Sin señales políticas por el estado de abandono de los nomencladores

La Intendencia continúa sin contestar los reclamos del Concejo por la irregular situación de los nomencladores de las calles de la ciudad, en el marco de la concesión municipal a una empresa local de cartelería en la vía pública. Mientras tanto, en algunas esquinas, los carteles se transformaron en “giratorios”, es decir que las flechas orientadoras apuntan para cualquier lado -según el capricho del viento o del manotazo que golpea los frágiles indicadores-, incluso en el sentido de contramano, agregando factores de riesgo al tránsito urbano, ya que pueden confundir a los automovilistas visitantes, como también a los propios venadenses, que más de una vez se apoyan en la señalización, de un golpe de vista, para orientarse en el arribo a los cruces. Además, muchos de los carteles están colocados a muy baja altura -fuera de toda norma-, facilitando la tarea de los destructores del patrimonio público. Otros nomencladores, más relegados aún, descansan sobre la vereda, lejos de cumplir con su cometido específico. Asimismo, y sin mediar explicaciones, en los últimos tiempos se habría detenido la instalación de nuevos carteles.
Semanas atrás, el concejal socialista Oscar Pieroni denunció estas anormalidades, recordando que más allá de que se le haya concesionado el emprendimiento a una empresa privada, es la Municipalidad la responsable del sistema, y más precisamente la Intendencia la que debe hacer cumplir las cláusulas contractuales. En esa misma línea, el edil se quejó por la falta de información oficial sobre cantidad y destino de la cartelería sustituida, que aún no fue colocada en los barrios periféricos, según atestiguan los vecinos.
El año pasado, el secretario de Obras Públicas, Daniel Dabove, también había manifestado su disgusto, tanto con la evolución de los trabajos, como con los materiales utilizados, que no serían los pactados en la concesión. En esas mismas declaraciones, adelantó que se estudiaría la rescisión del contrato. Poco después, en una sesión legislativa, el edil Gustavo Giner aseguró que el contrato estaba caído. Sin embargo, a pesar de los reiterados pedidos de informes de la oposición, la Intendencia aún no brinda respuestas.
Esta historia de desencuentros tiene sus orígenes sobre fines de junio de 2006, con la instalación de los primeros nomencladores alrededor de la plaza San Martín, en virtud del convenio suscripto nueve meses antes por la Municipalidad con una empresa local. El acuerdo contemplaba que la prestadora retiraría las señalizaciones del área comprendida entre las calles Quintana, Presidente Perón, Ruta 8 y Santa Fe, y las reemplazaría por los nuevos nomencladores fabricados en material Gel-Coat Isoftálico (material de uso náutico) con texto y flechas en reflectivo 3M grado ingeniería, montados sobre columnas de caño galvanizado, de idéntico diámetro y altura que los originales. Según el convenio, la concesionaria también construiría refugios para paradas de micros, carteles para plazas y carteleras porta-afiches. En carácter de contraprestación, se le otorgaría -por el término de 10 años- la explotación del ciento por ciento de la publicidad de los nomencladores para calles y la cartelería a disponerse en plazas y paradas de micros, incluyendo la Terminal, en tanto que la Municipalidad se reservaría el 10 por ciento de los espacios para la difusión de cuestiones de interés público. A su vez, los nomencladores de chapa removidos serían reacondicionados por la prestadora y colocados luego en los barrios periféricos, todo ello en un generoso plazo a cumplirse recién el 30 de septiembre de 2010. Sin embargo, aún cuando faltan más de dos años para la expiración de los términos, la situación comienza a desmadrarse en función del notorio estado de abandono de los nomencladores instalados y las versiones de un presunto fracaso de la campaña de venta de publicidad de la concesionaria. En consecuencia, se impone que el Departamento Ejecutivo aclare ante la ciudadanía y el Concejo, cuál es el vínculo que une a la Municipalidad con la empresa -si es que todavía lo hay-, a los efectos de reprogramar los trabajos para saldar prontamente una de las tantas asignaturas pendientes vinculada con el ordenamiento del tránsito urbano.

(Publicado el jueves 14 de febrero de 2008 en diario El Informe)

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