad, y uno o dos fiscales como única compañía. Como bien dijo Cristina, en la proclamación como presidenta electa, la sociedad se construye entre todos los argentinos, no sólo desde el Gobierno; y es así que todos, es decir, cada uno de nosotros, tendremos que reconciliarnos con la política, porque nos guste o no, influye en forma tajante sobre nuestras vidas.

(Publicado el lunes 29 de octubre de 2007 en diario El Informe)