Peisino en la presidencia, un valioso gesto de apertura en Obras Sanitarias


La flamante designación como presidente de la Cooperativa de Obras Sanitarias de José Luis Peisino significa un auspicioso gesto de apertura en esta segunda etapa de administración de los Vecinos. En lugar de insistir con figuras desgastadas por mil batallas, la coalición triunfante debutó en la gestión con decisiones felices, cediendo la presidencia al abogado de militancia radical y perfil progresista, que se desempeñó como secretario de Acción Social, primero, y de Gobierno, después, en el apogeo dematiísta de los ‘80. En tanto, desde la presentación de la lista de la triple alianza de vecinos, lucifuercistas y socialistas, ya se conocía que, en caso de imponerse, el estratégico rol de síndico sería retenido por el abogado socialista Guillermo Morel.
En consecuencia, los sillones más influyentes de la concesionaria de cloacas y agua potable ya están ocupados por dos hombres sin ataduras con un pasado reciente caracterizado por frecuentes encontronazos con la Intendencia, el Concejo, la Autoridad de Aplicación y el personal. Además de constituir dos de las caras nuevas de la cúpula de la COS, el vecino Peisino y el renovador Morel también coinciden en su visión crítica de la gestión scottista.
Entre las múltiples lecturas que ofrece la composición del nuevo Consejo de Administración, se destaca además la incorporación como tesorero de Rubén Pighín, quien, junto a José Luis Peisino, son estrechos colaboradores en la administración de la quiebra del ex BID del contador Juan Arnaldo Venturini, de históricos lazos afectivos y profesionales con la Cooperativa de Obras Sanitarias y pública enemistad con el actual intendente venadense.
La vieja guardia de los vecinos está representada en los principales cargos por el empresario Fabricio Fernández en la vicepresidencia y la docente Cristina Aisemberg -presidenta saliente- en la secretaría, mientras que Alejandro Zapata y Eduardo Parodi ocupan responsabilidades menos influyentes.
Otro aspecto digno de mención es que, con el referente de la alianza Unidad, Vicente Vivas, como único sobreviviente opositor, la renovada estructura ejecutiva carece de puentes de diálogo con el gobierno local. Si subsistía alguno, aunque sea enclenque, el propio Scott, sangrando por la herida, lo destruyó desde el vamos con una irresponsable declaración de guerra a las autoridades elegidas por la mayoría de los delegados. Antes de la elección, el intendente se había ocupado de impulsar un innecesario embargo de las cuentas de la empresa, apelando una vez más a un estilo pendenciero que tanto perjudica la convivencia política en la ciudad.
Cosechando su siembra, el Departamento Ejecutivo se encontrará en el año electoral que se avecina con un Concejo de mayoría opositora (¿y presidente no scottista desde diciembre?) y, además, con las dos cooperativas de servicios públicos controladas por dirigentes opositores. Tantas adversidades sufre el scottismo en los últimos tiempos que, en virtud de una resolución judicial, ni siquiera pudo acceder a la administración del Hospital Gutiérrez, luego de la Batalla del Samco. Con estas referencias inmediatas, en San Martín y Marconi se ilusionan con adueñarse de la mayoría de las vecinales que renovarán autoridades el domingo que viene.
El primer gran desafío para la flamante gestión de José Luis Peisino es restablecer las relaciones con los distintos actores políticos y sociales, desde el intendente hasta los empleados, sin importar los alineamientos electorales de cada uno. Después de la porfía política, ya es tiempo de concentrar las energías en el desarrollo de las postergadas obras sanitarias. No será tarea sencilla. Las relaciones internas están resentidas y, desde fuera, el intendente no conoce otra receta que la confrontación. Sin embargo, no hubo amparos ni impugnaciones; a pesar de todo, los consensos son posibles.

(Publicado el viernes 27 de octubre de 2006 en diario El Informe de Venado Tuerto)

Al final, la Unidad se quebró y ganaron Vecinos y Luz y Fuerza


“Mucho aparato, pocos votantes y un resultado final aún incierto”. Ese había sido el título del análisis del día después de las asambleas de distrito de la Cooperativa de Obras Sanitarias del domingo 10 de septiembre, que motivó algunas manifestaciones de disgusto en la mañana siguiente, aunque en su última parte se limitaba a destacar que la definición se daría recién en la asamblea general ordinaria, una suerte de segunda vuelta electoral con los 38 delegados en condiciones de impulsar distintas alianzas. Aunque resulte doloroso para los que obtuvieron la primera minoría en la sumatoria de los 11 distritos, anoche no hubo una burla a la voluntad de los asociados, sino una esperable negociación entre fuerzas que presentaban tantas afinidades y discrepancias como las que componían la entonces triunfante alianza Unidad.
“Aún es temprano para hablar de vencedores y vencidos”, decíamos también el lunes 11 de septiembre. Así era nomás. Contra todos los augurios, la mayor sorpresa registrada en la noche de la víspera fue la aparente caída de un soldado del sector Unidad (scottismo, “12 de Junio”, históricos y empleados), que hasta la tarde de ayer contabilizaba 18 votos propios como punto de partida, pero después de la votación secreta se encontró con que eran apenas 17. En cambio, la coalición de Vecinos y Luz y Fuerza, que arrancaba con una base de 17 delegados (12 lucifuercistas, 4 Vecinos y el renovador Guillermo Morel), terminó sumando al rebelde de Unidad (algunos lo llaman traidor) y, quizá, al socialista Juan Moscoso, en tanto que el voto en blanco habría sido el de Martín Lüders, el delegado más cercano a los pueblenses de Roberto Meier. Es decir que si el delegado de Unidad no daba el triple salto mortal a la alianza de Vecinos, Luz y Fuerza y parte de Renovación, la elección habría concluido en un empate en 18 delegados, ante la ausencia de la delegada Violeta Alvarez.
Si bien Moscoso no se pronunció sobre los porqué de su respaldo a la coalición victoriosa, allegados al ex concejal dieron a entender que el embargo scottista a las cuentas de la Cooperativa de Obras Sanitarias terminó de definir su tendencia, junto a la voluntad de aferrarse a la misma línea del también socialista y síndico electo, Guillermo Morel, y del presidente de la UCR local, Lisandro Enrico, quien se había declarado en sintonía con el sector que cuenta con Alejandro Zapata y Jorge Viano como principales referentes.
Hoy se inaugura una nueva etapa en la concesionaria, donde la prioridad es calmar las aguas de una vez por todas, pacificar las cruentas internas de los últimos tiempos.
La vigencia del sistema proporcional -siempre más representativo que las listas completas- facilitó el fenómeno inusual de que los Vecinos, con apenas cinco delegados electos -cuatro, después de una renuncia- se hayan adjudicado la totalidad de los cargos en disputa para el Consejo de Administración, pues los lucifuercistas no pretendieron espacios y el renovador Morel quedó a cargo de la estratégica sindicatura. Sin embargo, los Vecinos -con algunas caras nuevas y descontaminadas que podrían otorgarle un perfil distinto- ya no tendrán el control hegemónico de antaño, pues la asamblea de delegados, con esta composición, ejercerá un fortísimo poder paralelo, donde el lucifuercismo y los renovadores conservarán tanta influencia como los propios Vecinos en los cargos ejecutivos. Como afirmaron ayer algunos observadores, también habrá que observar la evolución de las fidelidades durante el largo año de mandato.
De todos modos, en estas condiciones, los Vecinos no tienen margen de maniobra para tomar las represalias tan temidas contra los empleados que adhirieron a los postulados de la alianza Unidad ni tampoco para obstaculizar su libre agremiación en el Sindicato de Obras Sanitarias.
Aunque los referentes de Unidad eran Oscar Demarchi y Vicente Vivas, el cachetazo más duro de la elección de anoche lo sufrió el gobierno scottista, que deberá revisar sus sistemáticas presiones sobre la Cooperativa de Obras Sanitarias y dedicarse a ejercer con mesura y equilibrio sus responsabilidades como poder concedente.

(Publicado el jueves 26 de octubre de 2006 en diario El Informe de Venado Tuerto)

Un embargo político, 35 votos cantados y tres indecisos bajo fuertes presiones

El Concejo había mostrado rapidez de reflejos la semana pasada rechazando la judicialización iniciada por el Departamento Ejecutivo con el embargo a las cuentas de la Cooperativa de Obras Sanitarias. Pero, en la última sesión, los ediles opositores no obraron con idéntica convicción para forzar la convocatoria al tribunal de conciliación que el contrato de concesión contempla para zanjar las controversias entre las partes. Ahora se aguardan sendos informes, tanto de Asuntos Jurídicos de la Municipalidad como de la Cooperativa, al tiempo que se programa una reunión con la Comisión Auditora del “Fondo de previsión para la cancelación de deudas de la obra de agua potable”, que integran los oficialistas Gustavo Giner, Daniel Dabove y José Freyre. Mientras tanto, si bien se sustituyó el objeto del embargo -ahora son los depósitos a plazo fijo y no los fondos disponibles-, la causa judicial impulsada por la Intendencia sigue abierta. En este sentido, el scottismo se salió con la suya, consiguiendo llegar a la asamblea general de delegados del martes próximo con fuertes presiones sobre los Vecinos. “Si ganara Unidad, el embargo se levanta al otro día”, observó un edil opositor, graficando el trasfondo político de la medida. Es cierto que las autoridades sanitaristas demoraron excesivamente el pago de la tercera y última cuota del adelanto global de 2,1 millones comprometido para cancelar deudas, pero hay otras realidades que atender cuando se trata de una cooperativa de servicios públicos que está haciendo esfuerzos enormes para consolidar -con recursos propios- el complejo sistema de agua potable. Este ensañamiento del Departamento Ejecutivo, demostrado en la pretensión de triplicar la deuda de capital con intereses y punitorios (a pagar por los socios de la COS), contrasta con el estilo almibarado que el intendente Scott suele dispensar a empresas y profesionales foráneos que desembarcan para prestar servicios vinculados al gobierno municipal.
Esta embestida con tufillo electoralista complica aún más los preliminares de la asamblea del próximo martes, donde el flamante cuerpo de delegados designará por lista completa las autoridades de la empresa para el próximo período.
La lista Unidad, que había obtenido 17 delegados en las asambleas electorales, ahora suma 18, como consecuencia de la renuncia por razones personales de un delegado de los Vecinos, que en el acto fue reemplazado en su distrito (según lo establece el sistema D’Hont) por el scottista José Mariné, de Unidad. Por su parte, la alianza de Vecinos y Luz y Fuerza, que originalmente acumulaba 17, si bien perdió un soldado por la citada renuncia, lo recuperó con la incorporación de Guillermo Morel, el único de los cuatro delegados de la lista Renovación (socialistas y pueblenses) que ya confirmó su adhesión a la impensada concertación. Tanto es así que el abogado se candidatea para síndico titular. De este modo, son tres los delegados renovadores aún indecisos: Juan Moscoso, Martín Lüders y Violeta Alvarez. Esta última sería la más afligida por las fuertes presiones desatadas en los últimos días. Se trata de una mujer bastante mayor, tal vez incluida en la lista sin imaginar que ese voto, en virtud del sistema proporcional, adquiriría semejante tasación en el mercado electoral. La señora Alvarez estaría sufriendo tironeos desde todos los sectores, para que vote, para que falte, para que se abstenga, para que renuncie. “Está muy asustada, superada por las circunstancias”, reveló uno de los referentes renovadores, desconfiando de su asistencia a la asamblea del martes.
El delegado de mayores responsabilidades políticas del trío es, sin dudas, el ex concejal Juan Moscoso, que dudaría entre apoyar a los Vecinos y Luz y Fuerza (alianza donde milita el también socialista Morel) o reforzar el abstencionismo que pregona Roberto Meier, tentado desde el vamos a facilitar el triunfo de Unidad. No obstante, la decisión orgánica pueblense se definirá en la reunión partidaria de mañana. Tanto Moscoso como Martín Lüders, el delegado más afín a los meieristas, aguardarán esa resolución, pero no necesariamente se atarían a ella. Con el supuesto 18 a 17 a favor de la coalición de scottistas, “12 de Junio”, históricos y empleados sindicalizados en Obras Sanitarias, sumado a la previsible abstención de Alvarez, Moscoso y Lüders saben que, para ellos, abstención o voto en blanco, equivale a otorgarle el poder a la lista de consejeros liderada por Oscar Demarchi y Vicente Vivas. En tanto, desde la perspectiva de la militancia socialista y pueblense, se avistan dos elementos que habrían aumentado las chances de los devaluados Vecinos: 1) El salvaje embargo scottista a las cuentas de la COS; y 2) La decisión lucifuercista de apoyar la continuidad sin pedir consejeros a cambio.
También estaría influyendo el presidente del radicalismo, Lisandro Enrico, socio de Moscoso en el Frente Progresista, Cívico y Social, y ferviente defensor del acuerdo de Vecinos y Luz y Fuerza, aunque ese súbito interés colisiona con su renuncia pública a intervenir activamente en las elecciones de delegados.
De la resolución de todas estas cuestiones depende el resultado final de la asamblea, que por ahora es incierto. Cualquiera de las listas está en condiciones de imponerse, sin descartar una emotiva paridad en número de delegados.
Que el martes cada uno vote según sus íntimas convicciones, que no haya más apretadas, que no se judicialice la asamblea, que los delegados sepan convivir en la diversidad, que los perdedores no se juramenten hacerle la vida imposible a los vencedores. Que después de tantos ruegos y plegarias… se hagan los milagros.

(Publicado el viernes 20 de octubre en diario El Informe de Venado Tuerto)

En un clima enrarecido se presentan hoy las dos listas de Obras Sanitarias

Por un acuerdo entre todos los sectores, se postergó para las 13 de hoy el cierre del plazo para presentar las listas de candidatos a consejeros -serán dos- que competirán el martes 24 en la asamblea general ordinaria de la Cooperativa de Obras Sanitarias. En esa ocasión, los 38 delegados designarán la nueva mayoría, pues tienen que renovar seis consejeros (sobre los nueve que componen el Consejo de Administración) y el síndico.
Apenas concluidas las 11 asambleas electorales de distrito, la alianza Unidad (scottistas, “12 de Junio”, Sindicato de Obras Sanitarias de Rosario e históricos) supo que sus 17 delegados habían sido emparejados por la coalición entre Vecinos (5) y Luz y Fuerza (12), aprovechando las posibilidades que otorga la segunda vuelta en la asamblea general. Desde entonces, los cuatro delegados de Renovación (pueblenses y socialistas) se convirtieron en los más apetecibles. Unos y otros necesitaban, como el agua, los votos renovadores para inclinar la balanza.
Si bien el sector liderado por el concejal Roberto Meier había sostenido la campaña electoral con sus militantes, los resultados arrojaron tres delegados para el socialismo y sólo uno para los pueblenses, que enseguida fracasaron en sus intenciones de impulsar una lista de consenso entre los cuatro participantes. Muerta esa utopía antes de nacer, y concientes del altísimo valor de esos cuatro asambleístas, los pueblenses dialogaron tanto con los arracimados en Unidad como con el tándem Vecinos-Luz y Fuerza, reclamando la mitad más uno de los delegados. “No podemos ir como furgón de cola ni de unos ni de otros”, argumentó un edil meierista. “Si no tenemos poder de decisión, nos bajamos”, amenazó. Y se bajaron nomás, porque ni Vecinos ni Unidad estaban dispuestos a resignar la mayoría en el futuro Consejo de Administración.
A pesar de la temprana tendencia socialista a cerrar filas con los vecinos-lucifuercistas, Meier se inclinó por el abstencionismo, ya que no aceptaba compartir lista con el lucifuercismo ni tampoco con algunos dinosaurios de Vecinos y Unidad.
Este probable escenario de ruptura había sido anticipado el viernes pasado, en esta misma columna de opinión, con un interrogante: “¿mantendrán el consenso los tres socialistas y el pueblense?” A estas alturas, Pueblo se autoexcluyó de la compulsa -su delegado Martín Lüders se abstendría- y serían los tres socialistas, con Guillermo Morel y Juan Moscoso como abanderados, los que podrían otorgar a Vecinos y Luz y Fuerza la veintena de delegados requerida -como mínimo- para definir la elección. Sin embargo, la delegada Violeta Alvarez, que los socialistas cuentan como propia, en el bunker de Unidad era sindicada anoche como una “abstencionista” más, junto con Lüders. Incluso los más osados aseguraban que un delegado de los Vecinos presentaría la renuncia de un momento a otro en disconformidad con la política de alianzas urdida por Alejandro Zapata.

Sospechoso embargo
Mientras la flamante coalición de Vecinos, Luz y Fuerza y socialistas se aúna en la espinosa tarea de controlar los 20 delegados y los pueblenses regresan a casa, todavía vuelan las esquirlas del misil scottista que significó el embargo contra la Cooperativa de Obras Sanitarias por la deuda de la tercera y última cuota de 700 mil pesos. Rápidos de reflejos, los seis concejales opositores aprobaron anteanoche una ordenanza para que la Intendencia revea dicha judicialización, siendo que el contrato de concesión contempla una instancia de conciliación previa entre las partes. La avasalladora decisión del grupo gobernante atenta contra los intereses de la población, pues -si la acción judicial progresa- afectará a la Municipalidad o a la Cooperativa de Obras Sanitarias, es decir, al conjunto de los venadenses. “Cualquiera sea la conclusión del litigio, los damnificados seremos los mismos con este embargo de las cuentas, acá ya se sabe quién pierde”, subrayó el edil Oscar Pieroni. “También se sabe quiénes son los únicos que ganarían”, añadió la concejala Patricia Romero, alertando que el embargo por 800 mil pesos, incluye cerca de 200 mil pesos de costas y honorarios, entre cuyos eventuales beneficiarios se cuentan las hijas -ambas abogadas- de los secretarios Juan Vidal y Luis Plantón, según trascendió en la misma sesión legislativa.
“Este es un mensaje muy claro del gobierno municipal. Nos quieren advertir, un día antes de la presentación de las listas de consejeros, que la Cooperativa de Obras Sanitarias será ingobernable sin el scottismo adentro”, remató Claudio Natali. En ese sentido, uno de los más eficientes operadores de Unidad admitió que “la torpeza scottista no tiene fronteras. Por un lado quieren aliarse con Meier y por el otro cometen esa barbaridad del embargo. Así nos vamos a quedar solos”. Una vez más, impulsado por su propia naturaleza pendenciera, el scottismo procedió según una lógica de confrontación, sin dimensionar las consecuencias institucionales y económicas de sus temerarias maniobras políticas.
El intendente y los suyos deberían ser los primeros en detectar que la Cooperativa de Obras Sanitarias necesita, antes que nada, una inmediata pacificación. El odio visceral que se profesan los Zapata y Aisemberg de un lado, y los Demarchi y Vivas del otro lado, no se apagarán echando más leña al fuego. La verdad es que en Obras Sanitarias hay más caudal de odio que de agua potable y que el fétido olor del revanchismo es más intolerable que el de los residuos cloacales que desembocan en las lagunas de tratamiento.
Cualquiera que fuere la coalición que controle el Consejo de Administración, debe saber que contará, desde el vamos, con la mitad de los delegados de la asamblea general en contra. Y nadie podrá gobernar en esas condiciones tan adversas. ¿Será posible la pacificación?

(Publicado el viernes 13 de octubre en diario El Informe de Venado Tuerto)

Presidencia del Concejo, la última batalla política del año


El viernes 9 de diciembre sería la fecha de asunción de los cinco nuevos concejales venadenses, aunque en rigor los debutantes serán dos -el pueblense Oscar Pieroni y la eléctrica Patricia Romero-, pues el scottista Miguel Pedrola, el radical Delfor Hernández y el pueblense Roberto Meier fueron reelectos tras cuatro años de labor parlamentaria. No obstante, la atracción de esta convocatoria no reside en la cantidad de estrenos, sino en la renovación anual de la presidencia del Concejo Municipal, en la cual deberán decidir los nueve ediles, en este caso, los cinco que asumen -o reasumen-, junto a los cuatro que continúan en funciones por dos años más.
Durante los últimos tiempos, aun cuando la oposición contaba con mayoría simple de miembros (cinco sobre nueve), el scottismo logró conservar la estratégica presidencia con la colaboración de un aliado impensable: Roberto Meier. Apenas arribado al cuerpo, en diciembre de 2001, y con la experiencia reciente de belicosas presidencias radicales, el Tío consideró que para atemperar las luchas encarnizadas entre Departamento Ejecutivo y Concejo -los dos organismos políticos que componen la Municipalidad-, era indispensable cederle la conducción al oficialismo. Según la optimista interpretación de Meier, con uno de sus hombres en la presidencia, el intendente Scott tendría que respetar las facultades controladoras del Concejo y establecer una suerte de pacto de gobernabilidad con la oposición. Jamás ocurrió así. Scott se cansó de humillar a todos los concejales, incluido el propio Pedrola, al que luego debió recurrir ante la ausencia de candidatos para liderar la lista, y ahora respaldaría para otra gestión como presidente. Tan sistemático y premeditado es el ataque del intendente al Concejo que al secretario coordinador José Luis Freyre -eterno candidato a la sucesión-, para protegerlo de sus propios desplantes, lo obligó a renunciar apenas seis meses después de asumir como legislador. Más aún, si Scott no dejó de pagarles los sueldos -cree que hacerlo o dejar de hacerlo es una atribución suya- es porque, al fin y al cabo, el Concejo nunca le incomodó demasiado. En este sentido, con cuatro scottistas en el recinto, la oposición ni siquiera podía reunir los seis votos necesarios para rechazarle los vetos a las ordenanzas.
Cuatro años más tarde, Meier debería haber aprendido la lección: aunque le cedan generosamente la presidencia del Concejo, Scott jamás irá contra su naturaleza. El no es un político de consensos, sino de confrontación. Y los concejales, que por lo general se debilitan entre ellos con disputas menores, son una presa tentadora para un intendente que apuesta a dividir para reinar.
Además, en este inminente diciembre, ni siquiera son cinco los ediles opositores que podrían acordar una presidencia no scottista, sino media docena, porque Romero votaría por cualquiera antes que por un soldado oficialista.
¿Una fórmula sencilla? Que pueblenses y radicales se repartan la presidencia, unos en 2006 y otros en 2007. Cierra en la teoría, pero no tanto en la práctica. Aunque en Pueblo comprendieran que no deben seguir siendo funcionales a Scott, podría resultarles complicado pactar con la UCR. Así pues, antes aun de 2006, las dos fuerzas más importantes de la coalición progresista de 2007, Pueblo y la UCR, estarán ante el primer examen público conjunto: ¿depondrán -por razones estratégicas- sus conocidas diferencias, o volverán a cederle al scottismo el estratégico control del Concejo?
Scott ya demostró que no está dispuesto a gobernar junto al Concejo, y muchos menos lo haría en los próximos dos años, con dos tercios del cuerpo en contra y, lo que es peor, con dos candidatos a intendente opositores buscando destacarse desde sus bancas.
En estas condiciones, la UCR y Pueblo tendrían que establecer el primer gran acuerdo político, pero no sólo para imponer el presidente, sino también para conciliar una drástica reorientación de la metodología de trabajo legislativo. Mientras el scottismo intentará retener el cargo en manos de Pedrola para continuar con un Concejo de perfil bajo, la oposición debería ambicionarla para promover una fuerte vinculación con la ciudadanía de sus ordenanzas y resoluciones. Si no se deciden a demandar al intendente por el incumplimiento de los deberes de funcionario público, los ediles opositores tendrán que asumir el protagonismo necesario -presidencia incluida- para dar la lucha política sin más complacencias con el oficialismo.

(Publicado el miércoles 11 de octubre de 2006 en diario El Informe de Venado Tuerto)

La política y la justicia, más enlazadas que de costumbre

La excarcelación de Carlos Fraticelli y Graciela Dieser opacó, con su trascendencia nacional, el resto de los temas políticos de entrecasa, aunque en su embestida, el ex juez acudió a una estrategia política para lapidar a Carlos Reutemann, quien era el gobernador de Santa Fe cuando Natalia fue hallada muerta. Conociendo que su voluntad es alejarse de los escenarios que lo incomodan (hasta el punto de desistir de una nueva postulación a gobernador), Fraticelli y sus calificados asesores eligieron el pico de rating de la conferencia de prensa a la salida de la Alcaidía de Melincué para clavar estocadas contra Reutemann (lo acusa de haberle armado la causa), y su primo Rafael Gutiérrez, presidente de la Corte Suprema de Justicia provincial. Aunque se insinuó que había ensayado una disculpa tras la reacción en cadena de los afectados por sus manifestaciones, un sereno Fraticelli ratificó sus dichos anoche cuando se presentó en la Comisaría 3ª de Rufino.
En otro momento, la pesada descarga de Fraticelli no hubiera inquietado a ningún sector encumbrado del poder, pero hoy se considera desde diferentes ámbitos que la historia oficial del estrangulamiento de la adolescente ya no sería tan hegemónica como antaño, pues en la opinión pública se habría fortalecido la hipótesis del suicidio, como se vislumbró en la calurosa recepción tributada a Fraticelli en su regreso a Rufino luego de seis años. En los próximos meses, la Cámara de Conjueces determinará si Fraticelli y Dieser recuperaron la libertad sólo por un breve lapso y en virtud de un mero tecnicismo, o si los fallos condenatorios a revisar, obedecieron a presiones políticas u otras anomalías.
Yendo de lo particular a lo general, aunque le echen la culpa a jueces y abogados, los sucesivos gobiernos justicialistas provinciales han quedado descolocados frente al tirón de orejas del máximo tribunal nacional, más aún con la influencia que el poder político santafesino -de fuerte impronta menemista entre 1991 y 2003- ejerció siempre sobre la Justicia. Si bien la explosión mediática se precipitó recién con las excarcelaciones de los padres de Natalia, la verdadera bomba había explotado ante nuestras narices cuando la insospechada Corte Suprema de la Nación cuestionó la imparcialidad objetiva de los tribunales penales santafesinos, descubriendo ante los ojos de la ciudadanía las carencias de un deplorable servicio de Justicia que el poder político no supo ni quiso encarrilar.
Por su parte, el mismo juez de Rufino, Víctor Pautasso, ese que Fraticelli tanto maltrató cuando prendió el ventilador en Melincué, acaba de dictar otro fallo en el marco de la inconclusa Batalla del Samco. Sin dar lugar ni a la solicitud de revocatoria de la medida cautelar, ni a la declaración de incompetencia del juzgado rufinense, Pautasso anuló las chances de que el triunvirato scottista liderado por Noemí Azcona -electo en la cuestionada asamblea del 31 de julio- pueda asumir antes de fin de año en la administración del Hospital Gutiérrez. En este sentido, se cree que los sucesivos pasos procesales obligarán a la Provincia a estirar el mandato de Tomás Tibaldi -vence el 15 de noviembre- como interventor del Samco.
Para concluir la columna judicial, otra institución que podría volver a los tribunales en corto lapso es la Cooperativa de Obras Sanitarias, pues la alianza Unidad optaría por ese atajo para impedir que la posible coalición de Vecinos, Luz y Fuerza y Renovación se adueñe del Consejo de Administración. La semana que viene deberán presentarse las listas de candidatos a consejeros (¿serán dos?) que competirán antes de fin de mes, en el transcurso de la asamblea general de delegados. Si bien los referentes de Renovación aún tienen diálogo con todos los sectores, en las próximas horas adoptarían una decisión que, sea cual fuere (¿mantendrán el consenso los tres socialistas y el pueblense?), anticipará el resultado de la elección de consejeros.

(Publicado el viernes 6 de octubre en diario El Informe de Venado Tuerto)