Venado fue, y aún es, una ciudad históricamente desatendida por los gobiernos santafesinos, tanto como el resto del sur-sur, tildado de “rico y opulento” en la ciudad capital, incluso cuando el campo y la agroindustria no se mostraban florecientes como en nuestros días. Sin embargo, a partir de esas discriminaciones, la falta de representación en la mesa de las decisiones y, además, la distancia que nos separa de la Casa Gris, los venadenses, junto con algunos vecinos, nos acostumbramos a vivir con lo nuestro.
A partir de la asunción del nuevo gobierno provincial, proyecto de regionalización mediante, las distancias empiezan a acortarse, pues al erigirse en uno de los cinco nodos estratégicos, la ciudad deberá ser dotada de la infraestructura adecuada mediante las indispensables inversiones. En este sentido, no sólo se menciona la posibilidad de trasladar en los próximos meses las oficinas de Trabajo y el Registro Civil a un ámbito digno y funcional, sino que también crecen las expectativas por la posible construcción de un nuevo hospital para el sur santafesino, según deslizó el jefe regional de Salud, Armando Alianak, tras la reunión mantenida una semana atrás con el ministro del área, Miguel Angel Capiello. Si bien esa misma expresión de deseos la había planteado hace tres años el entonces ministro de Salud obeidista, Juan Silvestre Begnis, hoy el contexto político es más favorable, precisamente por la urgencia binnerista de que cada una de las ciudades cabecera de región cuente con las fortalezas para asumir esa condición.
A estas alturas, está claro que el viejo Hospital “Alejandro Gutiérrez” no puede satisfacer la creciente demanda de prestaciones desde todos los puntos de la zona, y que se requiere destinar una inversión millonaria para edificar un centro médico moderno. Mientras tanto, el gobernador Hermes Binner acaba de ratificar en su reciente visita a Venado la inminente derogación de la “ley Samco”, a los efectos de modificar drásticamente este insostenible sistema de administración de los hospitales provinciales.
Asimismo, cabe destacar la flexibilidad oficialista para los nombramientos en el área, pues lejos de distribuir los cargos entre sus militantes, además de designar como director médico a Reynaldo Casco -ex candidato a concejal scottista-, acaba de ungir como interventor del Samco a un contador oriundo de San Gregorio, de apellido Martino, que había ingresado -por concurso- durante la gestión administrativa liderada por Luis Cuicchi, ligado el dirigente justicialista Jorge Viano. Lejos de las controversias judiciales y las internas partidarias de antaño, es casi un sueño que ahora se esté hablando de la construcción del nuevo “Hospital Gutiérrez”.
(Publicado el miércoles 13 de febrero de 2008 en diario El Informe)
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