Se fue el Quito, el del corazón más grande


Ninguno de nosotros lo puede creer todavía. Será que la mayoría de sus amigos, de entre 40 y 50 años, ni siquiera había experimentado antes una pérdida tan conmovedora. Brutal fue la enfermedad que soportó, cruel y devastadora, y así tenía que ser para que venciera sus fuerzas gigantes, sus proyectos, sus pasiones. Con un poco de respiro que le hubiera dado, el Quito ganaba la partida, sin dudas. No somos de los que entienden que la muerte, por sí sola, redime a las personas; por el contrario, creemos sinceramente que muchas, de tanto daño que causan en el recorrido por la vida, no merecerían tantas oportunidades. En cambio, en la valiosa existencia del Quito, de apenas 43 años, no hay maldades que ocultar, ni virtudes que exagerar. Basta con repasar esas fortalezas que lo hacían admirable. Amigo con mayúsculas, servicial y solidario, siempre dispuesto a ayudar, a jugarse por el otro, sin pedir nada a cambio. Esposo y padre ejemplar; hijo adorado, como su entrañable hermano Nano, de los viejos Emilio y Elba. Militante político de envidiable capacidad (en el Frente Grande, Pueblo, el Partido Socialista), que incluso pudo ser concejal de la ciudad, si él mismo no hubiera resignado posibles candidaturas para dedicarse por entero a la empresa de fundición, su más grande sueño personal, por el que también había postergado la carrera de ingeniería en la Universidad Tecnológica (donde también se destacó en el Centro de Estudiantes), a la que de tanto en tanto se proponía reanudar, y concluir, de poco que le faltaba para graduarse. También se recordarán sus idealistas embestidas de años atrás, a través de la agrupación Unirce, en las elecciones de la Cooperativa Eléctrica, que no fueron en vano, como nada de lo que acometió en su vida, porque más tarde el propio grupo gobernante se apropió de aquellas banderas que el Quito levantó con más enjundia que nadie, y democratizó la compañía. En su proyecto empresarial, recibió el apoyo de los más importantes empresarios locales, cosechando las mieles de su talento, seriedad y profesionalismo. Pero el destino no le dio la oportunidad de levantar vuelo -solo le faltó tiempo-, como lo había hecho desde muy chico en heroicas estiradas custodiando los tres palos de Defensores Talleres o, hasta mediados del año pasado, en los torneos sabatinos con los chicos de El Empalme, donde descolgó sus últimos centros y se arrojó, temerario -como siempre-, a los pies del atacante, sediento de gol, que invadía el área con pelota dominada.
Todos nosotros, sus amigos, estamos más desprotegidos desde ese tremendo 23 de junio, más solos, más frágiles, más vacíos. Ya no volveremos a ser lo que fuimos. Ninguno. Es como si una garra feroz hubiera arrancado de cuajo lo mejor de nosotros… como si hubiera elegido, perversa, donde lastimarnos más, donde herirnos sin esperanzas de cicatrizarse y sin remedio al que acudir. Será que no se puede reparar tanta injusticia.
Daniel Sacco, o el Quito para muchos de sus amigos, estará siempre entre nosotros, en el mejor de los recuerdos. Y es posible que alguna vez, alguno de sus pequeños hijos, Dianela o Enzo, descubran a cualquiera de los amigos de papá con la vista fija sobre ellos, reconcentrada, como perdida… no hagan caso, será por las ganas de reencontrarnos con el Quito, que seguirá mirando, desde donde cada uno crea que esté, a través de los ojos vivaces de sus dos más grandes creaciones, ésas que caminarán por la vida con el orgullo de llevar el apellido de un padre ejemplar.


Los amigos de La Casita (y los otros también…)

Contundente desmentida de Federación Agraria a Roberto Scott

Como lo había prometido, el secretario de Relaciones Internacionales y director de Federación Agraria Argentina, Pedro Peretti, llegó a Venado Tuerto en la noche del viernes último para debatir con el ex intendente Roberto Scott en el envío En la Tecla (Canal 12), sobre presuntas desventajas económicas que habría causado a los pequeños y medianos productores el rechazo de la Resolución 125 (retenciones móviles). En declaraciones al citado programa, Scott había estimando ese perjuicio en 4 mil millones de dólares -desde marzo de 2008 hasta el presente-, culpando a la Federación Agraria y, en particular, a su presidente Eduardo Buzzi. Semanas después, esas críticas se propagaron a través de decenas de medios de todo el país, generando el disgusto de los federados y la voluntad de Peretti de visitar Venado Tuerto para debatir mano a mano con el ex intendente. Aunque Scott no aceptó el desafío, el dirigente agropecuario denunció que las expresiones de Scott se enmarcan en una “operación política” kirchnerista, que no toleró el 60 por ciento de imagen positiva de Buzzi que reflejaron las encuestas, tras reconocer su ambición de postularse a gobernador de Santa Fe, con apoyo duhaldista y, tal vez, reutemista. “Scott miente cuando dice que los pequeños y medianos productores perdieron 4 mil millones de dólares por la caída de la Resolución 125, cuyos contenidos ni siquiera leyó. Lo cierto es que dicha Resolución entraba en vigencia el 13 de marzo de 2008 y fenecía el 30 de octubre del mismo año”, obligando a vender todo el cereal antes de esa fecha y favoreciendo a las agro-exportadoras cartelizadas. “Además -agregó-, según todos los estudios realizados, suponiendo que la 125 estuviera vigente a la fecha, con este precio de la soja, apenas estaría dando una mejoría del 1 por ciento respecto del actual sistema de retenciones fijas. Entonces, se están diciendo disparates con el objetivo de generar un relato que no tiene nada ver con la realidad”.
“Si las declaraciones de Scott (en Venado Tuerto) datan de principio de abril, y los medios oficialistas le dieron trascendencia nacional 45 días después, es porque en el Gobierno tomaron nota de la abrumadora imagen positiva de Buzzi en la provincia”, razonó el dirigente oriundo de Máximo Paz.


Segmentar retenciones
La propuesta de Buzzi de subir el dólar a cinco pesos dio lugar a fuertes críticas de distintos sectores, pero Pedro Peretti aclaró que la modificación del tipo de cambio surgió como un plan B, remarcando que la prioridad de Federación Agraria es segmentar las retenciones. “Puede ser razonable que un gran productor pague hoy el 35 por ciento, pero los más pequeños no deberían tributar más del 10 por ciento”, observó el dirigente agrario. “El problema es que nosotros vendemos nuestra producción con un dólar de 2,30 pesos y pagamos insumos y servicios con un dólar de 3,90 pesos. Sucede que hay debates irresueltos, como las retenciones, y el que tal vez sea la discusión de fondo en el conflicto agrario: quién siembra en la pampa húmeda, si lo hacen 150 mil pequeños y medianos productores, o lo hacen 3 mil pools de siembra. Así como en los ’90 los productores se fundían, a este ritmo, en cinco años nos quedaremos sin pequeños y medianos productores, que se convertirán en arrendatarios, favoreciendo ‘una agricultura sin agricultores’, con graves consecuencias para los pueblos del interior, porque la plata se va a otro lado”, advirtió Peretti.
Con estadísticas precisas para avalar sus palabras, el director de Federación Agraria recordó que “desde el desembarco de los Kirchner en la Casa Rosada, se sembraron nueve millones de hectáreas más de soja; se desforestaron dos millones de hectáreas de bosques naturales -con propósitos sojeros-; el 70 por ciento de la superficie cultivable está sembrada de soja, y la oleaginosa desplazó a la ganadería en unas 11 millones de hectáreas, expulsando 60 mil chacras mixtas de la pampa húmeda. Con todo esto, la soja aportará unos 9 mil millones de dólares a la gran ‘caja’ nacional. En síntesis, la soja y el kirchnerismo son el uno para el otro. Por eso, más allá de los discursos, sufrimos un monocultivo de soja inducido por el Gobierno”, sentenció Pedro Peretti. Con el mismo énfasis, divulgó preocupantes datos sobre la desnacionalización de la tierra en el país, puntualizando que además de las 20 millones de hectáreas extranjerizadas, hay otras 15 millones en venta, con el detalle filoso de que Néstor Kirchner -lo comparó con el General Roca- cuenta en su haber con 1,7 millones de hectáreas extranjerizadas en la Patagonia.


Como el menemismo
“El kirchnerismo podrá tener perfiles progresistas en algunos temas, pero en materia agropecuaria es una continuidad exacta del menemismo. No se dan las mismas circunstancias que en los ’90, pero nos encontramos con este fenómeno de transformación de pequeños productores en arrendatarios, que no debería ser el objetivo de una política agropecuaria; y si alguien alquila su campo, es porque no le conviene producir, y eso es consecuencia de una política económica nacional equivocada”, expresó el dirigente. Y añadió: “No entiendo cómo pueden calificar de exitosa una estrategia que convierte a productores en arrendatarios. Como tampoco es para entusiasmarse una pampa húmeda signada por el monocultivo. La Argentina lamentará haber hecho desaparecer 60 mil explotaciones mixtas y transformar chacareros experimentados en meros arrendatarios, para evitar fundirse. Hoy, a pesar de los fabulosos rindes, el productor pequeño no tiene una rentabilidad acorde. Y, por otra parte, cabe aclarar que si se recompusieron los precios en la ganadería, es por la falta de 10 millones de cabeza en el stock global. Por eso Federación Agraria reclama un plan ganadero nacional de largo plazo, con la participación de todos los sectores, y sin más demoras, porque hay miles y miles de puestos laborales amenazados”, completó.

(Publicado el lunes 14 de junio de 2010 en El Informe)

Scott aviva antinomias que dañan a Freyre y al propio "plan K"

Por esos fenómenos extraños que suelen darse en el mundo de Internet, la semana pasada adquirió trascendencia nacional la entrevista con el ex intendente Roberto Scott que se había emitido el viernes 9 de abril en el envío local En la Tecla (Canal 12) y que el sábado 10 se proyectó a toda la región a través del cable firmatense. Esa misma nota se reprodujo días más tarde en el cable de la ciudad de Casilda. Y cuando casi nadie recordaba el aluvión de ataques de Scott a Carlos Reutemann, Mauricio Macri, Julio Cobos, Francisco De Narvaiz, la Mesa de Enlace, el Grupo Clarín y hasta el venadense Ricardo Spinozzi, el archivo de audio fue rescatado de un portal de Internet y enseguida se multiplicó por decenas, hasta que llegó a oídos de la producción del oficialista 6, 7, 8 (Canal 7), que no vaciló en darle aire, más allá de que el protagonista, según sus propias palabras, sea un ex funcionario retirado de la política. Además, el viernes último, entrevistado por Víctor Hugo Morales en el programa La Mañana (Radio Continental), Scott sacó a relucir una vez más su discurso kirchnerista para condenar a Eduardo Buzzi y Alfredo De Angeli, que poco antes habían sido víctimas de sendas agresiones en confusos episodios. Pero mientras el ex intendente venadense regresaba a las primeras planas, como en los viejos tiempos, varios dirigentes peronistas locales se agarraban la cabeza por los perjuicios políticos que podría causar esta embestida mediática desaforada e inoportuna. Es que el Gobierno, aunque prácticamente no generó nada sustancial en materia de política agropecuaria en los casi dos años transcurridos desde el “voto no positivo”, en este período preelectoral que se avecina, pretende mejorar las relaciones con el sector agropecuario, que lo había respaldado en las presidenciales de 2007, así como lo está intentando ahora con referentes del PJ que hasta no hace mucho recibían el mote de “traidores” y “destituyentes”. Hasta el diputado nacional Agustín Rossi, de indiscutible procedencia kirchnerista, deslizó más de una vez la posibilidad de discutir una baja de las retenciones, en consonancia con los pedidos ruralistas. Pero Scott, desde el centro neurálgico de la pampa húmeda, boicotea esta sensata estrategia con el fanatismo de los conversos, aun cuando las posiciones del veterano caudillo en temas ligados a derechos humanos lo tornarían indigesto para un kirchnerista de paladar negro.
La historia recuerda que, a mediados de 2008, le advirtió a su yerno y sucesor, el intendente José Freyre, que tomara distancia del reutemismo y se enrolara en el Frente para la Victoria. Con su reconocida frontalidad, Scott aseguró que, caso contrario, no habría obras para Venado. Y el tiempo le dio la razón. Los anuncios para esta ciudad se sucedieron, uno tras otro, apenas Freyre -entre la espada y la pared- se decidió a liderar la Liga de Intendentes que recibiría en los próximos días a Néstor Kirchner en la localidad de Pérez.
En cambio, se equivoca Scott cuando dibuja cuentas del dinero que perdieron los pequeños y medianos productores por no ratificarse, en Senadores, el proyecto oficialista de retenciones móviles (ante la caída del precio de la soja) reformado en Diputados. El primer equívoco es que aquel proyecto tenía fecha de vencimiento en pocos meses, por lo cual es una temeridad proyectarlo hasta nuestros días. Otro aspecto insoslayable es que la Casa Rosada, que no quería que en el Congreso se tocara “ni una coma” del proyecto original, estaba dispuesta a librar una batalla a todo o nada, y la Mesa de Enlace estaba convencida de que en ese clima de beligerancia no se le otorgaría ninguna concesión, como reintegros y compensaciones. Más aún cuando -tras la cuestionable “125” que trataba como iguales a productores de miles de hectáreas y a pequeños chacareros-, la iniciativa aprobada en Diputados no había sido el fruto de un consenso entre las principales fuerzas, sino que en una agotadora madrugada, el texto se había flexibilizado hasta colectar la cantidad de legisladores, propios y extraños, que dieran al oficialismo el número necesario. La verdad es que la instrucción que cumplió Rossi fue “juntar votos”, pues no había voluntad acuerdista del Gobierno, como tampoco del ruralismo, envalentonado por el apoyo popular, con cortes y escraches que lo desbordaron. Con más de vengativos que de estadistas, los Kirchner nunca más convocaron seriamente para discutir políticas agropecuarias. No lo hicieron para las retenciones, ni por la extranjerización de la tierra, ni por el rol de las agroexportadoras, ni por la concentración de la tierra y de la producción. Tampoco para revisar la ley de arrendamientos, o las excesivas ventajas impositivas otorgadas a los fideicomisos agrarios, que están generando poco a poco una “agricultura sin agricultores”.
Además de conspirar contra las estrategias macropolíticas K, las explosivas declaraciones de Roberto Scott también pecan de inoportunas en el escenario político local, porque ayudan a profundizar las inocultables discrepancias de porotistas y scottistas con los reutemistas, que en la región comandan los legisladores Ricardo Spinozzi y Jorge Lagna. Con mediciones de intención de voto por encima del 40 por ciento, Freyre atesora una notable consideración de la ciudadanía (incluso con su figura superando la gestión municipal), pero todo podría cambiar bruscamente si el reutemismo, que se calzará el traje del Peronismo Federal en la provincia de Santa Fe, lanza un atractivo postulante a intendente, por ejemplo. Renuente a dimensionar estos riesgos, Roberto Scott volvió a pegarle al Lole en los últimos días, deslizando que el ex corredor votó en contra de la Resolución 125 desde su condición de “gran productor”, enfureciendo a los reutemistas locales, que cada vez que pueden, alertan que esta actitud rupturista podría poner en peligro la reelección peronista en la Municipalidad.
¿Será que Scott, 17 años después, aunque sea por un mecanismo inconciente, quiere destruir con sus propias manos la criatura que él mismo diseñó, construyó y legó?

(Publicado el lunes 7 de junio de 2010 en diario El Informe)