Olimpia y la crónica de una quiebra anunciada

La confirmación de la quiebra de Olimpia en segunda instancia fue, en cierto modo, una noticia previsible, aun cuando el club tiene plazo hasta el 10 del mes entrante para interponer un recurso salvador. Es que la entidad de barrio San Martín, que conoció la gloria en la década de los ’90, auspiciado por el Banco Integrado Departamental, hace más de ocho años que viene eludiendo la liquidación patrimonial con la misma cintura que exhibían el Puma Montecchia o Lucas Victoriano desde la base del quinteto rojo. En marzo del ‘99, la institución había impulsado su propio concurso preventivo para zafar de un inminente pedido de quiebra por parte de algunos de sus acreedores. Caído el BID, su principal patrocinante, Olimpia extendió el período de éxitos deportivos, pero a costa de un fuerte endeudamiento económico. A partir de entonces, con el juez Federico Longobardi a cargo del caso, asume sus funciones el síndico Daniel Lesnaberes y Osvaldo Di Benedetto continúa en sus funciones como presidente. Hasta que en octubre de 2000, el club decide acogerse a los beneficios de la flamante ley de salvataje de entidades deportivas, dando lugar a la suspensión del concurso y, en principio, alejándose un poco más de la quiebra tan temida. Así pues, se forma un triunvirato fiduciario, compuesto por Víctor Hugo Berra, Juan Manzini y Hugo Caviasso, que administra el club bajo la supervisión judicial. El objetivo era conservar la plaza en el torneo de ascenso y, si fuera posible, ascender de categoría, pero también obtener excedentes, a través de la publicidad y los ingresos televisivos, para satisfacer los reclamos de los acreedores, que superaban los 600 mil pesos, según la primera verificación de créditos (más adelante se sumaron los perjudicados por la malograda tómbola). Sin embargo, ante la presión de los damnificados que seguían sin cobrar (API, ex entrenadores y ex jugadores), el juez Longobardi determina la quiebra en junio de 2004, pero la presentación de un recurso ante la Cámara de Apelaciones por parte del triunvirato posterga los efectos de la sentencia, en busca de ganar tiempo para conseguir nuevos patrocinantes. Desde entonces, Olimpia se mezcla entre los animadores de la segunda división del básquet nacional, aunque jamás logra reunir los ingresos suficientes para cumplir con sus acreedores. Tampoco el arribo de la “Gerenciadora Roja” alcanza para ello, a pesar de las buenas campañas. Y ahora acecha la quiebra, entrando en dudas la continuidad de la práctica profesional de básquet en Venado, e incluso el futuro del estadio Olimpia. Llegada esta instancia, la única alternativa para evitar la liquidación patrimonial, y sobrevivir, es el pago a los acreedores, o bien la suscripción de planes de pago. Recién entonces podría pensarse seriamente en la continuidad en los torneos de ascenso. De todos modos, el estadio, construido en el marco de la ley provincial del deporte -impulsada por el entonces legislador santafesino Julio Eggimann-, no puede ser objeto de liquidación, sino que debe permanecer dedicado a fines deportivos. Y aun en la peor de las hipótesis, la disolución de la entidad en el proceso de quiebra, el inmueble sería transferido directamente a manos del gobierno provincial.

(Publicado el martes 31 de julio de 2007 en diario El Informe)

Docampo: "La mierda se combate con mierda"

El viernes 20 de julio se presentó en el envío semanal “En la Tecla” (Canal 12), Alberto Docampo, dispuesto a ofrecer más detalles sobre la denuncia judicial presentada tres días antes contra altos jefes policiales de la región, a los que involucró en el negocio del narcotráfico. En esa ocasión, los periodistas Gustavo Orellano, Juan Franco y Mauro Dalmazzo, entrevistaron a Docampo (“cobrador de incobrables”, según su propia definición) en el inicio del programa. Con el correr de los días, las declaraciones del singular personaje radicado en Venado Tuerto cobraron más y más repercusión, hasta el punto que hoy el conjunto de la dirigencia política local y regional está debatiendo la cuestión que, incluso, ya trascendió en la esfera provincial. Los segmentos más destacados de una entrevista imperdible, donde Alberto Docampo, con 51 años de edad y cerca de 20 detrás de las rejas, cuenta casi todo lo que sabe sobre “la ruta de la droga”, a partir del conocimiento que le brinda su contacto cotidiano con la marginalidad.
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En la Tecla: ¿En qué consiste su denuncia?

Alberto Docampo: Yo presenté la denuncia ante la Fiscalía y se elevó a la doctora Leale, jueza de Instrucción de los Tribunales de Melincué, que dio lugar a la presentación y decidió una custodia personal para mi persona. Lo que estoy denunciando es cómo se traía la droga (de Rosario a Venado), quién la traía y cómo se repartía.

ELT: ¿Contra quiénes son los cargos?

AD: Contra Cristian Romero y Carlos Ramonda, que el año pasado eran los jefes de la AUE (Agrupación Unidades Especiales). Estos son los funcionarios policiales que me ofrecieron vender droga, y que dependen del jefe de la Unidad Regional VIII, Miguel Polenta. A nivel policial, Polenta es la cabeza del departamento (General López), y vos podés pasar una vez, dos veces, tres veces… pero si vos pasás (a la droga) durante un año, o es una persona incapacitada o hay alguna complicidad. También denuncié a Ramonda y a Gallucci (ex jefe del Sindicato de municipales) por enriquecimiento ilícito. Una persona honesta, decente, trabajadora, no puede tener en tan poco tiempo tantas quintas y tantas casas.

ELT: ¿Cómo accedió a los datos para fundamentar esa denuncia?

AD: Mi trabajo me lleva a conocer de estas cosas y de muchas otras. Yo me dedico a trabajar con morosos incobrables y recupero de herramientas. Estoy metido en distintos ámbitos, relacionado con gente buena y también con gente mala.

ELT: ¿Cómo fue esa oferta para vender droga?

AD: Ellos me ofrecieron que vendiera la droga acá, y les dije que de ninguna manera llegaría a eso. Que yo tome porque me guste, es una cosa, pero jamás me pondría a envenenar a las criaturas y a la gente. Soy un consumidor, no un narcotraficante. Ahí comenzó una persecución. Inteligentemente, me fui, sin siquiera decirle nada a mi familia, porque tenía miedo de que me “planten” algo en el auto. ¿Cómo es esto? De noche te tiran algo adentro, a las ocho de la mañana vienen, te hacen un allanamiento, traen testigos y “encuentran algo”, como ya me lo hicieron en varias oportunidades. Por ejemplo, te ponen una nueve (pistola 9 mm), te forman una causa federal y te sacan de circulación por dos o tres años.

ELT: Usted denunció que le habían “plantado” medio kilo de cocaína…

AD: Sí. Me “plantaron” medio kilo el 27 (de junio) y el 2 (de julio) ya estaba en libertad. ¿Qué crees vos? ¿Cómo lo vio a todo esto el juez Sutter Schneider en Rosario? Me hicieron un operativo terrible, con tiros y persecuciones, algo fuera de lo normal. Yo venía con una pareja arriba (en el auto), y supuestamente me encuentran medio kilo de cocaína. En realidad, yo había comprado 500 pesos, pero lo demás me lo “plantaron”.

ELT: Convengamos que medio kilo de cocaína cuesta una fortuna…

AD: Claro, y medio kilo de cocaína no es para consumo… ¿quién va a consumir medio kilo de cocaína? Con eso tenés para cinco meses.

ELT: Después de su denuncia, el juez ordenó un allanamiento en Rosario y secuestró cuatro kilos de cocaína.

AD: Así es. Esa noticia salió publicada en La Capital del 29 de junio. Esa droga era supuestamente para traer a Venado. Ellos, supuestamente, me seguían a mí. Y yo, supuestamente, los seguía a ellos.

ELT: En este momento la gente debe estar preguntándose porqué de pronto plantea una denuncia tan fuerte… ¿qué hay detrás de todo esto?

AD: Es muy simple. Yo sé todo y no sé nada. Mientras no me molestan, yo no molesto. Y a mí me molestaron. Yo me había hecho al costado porque no quería caer en todo esto, pero esta gente insistió e insistió con las persecuciones. La noche que hice esta denuncia había cuatro o cinco autos particulares sin patente y con vidrios polarizados dando vueltas alrededor de mi casa. Yo sentí que no tenía más alternativa que acudir al Poder Judicial y a los medios de comunicación. Me obligaron a esto. Y si yo hablo es porque tengo un respaldo. Cuando la Justicia me llame para la indagatoria correspondiente, yo sé cuáles son mis pruebas.

ELT: Usted sabe que es una denuncia arriesgada, porque si no se comprueba nada, hasta le pueden hacer un juicio por calumnias e injurias…

AD: Que lo hagan, yo sé cómo manejarme.

ELT: Hasta una jueza federal como Laura Cosidoy, en Rosario, tuvo problemas por sus denuncias…

AD: Claro, ella en varias oportunidades dijo que la Policía es la que la tiene mal.

ELT: Usted estuvo varios años preso y debe saber cómo llega la droga a las cárceles. ¿Para usted llega de la misma forma que a Venado?

AD: A los visitantes los requisan de punta a punta, incluso con vejámenes a las mujeres, así que por ese lado seguro que no llega. Más claro, imposible.

ELT: ¿Qué busca con todo esto?

AD: Decir la verdad sobre lo que está sucediendo con la droga en Venado Tuerto, porque hay mucha gente que lo sabe y se calla.

ELT: ¿No cree que sus antecedentes pueden debilitar las denuncias?

AD: ¿Vos pensás que un chico salido de la Universidad puede saber lo que yo sé? No. Entonces, hablando mal y feo… la mierda se combate con mierda.

La "ruta de la droga" y una denuncia inquietante

La denuncia presentada días atrás por Alberto Docampo contra jefes policiales de nuestra región, por el presunto delito de narcotráfico, aún conmueve a la ciudadanía, sorprendida por la fuerte participación mediática del susodicho, que después de acudir al Poder Judicial, recorrió los medios de prensa más importantes de Venado para divulgar la delicada situación. Dicha decisión refuerza la seguridad de Docampo, quien por determinación judicial ya goza de una protección ante eventuales represalias. Haberse presentado, dando la cara, es el mejor resguardo de su integridad al que podría haber recurrido. Además, que toda la comunidad del sur santafesino conozca la gravedad de la denuncia, referida nada menos que a la ruta de la droga que desangra a nuestra juventud, compromete a los agentes judiciales que están a cargo de la investigación a cumplir con más ahínco sus sagrados deberes de funcionario público.
Aunque los antecedentes y las actividades de Docampo podrían resentir, a priori, la credibilidad de sus planteos, él mismo se ocupa de sacar fuerzas de flaquezas, subrayando que el submundo que las circunstancias lo han llevado a transitar, hoy le permiten conocer con absoluta precisión muchos asuntos ajenos al dominio de la mayoría de los ciudadanos. “La mierda se combate con mierda”, dijo Alberto Docampo en el imperdible cierre de la entrevista que concedió el viernes último en el envío En la Tecla (Canal 12). “Mientras no me molestaron, yo no abrí la boca; ahora me molestaron y no voy a parar hasta que ellos acaben en la cárcel”, sentenció con pasmosa serenidad y la copia de la denuncia judicial entre manos.
Es en este punto donde el denunciante se fortalece, cargando las tintas cuando refiere que, después de negarse a la venta de cocaína -él asegura que sólo es consumidor-, vive en un riesgo permanente de que sus denunciados le planten en su domicilio, o en su vehículo, sustancias prohibidas para sacarlo del medio, frase que, en la jerga del hampa, puede adquirir las interpretaciones más diversas.
La incredulidad popular en la resolución de los casos ligados a la corrupción y a la droga, tal vez no alcance los niveles escandalosos de la década de los ’90, pero no se progresó demasiado al respecto, más allá del valorable cambio de caras y, sobre todo, de procedimientos, en el máximo tribunal de justicia de la Nación. Sin ir más lejos, hasta la jueza federal Laura Cosidoy, a pesar de su investidura, puede dar fe de las dificultades padecidas por sus embates contra el narcotráfico. ¿Qué puede pasar con la denuncia de Docampo? De ser veraces sus acusaciones, servirá para reconciliarlo con la sociedad y para comenzar, de una vez por todas, con las postergadas depuraciones; de tratarse de una historia falsa, él mismo deberá hacerse cargo. Que sea una cosa o la otra, pero que la causa no se duerma.

(Publicado el lunes 23 de julio de 2007 en El Informe de Venado Tuerto)

Opositores creen que el clima puede cambiar tras el "huracán" y la nieve

La esperanza es lo último que se pierde, reza el dicho popular, y de él se aferran los postulantes de la oposición. A pesar del formidable rendimiento electoral del oficialista José Freyre en la interna del Frente para la Victoria, aún conservan expectativas el Frente Progresista, con la candidatura a intendente del pueblense Roberto Meier, y el Frente Venadense, con el lucifuercista Jorge Viano como referente.
“Si nevó en Venado Tuerto, porqué no podríamos dar vuelta esta elección… en julio pasó el ‘Huracán Freyre’, pero quién te dice que en septiembre no cambie el viento…”, lanzó, optimista, un alto dirigente meierista al término del cónclave del miércoles entre todas las fuerzas políticas que integran el Frente Progresista local. Convencidos de que no hay tiempo que perder, anoche mismo se llevó a cabo la reunión inaugural del comité de campaña, con un par de miembros de cada sector, destacándose las presencias de Roberto Meier y Lisandro Enrico. En ese marco, las prioridades para los días venideros serían la unificación de la propuesta de gobierno frentista, en tanto que los máximos referentes definirían un paquete de cinco o seis temas que se transformarían en ejes de la próxima campaña. Si bien los líderes del radicalismo, el socialismo, el ARI, el PDP y Mate, habrían coincidido en que los pueblenses, como vencedores de la interna, cuentan con la anuencia para otorgarle un perfil propio a dicha campaña, consideran que la polarización augurada por Meier (con Freyre como antagonista) sólo se lograría endureciendo el discurso opositor, descubriendo las contradicciones del candidato oficialista y mostrando el Gabinete que escoltaría al Tío para gobernar la ciudad. Mientras tanto, Jorge Viano descarta que Meier vaya a modificar su habitual perfil conciliador, y sostiene entre sus allegados que eso le permitiría captar votantes del Frente Progresista, sobre todo entre aquellos que en las primarias se inclinaron por el carácter más aguerrido de Enrico. De todos modos, binneristas y vianistas (recientes aliados de Agustín Rossi) no sólo coinciden en su aversión a todas las expresiones que abrevan en el bielsismo, sino también en el augurio de que el domingo 2 de septiembre se incorporarán unos 6 mil votos positivos, entre los que no sufragaron en las primarias (la ley no les impide hacerlo en las generales) y los votos en blanco que se convertirían en “votos útiles”. Ambos dependen -en buena parte- de ellos para fundamentar sus ambiciones, de apropiarse del Sillón de Aufranc y dos concejalías, los del Frente Progresista; de obtener una banca, los del Frente Venadense. Esa estratégica “cuarta banca” es la que desvela a más de uno, ya que las tres primeras están prácticamente en manos de los scottistas Bibiana Pieli -¿habría un enroque femenino con la jefa de Acción Social, Norma Orlanda?- y Gustavo Giner, y el pueblense Fabián Vernetti. La enriquista Mirian Talamone es, hoy por hoy, la mejor ubicada para ocupar la “cuarta banca”, aunque el scottismo no se resigna -no está tan lejos-, ni tampoco el Frente Venadense, con Oscar Yakas listo para dar el zarpazo. Incluso aceptando la razonable hipótesis del incremento de electores y de votos positivos, la pregunta obligada es porqué beneficiarían a los candidatos opositores en desmedro del oficialista, que podría favorecerse con el “voto a ganador”. Pero, contra esta teoría, los referentes opositores se ilusionan con la aparición del fenómeno del “voto miedo”, sobre todo entre los independientes, que buscaría evitar el desequilibrio político resultante de un triunfo scottista en septiembre con la misma holgura que en julio.
Sin embargo, concientes de que estos factores externos son insuficientes para consumar el milagro que persiguen, la coalición binnerista local y el frente vianista revelaron, por distintos medios, sus intenciones de inaugurar estrategias que se proponen, al menos, obstaculizar la serena marcha de José Freyre. Aprovechando la introducción en la agenda ciertos temas incómodos para el oficialismo, tales como la tercerización de Hacienda y el contrato de los radares, intentarían involucrar a Freyre como protagonista de decisiones polémicas del gobierno municipal, aun cuando, rápido de reflejos, el candidato de Scott salió a desactivar esos presuntos focos de conflicto, anunciando “replanteos” en la tercerización y adelantando que la Municipalidad podría adquirir los cinemómetros para cortar la dependencia con las cuestionadas empresas prestadoras del servicio de control de velocidad en las rutas nacionales. Con admirable cintura política, Freyre consiguió arribar a las primarias sin pagar ningún costo, ni por medidas de gobierno, ni por la insostenible comunión de ortodoxos apuntalados por Scott (pretende imponer la continuidad de la mayoría de sus colaboradores) y porotistas con ínfulas progresistas. En este circo de la política local, si el actual intendente es apodado el Mago en su círculo íntimo, el supersecretario merecería largamente el mote de equilibrista, dadas sus aptitudes para contener en el mismo nido a los halcones que pugnan por sobrevivir y las palomas que buscan ganar espacios a los codazos. Aunque, se sabe, la cercanía del poder suele facilitar estos matrimonios por conveniencia.
Transitando carriles paralelos, Meier y Enrico por un lado, y Viano por el otro, presumen que el humor de la gente puede cambiar desde hoy hasta septiembre, así como se deterioró en corto lapso la imagen otrora todopoderosa del Gobierno nacional. Con este antecedente, el oficialismo venadense se desplaza despacito y por las piedras, evaluando cada movimiento y sabiendo que después de la contundente victoria del 1 de julio tiene muy poco para ganar y mucho para perder.

(Publicado el viernes 13 de julio en diario El Informe de Venado Tuerto)

Ahora sólo falta que llueva café

Hay que remontarse, tal vez, al último Mundial ganado por nuestra Selección nacional -la del gol de Diego a los ingleses-, hace más de 20 años, para encontrar el último episodio de espontánea y masiva congregación popular, comparable al que se dio ayer en Venado, y en otras tantas localidades de la región y el país, sorprendidas por una nevada tan intensa como inusual para la pampa húmeda que se caracteriza por otras bellezas naturales. Es que si bien son centenares los venadenses que visitan la nieve con frecuencia, en las serranías cordobesas o en los magníficos parajes patagónicos, el fenómeno climático de la víspera horizontalizó las emociones. Esta vez la nieve había venido a visitarnos a nosotros, después de 34 años, aunque en aquella oportunidad había sido más efímera, casi una visita de médico, según cuentan los mayores. Si hasta los que acostumbran a disfrutar de las vacaciones de invierno en el sur, y esta vez se quedaron en la ciudad, gozaron más aún de la nieve, sin esquíes ni pendientes, pero en compañía de vecinos, parientes y amigos, en las mismas plazas y paseos de toda la vida, deleitándose también con el insospechado entorno de sus propios hogares y arboledas, otrora verdes o amarillentas, según la época, pero jamás blanquecinas, como en el amanecer de este histórico 9 de julio.
Los más emocionados por el aluvión de copos de nieve eran los más chiquitos y los ancianos, algunos de ellos con los ojos humedecidos por el llanto. “En julio del ’73 había ido a visitar a una hermana en Buenos Aires, y me perdí la nevada. Pensé que jamás vería la nieve. No puedo parar de llorar…”, confesaba una señora, en el centro de la plaza San Martín, entre lágrimas y estornudos. Mientras tanto, no faltaron los que se presumen de ingeniosos, atosigando a conocidos mediante cadenas de mails y mensajes de texto, con el reconocimiento de que un candidato local había cumplido, sin mayores demoras, con la promesa de hacer nevar en Venado… para felicidad de todos los niños.
La red de informaciones había empezado temprano, siendo los pioneros aquellos que, aprovechando el feriado del Día de la Independencia, transitaban la ciudad de madrugada. Cerca de las dos de la mañana, ya no había lugar para confusiones… ni agua nieve, ni nevisca ni garrotillo, ni nada de eso que se le parece, pero no es… ¡era nieve, nomás! Más cerca del mediodía, los servicios telefónicos, sobre todo los de mensajes de texto, estaban al borde del colapso. Muchos creyeron que se trataba de una broma de mal gusto, como un periodista que recibió el mensaje en su celular, y respondió, malhumorado, sin levantarse de la cama: “Sí, y mañana llueve café”.
Afuera, cámaras fotográficas digitales -dicen que en los supermercados ayer se agotó el stock- y filmadoras inmortalizaban la nevada y los clásicos muñecos. Uno de los fotógrafos de ocasión, que había llegado al centro en una cuatro por cuatro desde una quinta de la ruta 8, aguó la fiesta de los que escucharon su amarga descripción de algunas casillitas de chapa de las afueras, cubiertas de nieve, más heladas que de costumbre, con cabecitas pequeñitas asomando, entre asombradas y sufrientes.
Esta vez nos visitó la nieve, y nos sacó a todos a la calle, al mismo tiempo. Un verdadero fenómeno, digno de imitación.

(Publicado el martes 10 de julio en diario El Informe de Venado Tuerto)

Meier apuesta a la "polarización", pero Viano y Delfor jugarán su propio partido

Después del “huracán Freyre” que sopló en las elecciones primarias del domingo último, el tiempo no corre con la misma velocidad para todos. En los despachos del candidato oficialista, José Freyre, los días se hacen interminables. “Ya pasaron cinco, pero faltan otros 58”, sacan cuentas en el entorno porotista, tomando como referencia el 2 de septiembre de los comicios generales, con una ansiedad que contrasta con la pasmosa calma del triunfante supersecretario. Dispuesto a no darle ni un solo tranco de ventaja a la oposición, Freyre se apuró en correrle la línea a su militancia, imponiendo un nuevo desafío: captar más adhesiones aún para obtener la cuarta concejalía (las tres primeras ya están en manos de los scottistas Bibiana Pieli y Gustavo Giner, y del pueblense Fabián Vernetti). Apenas iniciada la semana, los cuatro candidatos sobrevivientes descubrieron sus primeras movidas. Así como Freyre apeló a la estrategia de ensanchar los objetivos, el candidato del Frente Progresista, Roberto Meier, se propone instalar un escenario de polarización entre Freyre y él, casi como si las generales fueran un ballottage. Sin embargo, los postulantes del Frente Venadense, Jorge Viano, y de la UCR, Delfor Hernández, adelantaron que están dispuestos a jugar su propio partido. El sindicalista dijo que, a través de Oscar Yakas, darán pelea por la cuarta banca, y Delfor Hernández, con menos chances, busca fortalecerse desde su condición de único radical en la carrera por el Sillón de Aufranc. Así como las matemáticas determinan que los sufragios del Frente Progresista, sumados a los de Viano y Delfor, superan los de Freyre, en términos políticos esa acumulación es incomprobable, y hasta improbable. Aun cuando existe un grave enfrentamiento político y personal con el intendente Scott, Viano jamás haría ni un solo gesto para beneficiar a Meier, con el que también conserva (y acrecienta) diferencias insalvables a partir de las incursiones del barbado edil en las elecciones eléctricas. Por su parte, Hernández, que en las primarias resultó funcional a Meier para eliminar de la competencia a su adversario interno Lisandro Enrico, en los comicios generales favorecerá los intereses del oficialismo, al menos si consigue cristalizar el declarado objetivo de absorber votos radicales de la coalición binnerista. Tal vez a Jorge Viano un escenario con Freyre y Meier como únicas opciones le resulte incómodo, pero no sería el caso de Delfor, devenido en el opositor predilecto de Scott, hasta el punto que fue electo presidente del Concejo con los votos de sus pares oficialistas.
Estas razonables apetencias de lucifuercistas y dematiístas, junto con el previsible éxodo de algunos simpatizantes enriquistas, no dejarían demasiado margen de crecimiento para Meier. Además, los votos en blanco en la categoría de intendente no fueron tantos (menos de 4 mil), y si bien en Venado no se registró un gran caudal de votantes (apenas superó el 70 por ciento), tampoco vale la pena ilusionarse con un súbito incremento de electores en septiembre. Mucho menos factible es captar adherentes entre los votantes ganadores que respaldaron al oficialismo. Entonces, aun cuando Poroto ya hubiera llegado a la cresta de su rendimiento electoral, ¿de dónde saldrían los votos para revertir una tendencia tan marcada?

Tibias esperanzas
A pesar de todo, Roberto Meier dispone de algunas novedades alentadoras, después de haberle ganado a Enrico una interna opacada por el paso del “huracán Freyre”. El primer dato es que, en septiembre, el Tío integrará una boleta sábana de cinco cuerpos, como Freyre en las primarias, que evitará cualquier confusión dentro del cuarto oscuro. Así como el domingo último los referentes locales, como José Freyre y Ricardo Spinozzi, traccionaron votos para el precandidato a gobernador Rafael Bielsa desde abajo, los meieristas también consideran que en el próximo turno se beneficiarán con la disputa de una suerte de ballottage entre el Frente Progresista de Hermes Binner y el Frente para la Victoria del ex canciller, cuya infartante paridad arrastrará votos en sentido inverso, es decir desde arriba. Además, la composición definitiva de la sábana favorece, en principio, las expectativas de contener la mayoría de los votos aportados por los radicales frentistas. ¿Por qué? En el medio de la boleta, en la categoría del senador provincial, Meier estará flanqueado por el caudillo radical Juan Enrique Lombardi, y en el extremo derecho, la enriquista Mirian Talamone ocupará el segundo puesto de la lista de concejales, debajo de Vernetti. Cabe acotar que de conservarse en las generales la proporción electoral del 1 de julio, Talamone se adueñará de la deseada cuarta banca -la que abandona Enrico por conclusión de mandato-, relegando las aspiraciones de la jefa de Acción Social, Norma Orlanda, tercera en la nómina oficialista.
Aunque todavía luce dolido por la derrota en la interna, y por la permanencia de Hernández con el discurso zumbón de la “dignidad radical”, Enrico se reunirá el martes próximo con Meier, junto a sus respectivos colaboradores, para acordar una estrategia antes de involucrarse activamente en la campaña. Tal vez, para sus adentros, no lo entusiasme tanto la candidatura a intendente del Tío, pero se le avecinan necesidades políticas influyentes para su futuro inmediato: que Binner sea electo gobernador; que Talamone retenga la banca; y que Delfor no se alce con una pila de votos que lo instale como nuevo referente del radicalismo. Por eso, los pueblenses intuyen que el Pibe adoptará una actitud de compromiso con la causa del Frente Progresista (“Aunque no nos une el amor, nos une el espanto”, admiten), y no sólo para contener votantes de la UCR, el PDP y el ARI, sino también para reforzar con su carácter aguerrido una inminente campaña que el concejal Meier tendrá que liderar con ritmo, intensidad y ambiciones superadoras a las demostradas hasta el momento.
La otra gran esperanza meierista, además de la ilusión de contener, como base de lanzamiento, los 12 mil votos de las primarias y contar en las generales con el viento a favor del “efecto Binner”, es que en el plano local se genere la polarización que auguran, es decir una suerte de ballottage entre Meier y Freyre, apelando a que el electorado apueste al “voto útil”. El propio candidato lo planteó en el comienzo de la semana: “Quedamos solamente dos postulantes con chances de ser intendente: uno es Freyre y el otro soy yo. Los que no desean la continuidad de este gobierno, tendrían que apoyarme a mí…”, sintetizó el Tío, con cierta dosis de voluntarismo, ya que -como quedó dicho más arriba- hay jefes opositores que abjuran del scottismo, pero tampoco lo digieren a él. En este sentido, los pueblenses, un poco en broma y un poco en serio, se lamentan de que en el régimen electoral santafesino no impere la “segunda vuelta”, o ballottage, donde sólo clasifican los dos más votados, como Mauricio Macri y Daniel Filmus en la reciente elección porteña.

(Publicado el viernes 6 de julio de 2007 en diario El Informe de Venado Tuerto)

Tras el "huracán Freyre", Meier queda a la espera de un milagro


Con un aluvión del 44 por ciento de los votos en las primarias venadenses, el scottista José Freyre se convirtió en el candidato a intendente del Frente para la Victoria rumbo las elecciones de septiembre y, al mismo tiempo, resultó el gran triunfador de la jornada, aventajando en forma contundente al Frente Progresista, en cuya interna se impuso ajustadamente el pueblense Roberto Meier ante el radical Lisandro Enrico. En la edición del viernes último señalamos que “los scottistas descuentan un triunfo abrumador en la interna del Frente para la Victoria ante el estoico Oscar Barotto, y auguran, al mismo tiempo, una ventaja decisiva sobre el opositor Frente Progresista”. Con los resultados puestos, no hay dudas de que el oficialismo cumplió con creces sus propósitos electorales, ya que obtuvo más de 4 mil votos (unos 12 puntos) de diferencia frente a la coalición binnerista, sobre la cual habíamos considerado que “… entre ambos (Meier y Enrico), este domingo (por ayer) no pueden menos que empardar al postulante oficialista, si es que pretenden conservar las ilusiones intactas hasta el definitorio 2 de septiembre de los comicios generales”. Demasiado lejos quedaron los dos concejales de emparejar la línea de Freyre como para no resentir sus expectativas. Ni siquiera habría alcanzado el mencionado empate, ya que después de esta clase de internas en los frentes integrados por partidos políticos diferentes, suele suceder que el vencedor no cuente en las generales con la totalidad de los votos del grupo perdedor. En estas condiciones, la ventaja de Freyre podría considerarse como irreversible, sobre todo ante las posibilidades prácticamente nulas de que Meier se beneficie en septiembre con un redireccionamiento de los votos de Jorge Viano y Delfor Hernández. En primer lugar porque en reiteradas oportunidades el jefe lucifuercista y el ex intendente Ernesto De Mattía (máximo referente del sector de la UCR que postuló a Delfor) sufrieron los más agrios desplantes del líder pueblense. Y también porque ambos candidatos aspiran a un mayor lucimiento en el próximo turno: con el traspié de Enrico, Delfor tendrá el estímulo de erigirse en el único radical en carrera por la Intendencia; y Viano, el otro justicialista en danza a través del Frente Venadense (además de Freyre), tratará de ganar nuevos adeptos profundizando su perfil opositor. Anoche, en el bunker vianista admitían, en sintonía con los delforistas, que la circunstancia de presentar lista única los había limitado en su desarrollo electoral. “Yendo solos la motivación no es la misma, pero en septiembre será otra cosa”, advertían.
De todos modos, Meier confía en que las generales marcarán una fuerte polarización entre su candidatura y la de Freyre, dando a entender que la mayoría de las voluntades opositoras se concentrarán en respaldo a su figura. Optimista a ultranza, a pesar del arrasador huracán porotista, el Tío auguró también que los cuantiosos votos en blanco de las primarias se reducirán a su mínima expresión en las generales. “Enrico y yo, que no teníamos el voto sábana como Freyre, fuimos los más perjudicados por equívocos que dieron lugar a numerosos votos en blanco y anulados”, declaró Meier a una FM, aun cuando alabó la performance del postulante oficialista y evitó poner excusas.
Con pocas expectativas de beneficiarse con la transferencia conciliada de votos de Viano y Hernández, y menos aún de captar votos porotistas, Meier, devenido candidato único del Frente Progresista, depende ahora de un milagro para impedir el continuismo scottista en la ciudad. Entre otras cosas, más allá de sus hipótesis sobre la polarización y la reconversión de votos en blanco, deberá consolidar una verdadera coalición entre las seis fuerzas frentistas (la prioridad es contener los casi 12 mil votos de ayer), mostrar los miembros de un eventual gabinete y liderar una campaña con otras pretensiones, menos voluntarista y testimonial, más ambiciosa y aguerrida. Caso contrario, Meier no tendrá mayores chances en la batalla final contra el poderoso aparato municipal, representado por un destacado candidato como Freyre, y reforzado con el deslumbrante rendimiento electoral del senador Ricardo Spinozzi, cuya presencia en la misma boleta favoreció tanto a Poroto como al precandidato a gobernador Rafael Bielsa. Asimismo, colgado en la sábana de diputados provinciales, el hábil Jorge Lagna se aseguró otros cuatro años en la Cámara baja santafesina, incluso ante una victoria del socialista Hermes Binner.
Por su parte, Lisandro Enrico (¿arrepentido como Meier de no haber acordado una lista única?), después de protagonizar una destacada y tempranera campaña, se transformó en un digno perdedor de la interna, ya que cayó por poco más de mil votos ante el candidato que un año atrás lo triplicaba en las encuestas. En este sentido, también cabe acotar que la presencia de Hernández por fuera del binnerismo, y portando el sello de la UCR, privó al Pibe de decisivos votos boinablanca que podrían haberle ayudado a doblegar a los pueblenses. Sacando fuerzas de flaquezas, Enrico se propone ahora ahogar las penas colocando a Mirian Talamone, consagrada número dos de la lista de ediles del Frente Progresista -detrás del meierista Fabián Vernetti-, como su reemplazante en el Concejo a partir de diciembre. No será un trámite sencillo, de todos modos, porque si el porotismo aumenta aún más su caudal, además de retener las bancas de Bibiana Pieli y Gustavo Giner, podría incorporar una tercera concejalía para la actual jefa de Acción Social, Norma Orlanda.
Con una figura tan atractiva para el tradicional votante peronista como para el indescifrable electorado independiente, José Freyre se calzó con suficiencia el traje de candidato a intendente en un domingo sólo comparable con el de la categórica reelección de Roberto Scott en el ’99. Cauteloso, Poroto evitó sumarse a la ola triunfalista de los más desaforados de su entorno; prometió reintegrarse a sus funciones a partir de la mañana de hoy; y convocó a los suyos a no dormirse en los laureles. Obsesivo como pocos, es conciente de que la ventaja obtenida es prácticamente indescontable, pero jamás cometería el pecado de relajarse justo ahora, cuando el Sillón de Aufranc está a la vuelta de la esquina. Con festejos desenfrenados y discursos encendidos en el centro de cómputos de Freyre, y celebraciones más mesuradas en el cuartel pueblense, se apagó otra emotiva jornada electoral, la antesala de las generales, que incorporó como nota inquietante los más de 9 mil votos entre blancos y anulados para la elección de gobernador. Según Meier, el fenómeno obedeció mayoritariamente a errores de los electores que no votaban sábanas, lo cual es grave, porque significa que la ciudadanía no conoce el sistema, aunque también se insinúa que, con ese comportamiento, muchos expresaron su repudio a la obligatoriedad de votar en las internas. Sin dudas que esta ley es perfectible, pero habría que tener en cuenta que ayer no aparecieron en las boletas tantos impresentables como en los tiempos de la Ley de Lemas, y también tendríamos que recordar que, antes, cuando los candidatos eran elegidos en internas cerradas, donde sólo votaban los afiliados, por lo general no ganaban los mejores, sino los que controlaban el aparato, imponiendo un menú de postulantes nefastos al resto de la sociedad.

(Publicado el lunes 2 de julio de 2007 en diario El Informe de Venado Tuerto)