El oficialismo ganó en Obras Sanitarias, pero la participación salió perdiendo

Apenas 463 asociados concurrieron ayer, entre las 9 y las 17, a las asambleas electorales de distrito organizadas por la Cooperativa de Obras Sanitarias en la Escuela “Joaquín V. González” para la renovación de los 39 delegados que constituyen la Asamblea General, y que se acreditan un año de mandato en dicho organismo, el más importante en el ámbito de las cooperativas.
La lista del oficialismo, Vecinos Venadenses, se impuso en la cosecha de delegados a la opositora Fuerza Cooperativa por 22 a 17; en cantidad de votantes, esta última venció por 246 a 217, y en el análisis por distrito, fueron cuatro para cada sector. Cabe aclarar que se realizaron elecciones en los distritos 1 al 8, pues en los sectores 9, 10 y 11, había listas únicas. En los distritos 9 y 10, donde se elegían dos y tres delegados, respectivamente, no se oficializaron las listas de la oposición, mientras que en el 11, donde se dirimía un solo delegado, no compitió el oficialismo.
En la segunda quincena de septiembre, el flamante cuerpo de delegados debutará en una convocatoria con trascendentes responsabilidades, que no se agotarán en el tratamiento de la Memoria y Balance del último ejercicio económico, sino que también deberá renovar tres miembros del Consejo de Administración -el órgano ejecutivo de la empresa- ante la salida por finalización de mandato de los consejeros Cristina Aisemberg, Cayetano Pastorino y Marcelo Andereggen, como así también del síndico titular José Acosta y el síndico suplente Herman Zorzín. Luego, en la primera reunión del Consejo, posterior a la Asamblea de Delegados, entre los consejeros se distribuirán los cargos, desde los más influyentes, como presidente, secretario y tesorero, hasta los vocales.
En función de los resultados de la víspera, el sector de Vecinos Venadenses ostentará la mayoría en el cuerpo de delegados, pero ayer mismo, tras el escrutinio, se tejían especulaciones sobre las dificultades que se les podrían presentar a los Vecinos Venadenses para conservar la unidad del bloque de 22 delegados, pues las preferencias presidenciales para el próximo período están divididas: un sector postularía la reelección de Eduardo Parodi, y el otro, con el apoyo del gremio de Obras Sanitarias -varios dirigentes del sindicato con sede en Rosario se hicieron presentes en el acto electoral-, se inclina por la candidatura del actual secretario Fabricio Fernández. En caso de no hallar el hombre de consenso en los próximos días, el teléfono de Jorge Viano sonará más seguido que de costumbre, porque el bloque de 17 delegados de Fuerza Cooperativa será determinante en las eventuales negociaciones con cualquiera de las fracciones de los Vecinos dispuesta a hilvanar una alianza con los primos lucifuercistas. Este fenómeno ya se había producido en 2006, cuando se constituyó la triple alianza de eléctricos, vecinos y socialistas, para derrotar en la Asamblea General a la lista Unidad, que con apoyo del scottismo había obtenido la primera minoría de delegados en las elecciones distritales.
Por el lado del vianismo, sus referentes más conocidos, como la concejala Patricia Romero y el vecinalista Oscar Yakas, admitieron su satisfacción por los resultados, que no solamente marcan su mejor rendimiento electoral en la Cooperativa de Obras Sanitarias (hace dos años habían obtenido 12 delegados), sino que se podrían erigir en árbitros de cruciales decisiones para la institución, como la designación de sus próximas autoridades. “Los resultados de los ocho distritos donde hubo votación son muy auspiciosos, pues el oficialismo sumó 17 delegados y nosotros 16”, interpretó la legisladora.
Mientras tanto, sobresale como un dato negativo la escasa participación de asociados, menos de 500 sobre más de 12 mil en condiciones de votar. Sin embargo, hay cosas para rescatar, como la armonía reinante entre el oficialismo y la oposición lucifuercista, que en otros tiempos ni siquiera podían dialogar. También merece destacarse la prescindencia del gobierno de la ciudad, que con dicha actitud fortalece las potestades fiscalizadoras de la Municipalidad como concedente de los servicios públicos de agua potable y cloacas.

Los 39 delegados electos
Pedro Gabalda (VV)
Enzo Boschetti (VV)
Ismael Zapata (VV)
Osvaldo O’Connel (VV)
Raúl Gómez (FC)
Walter Reale (FC)
Adalberto Airasca (FC)
Adhemar Baccelliere (VV)
Juan Carlos Ferrari (VV)
Juan José Campos (VV)
Laura Bambini (FC)
Federico Rabanal (FC)
Argentina Rossi (VV)
Yolanda Mascheroni (VV)
Oscar Morelli (VV)
Sindicato de Luz y Fuerza (FC)
Norma Cenci (FC)
Albino Gallo (VV)
Roberto Ansaldi (VV)
Alberto Simioni (VV)
Enrique Barbareschi (FC)
Luis María Alí (FC)
José Luis Cuello (FC)
Mauro Nervi (VV)
Rubén Mena (FC)
Sergio Pertica (FC)
Jorge Chiappello (FC)
Atilio Perín (VV)
Víctor Barbareschi (FC)
Javier Di Martino (FC)
Diego Gatti (VV)
María Maldonado (VV)
Ramón Vidal (FC)
Balanzas Hook (VV)
Pedro Boasso (VV)
Ana Sanseovich (VV)
Matías Cavalieri (VV)
Isabel Barucco (VV)
Bernardo Bautista (FC)

(Publicado el lunes 18 de agosto de 2008 en diario El Informe)

En Obras Sanitarias se vota el domingo, pero "el ganador" podría hacerse esperar

Sin el clima escandaloso de otros comicios, la Cooperativa de Obras Sanitarias se apresta a la renovación de la totalidad del cuerpo de 39 delegados el próximo domingo, en las 11 elecciones distritales simultáneas a realizarse, desde las 9, en la Escuela “Joaquín V. González”, de Brown al 300, donde podrán sufragar todos los asociados empadronados, con la sola presentación del DNI. En esta ocasión, se medirán el oficialismo de los Vecinos Venadenses, con Eduardo Parodi, Alejandro Zapata, Fabricio Fernández, Juan Venturini y Cristina Aisemberg como principales referentes, y el sector denominado Fuerza Cooperativa, que lidera el dirigente lucifuercista Jorge Viano, e incluye en sus filas al ex hombre fuerte de Obras Sanitarias, Luis María Alí. Si bien el cuerpo de delegados -a formarse pasado mañana- se constituirá en la máxima instancia de gobierno de la empresa por un año, la primera gran responsabilidad la tendrá pocos días después de estas asambleas, cuando deba votar listas completas para renovar un tercio del Consejo de Administración y, de inmediato, proceder a la elección del nuevo presidente de la compañía y sus más cercanos colaboradores.
Así planteadas las cosas, todo suena más o menos normal: un oficialismo que pretende continuar en el control de la empresa, y una oposición -también vinculada al cooperativismo eléctrico- que ya supo ocupar espacios en la asamblea de delegados sanitarista. En este sentido, los asociados más memoriosos aún recuerdan que, hace un par de años, después de un muy flojo rendimiento electoral, los Vecinos Venadenses consiguieron mantener el poder político en la COS en virtud de una alianza con el lucifuercismo y el socialismo, en un abroquelamiento de delegados que derrotó en la elección de consejeros a la fracción escindida de los Vecinos -que había sido la más votada-, comandada por Oscar Demarchi y Vicente Vivas, con el fogoneo del gobierno municipal. A pesar de no existir ninguna ruptura entre los Vecinos y los vianistas, como lo prueba la ausencia de críticas en la antesala de las asambleas, la decisión lucifuercista de impulsar listas -lo hizo en nueve distritos- estaría vinculada a la búsqueda de reforzar una identidad propia en el ámbito cooperativista, aun cuando no estarían ajenas las especulaciones que se extendieron hasta último momento sobre la presentación de listas de pertenencia scottista. También es cierto que existen puentes tendidos por ideólogos de las dos cooperativas de servicios públicos, que coincidirían en el criterio de conciliar proyectos asociados, una alternativa que desde el ‘83 hasta el presente, cada vez que fue insinuada, despertó desde simpatías hasta temores en las entrañas del poder político municipal. En esta línea estratégica se inscribiría la voluntad de establecer comunes denominadores entre Obras Sanitarias y la Eléctrica. Aunque breves y vacilantes, los primeros pasos se estarían dando, desde ambas partes.

Buena vecindad
Mientras tanto, en el seno de los Vecinos Venadenses hace tiempo que se cocina a fuego lento una interna irreconciliable, pero, con destacable espíritu de convivencia, pues las desavenencias fueron intramuros, y recién ahora quedarán al desnudo en los distintos distritos. En algunos de ellos, las listas de candidatos a delegado responden mayoritariamente al sector que postula al actual secretario Fabricio Fernández para la presidencia de la entidad, con el apoyo de históricos de la talla de Aisemberg y Zapata; por su parte, el presidente Eduardo Parodi -distanciado de los pioneros de los Veveú- iría por la reelección, con respaldos en otros distritos, y la compañía de reconocidos dirigentes, como el radical Marcelo Andereggen y el socialista Guillermo Morel. En síntesis, los Vecinos Venadenses, como buenos vecinos, arriban a la elección en un marco formal de unidad, pero con delegados que están más cerca de Fernández o de Parodi, según los distritos.
En este cúmulo de extrañezas, también se detectó la solidaridad con el oficialismo de militantes relacionados con el Sindicato de Obras Sanitarias en la ardua tarea de completar las listas. Estos arrumacos entre el gremio y la conducción eran impensados hasta hace un tiempo, pero el compromiso de algunos directivos de la COS de no entorpecer la constitución del nuevo gremio local -dependiente de la estructura rosarina- habría limado ciertas asperezas, aunque no con el conjunto de los Vecinos, sino con el sector de Fernández, en tanto que Parodi habría sido un poco más reacio a entablar esas conversaciones. De todos modos, el debate sobre el nuevo encuadramiento sindical de los empleados de la empresa con sede social en Italia al 500 quedará como una asignatura pendiente para la próxima gestión, pues los gremios de la construcción y de comercio se resisten a liberar a sus afiliados -para el pase al gremio de Obras Sanitarias- y ya habrían amenazado con iniciar acciones legales.
Sumando otros datos reveladores sobre esta paradójica medición de fuerzas, los jefes sindicales venadenses de Obras Sanitarias -con el liderazgo de Oscar Rabanito Barrionuevo y la referencia local del rossista Julio Eggimann-, que hoy no comulgan con Viano, conservan una aceitada relación con el intendente José Freyre, al igual que el mismísimo Parodi, de diálogo fluido y cotidiano con el mandatario municipal, con quien lo unen, incluso, vínculos familiares.
En la media tarde del domingo, se contarán los votos que los asociados distribuirán entre ambas listas, aunque en una de ellas, la de Vecinos Venadenses, habrá delegados que jurarán fidelidad con Parodi y otros que harán lo propio con Fernández, con lo cual el lucifuercismo, mediante su cosecha propia de representantes, aun perdiendo en la suma de delegados, podría volcar la futura elección de consejeros -posterior a las asambleas de distrito- a favor de una u otra fracción del oficialismo, a través de una alianza, como ya sucedió en 2005. Con ese antecedente cercano, según cómo se desplieguen los números finales, el ganador de las asambleas tendrá que pensarlo dos veces antes de cantar victoria, porque esa presunta condición triunfal podría diluirse en las negociaciones del día después.

(Publicado el viernes 15 de agosto de 2008 en diario El Informe)

Banca Ciudadana, rumbo a una democracia más participativa

Días atrás, el Concejo venadense instituyó la figura de la Banca Ciudadana, dando un paso más hacia el afianzamiento de la democracia participativa que tanto tiene por desarrollarse todavía, pese a que faltan apenas cuatro meses para celebrar los 25 años de la restauración de las instituciones democráticas, constitucionales y republicanas en la Argentina. La Banca Ciudadana, o la Banca 10, había sido creada hace dos años, pero recién ahora se aprobó la reglamentación para que pueda ser utilizada por los ciudadanos y entidades venadenses que deseen expresar opiniones y propuestas en el ámbito legislativo. En caso de no ser denegada la petición por decisión fundada del plenario de concejales, el interesado -con voz, pero sin voto- tendrá la oportunidad de exponer sobre el tema consignado en la solicitud por el término de 10 minutos, aunque el presidente del cuerpo podrá autorizar una ampliación. La norma establece que, luego de la exposición, se dispondrán de otros 10 minutos para responder eventuales preguntas de los ediles. Asimismo, con acertado criterio, los concejales que aprobaron la Banca Ciudadana se impusieron un plazo máximo de cinco sesiones ordinarias para expedirse sobre el particular. También vale la pena destacar que el expositor desplegará el asunto durante la sesión ordinaria, dándole más realce a la presentación, en tanto que en otras ciudades el derecho está más acotado, incluso hasta el punto de que los planteos al plenario de concejales se hacen en privado, es decir, fuera de la sesión.
La creación de esta Banca 10 fortalecerá las chances de participación de muchos venadenses que, hasta ahora, estaban obligados a elevar sus proyectos e inquietudes a través de alguno de los bloques legislativos. En ciertos casos, esta condición no era aceptada por los autores de las iniciativas, temerosos de quedar embanderados con un partido político. Además, no existe mejor defensor de una idea que su propio autor. En algunas ciudades, la figura de la banca adicional es tan común que en las crónicas parlamentarias que pueden leerse en Internet se destacan, en el inicio de las sesiones, los planteos de los ciudadanos que las ocupan, casi con tanta naturalidad como en Venado se da lectura a la correspondencia recibida. Ahora habrá que evaluar cómo se instrumenta este espacio que se propone ir un poco más allá de la clásica intermediación de los representantes políticos y profundiza la deliberación en busca de consensos y soluciones. En este sentido, es un mecanismo que vuelve a ubicar al Concejo como órgano natural de expresión de la voluntad e inquietud de los vecinos, al permitir que miembros de la comunidad sean recibidos a fin de exponer sobre determinadas temáticas. Por tanto, tales institutos hacen posible la incorporación de la ciudadanía en el proceso de toma de decisiones colectivas para fortalecer y consolidar la democracia en el ámbito municipal, que es la primera instancia política de respuesta a las demandas de la sociedad y, en esa misma línea, la que más aproxima al ciudadano con el Estado y que lo involucra en un mayor nivel respecto a decisiones vinculadas con la experiencia cotidiana.

(Publicado el lunes 11 de agosto de 2008 en diario El Informe)

La "repregunta" que faltó a la cita en Olivos

Mucho se observó, desde el periodismo, sobre la conferencia de prensa que la presidenta Cristina Kirchner brindó el sábado último, en Olivos. Más allá de la novedad que significó la inauguración de este estilo de contacto directo con la prensa nacional y extranjera después de cinco años de gobierno del matrimonio presidencial, también se habló mucho de la falta de autocrítica de la primera mandataria y hasta del empecinamiento en insistir, si fuera necesario, en estrategias que recibieron el mayoritario repudio popular. Las conferencias de prensa no son cómodas para los funcionarios, que por lo general acuden a ellas con frecuencia en su época de candidatos, pero las resisten cuando llegan al poder. De todos modos, es elogiable que la Presidenta se desprendiera de la corte de aplaudidores oficiales del Salón Blanco y, enfrentara, solita mi alma, cada una de las preguntas, sin escudarse en los cómodos monólogos que suele pronunciar.
Sin embargo, aunque el protagonista indiscutible de una conferencia de prensa, o de cualquier entrevista política, siempre es el funcionario, también el periodismo carga, como mediador, con sus responsabilidades. En este caso, se había advertido que un mismo periodista no podría repreguntar, es decir que no se permitiría solicitar aclaraciones adicionales sobre la respuesta de la Presidenta. La limitación tiene sus fundamentos en una conferencia con más de 200 cronistas acreditados y un plazo de 90 minutos de duración, ya que el derecho a la repregunta habría reducido aún más el número de interrogantes planteados. Sin embargo, nada impedía que un periodista repreguntara en función de las contestaciones ambiguas que la Presidenta ya había entregado a otro colega. Pero ese fenómeno de precisión e inventiva sobre la marcha jamás sucedió. Daba la impresión de que cada cronista pretendía hacer la pregunta que generara un título sobresaliente en los influyentes diarios de los domingos, olvidando que el público que seguía con atención las incidencias del acontecimiento, aguardaba impaciente quién sería el periodista que retomara la pregunta que había quedado sin respuesta por la habilidad de la oradora para esquivar las cuestiones más comprometidas. Por estas razones, las conferencias de prensa, cuando se transforman en multitudinarias y de agenda abierta, suelen ser poco propicias para indagar sobre un tema específico, precisamente por la diversidad de intereses periodísticos, que termina quitándole intensidad y profundidad al cuestionario. Tal vez las próximas convocatorias presidenciales a conferencia de prensa deberían segmentarse, en principio, entre cronistas nacionales y extranjeros, cuyos intereses son bien distintos. Asimismo, convendría acotar las temáticas a tratar, como el conflicto del campo, o la inflación, por ejemplo, dando lugar a los medios a enviar especialistas en esas materias.

(Publicado el miércoles 6 de agosto de 2008 en diario El Informe)

Scott contra Enrico, la querella frustrada que ayudó a fortalecer la inmunidad legislativa

El ejemplar de reciente aparición de Lex Fori, una publicación de la 3ª Circunscripción Judicial de Santa Fe, divulga un comentario de Daniel Curik sobre el fallo de la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Venado Tuerto -con sentencia el 14 de febrero último- que desligó al ex concejal Lisandro Enrico de toda responsabilidad en el marco de la querella por calumnias e injurias que le había iniciado el ex intendente Roberto Scott. Si bien las relaciones del gobierno scottista con el Concejo fueron malas desde un principio, la tirantez se acrecentó entre finales de 2005 y principio de 2006, ante las votaciones de los legisladores opositores que, en bloque, derrotaban sistemáticamente a la módica representación oficialista de tres ediles. El 26 de diciembre de 2005, los seis concejales de la oposición derrumbaron el convenio de honorarios acordado entre Scott y su asesor predilecto Gabriel Albarracín, por la causa Capse. Más adelante, hicieron lo propio con el veto de la Intendencia que intentaba sostener un tiempo más el sospechoso pacto. Ya en enero de 2006, aún en vacaciones, Scott adelantó la catarata de querellas que lanzaría contra dirigentes de Pueblo, la UCR y el lucifuercismo. Los destinatarios de la ira del caudillo justicialista eran los concejales Lisandro Enrico, Patricia Romero y Roberto Meier y el sindicalista Jorge Viano, que lo habían cuestionado duramente en declaraciones públicas. Sin embargo, la irritación de Scott era mayor aún con Enrico, el mismo con quien, a mediados de abril de ese año, protagonizó un recordado escarceo de pugilato en dependencias de LT 29, al cabo de uno de los microprogramas radiales de las mañanas de miércoles, en los cuales el jefe del Ejecutivo acostumbraba a despacharse a gusto contra sus ocasionales críticos de la política o el periodismo. Más dolido aún estaba Roberto Scott desde que el dirigente radical le espetó, a través de los medios de prensa, que reunía la tipología del delincuente público. “Yo no voy a negociar, las querellas seguirán hasta el final, quiero que se dicte sentencia y quiero saber qué dicen los jueces de esto; tuve demasiada paciencia en estos años, y nunca me habían agredido como esta vez. Y eso no lo acepto de nadie”, afirmó Scott, admitiendo que en la audiencia conciliatoria sólo le aceptaría una rectificación a Meier, ya que sus conceptos no eran tan injuriosos, “para el resto quiero que haya sentencia”, remató. Por su parte, el abogado Albarracín, que también entabló querellas criminales contra los citados dirigentes políticos en los tribunales de Venado y Santa Fe, corrió la misma suerte adversa que su patrocinado Scott.
Sobre la decisión judicial que benefició a Enrico, el abogado Curik destaca en Lex Fori que dicho fallo “ha sentado criterio acerca del alcance de la inmunidad parlamentaria prescripta por la Ley Orgánica de Municipalidades (Ley 2756) en su artículo 65”, el cual establece: “Los concejales no pueden ser detenidos o arrestados sin orden expresa del juez competente, salvo el caso de infraganti delito, ni molestados en ninguna forma por opiniones vertidas en el recinto de sesiones”. En primer lugar, el Juzgado en lo Penal y Correccional de Faltas de la 1ª Nominación de Venado Tuerto, dispuso el archivo de la querella por el delito de calumnias e injurias, y más adelante, “apelado el fallo por el querellante, la Cámara en lo Penal local lo confirmó, entre otras razones, por entender -en coincidencia con el magistrado de primera instancia- que la inmunidad prevista por aquella norma, pese a lo que expresa su texto, alcanza también las opiniones vertidas fuera del recinto deliberativo”.
En otro párrafo sustancial, el artículo señala que ya la Corte Suprema de Justicia había sentado preferencia a favor de la desvinculación del ámbito espacial en la interpretación del artículo 68 de la Constitución nacional, mientras que “la norma provincial que regula las inmunidades de los concejales santafesinos, a diferencia de su similar nacional -que omite toda referencia al lugar de emisión de la opinión-, restringe expresamente dicho privilegio al espacio físico del recinto parlamentario”. Luego de sostener que “no se advierten razones sustanciales para avalar una teoría diferenciadora entre las funciones de un concejal municipal y las de un legislador nacional o provincial, al punto de otorgarle al primero una protección parlamentaria más débil de la que gozan los últimos”, el autor del comentario ilustra que la Corte -con su actual composición-, en la oportunidad de dirimir en una causa contra un diputado nacional, define que la inmunidad alcanza las opiniones o manifestaciones de los legisladores en cualquier ámbito, siempre que tengan estrecha relación con su labor parlamentaria. El máximo tribunal, incluso, fundó la protección absoluta de los legisladores a partir del rol que desempeñan en las sociedades modernas, que incluye el deber inexcusable de informar a sus conciudadanos todo lo relativo al ejercicio de su mandato, subrayando que es preferible tolerar el posible y ocasional exceso de un legislador, a introducir el peligro de que sea presionada o entorpecida la actividad del Congreso.
Ya no está Scott en el ejercicio del poder político municipal, pero con sus querellas frustradas, al menos contribuyó a establecer un precedente que robustece las facultades fiscalizadoras del Concejo, ese cuerpo que, paradójicamente, tanto denostó durante su extenso mandato, hasta el punto de sugerir su reemplazo por una junta de notables que sesionaría en la Intendencia.


(Publicado el lunes 4 de agosto de 2008 en diario El Informe)

Tiempo de blanquear las cuentas y ordenar el sistema de emergencias

Bienvenida la urgencia por estructurar, de una buena vez, una central de emergencias en Venado. Así comienzan a entenderlo las autoridades políticas municipales y provinciales y, desde ya, los actores más involucrados en el área, como centros médicos, fuerzas policiales y servicios bomberiles.
Nuestra ciudad, con cerca de 80 mil habitantes, atravesada por dos neurálgicas rutas nacionales, caracterizada por un inmenso parque automotor y núcleo de atracción de una vasta zona de influencia (por motivos comerciales, culturales, etc.) que, en ciertos momentos, eleva ese número hasta las 100 mil almas, obliga a la instrumentación de una central de emergencias, a la cual se pueda acudir, a través de un único número telefónico gratuito, para canalizar los pedidos de auxilio. En estas centrales, una figura decisiva del sistema es el despachante, u operador, que en los breves instantes de la llamada, debe detectar la característica y gravedad del episodio, para establecer -en el acto- con qué tipo de unidades, personal y elementos debe asistirse.
Durante largo tiempo, las emergencias fueron cubiertas por los bomberos locales, que con módicas ayudas estatales y la generosa colaboración comunitaria, consiguieron desarrollar su labor con probada eficiencia e, incluso, incorporar modernos móviles y equipos, como así también progresar en la capacitación de sus voluntarios, hasta el punto de incursionar en la labor docente en otros cuarteles.
Sin embargo, el crecimiento poblacional de la ciudad; la demora en construir nuevas rutas (autovías o autopistas); la saturación de autos, motos y bicicletas surcando las calles céntricas; la ausencia de un servicio funcional de colectivos; la proliferación de menores conduciendo; y la imprudencia de la mayoría de los actores del tránsito cotidiano -peatones incluidos-, colocaron a los bomberos ante una demanda inusual con motivo de accidentes. Es común que la tapa del diario del lunes, por ejemplo, resuma la situación con autos volcados o motociclistas estropeados, en tanto que se dedican páginas enteras a la cobertura de los siniestros de cada fin de semana. Esa es la nueva realidad, y no se la puede enfrentar con las mismas metodologías de los años ’80, ni siquiera de los ’90, porque el escenario actual es bastante más complejo.
La administración provincial nunca pudo exhibir un servicio de emergencias medianamente eficiente desde el ’83 a la fecha; los bomberos, por razones de déficit operativo, ya no muestran la excelencia de otrora; y las autoridades municipales, aunque empeñosas en la atención primaria de la salud, no se dedicaron con idéntica intensidad a impulsar una central de emergencias.
Es cierto que con unos pocos centavos de sobretasa municipal o un mínimo adicional en la facturación de la energía, los bomberos recaudarían lo suficiente para equilibrar las cuentas, pero la ciudad necesita barajar y dar de nuevo en la organización de estos servicios, sin descartar la formación de un cuerpo profesionalizado y, por lo tanto, dedicados sus miembros a esa tarea específica. En los últimos tiempos, la vinculación de la entidad bomberil con una mutual de emergencias y rescates, creada sobre sus propias bases, desató fuertes polémicas, hasta el punto que las voces más críticas insinuaron que dicha mutual había debilitado las finanzas del cuartel, aun cuando los directivos argumentan que el emprendimiento se gestó para brindarle un medio de vida a los bomberos, que a veces no consiguen un empleo formal por la particularidad de su rol voluntario.
Desde el Concejo, algunos ediles confían en que decrecerá la demanda sobre los bomberos, y se aliviarán sus penurias económicas, apenas se implemente la nueva central de emergencias públicas 107, como se anunció desde el Ministerio de Salud provincial. No obstante, desde el cuartel se apuraron a cuestionar esa estrategia, advirtiendo que ellos tienen que acudir ante cada convocatoria. En este aspecto, asoma cierto vedetismo, o afán de protagonismo en el manejo de los siniestros, en lugar de admitir las bondades de una labor coordinada, donde cada servicio contribuya con la parte que le toca.
Además, se impone un análisis riguroso de la situación económica de los bomberos, de manera tal que las distintas instituciones de la ciudadanía puedan manifestarse luego de conocer en detalle, tanto los egresos, como los ingresos procedentes de los aportes nacionales, municipales, cooperativos y colaboraciones de la comunidad. En la problemática de las emergencias, que nos concierne a todos, la ciudad tocó fondo, y no tiene sentido insistir en remiendos de corto alcance. La delicada cuestión, si es que se pretende una evolución cualitativa, tiene que examinarse desde el concepto de una central que unifique todos los servicios, y recién en una segunda etapa, desde las especificidades de cada una de las partes, que deberán adecuarse a las necesidades del sistema.

(Publicado el viernes 1 de agosto de 2008 en diario El Informe)