Para ser progresista, no basta con acusar al otro de ser golpista

A la par que fracasaba la cumbre del viernes entre el Gobierno y las entidades del campo, porque no se pusieron sobre la mesa de negociaciones las medidas post-retenciones para distinguir a los pequeños y medianos productores de los pooles sojeros, crecía un peligroso discurso en el sentido de que todo el que no cierre filas con el kirchnerismo es, por definición, gorila y golpista. Ante semejante disparate, ya es tiempo de insinuar, aun a riesgo de que se multipliquen las descalificaciones, que el kirchnerismo intenta aprovecharse de esta delicada situación política para propiciar una antinomia, falsa, desde ya, pero conveniente a sus intereses. El evidente objetivo es alentar la formación de una suerte de bipartidismo, con el oficialismo por un lado, ocupando el supuesto ciento por ciento del espacio progresista, en tanto que todo el resto sería relegado al oscuro rincón de los gorilas y golpistas.
Se horrorizan de las dictaduras, pero olvidan que las divisiones en el campo nacional y popular fueron, desde siempre, funcionales a todas las aventuras golpistas. Es cierto que en todas ellas se combinaron intereses imperialistas y fuerzas armadas criminales, pero también lo es que los sectores populares padecían graves fragmentaciones, incluidas las del propio peronismo en el gobierno popular, que resolvía sus internas a los tiros entre la izquierda y la derecha. ¿Por qué no aprendemos de nuestra historia reciente? ¿Por qué la soberbia kirchnerista de creerse dueño del progresismo, como D’Elía de la Plaza de Mayo? ¿Por qué querer arrojar en los brazos de la nueva derecha de Mauricio Macri, por ejemplo, a los argentinos que no escriben la política con K? ¿Quién es el kirchnerismo para generar estas caprichosas antinomias con fines hegemónicos? El progresismo podrá estar con los Kirchner, con Elisa Carrió, con Hermes Binner, o con quien decida la voluntad popular, pero no por un decreto presidencial ni por aprietes.
Para recibirse de progresista, no basta con el voluntarismo maniqueo de trazar una línea antojadiza y luego cacarear que “de este lado están los buenos y del otro lado están los malos”. Si hasta en las marchas ambientalistas se cuelan nostálgicos de la dictadura, porqué, ante esas mismas infiltraciones entre “caceroleros”, se denuncia a todos por igual de “golpistas”, con la misma liviandad con que los militares de los ’70 tildaban de “subversivo” a cualquier militante político; y en esta misma línea revisionista, cabe preguntarse: si todos los productores agropecuarios son golpistas porque la Sociedad Rural está entre los organizadores, qué decir de la Unión Industrial Argentina, una de las mimadas del Gobierno, pero con tantos antecedentes ligados a los autoritarismos de otros tiempos como la propia Rural. ¿Es que la UIA está redimida de tantas culpas del pasado por sus relaciones carnales con el kirchnerismo?
Dentro de la catarata de insultos segregacionistas a los críticos de las últimas resoluciones del Gobierno, no podía faltar el de “antiperonistas”, aunque con la debilidad de que se cuentan por centenares los presidentes comunales, intendentes y legisladores del Frente para la Victoria, que están con el paro del campo -más allá de las acertadas críticas a ciertos excesos de los piquetes más radicalizados-, porque esos dirigentes oficialistas, en sus propios territorios del interior del país, descubren con sus propios ojos que no estamos ante un paro golpista de la oligarquía terrateniente, sino que se trata de un reclamo de los pequeños y medianos productores afectados por una medida confiscatoria y de dudoso destino redistributivo. En este sentido, desde la óptica de la Casa Rosada, habría que establecer si también son golpistas (¿o quizás traidores?) el senador nacional Carlos Reutemann, el senador provincial Ricardo Spinozzi, el intendente José Freyre y el presidente comunal Osvaldo Salomón, entre otros referentes peronistas, por estar del lado de los chacareros, a pesar de los costos políticos que deberán pagar por desafiar a los Kirchner. Sin embargo, el que podría resultar beneficiado por esta súbita división de aguas es el venadense Tino Spinozzi, ya que su contrincante en la interna del PJ santafesino, el jefe de los diputados nacionales K, Agustín Rossi, quedó más expuesto a sufrir en carne propia los efectos de su apoyo incondicional a una decisión que perjudica a miles de colonos, y decenas de poblados provinciales que dependen de esas mismas economías para la subsistencia y el desarrollo.

Tiene la palabra
Durante el fin de semana, aunque las cuatro entidades gremiales decidieron reanudar el paro, en la mayoría de los piquetes se moderaron las medidas (era insostenible el desabastecimiento de alimentos), y el Gobierno movilizó fuerzas con fines preventivos y, a veces, intimidatorios, pero evitando cualquier metodología represiva que pudiera empeorar las cosas. Además, después de no participar en la cumbre fallida del viernes, es un buen síntoma que la Presidenta haya postergado su gira europea para ponerse al frente de las negociaciones con el campo. Basta que, en lugar de especular con el desgaste del paro, el Gobierno traslade el discurso a la práctica, con eso de distinguir entre los chacareros y los pooles de siembra, siendo que estos últimos, pese a constituir el tres por ciento de los sojeros registrados, controlan el 60 por ciento de la producción de la oleaginosa. Ya lo subrayó el presidente de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, después de rechazar las absurdas acusaciones -justo a ellos- de gorilas y golpistas: “Nosotros no vamos a ser funcionales a los concentradores de la tierra y la producción”. Sólo faltaba la propuesta gubernamental de “no tratar como iguales a los desiguales”, según sugirió el ex presidente Eduardo Duhalde, y el complemento de institucionalizar una mesa de diálogo para acordar un conjunto de políticas para el sector, porque la verdad es que el impuestazo precipitó el desmadre, pero hacía tiempo que las entidades del campo demandaban medidas específicas para el resto de los cultivos, la ganadería, la lechería, las granjas, las producciones alternativas y las economías regionales.
Ni siquiera hace falta que el Gobierno admita el grave error cometido, sino que disminuya las retenciones mediante reintegros en el acto a los pequeños productores, en función de una serie de variables que incentive la diversificación de cultivos y actividades y, al mismo tiempo, propicie un campo con agricultores, evitando que se agiganten los fenómenos de concentración de la tierra, arrendamiento especulativo y desarraigo rural. Sobre estos temas clave se requiere debatir en la Argentina, como también sobre la postergadísima Ley de Coparticipación, porque un país federal e integrado necesita de provincias fuertes, a través de una adecuada redistribución primaria de los recursos nacionales. Para esta Argentina con viento de cola, la prioridad es progresar en el diseño del “modelo del país”, como suele decir la Presidenta, y esto es, por ejemplo, dilucidar si se trata igual a un pool sojero que a un chacarero; si se privilegia con subsidios millonarios a grupos económicos concentrados en detrimento de los tamberos; si el negocio del cereal permanece en manos de los exportadores, o se recrea la Junta Nacional de Granos; entre tantas definiciones pendientes.
En lugar de satanizar a los críticos, dividir con falsas disyuntivas a la sociedad y tratar de doblarles el brazo a los productores que osaron enfrentarla, la Casa Rosada debería demostrar con medidas políticas el progresismo autoproclamado.

(Publicado el lunes 31 de marzo de 2008 en diario El Informe)

Con un tono más conciliador, pero el mismo discurso de las antinomias

Salvo en el tono, un poco menos pedante, los conceptos medulares de la presidenta Cristina Fernández fueron los mismos del discurso de la discordia del martes último, sobrecargados de impiadosa dureza contra el histórico paro del campo, aun cuando algunos dirigentes de las entidades organizadoras de la protesta por las retenciones confiscatorias, insinuaron la desactivación de los piquetes, sobre todo ante la propagación de los núcleos autoconvocados más radicalizados, que ya no pueden controlar. Tanto es así que la mayoría de los cortes de rutas, en distintos puntos del país, está en manos de pequeños agricultores que definen los planes de lucha en sus propias asambleas, sin esperar instrucciones de ningún lado. A partir de la mañana de hoy se ensayarían los primeros contactos entre el Gobierno y los gremios del campo, pero se anuncia la continuidad de la mayoría de los piquetes, como consecuencia de la falta de respuestas presidenciales, en tanto que se liberaron algunas rutas.
Es cierto que Cristina afirmó que “este Gobierno no está en contra de los pequeños y medianos productores”, pero, como dijo anoche el presidente de Federación Agraria, Eduardo Buzzi, la Presidenta no explicó cómo se instrumentaría ese distingo entre los pequeños agricultores y los gigantescos pooles de siembra, ni antes de fijar las retenciones móviles, ni tampoco en Parque Norte.
Si el Gobierno, sinceramente, deseaba la apertura del diálogo, tendría que haberse comportado con grandeza, “sin vencedores ni vencidos”, como sugirió el gobernador Hermes Binner; por lo contrario, pretendió arrodillar a los chacareros, sin ninguna clase de generosidad, con los aires de patrón de estancia que cuestiona a los otros.
No aludió esta vez a los “piquetes de la abundancia”, pero insistió en la “extorsión a los argentinos” y “el paro contra el pueblo”, sin admitir errores propios y echando todas las culpas a los productores agropecuarios. Con sus medias verdades, Cristina aludió a la merma de la tasa de desocupación, pero olvidó citar la verdadera inflación (no la del Indec); incurrió en un grueso desliz cuando denunció que los agricultores comercializan a precio dólar y todos sus costos son en pesos; advirtió que no dialoga con nadie que le ponga “una pistola en la cabeza”, pero ratifica al pistolero Guillermo Moreno en la estratégica Secretaría de Comercio; critica de palabra a los pooles de siembra y los fondos de inversión, pero con sus medidas propicia la concentración del negocio agrícola y, además, nada dice de las demoras en el tratamiento de leyes ligadas a la extranjerización de la tierra y los arrendamientos, pese a contar con mayoría en ambas cámaras legislativas; objeta el escaso empleo que genera el campo, pero desconoce la influencia decisiva de la actividad agropecuaria en la economía de las poblaciones circundantes; después se jacta de la calidad institucional, pero no la practica, pues hasta el escenario del mensaje fue inapropiado, ya que el tratamiento de un tema tan delicado requería un ámbito oficial, como la Casa Rosada; de ningún modo el entorno de un acto partidario, y menos aún con el patotero Luis D’Elía premiado por sus servicios con un lugar privilegiado en el palco, en elocuente signo de que el líder piquetero persigue y apalea manifestantes no kirchneristas con la bendición del poder. Luego, la Presidenta cometió la irresponsabilidad de reforzar desde su investidura la trasnochada teoría del piquetero, según el cual los caceroleros son golpistas. Entre los miles de manifestantes, relató que había detectado un cartel con la leyenda “Volvé Videla”, y con ese único dato, transformó a todos en virtuales golpistas; pero, lo que es peor, legitimó a la disciplinada tropa piquetera para que vuelva a las andadas represivas en las calles o la Plaza de Mayo.
Por enésima vez, Cristina citó que las retenciones tienen como fin la redistribución de los recursos nacionales para un desarrollo equilibrado de todas las regiones y sectores de la economía, pero la verdad es que los gobernadores están obligados a pedir dinero para obras o subsidios, como mendigos detrás de una limosna. Mientras se conserven estas inequidades, propias de un régimen unitario, se debilita el argumento de la redistribución del ingreso que intenta justificar la brutal transferencia de recursos del campo a la Casa Rosada, sin que los estados provinciales, ni las economías regionales, ni los productores agropecuarios, se beneficien con estas políticas centralistas, discrecionales y hegemónicas.
Entre tanto viaje en avión y helicóptero, la Presidenta tampoco se dio por enterada de los centenares de intendentes y jefes comunales del Frente para la Victoria que -en el interior del país- pidieron la suspensión de la última suba de retenciones y hasta participaron solidariamente de los piquetes. En su visión parcializada de los acontecimientos, la señora de Kirchner celebró que en el acto hubiera numerosos dirigentes de origen no peronista, asumiendo que antaño el PJ se equivocó creyendo que podía gobernar prescindiendo del resto de los sectores, pero fue incapaz de reconocer que también hay muchos peronistas con el paro del campo.
No habrá echado más leña al fuego, pero tampoco le echó agua; para muchos, desde hoy existen mejores condiciones para iniciar el diálogo, pero, en tal caso, sería más por el temor a episodios violentos en los piquetes más exacerbados, o por el malestar que pudiera ocasionar el desabastecimiento de alimentos, que en virtud de los puentes conciliadores que tendió Cristina, pues si bien llamó formalmente al diálogo, dedicó la mayor parte del discurso a alentar divisiones funcionales a su proyecto político, pero perjudiciales para el país.

(Publicado el viernes 28 de marzo de 2008 en diario El Informe)

Cristina une sectores en su contra y ahora depende de sus piqueteros y los gendarmes

Con irresponsabilidad propia de una principiante en la política, la presidenta Cristina Fernández pronunció el martes un discurso que no dejó ni el más mínimo resquicio para el diálogo y la conciliación con los productores agropecuarios indignados por una suba de las retenciones que propicia aún más la concentración del negocio agrícola. Con estilo autoritario, la señora demostró que no está dispuesta a rectificar, ni siquiera atenuar, la medida confiscatoria y unilateral que echó por tierra no sólo su pretendido progresismo (no hizo distingos entre chacareros y gigantescos pooles de siembra), sino también las promesas de concertación y pacto social. En rigor, continuó la prédica de su esposo y antecesor, Néstor Kirchner, que jamás atendió, ni siquiera a través de funcionarios de segunda línea, a los representantes del campo. En este sentido, el artífice de la imposición de las retenciones con fines sociales en marzo de 2002, el ex presidente Eduardo Duhalde, apreció que “el Gobierno comete un error básico, que es tratar como iguales a los desiguales”, y sugirió a la Casa Rosada que abandone las políticas de enfrentamiento y convoque al diálogo a los gobernadores de las provincias agropecuarias, como Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba.
Desde el atril de la soberbia, tan coqueta como imprudente, Cristina enardeció a los manifestantes que en las rutas aguardaban un gesto de apertura. Incrédulos, se encontraron con meditadas provocaciones, como la de “piquetes de la abundancia”, entre otras gruesas inexactitudes, que ni siquiera se pudieron ocultar con su brillante capacidad oratoria.
Hoy, con el paro extendido por tiempo indeterminado, el Gobierno archivó el discurso de no criminalizar la protesta social -porque esta vez no le favorece- y amenaza con reprimir a los chacareros, como ya lo insinuó en la noche del martes, cuando bendijo el ataque de los piqueteros kirchneristas, devenidos milicias civiles, para desalojar del espacio público a una manifestación espontánea que coincidió en numerosos barrios porteños y desembocó en la Plaza de Mayo. Con el absurdo argumento de que se preparaba un Golpe de Estado, los piqueteros intimidaron y golpearon con sugestiva impunidad a los pacíficos caceroleros -más disconfomes con la “gestión K” que solidarios con el campo-, y no sólo en la Capital Federal, sino también en otras ciudades. En este sentido, los que vinculan estas expresiones con el antiperonismo, deben recordar que esos mismos sectores medios y medio-altos porteños son los que se expresaron en 2001, también con las cacerolas, en repudio a la confiscación de los ahorros que precipitó el fin del gobierno aliancista de Fernando de la Rúa, facilitando el regreso al poder político del PJ. En esta misma línea, los cristinistas que machacan con el paro de los supuestos terratenientes de la Sociedad Rural, deberían admitir que el núcleo de la protesta se sostiene en los pequeños agricultores autoconvocados; como también es cierto que si algo unificó a entidades con tan pocas afinidades entre sí, como Federación Agraria y la Rural, fue la torpeza de un Gobierno dispuesto a la persecución económica de la producción con el objetivo de conservar el control absoluto del poder político, a través del perverso esquema de un Gobierno rico y una veintena de provincias pobres. Causa gracia que el mismo sector que cuestiona a los manifestantes por su falta de solidaridad, embolse las retenciones (40 mil millones de dólares en el último lustro) y no las redistribuya entre las provincias, sus naturales propietarias, con un sentido ecuánime y progresista, sino que las manipula con discrecionalidad, premiando a los gobernadores sumisos con obras y subsidios, y castigando a los renuentes en alinearse con su proyecto hegemónico, como se corrobora en esta crisis, pues el que no es kirchnerista ni siquiera tiene derecho a protestar. El que se anima a hacerlo en las calles de cualquier urbe, tendrá que vérselas con la fuerza de choque del piqueterismo oficialista; el que gane las rutas, será amedrentado en primer término por los camioneros moyanistas, y sin con eso no bastara, será reprimido con los gendarmes armados.
El lugar de aplacar los ánimos, la Presidenta generó una escalada de violencia, que por muy poco no pasó a mayores; pero la tensión en las decenas de piquetes crece minuto a minuto; las distintas organizaciones sociales se involucran y toman partido, y con el desabastecimiento el malhumor social se generaliza. Todo como consecuencia de la irresponsabilidad de una inoportuna medida política del Gobierno.
Luego del discurso, no sólo que la protesta del campo luce fortalecida -pese a los acalorados debates asamblearios-, sino que se profundizaron las disidencias internas en el Frente para la Victoria, pues día tras día se multiplican los intendentes kirchneristas que respaldan el paro. Conocedores de la realidad del campo en todo el interior del país -eso que le falta a Cristina y su teórico ministro Martín Lousteau-, muchos rompieron alineamientos partidarios y desafiaron sus propios miedos a las represalias de la Casa Rosada. Varios lo habían hecho concurriendo a los piquetes, y ayer, 140 intendentes y presidentes comunales respondieron a la convocatoria oficial del gobernador Hermes Binner y suscribieron un documento en demanda de una mesa de diálogo y la suspensión del último aumento de las retenciones. Si bien era esperable esa actitud del arco binnerista, merece elogios el digno comportamiento de los mandatarios territoriales kirchneristas, que optaron por solidarizarse con los pequeños agricultores de sus pueblos, antes que plegarse a los unitarios dislates presidenciales.
Defendido con singular énfasis por su cuestionado sindicalista amigo, Hugo Moyano; sus piqueteros rentados, al mando de Luis D’Elía, y tal vez en las próximas horas por gendarmes y otras fuerzas armadas federales, el Gobierno teme que el efecto Santa Fe se reedite en otras provincias, con sus propios intendentes y presidentes comunales dándole la espalda. Con más detractores que adherentes, la señora Cristina, después de tanta sobreactuación antimilitarista, debe recurrir a los uniformados para que la salven del conflicto que ella misma generó con aires de altanero patrón de estancia. Hubiera bastado con limitar la voracidad fiscal, aliviando las cargas a los pequeños agricultores, que son la inmensa mayoría de los damnificados, y nada de esto hubiera pasado.

(Publicado el jueves 27 de marzo de 2008 en diario El Informe)

Vecinos de barrio San Martín generan sus propios mecanismos para protegerse de la inseguridad

Una de las comisiones vecinales de nuestra ciudad, la del barrio San Martín, presidida por Oreste Tissera, interpretó que la problemática de la inseguridad es demasiado importante como para limitarse a demandar refuerzos policiales para la populosa barriada. “Estamos cansados de que no se haga nada en esta materia y entendimos que somos los vecinos los que debemos generar nuestros propios mecanismos de prevención”, manifestó uno de los miembros de la comisión, Javier Mira, que está impulsando una asamblea para mañana, desde las 21, en la Escuela Nº 498 (Uruguay y Cabral), que estará a cargo del jefe de Seguridad de Essen Aluminio SA, Víctor Pérez.
“En muchos intentos de delitos menores, que son la mayoría, muchas veces ni siquiera sería necesaria la presencia policial, pero para eso los vecinos debemos estar organizados, recreando las redes comunitarias que en estos tiempos lucen tan deterioradas”, señaló Mira, destacando que con la presencia de Pérez se pretende brindar elementos para organizar estas estrategias solidarias de prevención contra al auge delictivo. “En la Vecinal interpretamos que la seguridad pública no es un patrimonio de la policía, sino que toda la sociedad civil debe involucrarse en esta cuestión. Y apenas nos decidimos a organizar esta asamblea pública, de acceso libre, tanto Víctor (Pérez) como Essen Aluminio, no dudaron en respaldarnos”, agradeció el vecinalista.
Consultado por el estado de situación de la seguridad en nuestra ciudad, Pérez subrayó que en los pocos años que lleva de trabajo en esta zona, percibió un notorio incremento de la actividad delictiva, aun cuando advirtió que no es tan común el asalto a mano armada, como en las grandes urbes. En este sentido, aludió al aumento de los hurtos y pequeños robos, que ya no son ocasionales, sino que responden a un trabajo de inteligencia realizado en los días previos. Sin ir más lejos, en el robo sufrido por la periodista Mónica Trejo, los bandidos se habían ocupado de indagar entre el vecindario sobre los horarios laborales de los ocupantes de la vivienda. Y no sólo obtuvieron, con lujo de detalles, los datos requeridos, sino que los vecinos ni siquiera se dieron cuenta de alertar a la familia damnificada sobre dichas indagatorias. “La gente actúa con la mejor intención, eso está claro, pero a veces se peca de ingenuidad. Tenemos que aprender a ser más reservados, porque los excesos de confianza generan innumerables oportunidades de delitos”, puntualizó el especialista en seguridad. Asimismo, insistió en que la gente tiene que involucrarse, en lugar de resignarse y bajar los brazos. “Es muy común que el día después del robo aparezca algún vecino que descubrió alguien merodeando, o escuchó algún ruido o contestó alguna pregunta, pero se lo guardó, sin dar aviso a la Policía”. En otro tramo de la charla, Pérez relató un episodio sorprendente que le tocó vivir en nuestra ciudad en ocasión de buscar por motivos laborales un hombre radicado en Venado, del que solo conocía el apellido. “Busqué en la guía telefónica y con ese apellido solo figuraba un nombre de mujer. Llamé, le comenté que necesitaba hablar con él, y esta señora mayor me contó que esta persona es su sobrino y, sin pedirme ni siquiera el nombre, me dio su dirección, entre otros datos, y hasta el número del celular”, narró el conferencista, agregando que en los últimos tiempos se multiplicaron los cuentos del tío a través del teléfono.
Sobre las tareas de inteligencia, acotó que “en el barrio San Martín, el autor del reciente robo a la agencia de quiniela no fue directamente a robar, sino que fue a jugar tres días seguidos, en el mismo horario, con el evidente propósito de verificar el movimiento en el comercio y en la cuadra, y en la cuarta vez concretó el robo. Ahora, este comerciante se protege trabajando con la puerta cerrada y franqueando el paso sólo a los clientes”, detalló.
Más adelante, Víctor Pérez comentó que en Venado se está haciendo frecuente una modalidad típica de las grandes ciudades, como el arrebato de carteras y teléfonos celulares. “Hay que acostumbrarse a no escribir mensajes de texto distraídamente mientras se camina, porque es el momento ideal para el arrebato; como tampoco hay que llevar bolsos o carteras en los canastos de bicicletas o motos. La principal aliada de los delincuentes es nuestra distracción”, enfatizó, alertando que deben extremarse los recaudos al abrir el portón del garaje para ingresar el automóvil, sobre todo en horas de la noche. “Hay que hacerlo con cuidado, observando atentamente los alrededores de la vivienda”, remarcó. “Tampoco hay que dejar entrar a la casa supuestos carteros, vendedores ambulantes o empleados de empresas de servicios públicos, sin antes cerciorarse de que no se trata de una trampa”, concluyó Pérez, anticipando algunos de los consejos útiles que brindará en la asamblea de seguridad pública en la Escuela Nº 498.

Estafa telefónica en Chovet
A fines de enero último, según informa el mensuario Pueblo Regional, una mujer chovetense fue estafada por teléfono, con el cuento de que, en su 15º aniversario, Telecom había decidido premiar a una veintena de sus abonados con un Peugeot 307, o su equivalente en efectivo. Minutos más tarde, otra llamada le advierte que no había llegado al consumo mínimo para acceder a los beneficios de la promoción, aunque de inmediato le acercan la solución: comprar tarjetas telefónicas por un monto de 300 pesos, transferirles los códigos y listo. La señora manda a una vecina a adquirir las tarjetas a un kiosco y se encuentra con que… se habían agotado. Ciertamente, en la pequeña Chovet la demanda de las tarjetas del sistema prepago habían desaparecido. Ante el tercer llamado, la víctima del cuento de tío, con apenas un par de tarjetas en la mano, descubre que se trata de una trampa y cree recordar que la primera comunicación -de cobro revertido, como todas las otras- provenía del “servicio penitenciario”, aunque a ella le aclararon que se trataba del “servicio publicitario” de la telefónica. Encolerizada, la “ganadora” tomó el tubo y preguntó: “En los negocios no hay más tarjetas. Acá ustedes armaron un desparramo. ¿Cuánta gente de Chovet ganó autos?” Del otro lado de la línea, el “promotor” de Telecom intentó pasarle con el “escribano”, hasta que estallaron en carcajadas y concluyó el contacto.
Esa misma mañana se sabría que unas diez familias de Chovet se habían adjudicado distintos vehículos en la promoción. No sólo que unos cuantos fueron estafados con la misma metodología que en el caso relatado, sino que uno de los damnificados viajó a Rosario, abonando un remís (ida… y vuelta), para retirar el auto, pero al llegar se encontró con que en la dirección que le habían proporcionado se encontraba un kiosco.

(Publicado el miércoles 26 de marzo de 2008 en diario El Informe)

Reflexiones a 32 años del inicio de la última dictadura militar

Apenas el intendente Carlos Torres me honró con la invitación para compartir este acto oficial en la ciudad de Firmat por el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia, en el mismísimo Paseo “Rodolfo Walsh”, como homenaje a un periodista erigido en emblema de dignidad y rebeldía ante los dictadores, creí que era una buena oportunidad, sobre todo ante la presencia de tantos alumnos, de recordar que en aquel Golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 -pocos meses antes de las elecciones anticipadas-, la sociedad civil también tuvo muchas culpas, aun cuando esté fuera de discusión la existencia de un perverso plan norteamericano de siembra de dictaduras en casi todo el continente. Sin embargo, la nuestra fue la más cruel y entreguista de todas, y así como hubo héroes de la resistencia, también se conocieron muchas complicidades, de los propios gobernantes víctimas del derrocamiento, de la oposición, el sindicalismo, el empresariado, la Iglesia y los principales medios periodísticos, único sector que no hizo ninguna autocrítica por su colaboracionismo con los usurpadores, que no sólo persiguieron, secuestraron, torturaron, violaron, robaron bebés y mataron compatriotas, sino que desmantelaron el aparato productivo nacional, concentraron la economía en pocas manos y multiplicaron la deuda externa.
“Nadie resiste un archivo”, suele decirse, y basta repasar los titulares y editoriales de la época para comprobar la actitud claudicante de la mayor parte de la prensa, con la salvedad de una larga lista de periodistas que desde el vamos supo de qué se trataba, como el combativo Rodolfo Walsh, emboscado y asesinado el 25 de marzo del ’77 -hoy se cumplen 31 años-, un día después de distribuir la premonitoria Carta Abierta de un escritor a la Junta Militar, esa que terminó de redactar “sin esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser perseguido, pero fiel al compromiso que asumí hace mucho tiempo de dar testimonio en momentos difíciles”.
También conviene recordar que así como hoy padecemos una creciente violencia urbana, acicateada por la exclusión, la droga y el delito, en la antesala de la dictadura, el país asistía a una espiral de violencia política, en un claro desprecio por el estado de derecho y los procesos electorales como escenario de resolución de las diferencias. De hecho, desde mediados del siglo pasado, era común que distintos sectores políticos “golpearan las puertas de los cuarteles” para apurar el fin del gobierno de turno; ya en los ’70, de regreso en el poder tras 18 años de enfermiza proscripción, el peronismo saldaba sus internas a los tiros entre la derecha y la izquierda, como en Ezeiza del ’73, a la par de las andanzas siniestras de la Triple A prohijada por José López Rega.
Sobre la base de estos datos clave de la historia reciente, así como debemos cuidarnos del olvido, para no repetir los mismos errores del pasado, tendremos que evitar la oficialización de una memoria sesgada y selectiva, porque, insisto, los militares golpistas no fueron un grupo de paracaidistas que descendió una madrugada sorprendiendo a la sociedad civil libre de pecados.
Nuestras contradicciones se prolongaron en los casi 25 años de gobiernos constitucionales, a partir de la democracia restaurada el 10 de diciembre del ’83, con bruscos vaivenes, más evidentes en el período alfonsinista, con el poder militar todavía gozando de buena salud, cuando del Informe de la Conadep y el histórico Juicio a las Juntas, se mutó a las leyes de Punto Final y Obediencia Debida; y entre los gobiernos de Carlos Menem y Néstor Kirchner -ambos del mismo partido-, saltando del indulto a los criminales, en los ‘90, a las actuales reivindicaciones de los derechos humanos, rescate de la memoria y apoyo oficial a los juicios por la verdad y la justicia, con las garantías de defensa que no tuvieron las víctimas de la tiranía, aunque sin la celeridad en los procesos que todos deseamos y, para mayor desazón, con Jorge Julio López como un “desaparecido” de la democracia.
Minutos atrás recapitulaba las históricas dificultades de los argentinos para sintetizar coincidencias y las facilidades para desembocar en falsas antinomias. Por eso es inquietante, a 32 años del Golpe, que el Gobierno se afane en enfrentar a la sociedad con los productores agropecuarios; es escandaloso que uno de los sindicatos más beneficiados por el kirchnerismo boicotee la protesta del campo contra retenciones sin distingos entre débiles y poderosos; y es sorprendente que el mismo Gobierno que bendijo cuanto corte de ruta gestó su propia tropa piquetera, se horrorice cuando le pagan con esa misma moneda. Hoy, es el campo, con sus agricultores, ganaderos y tamberos; en 2001, fueron los sectores medios, cuando se metieron con sus ahorros; y mañana, serán otros, a menos que entendamos que Democracia es mucho más que ausencia de dictadores y elecciones cada dos años.
Para cuestionar el Terrorismo de Estado a la distancia, no basta con encendidos testimonios de repudio; también es preciso que esta democracia, todavía acotada a las formalidades electorales, sea más justa, igualitaria, progresista, solidaria y transparente, en todos los niveles de gobierno, desde la Casa Rosada hasta la más pequeña de las comunas. En otras palabras, tenemos que reivindicar esa misma práctica política que los dictadores cortaron de cuajo para establecer una dominación absoluta. En este sentido, el más flaco favor que podemos hacernos hoy como sociedad es entender la política como una cosa de los gobernantes, que no nos compete, que no nos involucra, que no nos importa, llegando hasta el ridículo de vanagloriarnos de esa indiferencia. Uno de los mayores éxitos de la dictadura -hay que admitirlo- fue la meticulosa desarticulación, a través del terror, de los tejidos comunitarios, generando la pérdida de la confianza en el otro y el descreimiento en los proyectos colectivos. Muchas de esas secuelas, aún hoy sobreviven, bajo las máscaras del individualismo, la resignación, el “no se puede” y hasta el tristemente célebre “no te metás”. Por lo contrario, el cometido de este tiempo es involucrarse, tomar partido, asumir protagonismo, ejercer los derechos, llenar de contenido esta democracia adolescente, de la que no tenemos que esperar tanto, sino, a la que le tenemos que dar mucho, para que ella nos premie con sus frutos, como consecuencia de nuestras propias realizaciones.

(Discurso en el acto oficial realizado el 25 de marzo de 2008 en la ciudad de Firmat con motivo del Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia)

Sociedad Rural y Federación Agraria, unidos por el espanto; Freyre y Scott, uno de cada lado del piquete

El paro de las actividades agropecuarias contra el nuevo aumento de las retenciones encendió todas las luces de alerta en la Casa Rosada. Sobre todo después de conocerse la brusca caída de la imagen positiva de la presidenta Cristina Fernández por los estragos de la inflación. En tanto, otra amenaza agazapada es el desabastecimiento de productos cárnicos y lácteos, que en el curso de esta misma semana podría ocasionar el repudio de los díscolos sectores medios. Con su discurso, el Gobierno intenta enfrentar a la sociedad con los productores, y sembrar discordias internas en el cuarteto de entidades convocantes, más aún entre la Sociedad Rural y Federación Agraria, cuyas diferencias son harto conocidas. “No nos une el amor, sino el espanto”, aclaró la semana pasada el presidente de la FAA, Eduardo Buzzi, graficando que fueron las medidas unilaterales y confiscatorias las que consiguieron el milagro de la transitoria unidad. “Estamos juntos, pero no mezclados”, apreció el dirigente chovetense Aldo Viscovich, también integrante de la misma Federación, que hasta hace poco tiempo exhibía sólidos vínculos con el kirchnerismo, hasta que las políticas ortodoxas –retenciones a mansalva sin compensaciones ni reintegros a las pymes del campo- resquebrajaron las relaciones. Ahora, preocupado por los efectos políticos del paro, el Gobierno promete ventajas para los pequeños y medianos productores, pero advierte que no se sentará a negociar hasta tanto se suspenda la medida de fuerza; por su parte, los manifestantes sostienen que la huelga de actividades y los cortes de rutas sólo serían interrumpidos ante una marcha atrás en el último aumento de las retenciones. “Vamos camino a una rebeldía incontrolable”, auguró Buzzi el Viernes Santo, deslizando que de no haber un pronto acuerdo las bases podrían sobrepasar a las dirigencias.
En tanto, el gobernador santafesino Hermes Binner, aprovechó el fin de semana largo para pulir su discurso y ubicarse en un rol de moderador del conflicto, llamando a la apertura de un diálogo entre las partes, en igualdad de condiciones, “sin vencedores ni vencidos”, subrayó. Más enfático que otras veces, el socialista criticó a la Presidenta por lanzar las medidas en forma intempestiva, al tiempo que objetó la ausencia de una política agro-ganadera nacional. Antes, Binner había recurrido a un planteo más diplomático y equidistante, aunque también es cierto que mandó a los piquetes chacareros a su secretaria de Integración Regional, la combativa María del Carmen Alarcón, que en la concentración realizada en nuestra ciudad, por ejemplo, dijo que “estamos acá porque no le tenemos miedo a la reacción de la Casa Rosada y porque el gobierno al que pertenezco está decidido a defender los intereses de sus productores…”.
Con el control de la Presidencia de la Nación; el Congreso; los sindicatos (¿se viene el contra-piquete de los camioneros?); su propia tropa piquetera y, en breve, la estructura nacional del PJ, sólo los puntanos Rodríguez Saá (no le aceptaron ni el cambio de hora) encarnan una simbólica oposición a los Kirchner. Sin embargo, numerosos dirigentes oficialistas están indignados por la torpeza política de arremeter contra todos los productores, sin distingos, aunque se expresan en silencio, temerosos de quedar expuestos a la ira de la sociedad presidencial.
En Tucumán, por ejemplo, el gobernador José Alperovich, alineado con las retenciones, sufrió las renuncias del ministro de Desarrollo Productivo, José Manuel Paz, y del presidente del Ente Tucumán Turismo, Roberto Martínez Zavalía, que son dirigentes ruralistas. También en nuestra región asomaron excepciones entre mandatarios enrolados en el Frente para la Victoria, como el jefe comunal chabasense Osvaldo Salomón, quien en este mismo diario interrogó desde el titular de un artículo de su autoría: “¿Quién la asesora, señora Presidenta?” Con valentía política y lucidez analítica, el funcionario puntualizó que “es la hora del diálogo, se deben suspender las últimas medidas”. En el mismo texto, Salomón definió que “no hay tiempo que perder, no dejemos que la bronca gane nuestras rutas (…) Es de necios no admitir errores, y de grandes, rectificarlos”. Más mesurada, pero también destacable, fue la actitud del intendente venadense José Luis Freyre, que se hizo presente en el corte de ruta para solidarizarse con los productores agropecuarios, junto con el secretario coordinador Hernán Roma, ambos de muy buena relación con algunos de los dirigentes locales que impulsan la protesta. Poco después, en la noche del viernes, en el envío En la Tecla (Canal 12), el ex intendente Roberto Scott tomaba distancia de las estrategias de su sucesor en el Sillón de Aufranc, criticando sin piedad a los productores del campo y proponiendo que la Gendarmería se ocupe prontamente de despejar las rutas de hombres y mujeres manifestantes. Toda una profecía: ayer los gendarmes de Paraná reprimieron la protesta.
Así pues, mientras la histórica movilización contra las retenciones gana en coherencia interna y respaldos externos, en las filas del oficialista Frente para la Victoria se agigantan los miedos por un posible desborde del conflicto en las próximas horas, como así también crece la incertidumbre sobre la interpretación de los hechos que haga la gente a partir de hoy, cuando se normalicen las actividades tras el largo feriado. También se desprende que, a estas alturas, las medidas del Gobierno generan más grietas dentro del mismísimo kirchnerismo -aunque sean silenciosas-, que entre los sectores dispuestos a resistir codo a codo, unidos por el espanto, un regresivo embate recaudatorio que, según los productores, ayudará a profundizar la concentración de la tierra y de la economía.

(Publicado el martes 25 de marzo de 2008 en diario El Informe)

Carta Abierta de un escritor a la Junta Militar

1- La censura de prensa, la persecución a intelectuales, el allanamiento de mi casa en el Tigre, el asesinato de amigos queridos y la pérdida de una hija que murió combatiéndolos, son algunos de los hechos que me obligan a esta forma de expresión clandestina después de haber opinado libremente como escritor y periodista durante casi treinta años. El primer aniversario de esta Junta Militar ha motivado un balance de la acción de gobierno en documentos y discursos oficiales, donde lo que ustedes llaman aciertos son errores, los que reconocen como errores son crímenes y lo que omiten son calamidades. El 24 de marzo de 1976 derrocaron ustedes a un gobierno del que formaban parte, a cuyo desprestigio contribuyeron como ejecutores de su política represiva, y cuyo término estaba señalado por elecciones convocadas para nueve meses más tarde. En esa perspectiva lo que ustedes liquidaron no fue el mandato transitorio de Isabel Martínez sino la posibilidad de un proceso democrático donde el pueblo remediara males que ustedes continuaron y agravaron. Ilegítimo en su origen, el gobierno que ustedes ejercen pudo legitimarse en los hechos recuperando el programa en que coincidieron en las elecciones de 1973 el ochenta por ciento de los argentinos y que sigue en pie como expresión objetiva de la voluntad del pueblo, único significado posible de ese "ser nacional" que ustedes invocan tan a menudo. Invirtiendo ese camino han restaurado ustedes la corriente de ideas e intereses de minorías derrotadas que traban el desarrollo de las fuerzas productivas, explotan al pueblo y disgregan la Nación. Una política semejante sólo puede imponerse transitoriamente prohibiendo los partidos, interviniendo los sindicatos, amordazando la prensa e implantando el terror más profundo que ha conocido la sociedad argentina.
2- Quince mil desaparecidos, diez mil presos, cuatro mil muertos, decenas de miles de desterrados son la cifra desnuda de ese terror. Colmadas las cárceles ordinarias, crearon ustedes en las principales guarniciones del país virtuales campos de concentración donde no entra ningún juez, abogado, periodista, observador internacional. El secreto militar de los procedimientos, invocado como necesidad de la investigación, convierte a la mayoría de las detenciones en secuestros que permiten la tortura sin límite y el fusilamiento sin juicio.(1) Más de siete mil recursos de hábeas corpus han sido contestados negativamente este último año. En otros miles de casos de desaparición el recurso ni siquiera se ha presentado porque se conoce de antemano su inutilidad o porque no se encuentra abogado que ose presentarlo después que los cincuenta o sesenta que lo hacían fueron a su turno secuestrados. De este modo han despojado ustedes a la tortura de su límite en el tiempo. Como el detenido no existe, no hay posibilidad de presentarlo al juez en diez días según manda un ley que fue respetada aún en las cumbres represivas de anteriores dictaduras. La falta de límite en el tiempo ha sido complementada con la falta de límite en los métodos, retrocediendo a épocas en que se operó directamente sobre las articulaciones y las vísceras de las víctimas, ahora con auxiliares quirúrgicos y farmacológicos de que no dispusieron los antiguos verdugos. El potro, el torno, el despellejamiento en vida, la sierra de los inquisidores medievales reaparecen en los testimonios junto con la picana y el "submarino", el soplete de las actualizaciones contemporáneas.(2) Mediante sucesivas concesiones al supuesto de que el fin de exterminar a la guerilla justifica todos los medios que usan, han llegado ustedes a la tortura absoluta, intemporal, metafísica en la medida que el fin original de obtener información se extravía en las mentes perturbadas que la administran para ceder al impulso de machacar la sustancia humana hasta quebrarla y hacerle perder la dignidad que perdió el verdugo, que ustedes mismos han perdido.
3- La negativa de esa Junta a publicar los nombres de los prisioneros es asimismo la cobertura de una sistemática ejecución de rehenes en lugares descampados y horas de la madrugada con el pretexto de fraguados combates e imaginarias tentativas de fuga. Extremistas que panfletean el campo, pintan acequias o se amontonan de a diez en vehículos que se incendian son los estereotipos de un libreto que no está hecho para ser creído sino para burlar la reacción internacional ante ejecuciones en regla mientras en lo interno se subraya el carácter de represalias desatadas en los mismos lugares y en fecha inmediata a las acciones guerrilleras. Setenta fusilados tras la bomba en Seguridad Federal, 55 en respuesta a la voladura del Departamento de Policía de La Plata, 30 por el atentado en el Ministerio de Defensa, 40 en la Masacre del Año Nuevo que siguió a la muerte del coronel Castellanos, 19 tras la explosión que destruyó la comisaría de Ciudadela forman parte de 1.200 ejecuciones en 300 supuestos combates donde el oponente no tuvo heridos y las fuerzas a su mando no tuvieron muertos. Depositarios de una culpa colectiva abolida en las normas civilizadas de justicia, incapaces de influir en la política que dicta los hechos por los cuales son represaliados, muchos de esos rehenes son delegados sindicales, intelectuales, familiares de guerrilleros, opositores no armados, simples sospechosos a los que se mata para equilibrar la balanza de las bajas según la doctrina extranjera de "cuenta-cadáveres" que usaron los SS en los países ocupados y los invasores en Vietnam. El remate de guerrilleros heridos o capturados en combates reales es asimismo una evidencia que surge de los comunicados militares que en un año atribuyeron a la guerrilla 600 muertos y sólo 10 ó 15 heridos, proporción desconocida en los más encarnizados conflictos. Esta impresión es confirmada por un muestreo periodístico de circulación clandestina que revela que entre el 18 de diciembre de 1976 y el 3 de febrero de 1977, en 40 acciones reales, las fuerzas legales tuvieron 23 muertos y 40 heridos, y la guerrilla 63 muertos. (3) Más de cien procesados han sido igualmente abatidos en tentativas de fuga cuyo relato oficial tampoco está destinado a que alguien lo crea sino a prevenir a la guerrilla y los partidos de que aún los presos reconocidos son la reserva estratégica de las represalias de que disponen los Comandantes de Cuerpo según la marcha de los combates, la conveniencia didáctica o el humor del momento. Así ha ganado sus laureles el general Benjamín Menéndez, jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, antes del 24 de marzo con el asesinato de Marcos Osatinsky, detenido en Córdoba, después con la muerte de Hugo Vaca Narvaja y otros cincuenta prisioneros en variadas aplicaciones de la ley de fuga ejecutadas sin piedad y narradas sin pudor. (4) El asesinato de Dardo Cabo, detenido en abril de 1975, fusilado el 6 de enero de 1977 con otros siete prisioneros en jurisdicción del Primer Cuerpo de Ejército que manda el general Suárez Masson, revela que estos episodios no son desbordes de algunos centuriones alucinados sino la política misma que ustedes planifican en sus estados mayores, discuten en sus reuniones de gabinete, imponen como comandantes en jefe de las 3 Armas y aprueban como miembros de la Junta de Gobierno.
4- Entre mil quinientas y tres mil personas han sido masacradas en secreto después que ustedes prohibieron informar sobre hallazgos de cadáveres que en algunos casos han trascendido, sin embargo, por afectar a otros países, por su magnitud genocida o por el espanto provocado entre sus propias fuerzas. (5) Veinticinco cuerpos mutilados afloraron entre marzo y octubre de 1976 en las costas uruguayas, pequeña parte quizás del cargamento de torturados hasta la muerte en la Escuela de Mecánica de la Armada, fondeados en el Río de la Plata por buques de esa fuerza, incluyendo el chico de 15 años, Floreal Avellaneda, atado de pies y manos, "con lastimaduras en la región anal y fracturas visibles", según su autopsia. Un verdadero cementerio lacustre descubrió en agosto de 1976 un vecino que buceaba en el Lago San Roque de Córdoba, acudió a la comisaría donde no le recibieron la denuncia y escribió a los diarios que no la publicaron. (6) Treinta y cuatro cadáveres en Buenos Aires entre el 3 y el 9 de abril de 1976, ocho en San Telmo el 4 de julio, diez en el Río Luján el 9 de octubre, sirven de marco a las masacres del 20 de agosto que apilaron 30 muertos a 15 kilómetros de Campo de Mayo y 17 en Lomas de Zamora. En esos enunciados se agota la ficción de bandas de derecha, presuntas herederas de las 3 A de López Rega, capaces de atravesar la mayor guarnición del país en camiones militares, de alfombrar de muertos el Río de la Plata o de arrojar prisioneros al mar desde los transportes de la Primera Brigada Aérea (7), sin que se enteren el general Videla, el almirante Massera o el brigadier Agosti. Las 3 A son hoy las 3 Armas, y la Junta que ustedes presiden no es el fiel de la balanza entre "violencias de distintos signos" ni el árbitro justo entre "dos terrorismos", sino la fuente misma del terror que ha perdido el rumbo y sólo puede balbucear el discurso de la muerte. (8) La misma continuidad histórica liga el asesinato del general Carlos Prats, durante el anterior gobierno, con el secuestro y muerte del general Juan José Torres, Zelmar Michelini, Héctor Gutiérrez Ruíz y decenas de asilados en quienes se ha querido asesinar la posibilidad de procesos democráticos en Chile, Boliva y Uruguay. (9) La segura participación en esos crímenes del Departamento de Asuntos Extranjeros de la Policía Federal, conducido por oficiales becados de la CIA a través de la AID, como los comisarios Juan Gattei y Antonio Gettor, sometidos ellos mismos a la autoridad de Mr. Gardener Hathaway, Station Chief de la CIA en Argentina, es semillero de futuras revelaciones como las que hoy sacuden a la comunidad internacional que no han de agotarse siquiera cuando se esclarezcan el papel de esa agencia y de altos jefes del Ejército, encabezados por el general Menéndez, en la creación de la Logia Libertadores de América, que reemplazó a las 3 A hasta que su papel global fue asumido por esa Junta en nombre de las 3 Armas. Este cuadro de exterminio no excluye siquiera el arreglo personal de cuentas como el asesinato del capitán Horacio Gándara, quien desde hace una década investigaba los negociados de altos jefes de la Marina, o del periodista de "Prensa Libre" Horacio Novillo apuñalado y calcinado, después que ese diario denunció las conexiones del ministro Martínez de Hoz con monopolios internacionales. A la luz de estos episodios cobra su significado final la definición de la guerra pronunciada por uno de sus jefes: "La lucha que libramos no reconoce límites morales ni naturales, se realiza más allá del bien y del mal". (10)
5- Estos hechos, que sacuden la conciencia del mundo civilizado, no son sin embargo los que mayores sufrimientos han traído al pueblo argentino ni las peores violaciones de los derechos humanos en que ustedes incurren. En la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada. En un año han reducido ustedes el salario real de los trabajadores al 40%, disminuido su participación en el ingreso nacional al 30%, elevado de 6 a 18 horas la jornada de labor que necesita un obrero para pagar la canasta familiar (11), resucitando así formas de trabajo forzado que no persisten ni en los últimos reductos coloniales. Congelando salarios a culatazos mientras los precios suben en las puntas de las bayonetas, aboliendo toda forma de reclamación colectiva, prohibiendo asambleas y comisioncs internas, alargando horarios, elevando la desocupación al récord del 9% (12) prometiendo aumentarla con 300.000 nuevos despidos, han retrotraído las relaciones de producción a los comienzos de la era industrial, y cuando los trabajadores han querido protestar los han calificados de subversivos, secuestrando cuerpos enteros de delegados que en algunos casos aparecieron muertos, y en otros no aparecieron. (13) Los resultados de esa política han sido fulminantes. En este primer año de gobierno el consumo de alimentos ha disminuido el 40%, el de ropa más del 50%, el de medicinas ha desaparecido prácticamente en las capas populares. Ya hay zonas del Gran Buenos Aires donde la mortalidad infantil supera el 30%, cifra que nos iguala con Rhodesia, Dahomey o las Guayanas; enfermedades como la diarrea estival, las parasitosis y hasta la rabia en que las cifras trepan hacia marcas mundiales o las superan. Como si esas fueran metas deseadas y buscadas, han reducido ustedes el presupuesto de la salud pública a menos de un tercio de los gastos militares, suprimiendo hasta los hospitales gratuitos mientras centenares de médicos, profesionales y técnicos se suman al éxodo provocado por el terror, los bajos sueldos o la "racionalización". Basta andar unas horas por el Gran Buenos Aires para comprobar la rapidez con que semejante política la convirtió en una villa miseria de diez millones de habitantes. Ciudades a media luz, barrios enteros sin agua porque las industrias monopólicas saquean las napas subterráneas, millares de cuadras convertidas en un solo bache porque ustedes sólo pavimentan los barrios militares y adornan la Plaza de Mayo, el río más grande del mundo contaminado en todas sus playas porque los socios del ministro Martínez de Hoz arrojan en él sus residuos industriales, y la única medida de gobierno que ustedes han tomado es prohibir a la gente que se bañe. Tampoco en las metas abstractas de la economía, a las que suelen llamar "el país", han sido ustedes más afortunados. Un descenso del producto bruto que orilla el 3%, una deuda exterior que alcanza a 600 dólares por habitante, una inflación anual del 400%, un aumento del circulante que en solo una semana de diciembre llegó al 9%, una baja del 13% en la inversión externa constituyen también marcas mundiales, raro fruto de la fría deliberación y la cruda inepcia. Mientras todas las funciones creadoras y protectoras del Estado se atrofian hasta disolverse en la pura anemia, una sola crece y se vuelve autónoma. Mil ochocientos millones de dólares que equivalen a la mitad de las exportaciones argentinas presupuestados para Seguridad y Defensa en 1977, cuatro mil nuevas plazas de agentes en la Policía Federal, doce mil en la provincia de Buenos Aires con sueldos que duplican el de un obrero industrial y triplican el de un director de escuela, mientras en secreto se elevan los propios sueldos militares a partir de febrero en un 120%, prueban que no hay congelación ni desocupación en el reino de la tortura y de la muerte, único campo de la actividad argentina donde el producto crece y donde la cotización por guerrillero abatido sube más rápido que el dólar.
6- Dictada por el Fondo Monetario Internacional según una receta que se aplica indistintamente al Zaire o a Chile, a Uruguay o Indonesia, la política económica de esa Junta sólo reconoce como beneficiarios a la vieja oligarquía ganadera, la nueva oligarquía especuladora y un grupo selecto de monopolios internacionales encabezados por la ITT, la Esso, las automotrices, la U.S. Steel, la Siemens, al que están ligados personalmente el ministro Martínez de Hoz y todos los miembros de su gabinete. Un aumento del 722% en los precios de la producción animal en 1976 define la magnitud de la restauración oligárquica emprendida por Martínez de Hoz en consonancia con el credo de la Sociedad Rural expuesto por su presidente Celedonio Pereda: "Llena de asombro que ciertos grupos pequeños pero activos sigan insistiendo en que los alimentos deben ser baratos". (14) El espectáculo de una Bolsa de Comercio donde en una semana ha sido posible para algunos ganar sin trabajar el cien y el doscientos por ciento, donde hay empresas que de la noche a la mañana duplicaron su capital sin producir más que antes, la rueda loca de la especulación en dólares, letras, valores ajustables, la usura simple que ya calcula el interés por hora, son hechos bien curiosos bajo un gobierno que venía a acabar con el "festín de los corruptos". Desnacionalizando bancos se ponen el ahorro y el crédito nacional en manos de la banca extranjera, indemnizando a la ITT y a la Siemens se premia a empresas que estafaron al Estado, devolviendo las bocas de expendio se aumentan las ganancias de la Shell y la Esso, rebajando los aranceles aduaneros se crean empleos en Hong Kong o Singapur y desocupación en la Argentina. Frente al conjunto de esos hechos cabe preguntarse quiénes son los apátridas de los comunicados oficiales, dónde están los mercenarios al servicio de intereses foráneos, cuál es la ideologia que amenaza al ser nacional. Si una propaganda abrumadora, reflejo deforme de hechos malvados no pretendiera que esa Junta procura la paz, que el general Videla defiende los derechos humanos o que el almirante Massera ama la vida, aún cabría pedir a los señores Comandantes en Jefe de las 3 Armas que meditaran sobre el abismo al que conducen al país tras la ilusión de ganar una guerra que, aún si mataran al último guerrillero, no haría más que empezar bajo nuevas formas, porque las causas que hace más de veinte años mueven la resistencia del pueblo argentino no estarán desaparecidas sino agravadas por el recuerdo del estrago causado y la revelación de las atrocidades cometidas. Estas son las reflexiones que en el primer aniversario de su infausto gobierno he querido hacer llegar a los miembros de esa Junta, sin esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser perseguido, pero fiel al compromiso que asumí hace mucho tiempo de dar testimonio en momentos difíciles.

Rodolfo Walsh, C. I. 2845022 Buenos Aires, 24 de marzo de 1977.

Notas:
1) Desde enero de 1977 la Junta empezó a publicar nóminas incompletas de nuevos detenidos y de "liberados" que en su mayoría no son tales sino procesados que dejan de estar a su disposición pero siguen presos. Los nombres de millares de prisioneros son aún secreto militar y las condiciones para su tortura y posterior fusilamiento permanecen intactas.
2) El dirigente peronista Jorge Lizaso fue despellejado en vida, el ex diputado radical Mario Amaya muerto a palos, el ex diputado Muñiz Barreto desnucado de un golpe. Testimonio de una sobreviviente: "Picana en los brazos, las manos, los muslos, cerca de la boca cada vez que lloraba o rezaba... Cada veinte minutos abrían la puerta y me decían que me iban hacer fiambre con la máquina de sierra que se escuchaba".
3) "Cadena Informativa", mensaje Nro. 4, febrero de 1977.
4) Una versión exacta aparece en esta carta de los presos en la Cárcel de Encausados al obispo de Córdoba, monseñor Primatesta: "El 17 de mayo son retirados con el engaño de ir a la enfermería seis compañeros que luego son fusilados. Se trata de Miguel Angel Mosse, José Svagusa, Diana Fidelman, Luis Verón, Ricardo Yung y Eduardo Hernández, de cuya muerte en un intento de fuga informó el Tercer Cuerpo de Ejército. El 29 de mayo son retirados José Pucheta y Carlos Sgadurra. Este úItimo había sido castigado al punto de que no se podía mantener en pie sufriendo varias fracturas de miembros. Luego aparecen también fusilados en un intento de fuga".
5) En los primeros 15 días de gobierno militar aparecieron 63 cadáveres, según los diarios. Una proyección anual da la cifra de 1500. La presunción de que puede ascender al doble se funda en que desde enero de 1976 la información periodística era incompleta y en el aumento global de la represión después del golpe. Una estimación global verosímil de las muertes producidas por la Junta es la siguiente. Muertos en combate: 600. Fusilados: 1.300. Ejecutados en secreto: 2.000. Varios. 100. Total: 4.000.
6) Carta de Isaías Zanotti, difundida por ANCLA, Agencia Clandestina de Noticias.
7) "Programa" dirigido entre julio y diciembre de 1976 por el brigadier Mariani, jefe de la Primera Brigada Aérea del Palomar. Se usaron transportes Fokker F-27.
8) El canciller vicealmirante Guzzeti en reportaje publicado por "La Opinión" el 3-10-76 admitió que "el terrorismo de derecha no es tal" sino "un anticuerpo".
9) El general Prats, último ministro de Ejército del presidente Allende, muerto por una bomba en setiembre de 1974. Los ex parlamentarios uruguayos Michelini y Gutiérrez Ruiz aparecieron acribillados el 2-5-76. El cadáver del general Torres, ex presidente de Bolivia, apareció el 2-6-76, después que el ministro del Interior y ex jefe de Policía de Isabel Martínez, general Harguindeguy, lo acusó de "simular" su secuestro.
10) Teniente Coronel Hugo Ildebrando Pascarelli según "La Razón" del 12-6-76. Jefe del Grupo I de Artillería de Ciudadela. Pascarelli es el presunto responsable de 33 fusilamientos entre el 5 de enero y el 3 de febrero de 1977.
11) Unión de Bancos Suizos, dato correspondiente a junio de 1976. Después la situación se agravó aún más.
12) Diario "Clarín".
13) Entre los dirigentes nacionales secuestrados se cuentan Mario Aguirre de ATE, Jorge Di Pasquale de Farmacia, Oscar Smith de Luz y Fuerza. Los secuestros y asesinatos de delegados han sido particularmente graves en metalúrgicos y navales.
14) Prensa Libre, 16-12-76.

Amenaza de otro aumento de tasas bajo el disfraz de la renovación del parque automotor

En la Intendencia venadense, cada amanecer alumbra nuevas dificultades para el desarrollo de la gestión, y no son consecuencia de piedras en el camino diseminadas por la oposición, sino de las ineficiencias del pasado scottista que ahora se vuelven en contra y de las contiendas internas que se prolongan aun hoy, ocasionando sacudones y parálisis igualmente perjudiciales. A estas alturas, el conflicto sobresaliente es el deterioro del parque automotor municipal, que conspira contra la normal prestación de los servicios públicos, circunstancia que se potencia con los palos en la rueda que algunos peso pesado de Maestranza le estarían poniendo al jefe del área, Raúl Debonis, por haber osado establecer elementales inspecciones en el sector. “¿Pretender controlar a los muchachos?, ¡más fácil será que el ‘Ruly’ lleve a Rivadavia a jugar la Libertadores!”, reveló un indiscreto conocedor de ese delicado espacio de la administración. De hecho, el intendente José Freyre se enfrentó con el gremio municipal en sus primeras semanas en el cargo y ahora sufre presiones por los insistentes reclamos de aumentos salariales. Como era esperable, tras los incrementos de tasas, derechos y coparticipación, que mejoraron notablemente los ingresos, los trabajadores irán por lo suyo, y la ciudadanía saldrá en demanda de servicios públicos más eficientes.
En tanto, imposibilitado Freyre -por obvias razones- de plantarse para denunciar la obsolescencia de los vehículos, máquinas y herramientas de Maestranza, el que lanzó el tema fue el presidente radical del Concejo, Delfor Hernández, desembocando en un proyecto de su autoría para fijar un “aumento encubierto” de la tasa general de inmuebles, del cinco por ciento, a los efectos de destinar los fondos para la renovación de equipos. Cabe recordar que, por decisión del Concejo, en el marco de una profunda reforma tributaria municipal, se conservó la sobretasa de desagües (equivalente al 10 por ciento del valor de la TGI), y se derogó la tasa de salud del cinco por ciento.
En el caso de los desagües pluviales, los ediles se mostraron convencidos de que se requiere comenzar cuanto antes con el recambio de las cañerías, y estiman que los 550 mil pesos que podrían recaudarse este año con dicha sobretasa, constituirán una valiosa contribución en la primera etapa de obras. Como anécdota de la semana legislativa, los concejales sufrieron en carne propia los anegamientos, cuando el último miércoles, apenas concluida la sesión, quedaron literalmente varados en el cruce de Sarmiento y Alem, uno de los tantos sectores de la ciudad que presenta serias dificultades para el escurrimiento de las aguas. Tiempo atrás, angustiado por los sistemáticos aguaceros, el intendente intentó demostrar agilidad operativa con el alquiler de un camión desobstructor, que resultó más rendidor por las fotos en los diarios que por su tarea específica en la limpieza de las tuberías subterráneas. “No desobstruirá todas las cañerías, pero descomprimió un poco el malestar de la gente”, ironizó un creativo allegado porotista. Por su parte, la blonda opositora Patricia Romero se desquitó con las fotografías en los diarios, pues el que lució semicubierto por el agua en avenida Sarmiento, como si se tratara de un bote, fue su pequeño automóvil de color blanco.
Luego, con respecto a la sobretasa de salud, la mayoría de los ediles coincidió en su razonable eliminación, en virtud de que un 80 por ciento de aumento global de tasas y tributos solamente en el ámbito venadense (unos 10 millones de pesos anuales más que en 2007 de recaudación proyectada), hacía innecesaria la continuidad de una sobretasa del 2,5 por ciento (otro tanto debía destinarse al Hospital Gutiérrez), equivalente a menos de 140 mil pesos anuales, una suma irrisoria frente a las millonarias actualizaciones concedidas. Así pues, se desmoronó el concepto de excepcionalidad que exige una sobretasa, siendo que la Intendencia dispone de los dineros suficientes para diseñar el Presupuesto 2008 según las necesidades de las distintas áreas de la administración. En conclusión, el Concejo no será responsable de las cualidades del servicio de atención primaria de la salud, ya que se trata de una facultad del Departamento Ejecutivo, pero al menos cumplió con el otorgamiento de los recursos, aun cuando deba cuestionarse la brusquedad del ajuste impulsado por el mismo grupo político que en la primavera pasada promocionaba el largo congelamiento de las tasas… como una virtud.
Pero, ¿cuál es el verdadero objetivo de Hernández? A primera vista, ofrendarle al oficialismo, después de todos los aumentos ya conocidos, una yapa del cinco por ciento, que vendría a restituir los dineros perdidos por la derogación de la sobretasa de salud. Con envidiable timing mediático, Delfor -ante la sospechosa complacencia oficialista- criticó el estado calamitoso del parque automotor, pero unos días después sorprendió con la iniciativa de instaurar una sobretasa para la renovación de los equipos. Dispuesto a desmentir la teoría del “aumento encubierto”, el edil describió que se trata de un reemplazo de la sobretasa de renovación de equipos por la de salud, pero, en rigor, esta última, y por justificados motivos, ya no existe más. Y no se puede sustituir lo que ya no es. Sí, en cambio, resulta loable la intención del presidente del Concejo de solicitar dicha renovación con carácter de urgente para anticiparse a un probable colapso, a corto plazo, en la prestación de los servicios. Sin embargo, de ningún modo implicaría una erogación de naturaleza excepcional, que amerite recaudar fondos mediante una distorsiva sobretasa, sino que la Intendencia, después de sucesivas gestiones que no supieron -o no quisieron- prever este inevitable deterioro, tendrá que orientar los recursos en ese sentido, como complemento de los créditos que deberá tramitar para esa millonaria inversión.
Con buen olfato político, Freyre se abstuvo de vetar la derogación de la sobretasa de salud, como también de ordenar la refacturación del año completo de tasas que miles de contribuyentes abonaron con el 10 por ciento de descuento y sin la carga de los recientes ajustes. En esta ocasión, según el desarrollo de los acontecimientos, es factible que el oficialismo, con la valiosa ayuda de Delfor Hernández, imponga en los próximos días un lapidario 5 a 4 en el Concejo, para establecer el “aumento encubierto” de las tasas, con la oportunista coartada de la renovación del parque automotor municipal, pero a los verdaderos fines de recuperar la sobretasa perdida, y sin infligirle costos políticos al intendente, aunque la medida repercutirá una vez más en los magros bolsillos de la mayoría de los venadenses.

(Publicado el viernes 21 de marzo de 2008 en diario El Informe)

En la ciudad capital se liberó el acceso a la información pública

La ciudad de Santa Fe acaba de brindar un ejemplo al resto de la provincia con la reciente aprobación en el Concejo de la ordenanza que garantiza el libre acceso a la información pública a cualquier ciudadano, en virtud de un proyecto impulsado en diciembre último por el intendente binnerista Mario Barletta. Cabe recordar que en 2001 el cuerpo legislativo había sancionado una reglamentación similar, que luego fue vetada por el intendente justicialista Marcelo Alvarez.
Mientras la Ley de Acceso a la Información Pública resultó sistemáticamente obstaculizada por la mayoría del PJ en el Senado provincial, a pesar de los esfuerzos del entonces gobernador Jorge Obeid -autor de la iniciativa-, en la ciudad capital todos los sectores políticos coincidieron ahora en la importancia de contar con esta norma tan ligada al origen del sistema republicano, donde “la publicidad de los actos de gobierno es considerada un principio esencial, en contraposición al secreto y la oscuridad en el ejercicio del poder”, planteó Barletta en sus fundamentos. De esta manera, una vez reglamentada la ordenanza, toda persona física o jurídica, pública o privada, tendrá derecho a solicitar y a recibir información completa, veraz, adecuada y oportuna sobre lo que decida hacer cualquier gestión local, “atendiendo al carácter de bien social que ostenta la información pública”.
Los interesados deberán completar un sencillo formulario provisto por la Municipalidad y en el acto recibirán una constancia del trámite iniciado, abriéndose automáticamente un plazo de 15 días hábiles administrativos -prorrogables por diez más, si fuera necesario- para brindar los datos requeridos. Nadie deberá abonar ningún tributo por la gestión, ni estará obligado a explicar los motivos del pedido de información, ya que, según el criterio progresista de esta norma, son los gobernantes los que deberán justificar la negativa a informar y no los peticionantes los que deban demostrar un “interés legítimo” en la demanda.
Otro aspecto elogiable de la iniciativa es que no sólo deberán suministrar información los órganos pertenecientes a la administración pública municipal, sino también las entidades autárquicas, sociedades anónimas con participación estatal, sociedades de economía mixta, Tribunal de Cuentas, Tribunal de Faltas y Concejo Municipal, como así también las empresas privadas o entidades públicas prestatarias de servicios públicos municipales.
“Sólo los ciudadanos que tienen verdadera información podrán tener una opinión política efectiva respecto de cuáles han sido los actos de sus gobernantes”, coincidieron ediles del Frente Progresista y el Frente para la Victoria, augurando que el flamante mecanismo se convertirá en una eficiente herramienta de control para garantizar la transparencia administrativa en la ciudad.
En ese mismo sentido se pronunció el Foro de Comunicación Santafesino (Focos), interpretando que la sanción de la ordenanza contribuirá al mejoramiento de la calidad institucional. “Desde Focos -se señala- siempre se ha sostenido que el acceso a la información pública es un derecho que excede el reclamo específico de los trabajadores de prensa y que su vigencia permitirá avanzar en la profundización de la democracia, aportará transparencia a los actos de gobierno y promoverá la participación ciudadana”.
Hace poco, Tierra del Fuego ofreció un gesto institucional edificante con la regulación de las pautas estatales de publicidad en los medios, y ahora es la ciudad de Santa Fe la que se embarca en el mismo cometido de reducir los niveles de discrecionalidad en la función pública, siendo más destacable aún que sendas iniciativas hayan partido de grupos políticos que hoy se encuentran en el ejercicio del poder. Otras provincias y otras ciudades, tal vez, podrían adoptar más adelante estos modelos que, por ahora, son excepciones.

(Publicado el martes 18 de marzo de 2008 en diario El Informe)

Retenciones: un debate con ejes falsos para justificar una medida regresiva

Como los sofistas de la antigüedad, los defensores a ultranza de las políticas oficialistas declaran a voz en cuello que el aumento de las retenciones es inobjetable porque las ganancias del campo son “extraordinarias”; otros, más temerarios, como el jefe de la CGT y de los camioneros, Hugo Moyano, califica de “golpista” a la “aristocracia del campo” por el paro de actividades, sin distinguir un pool sojero internacional de los chacareros que trabajan de sol a sol en su puñado de hectáreas. Ni siquiera está en discusión, salvo para una ínfima minoría, la legitimidad, al menos en esta etapa, de los derechos a la exportación de los productos del sector agropecuario. Cualquier gobierno, con independencia de su ideología, aprobaría que entre el fenómeno de la devaluación y los ventajosos precios internacionales de los commodities, las retenciones significan una herramienta idónea para redistribuir recursos entre los sectores más damnificados por esas mismas causas; asimismo, estas cargas impositivas tienden a mantener a raya los precios de dichas materias primas en el mercado interno.
Sin embargo, mostrando un sesgo escasamente progresista, el Gobierno, como su vocero Moyano, no sabe -o no quiere- discriminar entre las realidades antagónicas de los pequeños colonos de las zonas marginales (con rendimientos más pobres y dificultades para trasladar las cosechas) y de los grandes pooles concentradores de la tierra, tanto sea en el rol de dueños como de arrendatarios. Hasta ahora, no se conocen iniciativas oficialistas en busca de equilibrar estas desigualdades, en una actitud propia de un gobierno de corte neoliberal, como el peronista de los ‘90. También es poco creíble el argumento de que el alza de las retenciones intente frenar el auge de la sojización; si el Gobierno actuara con ese norte, no se limitaría a una medida meramente fiscalista, sino que apuraría un paquete de reformas en el Congreso, a los efectos de incentivar producciones alternativas. Hoy, tampoco se conoce ninguna estrategia kirchnerista en ese sentido, ni siquiera para neutralizar el brutal desmonte impulsado por grupos económicos ávidos por incrementar las superficies para el desarrollo de los cultivos más rentables, como la soja, claro está, sin importar el desgaste del suelo ni, mucho menos, las inundaciones y otras devastadoras consecuencias ambientales.
El otro factor determinante en este debate incompleto que pretende imponer el Gobierno, es el objetivo solapado de estos derechos a la exportación, que junto con el impuesto al cheque, constituyen una creciente fuente de ingresos para el Gobierno, con el dato adicional de que no son recursos coparticipables con las provincias (en tal caso les correspondería casi el 57 por ciento), otorgando a la Casa Rosada poco menos que la suma del poder público con la disposición discrecional de los mismos. Cabe recordar que, en marzo de 2002, las retenciones se impusieron con un carácter transitorio, arguyéndose que no serían coparticipables a los efectos de facilitar su desactivación una vez superada la crisis. A pesar de que las condiciones sociales mejoraron, lejos de la rebaja y, más aún, de la eliminación, las retenciones se ajustan con el mismo ritmo que el gobierno unitario de la Nación incrementa su gasto público, y no siempre con objetivos dignos de elogio. Tan implacable es el manejo centralista de los fondos que los gobiernos provinciales ni siquiera se atreven a levantar la voz por temor a represalias. Es que los gobernadores asumen que el giro de fondos o la concreción de obras depende del mayor o menor grado de subordinación con la Casa Rosada. Tanto es así que el primer mandatario de una provincia importante como Santa Fe, apenas si demanda tibiamente “obras” a la Nación para compensar estas mayores retenciones o, en su defecto, la instauración de un régimen de regalías, como el que disfrutan las jurisdicciones petroleras. Mientras tanto, el ala dura del socialismo sostiene que los derechos a las exportaciones deben ser coparticipables, alegando que la riqueza sale de las provincias.
A pesar de los intentos kirchneristas por reducir el alza de las retenciones a la categoría de un enfrentamiento entre el Gobierno bueno y solidario y los productores agropecuarios mezquinos y golpistas, este debate contiene aristas más complejas, tales como las mencionadas dificultades del Gobierno para distinguir en su voracidad recaudadora entre poderosos pooles de siembra y debilitados chacareros; la ausencia de un plan de acción para acotar el fenómeno de la sojización; y la insistencia oficialista en desconocer su propia promesa de impulsar una nueva ley de Coparticipación Federal, que legalice los derechos conculcados a las provincias y restaure el poder político de los gobernadores.

(Publicado el lunes 17 de marzo de 2008 en diario El Informe)

La inseguridad llegó para quedarse y Venado debate cómo defenderse

La reiteración de picadas de motos en los caminos al Cementerio y el Aeródromo, así como las guerras de pandillas, con decenas de participantes en ambos casos, decidieron al intendente José Freyre a lanzar declaraciones muy filosas contra el accionar de las fuerzas policiales. Aunque sin perder la calma ni la sutileza, el funcionario volvió a cuestionar la “actitud” de los uniformados -sin discriminar dependencias- y también insinuó la “falta de compromiso” en la resolución de algunos episodios. Para dimensionar el hartazgo, en el reciente conflicto acaecido en inmediaciones de Junín y Colón, algunos vecinos alertaron que llegarían al extremo de hacer justicia por mano propia si las autoridades no intervienen. Cansados de tanto impune atropello, los moradores del sector perdieron la paciencia porque, según denuncian, es usual que los policías no acudan al escenario de los hechos a pesar de las reiteradas convocatorias. “No acepto el argumento de la policía de que no puede intervenir porque no da abasto, porque no tienen móviles o porque no pueden molestar a los chicos…”, manifestó Freyre y se preguntó, con un dejo de ironía, si ante esta virtual indefensión, la Intendencia deberá cerrar las plazas, como ocurre en otros puntos del país. Dispuesto a ir un poco más allá en los reclamos, el intendente desempolvó uno de los más lúcidos proyectos elevados ante la Junta de Seguridad Urbana, a los efectos de concentrar las cooperadoras policiales en un único ente administrador, y así invertir los recursos con mayor eficiencia, como también garantizar la transparencia del sistema. Mientras tanto, junto con el secretario de Gobierno, Sergio Druetta, se disponen a viajar a la Casa Gris para conocer qué porción de la millonaria inversión provincial en agentes, móviles y pertrechos, se destinará a nuestra ciudad. La excursión, desde ya, no sólo pretende obtener una información oficial que podría gestionarse por otras vías, sino corresponsabilizar al gobierno provincial de este flagelo de la inseguridad que padecen las municipalidades y comunas, y afecta a todas las capas sociales, aun cuando el malhumor sería mayor si la policía divulgara todos los delitos cometidos -no sólo los esclarecidos- y si las víctimas formalizaran las denuncias del ciento por ciento de los ilícitos, en lugar de refugiarse en la resignación.
Por su parte, entidades intermedias como el Centro Comercial, entre otras, continúan estimulando reuniones por la seguridad pública, pero suelen restringirse a planteos elementales, como la demanda de móviles y agentes, sin darse cuenta de que dilapidan todas las energías en remiendos cortoplacistas y nunca se acercan al fondo de la cuestión. Si bien es cierto que en el mundo hay países sin pobres, pero con inseguridad, en la Argentina estamos sufriendo las consecuencias de un brutal modelo de exclusión que marginó a millones de personas, e incluso hoy, a pesar de ciertos cambios introducidos en el orden nacional, subsisten profundas desigualdades que se expresan luego con efectos sociales devastadores.
Tiempo atrás, empujados por la presión social y mediática antes que por sus convicciones, los legisladores nacionales le dieron el gusto a Juan Carlos Blumberg y su paquete de leyes de mano dura, que pronto demostraron su insuficiencia, pues el delito siguió en alza. Los mismos resultados se obtendrían militarizando la ciudad en busca de remediar por decreto enfermedades arraigadas en el cuerpo social. Tampoco se soluciona nada mirando para otro lado, al estilo del gobierno scottista, que siempre echaba culpas a los forasteros marginales, como si estuviéramos libres de bandidos made in Venado.
Está claro que una mayor presencia policial en las calles, como en las rutas, opera como un factor preventivo, pero no basta, como tampoco alcanza con rejas, alarmas, perros guardianes y vigilancia privada; mucho menos, con el desaconsejable recurso de adquirir armas de puño para la defensa personal. A estas alturas, la situación de la inseguridad pública es tan compleja que requiere asesoramiento de especialistas, hasta desembocar en estrategias unificadas de la sociedad civil, con la coordinación del gobierno municipal, para no superponer esfuerzos, ni tampoco desperdiciarlos en arrestos voluntaristas.
Con acertado criterio, el gobierno provincial sentencia que la policía es una parte de la cuestión de la seguridad, pero no es todo, en un claro señalamiento de las responsabilidades que nos competen como ciudadanos. Aun así, el poder político adeuda una serie de reformas, desde lo más encumbrado de la pirámide judicial hasta la formación policial, porque Santa Fe ya sufrió la improvisada salida a las calles de émulos de Rambo, que con tres o cuatro meses de instrucción ya andaban haciendo de las suyas, incluyendo escandalosos casos de “gatillo fácil”. También está en estudio el mecanismo de designación de los jefes policiales, ya que, en el marco de la descentralización, podría abandonarse el tradicional verticalismo de la corporación para ceder más atribuciones a los municipios en la elección de los comisarios. También cabe destacar el intento de Freyre, en el orden local, de unificar las cooperadoras policiales. Además, es preciso fortalecer el reclamo de sendos juzgados de Familia y Federal, y propiciar la construcción de un instituto oficial dedicado a la contención y reinserción de menores en riesgo, con aportes estatales y comunitarios, como así también, en conjunto con las autoridades regionales, brindar todas las herramientas para reducir al mínimo la repitencia y la deserción escolar. En otro orden, se impone la generación de espacios de recreación para los adolescentes, que desde hace tiempo no estarían encontrando actividades más atractivas que escuchar música y tomar cerveza hasta la madrugada en los carriles internos de la plaza San Martín. También es indispensable la creación de micro-emprendimientos productivos con financiación estatal para rescatar del vagabundeo a los que no tienen trabajo y, en la mayoría de los casos, difícilmente puedan conseguirlo, ni en la órbita privada ni en la estatal, en función de sus antecedentes.
Todos desempeñamos un rol en esta cruzada por una convivencia armónica, desde las autoridades, los padres, los vecinalistas, los comerciantes, los periodistas, los vecinos. Nadie es ajeno a esta problemática tan extendida. Sin demandas histéricas de “mano dura”, sin criminales “escuadrones de la muerte”, sin apelaciones exacerbadas a la “justicia por mano propia” y, desde ya, sin mirar para otro lado, la sociedad civil aún tiene cosas por hacer, empezando por dejar de fabricar excluidos y arrojarlos a la buena de Dios.

(Publicado el viernes 14 de marzo de 2008 en diario El Informe)

Las tasas deben pagarse, pero también hay que entenderlas

El nuevo sistema de cálculo de la tasa general de inmuebles aprobado por el poder político venadense es más justo y solidario que el viejo criterio, como también es cierto que la Municipalidad no podía soportar mucho tiempo más con una contribución irrisoria para la prestación de los servicio públicos esenciales. En el terreno de las discusiones subsisten otros temas, como el incremento demasiado abrupto, sin escalonamientos, que se suma a una catarata de aumentos en productos y servicios de consumo masivo. También se cuestionó la falta de tacto del gobierno municipal que, a pesar de los drásticos cambios efectuados después de tantos años de virtual congelamiento, no cumplió con la indispensable divulgación de los pormenores de la flamante metodología de liquidación, que ahora contempla los metros de frente, la superficie edificada, los servicios disponibles y la valuación fiscal de la propiedad, entre otras variables. Dicha ausencia llamó más aún la atención ante la puntual y sistemática distribución, durante el año pasado, del “Noti-Municipal”, donde se consignaba con lujo de detalle las acciones del gobierno. Sin embargo, en esta ocasión, y cuando más falta hacía, nada se supo de esa publicación oficial.
Mientras desde algunos sectores aún se aguarda que ese trabajo se envíe casa por casa, junto con la próxima emisión de las tasas, el bloque socialista de concejales acaba de presentar un proyecto de ordenanza para que, en las propias boletas de la tasa general de inmuebles (TGI), se informe a cada contribuyente qué se le cobra y en función de qué elementos, propuesta que está en sintonía con las sugerencias de la Secretaría de Hacienda, para que se acerquen a la dependencia todos aquellos que consideren haber sido perjudicados por errores en la facturación, y así realizar las eventuales correcciones. En rigor, las modificaciones introducidas son excesivamente complejas como para eludir la enumeración de las mismas y limitarse a liquidar las cifras finales. Paradójicamente, muchos de estos evitables equívocos obedecieron a los apuros por aprovechar la quietud veraniega para fijar los aumentos, tras largos años de irresponsable retraso en la facturación.
Además, los socialistas proponen incorporar en la boleta una serie de datos en la búsqueda de una mayor transparencia en la función pública, entendiendo que mal podrán defender sus derechos los ciudadanos si desde el gobierno de la ciudad no se les informa debidamente. Más allá de una “publicación especial” que se hubiera requerido -aún están a tiempo- para desplegar el paquete de reformas (también se incrementaron otros tributos que ya repercuten en el “costo venadense”), es oportuna la iniciativa de oficializar en las tasas, mes a mes, una información clara y puntualizada a los contribuyentes.

(Publicado el jueves 13 de marzo de 2008 en diario El Informe)

Frente al Libertador, arranca la construcción de Torre Aconcagua

La Torre Aconcagua, de 15 pisos, fue diseñada por el arquitecto Daniel Alfredo Leiva, y se emplazará en Belgrano 1067, entre calles 9 de Julio y Pueyrredón, sobre la base de diez pisos con tres departamentos de dos dormitorios, y cinco pisos con departamentos de tres dormitorios de amplias dimensiones, todos con sus correspondientes cocheras y bauleras. Además, en la planta baja se ubicará otro departamento, de dos dormitorios, con jardín propio y acceso al solarium y piscina.
El comienzo del proyecto -de no mediar inconvenientes- está previsto para dentro de 60 o 90 días, y la construcción demandará unos 24 meses. Para ello, el desarrollo y administración de la obra quedarán en manos del Fideicomiso Torre Aconcagua, a través de Obenque SA, empresa de capitales locales; en tanto que el rol de consultores y comercialización de los departamentos estará a cargo de Rosso Propiedades, en la esquina de San Martín y Alvear de nuestra ciudad.
En la charla con El Informe, Mario y Bettina Rosso, dos de los principales impulsores del edificio, compartieron su alegría por formar parte de este nuevo proyecto, después de cosechar auspiciosos resultados con la primera experiencia en el desarrollo y venta del Edificio Libertador, que desde el mismo día de su habilitación contribuyó a extender el tradicional perfil de la calle Belgrano, que hoy mismo se puede apreciar, traspasando la plaza San Martín hacia Pueyrredón.
Todos reconocen que el Libertador significó un progreso para la ciudad en materia de conceptos, servicios y terminaciones en la construcción de edificios y, ahora, con este emprendimiento, denominado Aconcagua, los organizadores se impusieron idéntico objetivo. Sin embargo, el próximo desafío tiene algunas particularidades, a partir de su condición de edificio en torre, como lo posibilitan los generosos 28 metros de frente. Así pues, tendrá un óptimo retiro desde la línea de edificación -más de 10 metros-, aprovechando los 50 metros de profundidad, y también un amplio retiro en ambos laterales, con cuatro metros de distancia sobre las propiedades linderas, sin restricciones para disponer aberturas en las cuatro caras de la construcción, garantizando iluminación y ventilación en todos los ambientes. Por estas mismas características, todos los departamentos contarán con estratégicos balcones que permitirán disfrutar de una excelente vista panorámica, merced a la ubicación geográfica preferencial.

Con todas las ventajas
El nuevo edificio, a erigirse sobre una superficie de 1.400 metros cuadrados, contempla espacios para que sus ocupantes puedan gozar de un tiempo al aire libre en la planta baja, ya que contará con piscina, solarium (con piso atérmico y deck de madera), terraza, jardín y quincho con asador. Además, se intentará conservar un añoso nogal plantado en los fondos del predio y que el arquitecto Daniel Leiva -creador del Patio Casey- incorporó desde el inicio al “área verde” del proyecto. Para mayores comodidades, en la zona de ingreso, se dispondrá de un patio-jardín y un salón de usos múltiples, con su propia cocina y baño, para que los distintos propietarios puedan organizar sus reuniones o eventos, así como también utilizarlo para actividades de gimnasio.
Sobre el diseño de ingreso a la Torre Aconcagua, Mario Rosso destacó que no es casual la familiaridad con el Edificio Libertador, ubicado en la misma cuadra, pues Leiva lo imaginó con ese mismo criterio, en busca de establecer una continuidad en el espacio verde, separado de la línea de edificación. Sobre la base de este concepto arquitectónico, entre ambas construcciones se formará un amplio espacio abierto de parquización, que impactará en el efecto visual.
Otro aspecto destacable que se contempla en el proyecto, debido a la saturación vehicular en el sector céntrico venadense, es la inclusión de una importante cantidad de cocheras, en dos subsuelos, y también depósitos-bauleras para cada departamento. Además, la Torre Aconcagua estará equipada con dos ascensores de última generación; agua potable -fría y caliente-; gas natural; telefonía y espacios destinados a la conexión de Internet y TV por cable; y sistemas de seguridad contra incendios, según las reglamentaciones vigentes. Por otra parte, todas las aberturas exteriores serán de aluminio color, línea módena, con vidrios dobles tonalizados y sistema “termo panel” -sellados al vacío-, que brindan una excelente aislación térmica y acústica, y al mismo tiempo impiden el empañamiento.
Demostrando una vez más el enorme potencial económico de la región, que no disminuye el interés por invertir en estas atractivas construcciones, antes del lanzamiento de la campaña publicitaria, ya se presentaron en Rosso Propiedades varios interesados para efectuar la reserva de departamentos. En este sentido, cabe destacar que el edificio se levantará bajo el sistema “fideicomiso al costo”, es decir que se pueden realizar los aportes en 24 cuotas, a medida que transcurre la obra.

Con la Aduana, la región incorpora otra fortaleza

Después de mucho trajinar, los directivos del Centro de Logística para la Importación y Exportación (Celimex) consiguieron la habilitación de la Zona Primaria Aduanera en las instalaciones ubicadas en cercanías del acceso -por la Ruta 8- al Parque Industrial “La Victoria”. La confirmación se la dio a la delegación venadense, presidida por el intendente José Freyre y el gerente general de Celimex, Ovidio Butani, el mismísmo director general de Aduanas, Ricardo Echegaray. En esa oportunidad, también se supo que la Aduana contará con personal permanente -radicado en nuestra ciudad-, como lo ambicionaban los artífices del proyecto.
Una vez reunidos los requisitos para la aprobación, sólo falta establecer una fecha para la apertura oficial, que no iría más allá de la segunda semana de abril próximo. Para esa instancia, Cooperación Seguros y la Mutual entre Asociados de Cooperación Mutual Patronal -las creadoras de Celimex SA-, formalizarán la presentación ante autoridades nacionales, provinciales, regionales y locales.
Con el “puerto seco” o la Zona Primaria Aduanera, con depósito fiscal, Venado Tuerto incorpora una ventaja competitiva, pues se ganará en rapidez, seguridad y reducción de costos, en las operaciones de exportación e importación de las empresas de la región.
Además, con este servicio, se facilitarán las gestiones para las pymes que se inician en el comercio exterior; incluso, Celimex ya anunció que brindará asesoramiento a los nuevos emprendedores y, en esa misma línea, registró una marca propia para contener a los que necesiten agruparse y acumular la escala suficiente en busca de satisfacer las exigencias de los mercados externos.
Entre las ventajas que brindará la Aduana, sobresale que los contenedores se precintan en Venado y desembarcan en destino sin más intermediarios; asimismo, para los productos adquiridos en el exterior, el precinto de seguridad se retira en nuestra ciudad.
Tras una inversión cercana a los 2,5 millones de pesos, las entidades mutualistas locales cedieron la Zona Primaria Aduanera -en comodato- a la Aduana nacional-, pero no se alejan del proyecto; por el contrario, a través de Celimex, asumieron el compromiso de erigirse en custodios del buen funcionamiento del sistema, a los fines de reeditar los beneficios de una adecuada articulación de los esfuerzos públicos y privados, como se demostró en el vigoroso desarrollo del Parque Industrial en los últimos tiempos.
En los comienzos del año, con la regionalización binnerista, Venado se convirtió en cabecera de uno de los cinco nodos provinciales; el mes entrante, la Aduana nos jerarquizará aún más. En consecuencia, resulta meritorio que en lugar de dilapidar energías envidiando la condición de polo de desarrollo económico regional de otras ciudades, se realicen acciones para acortar las distancias, pues como dice Butani, “las regiones productivas se fortalecen por una variedad de factores concurrentes, como vías terrestres, vías aéreas, agua potable, gas natural, parque industrial, y también una Aduana”.

(Publicado el miércoles 12 de marzo de 2008 en diario El Informe)

Escuela Nº 496, ajustando las velas para aprovechar los vientos solidarios

Las celebraciones por el estreno de la primera etapa de reformas en la Escuela Nº 496 “Mariano Moreno” -continuarán con la restauración de las aulas- concluyeron el sábado último, con una cena servida en el renovado patio interno. En un clima más intimista y distendido, sin los apuros de la jornada de inicio del ciclo lectivo, en esta oportunidad, los directivos escolares invitaron a docentes y colaboradores, destacándose la presencia de Esther Angelini y su hija Claudia Yasci, que junto con Wilder Yasci, fueron las figuras clave para viabilizar la construcción. También se llevó merecidas felicitaciones el arquitecto firmatense responsable del proyecto, Fernando Franceschini, que en apenas un par de meses, a la par de la infatigable directora Verónica Matheu, hicieron posible una obra que enorgullece a toda la comunidad educativa.
Tras un breve saludo del presidente de la Asociación Cooperadora, Juan Carlos Yakas, como correspondía en los últimos minutos del Día Internacional de la Mujer, Claudia Yasci y Verónica Matheu protagonizaron los discursos de fondo, arrancando lágrimas de muchos de los concurrentes. La primera, después de agradecer a maestras y directivas -varias de ellas se encontraban presentes- de su época como alumna de la escuela, colmó de halagos a las autoridades actuales, así como a los cooperadores y docentes, por la transparencia, la capacidad y la actitud de trabajo demostrada. Luego, en uno de los segmentos más emotivos de su alocución, manifestó: “Agradezco el poder estar en este patio que me vio crecer, que fue testigo de mis juegos, donde conocí amigas que aún hoy conservo, donde reí y también lloré por alguna caída o por alguna pérdida. Agradezco a la Escuela ‘Mariano Moreno’ el haberme hecho recordar cuando sentí por primera vez qué significaba soltar la mano de mi madre porque la jornada escolar ya comenzaba, y una vez terminada, esperar con ansias que la querida Zulma, hoy aquí presente, hiciese sonar la campana para llevarme al encuentro con mi padre, quien puntualmente venía a buscarme”, narró Yasci, con la voz firme.
La empresaria también destinó un párrafo crítico al Estado, por haber desatendido en todos estos años “la obligatoria tarea de fiscalizar el destino de los fondos reservados al bienestar escolar, para que no se desaprovechen”. De todos modos, señaló: “Hoy vine a decir que no todo está perdido. La buena noticia es que aquí, precisamente en esta escuela, en nuestra escuela, hemos encontrado personas que nos han restituido la confianza en la sociedad, que nos han devuelto la fe en los valores humanos y que nos han demostrado que los imposibles no existen”, dijo Claudia Yasci.
Luego fue el turno de la directora Verónica Matheu, oriunda de la localidad de Carreras, que expuso tanta convicción en sus palabras, como templanza para ponerse al frente del proyecto, con la particularidad de que, junto con su familia, reside en la planta alta de la escuela, y está claro que la siente como propia, a la usanza de los directivos de otros tiempos, cuya vocación y sentido de pertenencia se imponían por sobre todas las cosas. “En diciembre le preguntaba a Fernando (Franceschini): ¿Llegamos para el comienzo de las clases? ¡Es que la escuela estaba en guerra! ¡Parecía destruida! Luego, cuando se iniciaron los arreglos, me preguntaba a mí misma: ¿Será verdad que esta gente me va a ayudar?” Sin embargo, todos esos miedos se disiparon con el correr de los días y el resuelto involucramiento de todos los hacedores, que aprovecharon las vacaciones de los chicos, renunciando a las suyas, para lanzar, contrarreloj, una obra largamente anhelada. No se había equivocado la directora cuando aceptó la ayuda de los Yasci. Ella, como William Ward, interpretó que “las oportunidades son como los amaneceres… si uno espera demasiado, se los pierde”. Apelando a otra cita del mismo autor, Matheu observó más adelante que “los pesimistas se quejan del viento; los optimistas esperan que el viento cambie; los realistas, como yo, ajustamos las velas”.
El cierre de la noche se llevó a cabo con la presentación de un video alusivo del realizador venadense Javier Mira, que reflejó en emotivas imágenes el antes y después de las reformas comenzadas el 18 de diciembre último en el tradicional colegio de avenida Casey al 300.


(Publicado el martes 11 de marzo de 2008 en diario El Informe)