Bustos y Scott sólo coinciden en politizar el enigmático secuestro


El 2006 a punto de concluir había comenzado con signos de intolerancia política desde que el intendente Roberto Scott amenazó con enjuiciar a toda la oposición legislativa por ordenar la suspensión de los pagos -considerados abusivos- a los abogados Albarracín. Luego, la convivencia entre los distintos sectores resultó condicionada por esas demandas de Scott y sus asesores esperancinos, que en las últimas semanas empezaron a desvanecerse en los tribunales locales. Como se recordará, la violencia verbal alcanzó su clímax a mediados de abril, con los escarceos de pugilato entre Scott y el edil radical Lisandro Enrico, al término de uno de los micros radiales -contratados con dineros públicos- que el primer mandatario municipal manipuló en reiteradas ocasiones para descalificar a rivales políticos, empresarios, sindicalistas y periodistas, entre otros.
El intendente venadense, que ya había sido demandado por amenazas a militantes de organismos de derechos humanos, se encontró otra vez, en el cierre del año, como protagonista de pleitos judiciales, aunque ya no en el rol de querellante, sino como uno de los sospechados por el militante kirchnerista Darío Bustos, todavía hospitalizado, luego de padecer torturas en su reciente cautiverio.
De una punta a la otra del año, el común denominador local fue la politización de los acontecimientos. El propio Bustos había politizado sus penurias aún antes de ocurrir, mencionando nada menos que a Scott y sus secretarios José Freyre y Juan Vidal como los eventuales agresores. También su madre, Nélida Caseri, había profundizado en esa línea de análisis durante la ausencia de Bustos. Como respuesta, Scott se afirma en la misma politización, salpicando a sus adversarios de la interna justicialista: “Alguien le tiene que haber pagado para que diga eso (…) esto está armado y alguien le pagó”, presumió el jefe del Departamento Ejecutivo, abonando, sin disimulos, la temeraria hipótesis de la autoflagelación. Sin embargo, se contradijo a poco de andar en declaraciones a una radio rosarina, señalando que “todo se trata de un ajuste de cuentas”, con lo cual la agresión no habría sido consentida, para recordar enseguida que Bustos fue denunciado en diversos juzgados por golpear a su ex mujer. Según Scott, “todo está armado para perjudicar políticamente” a Freyre, a quien nunca antes había mencionado tan enfáticamente como precandidato a intendente por la agrupación que lidera.
Paradójicamente, Roberto Scott y los dirigentes de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, de ideologías diametralmente opuestas, coinciden en restarle trascendencia a la militancia por los derechos humanos de Darío Bustos. De todos modos, estos últimos repudiaron la violencia ejercida sobre el vecino del barrio Güemes, en tanto que Scott lo trata de mentiroso y mercenario, sin apiadarse de él en ningún momento. “No está tan lastimado como dice”, arriesga, chocando de frente contra la interpretación del mismísimo secretario de Derechos Humanos del gobierno obeidista, Domingo Pochettino, para quien las lesiones que presenta Bustos son “gravísimas”.
Entre Bustos y los funcionarios municipales cuestionados emerge otro personaje clave de esta enigmática historia: Nélida Caseri, madre de la víctima, y militante peronista de los ’70, que no sólo marcó la cancha cargando contra el intendente Scott y sus más cercanos colaboradores, sino también sobre la policía, la ex nuera, el juez de la causa y las autoridades del Hospital Gutiérrez. Si bien en sus frecuentes diálogos con la prensa ventiló intimidades de la tortuosa relación de su hijo con la ex esposa, Caseri siempre insistió en el móvil político del secuestro, reforzando esa teoría tras la aparición de Bustos en tan lamentables condiciones físicas y psicológicas.
El furioso contraataque de Scott era esperable, porque para salvaguardar su imagen, y la de su gobierno, necesita que la sociedad descrea de la versión de Bustos, o bien que el Poder Judicial, a través de las pericias y las testimoniales, descubra cuanto antes que se trata de un impostor autoflagelado, o bien que los tormentos existieron, pero a causa de un “ajuste de cuentas” por motivos pasionales o de negocios. En tal caso, el militante correría el riesgo de que le suelten la mano los organismos de derechos humanos de fuerte influencia kirchnerista -como Abuelas de Plaza de Mayo- que hasta hoy lo contienen.
Más allá de Scott y de Bustos, no es un buen epílogo del año para los venadenses. No lo habíamos empezado bien, desde el punto de vista de la armonía política, y lo terminamos muy mal. Ya no se habla en los medios nacionales ni del “paraíso sojero”, ni de los shopings, ni de las inversiones millonarias de Soros; se habla de desapariciones, torturas, amenazas y “gatillo fácil”.
Que el 2007 sea mejor.

(Publicado el viernes 29 de diciembre de 2006 en diario El Informe de Venado Tuerto)

La oposición venadense ofrece los primeros gestos de unidad


El candidato a gobernador del Frente Progresista, Cívico y Social, Hermes Binner, presidirá hoy una cena de despedida de año en el predio de la Sociedad Rural de nuestra ciudad, organizada por las seis fuerzas políticas que integrarán la versión local de la coalición: Partido Socialista, Unión Cívica Radical, Pueblo, ARI, PDP y Mate.
De esta manera, el ex intendente de Rosario empieza a cerrar el 2006 liderando cómodamente las encuestas, fortalecido por el paso al costado de Carlos Reutemann y beneficiado con las vacilaciones de un justicialismo que duda entre formalizar las internas, como pretende Agustín Rossi, o forzar un consenso, como prefieren el gobernador Jorge Obeid y Rafael Bielsa. Ni siquiera los conflictos con la UCR opacan la figura de Binner, el más reutemista de los socialistas, que con su estilo parco, demostró firmeza de carácter para limitar las ambiciones de sus socios en el armado del frente.
En la órbita venadense, los trabajosos acuerdos que empiezan a madurar -por ejemplo, con el acto de esta noche-, auguran una vigorosa polarización de las elecciones municipales del próximo septiembre entre el oficialismo peronista y la concertación opositora. “Las seis fuerzas venimos de sacar 21 mil votos en las legislativas del año pasado”, simplificó, optimista, uno de los organizadores de la cena binnerista. Esa foto conjunta del miércoles último en el diario, con la presencia sonriente de los cinco referentes frentistas (sólo faltaba el matista Martín González), no cayó nada bien entre los scottistas ilusionados con enfrentar un arco opositor disperso. Esa inquietud oficialista la confesó el presidente del Concejo, Miguel Pedrola -con mandato prorrogado hasta fin de febrero-, saliendo al cruce con una chicana previsible: “Eso es una bolsa de gatos”. Apelando al refranero popular, un militante radical replicó: “El muerto se asusta del degollado”, aun cuando, responsable, admitió en voz alta algunas prioridades políticas para el primer bimestre de 2007: consolidar una mesa de conducción del frente, establecer un programa de coincidencias básicas y conciliar -entre la UCR y Pueblo- el nuevo presidente del Concejo.
Como, a estas alturas, la posibilidad de pergeñar una lista de consenso está casi desechada, las fuerzas opositoras deberán apelar a la racionalidad política para acotar la intensidad del debate en las primarias. “Hay que ponerse de acuerdo para no hacerle el juego al PJ”, consignó una fuente pueblense entre los brindis anticipados de fin de año, conciente de que una interna sangrienta sólo beneficiaría a los intereses continuistas del oficialismo. “Las primarias definirán el candidato a intendente de la coalición, y escalonarán la lista de concejales, pero también establecerán cuáles son las fuerzas que merecen más espacios en el gobierno”, añadió, abriendo el juego a todos los sectores.
Mientras el socialista Juan Moscoso gana terreno para competir en la interna por la candidatura a senador provincial (nada menos que en la sábana de Binner) con el jefe comunal isabelense Juan Enrique Lombardi, hoy el más afligido de los boinablanca de Venado es el presidente del partido, Lisandro Enrico. En medio de una cruenta interna, el Pibe, que ya lanzó su precandidatura a jefe del Departamento Ejecutivo para medirse en julio con el pueblense Roberto Meier, sufre fuertes presiones, pues el dematiísmo, que conservará la banca de Delfor Hernández por dos años más, pretende imponer el primer precandidato a concejal de la UCR en las primarias, bajo el alegato de equilibrar la postulación de Enrico a la Intendencia. Si así fuera, aun perdiendo la interna, ese hombre podría erigirse en el segundo candidato de la coalición en las elecciones generales, con grandes chances de resultar electo concejal. Para salirse con la suya, los estrategas dematiístas amenazaron con presentar un precandidato paralelo al Sillón de Aufranc, que, dividiendo los votos radicales, desinflaría a Enrico en las primarias. En esta guerra fría hasta se deslizó la hipótesis de un regreso de Ernesto De Mattía como candidato, aunque el ex intendente -y él lo sabe- solo podría disponer de una nueva oportunidad después del retiro de Scott. Nunca antes del eclipse. En el denuesto sistemático del adversario que practica con tanta eficiencia, el actual intendente supo vulnerar a su antecesor. Por eso, un retorno anticipado de De Mattía, sólo beneficiaría a Scott.
Aunque tendría espacios en una administración provincial binnerista (siempre hay un área de Municipios y Comunas para retribuir a un venadense), Enrico reclama que el primer candidato a concejal debe corresponder a su sector. “Es la banca que él abandona después de ocho años, y además, no aceptaría de ninguna manera que el dematiísmo hegemonice la representación legislativa del partido”, bramó un allegado de Lisandro.
A pesar de que el de Roberto Scott no es un gobierno en retirada ni mucho menos, el Frente Progresista tendrá el año que viene una ocasión inmejorable para acceder al gobierno municipal. Una de las claves será la cintura política de los referentes para tejer alianzas. En este sentido, mientras el scottismo no muestra todavía ni un mínimo gesto hacia otros sectores del peronismo, los opositores, al menos, consiguieron sentarse a la misma mesa y unificar algunas líneas de acción para los próximos meses.

(Publicado el viernes 22 de diciembre de 2006 en diario El Informe de Venado Tuerto)

Un revitalizado Rossi desembarca en General López en busca de aliados


“Si fuese candidato, trataría de convencer al electorado y no esperar que nadie me ponga la mano en el hombro”, dijo Carlos Reutemann esta misma semana en un programa de TV de la localidad de Laguna Paiva -vecina a la capital santafesina-, frase que habrá sonado como música en los oídos de Agustín Rossi y, al mismo tiempo, como un estridente cachetazo para Rafael Bielsa, que desde su arribo a la provincia de Santa Fe sueña con ser el apuntado por el dedo índice del presidente Kirchner, a los fines de evitar las elecciones primarias en el justicialismo. Otro destinatario de las palabras del ex piloto de Fórmula Uno podría ser el intendente rafaelino Omar Perotti, que asomó con una tímida precandidatura a gobernador con la expectativa de que el reutemismo, ante la probable deserción del Lole, lo ungiera como su candidato. Asimismo, no habría que descartar que el mensaje también haya sido dirigido a la Casa Rosada para que sus moradores no se inmiscuyan más de la cuenta en la interna santafesina en ciernes.
Tan contundente fue el gesto de prescindencia de Reutemann que hasta opacó el hecho -no menor, por cierto- de que, por primera vez, negara su candidatura a una tercera gobernación, en vivo y en directo, con su voz y su imagen, sin intermediarios, sepultando las ilusiones de los reutemistas más incrédulos que se aferraban al milagro del regreso.
En el Comando “Rossi Gobernador” del departamento General López todos estaban exultantes con las recientes declaraciones del Lole. “La provincia está llena de operadores trabajando para que Bielsa sea el candidato del consenso, pero en este nuevo escenario, con el Lole que no promueve a nadie y además se declara prescindente, ponele la firma que habrá internas”, estimó un referente rossista del sur santafesino. “El concejal Giner quería saber si el Lole todavía respiraba… bueno, ahí tiene, también habló, y no fue precisamente a favor de Obeid y Bielsa, los referentes de su jefe Scott”, acotó con sorna el seguidor del fortalecido Chivo.
Dispuesto a dar una estocada fundacional en el armado de General López -el tercer departamento más populoso de la provincia-, el presidente del bloque de diputados nacionales del kirchnerismo, Agustín Rossi, presidirá hoy un encuentro en Teodelina, en busca de cosechar adhesiones de líderes peronistas del espectro político y sindical (ya cuenta con el respaldo de los influyentes Uatre y UPCN) de la región. Si bien numerosas figuras relevantes ya confirmaron su asistencia a esta convocatoria regional, surge con fuerza la pregunta del millón: ¿habrá reutemistas en Teodelina? Esta noche tal vez se devele el misterio, aunque las manifestaciones del Lole no hicieron más que ratificar la escasa simpatía de los reutemistas hacia Bielsa, más allá de los coqueteos con el senador provincial Ricardo Spinozzi ensayados por el ex canciller de la Nación en su erudita réplica al análisis político publicado en El Informe el viernes 1 del corriente. “En Teodelina habrá alguna sorpresa, pero no tan grande como la que se llevó el Pito Lagna cuando se le apareció Binner en la presentación del libro contra los socialistas”, auguró el rossista Oscar Barotto.
En tanto, allegados a Rossi admitieron que “hay contactos” con senadores provinciales reutemistas y hasta aventuraron que uno de ellos -afincado en el norte- podría ser candidato a vicegobernador. Desde ya que estas especulaciones influyen en Venado, volviendo a poner el desnudo la inestable relación política entre el bielsista intendente Roberto Scott -cada vez más cerca de la postulación para un cuarto mandato- y el Tino Spinozzi, cuyo objetivo inmediato sería retener la senaduría departamental en el marco de un alineamiento provincial aún indefinido.
Mientras tanto, el lucifuercismo, que en un principio se había alineado con el Chivo Rossi y después optó por desensillar hasta que aclare, estaría presente en Teodelina a través de su máximo referente, Jorge Viano. Con esta reincorporación, el rossismo adoptaría en Venado un marcado perfil anti-scottista, sin olvidar que los eléctricos también conservan una vieja enemistad con Spinozzi.
Además, estos reacomodamientos provinciales y departamentales podrían perturbar los intereses scottistas en la interna venadense, pues con ellos renacería la posibilidad -hasta ayer impensada- de que los lucifuercistas y el tercer sector (o una buena parte de él) consigan acordar una lista única de precandidatos locales para pelear en las primarias del oficialismo por la intendencia y las concejalías.

(Publicado el viernes 15 de diciembre de 2006 en diario El Informe de Venado Tuerto)

Nada de bendiciones


Señor Juan Franco:

He leído, no puedo decir que con deleite, su hondo “Análisis”, publicado en El Informe, de fecha viernes 1° de diciembre de 2006, titulado “Obeid y Bielsa presionan a Scott para que sea candidato ‘a algo’”. Vamos a comenzar por la generosa y desinteresada (además de objetiva) caracterización que usted hace de mí: “el zigzagueante Rafael Bielsa”. No creo que usted desprecie a la Constitución Provincial, y por lo tanto -como en nada la agravia mi candidatura- no voy a pensar que el adjetivo se está refiriendo a alguna lesión a aquélla. “Zigzaguear” es una onomatopeya que deriva de “zigzag”, esto es, una línea quebrada formada por segmentos lineales que van alternativamente en un sentido y en otro. Como yo modifiqué mi decisión de competir por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por la de hacerlo por la Gobernación de Sante Fe, sólo pasé de un rumbo de dirección a otro. Para “zigzaguear” me habría hecho falta reiterar esa conducta (“alternativamente en un sentido y en otro”), razón por la cual el adjetivo está mal empleado, cosa que es tan censurable a un periodista como la indecencia respecto de la cosa pública a un político. Dicho esto quiero recordarle que acaso el primer hombre público que defendió la presentación de la senadora Cristina Fernández en la arena bonaerense fui yo, y no me limité al aspecto jurídico de la cuestión. Ni ella ni yo dejamos nuestros lugares de nacimiento por voluntad, sino obligados. Nuestras vidas hubieran sido muy diferentes de no haberse desatado sobre la Argentina el Golpe de Estado de ‘76/’83. No estoy arrepintiéndome de las elecciones que hice en cada momento de mi vida, sino diciéndole que ni la senadora ni yo nos fuimos a vivir la bohemia a la “rive gauche” de París, sino una al exilio interior y el otro al exterior (Tarragona, España). Luego, en mi caso, jamás dejé de estar en la provincia. Tengo en Rosario a toda mi familia. Veo a mis padres y hermanos, y mis hijos a sus primas y primo, cada vez que podemos. Finalmente, muchos hombres mucho más ilustres que yo vinieron del extranjero a gobernar argentinos o comprovincianos: Sarmiento, Roque Sáenz Peña, Marcelo Torcuato de Alvear, Juan Perón, Las Heras, Carlos Tejedor. Luego, me parece que se aventura usted demasiado al decir que Jorge Obeid me ha “bendecido”. O se trata de una referencia curialesca que se me escapa por no conocer cuál es su formación académica, o se trata de un error. Ojalá fuese cierto; lo que lo es sin dudas es que durante toda mi vida mi modo de hacer política fue primero construir y luego esperar “bendiciones”, en la convicción de que si no se construye, no alcanza con el más beato de los frailes, y si se construye bien, no hace falta recurrir a la religión, que está para fines más altos: alcanza con el sentido común y alguna encuesta confiable. No sólo se aventura usted, sino que falta a la verdad cuando afirma que Obeid “oxigena” a Scott a cambio de que el respetado intendente “cierre” conmigo. Si así fuera, no sólo estaría denunciando usted una extorsión, lo que debería ser tomado desde ahora por un fiscal dado que se trata de un delito de acción pública, sino además revelando un absoluto desconocimiento de quienes son Obeid, Scott y Bielsa. Obeid, desde ya, no es un extorsionador; no consigo imaginarme a Scott sobre sus rodillas, gimiendo y moqueando como un angelito a la espera de “oxígeno” para la obra pública; y yo no he visitado en mi vida un juzgado para prestar una indagatoria como para -de viejo- ceder ante estos berenjenales. Lea, estudie, hable con los protagonistas, señor Franco: comprender es más difícil que faltar al respeto, pero más útil para los lectores. Es posible, más, es seguro que yo necesite captar votos en el sur-sur santafesino, pero la metodología que usted me atribuye no es la que empleo: prefiero establecer alianzas conversando como hombres de bien con actores de la política, que como si fuera un ranquel desenfrenado tomar a Scott de rehén para lograr un matrimonio a la fuerza. Tomo nota de que el senador de General López está enfrentado abiertamente con “el eje Obeid-Bielsa”: cada vez que hablé con el brillante legislador, se trató de un diálogo sosegado, respetuoso, enriquecedor -al menos para mí-. No sé si la connotación evidentemente bélica que tiene la expresión “el eje” habrá exasperado a Spinozzi, pero no veo en ese joven perspicaz los rasgos histéricos de quien por pertenecer a las “huestes del reutemismo sin Reutemann” piensan automáticamente que el resto del mundo es enemigo íntimo. Finalmente, retorna su pasión bíblica, señor Franco, cuando atribuye a Scott la esperanza de que Kirchner y Reutemann eviten las primarias y “me bendigan a dúo”, como una especie de Pimpinela o de Gardel y Razzano electorales. La esperanza es lo último que se pierde y muchas veces lo que jamás se confiesa; de hecho, a mí Scott no me ha confiado que la tenga, y yo, por mi parte, creo que la política es más compleja que caminos tan lineales como el que usted describe, un arte de imprevistos, y un terreno donde para escribir útilmente, hay que tener muy buena información y no tratar de imitar a Alexandre Dumas. Quien quiera aventuras, tiene “Los tres mosqueteros”. Se me ocurre que El Informe es uno de los mejores recursos que tienen a mano los venadenses para saber qué pasa, no qué podría pasar si Obeid fuera, por ejemplo, D’Artagnan, Scott fuese Athos, y Bielsa fuese Porthos o Aramis.

Rafael Bielsa
DNI 10.986.005

(Este "derecho a réplica" del ex canciller, actual diputado nacional y precandidato a gobernador por el PJ, fue publicado el lunes 4 de diciembre de 2006 en diario El Informe de Venado Tuerto)

El scottismo tendría nuevos aliados para retener la presidencia del Concejo

Apenas pasado el mediodía del próximo miércoles se conocerá el nombre del nuevo presidente del Concejo venadense. Los candidatos para ocupar el sillón mayor de Sarmiento y Alem son, hasta ahora, tres: el oficialista Miguel Pedrola, que pretende la reelección; el pueblense Claudio Natali y el radical Delfor Hernández. Sin embargo, el hombre clave en esta elección parece ser otro radical, Lisandro Enrico. Ratificando una vez más las fuertes disidencias internas en la UCR, bastó que trascendiera la posibilidad de que Enrico acompañara la candidatura de Natali, para que Hernández pateara el tablero anunciando su propia postulación.
En principio, los pueblenses habrían aceptado las exigencias de Lisandro para sellar el acuerdo: obtener el apoyo meierista para una presidencia radical a partir de diciembre de 2007 y establecer por consenso las políticas institucionales del Concejo desde la semana próxima. Además, el presidente de la UCR y los de Pueblo coinciden en que este pacto sería una demostración de fuerzas de la debilitada versión venadense del Frente Progresista.
Con su osada estrategia, Hernández condicionó a Enrico, forzándolo a la disyuntiva de apoyar un candidato de su propio partido -a pesar de los enfrentamientos internos- o apuntalar uno de la agrupación -Pueblo- con la que chocarán en las primarias de julio, salvo que se concilie una lista única.
Si Enrico opta por la segunda opción, la lógica indica que el presidente será Natali, salvo que el terceto scottista de concejales consiga el respaldo de la lucifuercista Patricia Romero y/o del dematiísta Hernández. Descartada la primera hipótesis, se impone indagar sobre la segunda: ¿Un dematiísta apoyando a un scottista? Poco probable desde el antagonismo de sus líderes, aunque en el indiscreto mundillo parlamentario bien se sabe del afecto mutuo que se profesan los médicos Hernández y Pedrola. En este sentido, las especulaciones se bifurcan: que Delfor arrime el cuarto voto a Pedrola, o -menos factible- que los oficialistas se vuelquen en apoyo del radical para emparejar la hipotética concertación de pueblenses y Enrico. En tal caso, Romero tendrá que sostener su propia candidatura para no avalar a los abanderados de los enemigos políticos del vianismo: Natali, el de Meier; o Pedrola, el de Scott.
En cambio, si Lisandro considera que no se justifica lesionar más aún las relaciones internas, tendrá que sintonizar las estrategias con Hernández, descartando a los pueblenses como socios. Entre ellas podría evaluarse desde formar junto con Romero el tercer grupo de tres ediles, hasta pactar con el oficialismo, dando lugar a otro interrogante: ¿Acordarán los radicales ahora con los mismos scottistas que enfrentarán en las generales de septiembre?
Impulsando un nombre propio para la presidencia, Pueblo comprometió en primer lugar a la UCR y, en cierta medida, al lucifuercismo, aunque ni unos ni otros olvidan que los meieristas arrastran el antecedente de haber respaldado por cinco años consecutivos a cuanto candidato apadrinó el intendente Scott. Asimismo, Roberto Meier empieza a pagar los costos de sus exacerbadas críticas a Ernesto De Mattía y Jorge Viano, referentes de Hernández y Romero, respectivamente.
Por esas extrañezas de la política, una vez que los pueblenses decidieron quitarle el apoyo al oficialismo, ahora podría ser un dematiísta el que garantice la continuidad scottista en la presidencia del Concejo.
En los últimos cinco años, a estas alturas de diciembre, ya se sabía que el oficialismo tenía todas las de ganar; esta vez, es posible que la incógnita se estire hasta último momento.

(Publicado el lunes 4 de diciembre de 2006 en diario El Informe de Venado Tuerto)

Obeid y Bielsa presionan a Scott para que sea candidato "a algo"

Tan furiosas son las internas en el scottismo que en los últimos tiempos han eclipsado las confrontaciones con el lucifuercismo. Hasta el propio intendente y fundador del sector gobernante, Roberto Scott, admitió en declaraciones televisivas la existencia de enfrentamientos entre miembros de sus diversas líneas… algo así como la interna de la interna.
Hasta el segundo mandato -completado en diciembre de 2003-, al amparo del liderazgo indiscutido de Scott, las rispideces se resolvían más fácilmente, pero bastó que, promediando la tercera gestión, el intendente fuera un poco más allá con sus señales de no postularse por cuarta vez consecutiva, para que la interna se pusiera al rojo vivo. En estas batallas también está influyendo la interna provincial del PJ, que hoy tiene como mayores antagonistas al gobernador Jorge Obeid, con su bendecido Rafael Bielsa, y Carlos Reutemann, quien ya anunció que no será candidato, y aún se desconoce si terminará apadrinando a un hombre de su entorno para competir en las primarias de julio, o si acompañará al ya lanzado rafaelino Omar Perotti.
Casi a último momento, Roberto Scott se había bajado en 2003 de la Liga de Intendentes que lo contaba entre sus pioneros, para alinearse con Alberto Hammerly, el candidato impulsado por el gobernador saliente, Carlos Reutemann. Con esa voltereta, Scott desembocó en el mismo espacio de sus delfines Ricardo Spinozzi y Jorge Lagna, postulantes en esa misma elección a senador provincial y diputado provincial, respectivamente. Luego, aunque la elección provincial de Hammerly no fue de lo más feliz, en Venado y General López los scottistas demostraron largamente su poderío. Con este antecedente, Scott consiguió un acercamiento con el también triunfante Obeid, que hoy oxigena la asfixiada gestión municipal venadense con el financiamiento de importantes obras públicas. Sin embargo, el costo político de esas partidas que la Provincia dosificará hasta las oportunas inauguraciones del próximo año electoral, es que el scottismo cierre en la interna provincial con el rosarino Bielsa, candidato del actual gobernador. En este escenario, se complican las chances de que Scott y Spinozzi vuelvan a estar juntos, siendo que este último es un encumbrado referente del denominado cuarto espacio que representa al reutemismo, en oposición al esquema de poder urdido por Obeid.
Así pues, adquiere trascendencia otra resonante declaración del scottista Gustavo Giner, que a principio de semana promovió al intendente venadense como candidato a senador provincial, casualmente el cargo que hoy ocupa Spinozzi y que, en principio, trataría de retener hasta 2011. Ahora, los dichos de Giner, ¿se limitan a un ataque personal contra el Tino o se vinculan a una imperiosa necesidad política? Más de lo segundo que de lo primero. Es que Bielsa, para captar votos en el sur-sur santafesino, requerirá de un apellido atractivo a la derecha de la sábana. Y si el candidato a intendente es José Freyre, arguyen en San Martín y Marconi, porqué no colocar a Scott como aspirante a la senaduría.
Casi como un rehén político del obeidismo, a Scott no le será tan fácil esta vez saltar el cerco como lo hizo cuando militaba en la embrionaria Liga de Intendentes. Paradójicamente, el operador kirchnerista Juan Carlos Mazzón, y uno de los artífices de la creación de la Liga tres años atrás, hoy es otro de los acérrimos defensores de la candidatura del zigzagueante Rafael Bielsa, quien el 16 de junio último declaró a La Nación: “Voy a ser candidato a jefe de gobierno porteño” y un par de meses después dijo: “Tengo la convicción de que voy a ser candidato a gobernador de Santa Fe”.
En otro orden, subsisten interpretaciones contradictorias sobre la excesiva demora en la designación de Noemí Azcona como directora médica del Hospital Gutiérrez. La versión oficial señala que se está a la espera de la creación de un cargo en la Zona VII de Salud para compensar al desplazado scottista Carlos Trongé; y la versión alternativa sugiere que con el nombramiento del firmatense Ramiro Huber como interventor -sucediendo a Tomás Tibaldi- y el de Azcona como directora médica, el Gutiérrez se transformará en un hospital spinozzista, siendo que el scottismo trabajó a destajo en la Batalla del Samco y ahora prácticamente no obtendría beneficios con esta intervención directa de las autoridades provinciales en sintonía con las estrategias del senador de General López, hoy enfrentado abiertamente con el eje Obeid-Bielsa.
Las necesidades scottistas de alinearse con el eje y el crecimiento político de Spinozzi en las huestes del reutemismo sin Reutemann, colisionan frontalmente como nunca antes. A estas alturas, el intendente debe estar aferrado a la ilusión de que el presidente Kirchner y el senador nacional Carlos Reutemann, acuerden, al menos, evitar las primarias y bendecir, a dúo, a Bielsa. Sólo así, Scott podría conservar la precaria unidad interna por un tiempo más. Aunque se avecinan otros desafíos para el oficialismo, como el inicio de las negociaciones con el tercer sector del PJ por el segundo puesto de la lista de candidatos a concejal. Como el año próximo resigna dos bancas legislativas, el scottismo no estaría dispuesto a ceder el segundo puesto a un aliado, pero también sabe que dejando crecer a un tercer sector, corre serios riesgos de perder esa segunda banca en las primarias nada menos que a manos de sus enemigos lucifuercistas, como ya lo padeció hace un par de años.

(Publicado el viernes 1 de diciembre de 2006 en diario El Informe de Venado Tuerto)

El scottismo perdería la presidencia del Concejo

Nunca en los últimos cinco años el scottismo había estado tan cerca de perder la presidencia del Concejo, y lo paradójico es que podría resignarla en manos de un edil de Pueblo, la misma agrupación que desde diciembre de 2001, a partir de la asunción de Roberto Meier, le aseguró año tras año el control del poder legislativo de la ciudad.
Precisamente la llegada del Tío Meier había interrumpido el dominio radical, dando lugar a una nueva era, con sucesivas presidencias de los oficialistas Jorge Lagna, primero, y Miguel Pedrola, después. Sin embargo, como los tiempos políticos cambian, en su última reunión plenaria sabatina, los pueblenses establecieron que esta vez presentarán antes sus pares a Claudio Natali, próximo a iniciar su último año de mandato, como postulante a presidente del Concejo, preservando a Oscar Pieroni para la coordinación de los equipos técnicos de la campaña Meier Intendente.
Con un mandamás como Roberto Scott, tan poco afecto a la construcción de consensos, como a respetar las atribuciones fiscalizadoras de los ediles, los meieristas comprendieron -por fin-que con un presidente oficialista la actividad parlamentaria no se beneficia en nada; en cambio, con un presidente opositor, además de dejar expuesto el retroceso oficialista, podrían fortalecer al Concejo, tanto en la tarea de las comisiones como en su relación con las entidades intermedias.
Con tantos concejales como el scottismo -tres-, los pueblenses cuentan con mejores posibilidades de articular alianzas con el resto de los opositores, tanto con los radicales -sus socios en la versión local del Frente Progresista-, como con la lucifuercista Patricia Romero.
Entre todos ellos, Lisandro Enrico sería el más decidido a brindar su respaldo a Natali, pero en el marco de un acuerdo político de larga duración. Ya en las negociaciones con Pueblo de finales de 2005, el actual presidente de la UCR había propiciado una presidencia alternativa (un año cada partido), y ahora podría insistir con la misma propuesta. Además, Enrico reclamaría que, tanto en las presidencias pueblenses como en las radicales, las principales definiciones políticas del cargo se adopten en forma conciliada, sin más actuaciones personales que las obligatorias de presidir las sesiones y representar ante la sociedad al cuerpo parlamentario.
Si Enrico cierra con Pueblo, Hernández no tendría demasiado margen de maniobra para ensayar un esquema alternativo, menos aún si se confirma la inclinación del líder del peronismo disidente, Jorge Viano, de colaborar con la eyección de Pedrola del sillón mayor del Concejo, aun cuando esa operación pueda favorecer a Meier, casi tan enfrentado políticamente con él como el otro Roberto, con domicilio político constituido desde hace casi 11 años en San Martín y Marconi.
Recién llegado de la bruma londinense, donde participó de un congreso internacional sobre sida, el actual presidente Miguel Pedrola se topará con un clima político enrarecido en la interna de su sector, donde hasta el enigmático Gustavo Giner habría manifestado sus intenciones de presidir el Concejo, salvo que la oposición hilvane los acuerdos necesarios para obtener la mayoría. En estas circunstancias, ni siquiera habría que descartar la designación de un presidente opositor por consenso. En una actitud pragmática, sabiendo que el candidato de la oposición -Natali o quien sea- cuenta con seis votos, no tendría sentido exponerse a una derrota que afectaría aún más al scottismo gobernante.
Todavía sin fecha establecida para la sesión especial de renovación de autoridades, los ediles consultados estimaron que podría llevarse a cabo el lunes 11 de diciembre. No obstante, la que hoy comienza podría ser una semana clave para la definición de la estratégica presidencia del Concejo venadense.

(Publicado el lunes 27 de noviembre de 2006 en diario El Informe de Venado Tuerto)

Giner y Enrico prefieren a Freyre; Spinozzi prepara el desembarco

Si la interna del opositor Frente Progresista venadense desborda de complicaciones, ni qué hablar de las turbulencias intestinas del scottismo. Desde que el fundador Roberto Scott y el supersecretario José Freyre se consagraron como los únicos posibles precandidatos del sector para competir en las primarias justicialistas, comenzaron a tejerse infinitas especulaciones en San Martín y Marconi. Aunque nunca antes se había sentido tan cerca de resignar ese poder que tanto lo subyuga -aunque sea a manos de su propio yerno-, Scott, que aún tiene casi 13 meses de gobierno por delante, intentará aferrarse al timón el mayor lapso posible para no debilitarse ante un vacío de poder. “Si por él fuera, mantendría el misterio hasta marzo”, enfatizó uno de sus escoltas, en referencia al último plazo para la presentación de candidaturas. Sin embargo, esta razonable necesidad de Scott conspira contra los intereses de Freyre, quien permanece relegado con el intendente ocupando el centro de la escena política. Pero no sólo las sugestivas demoras de Scott en bajarse del caballo producen escalofríos en la base porotista, sino también el fuerte lobby que ya lanzaron los funcionarios cuyas carreras políticas están atadas a la continuidad de Scott. “Si el Mago se retira, se acabaron las garantías. Será difícil ir a pedirle un conchabo al mismo tipo que hace tiempo que vienen limando”, advirtió el mismo allegado.
También el precandidato a gobernador del PJ que cierre con el scottismo en nuestra ciudad podría reclamarle al actual intendente un esfuerzo más con una cuarta postulación, sobre todo teniendo en cuenta la catarata de votos que, según se presume, favorecerá al socialista Hermes Binner. “Mal que le pese a Freyre, en ninguno de los 19 departamentos un candidato a gobernador resignaría el caudal de votos que asegura Scott”, razonó un veterano contador en la cena que compartieron anteanoche con el periodismo local.
Por su parte, en resonantes declaraciones de principio de semana, el edil Gustavo Giner, después de confesar sus preferencias por la candidatura de Freyre, lo desafió a presentar los hombres y mujeres que lo acompañarían en la gestión. “Ya deberíamos ir viendo quiénes van a ser esas personas”, sugirió Giner, instando al supersecretario a adoptar un ofensiva pírrica. Y el remate de la semana lo propició el radical Lisandro Enrico, considerando que “el mejor candidato scottista es José Freyre” y no el actual intendente. Si tiempo atrás el pueblense Roberto Meier había levantado una gran polvareda poniéndose a elegir entre Scott y Jorge Viano, Enrico fue más allá y ahondó en la propia interna del grupo gobernante. Con la clásica picardía boinablanca, Enrico salió a embarrarle la cancha a sus adversarios políticos, en busca de agudizar las contradicciones entre los que defienden la continuidad de Scott y los que promueven una renovación a través de la figura de Freyre. Tanto Meier como Enrico en la general, como el vianismo en las primarias, apuestan a que el candidato oficialista sea un Roberto Scott saturado de flaquezas en su larguísima administración, perjudicado además por la mala prensa de las reelecciones indefinidas después del efecto Misiones. Como señaló uno de los colaboradores del concejal boinablanca, “no es que Freyre sea un candidato temible, sino que el intendente es un adversario más conveniente para la oposición”. En el marco de esta estrategia política es que Enrico busca tocar el orgullo de Scott cuando lo califica como “cansado y desgastado”.
De todos modos, la oposición también debería mirar hacia dentro y preguntarse porqué aún no logró neutralizar la eficiencia mediática del intendente -muy superior a Freyre en ese cometido-, que con un discurso agresivo, y montado en la desinformación de la gente y ciertas complacencias periodísticas, con frecuencia consigue escamotear del debate público los asuntos más negativos de la gestión municipal.

Spinozzismo en marcha
Mientras tanto, el senador provincial Ricardo Spinozzi -más cerca de la construcción de un espacio propio en la ciudad que de su antigua pertenencia al riñón scottista- lanzó, desde el retiro de su referente provincial Carlos Reutemann, un agresivo desembarco en Venado, con la Batalla del Samco como punto de partida. Mostrando fuertes influencias en el gobierno obeidista, el Tino consiguió confirmar ayer lo que este diario anticipó en tapa el 8 de noviembre: Noemí Azcona, impedida por un juez de asumir como presidenta del Samco, fue designada directora médica en lugar de Carlos Trongé, retribuido con un cargo en la Zona VII de Salud. En tanto, apenas como figura decorativa, Ramiro Huber asumió el rol de interventor en lugar de Tomás Tibaldi, quien además de su antecedente como subsecretario de Salud santafesino, fue el candidato spinozzista en las recientes elecciones del Samco firmatense.
Además de colocar dirigentes de su extrema confianza en el Gutiérrez, Spinozzi desautorizó semanas atrás al intendente Scott, quien en reiteradas ocasiones lo había incluido en una larga lista de potenciales candidatos a intendente, junto con Freyre, Dabove y Lagna, entre otros. Dispuesto a manejar sus propios tiempos y compartir cartel sólo con quienes él desea, al tiempo que irrumpía con el espacio reutemista en la provincia, Spinozzi estableció públicamente que no será candidato a intendente venadense en 2007, deslizando sus intenciones de postularse en 2011, luego de un segundo período consecutivo como senador provincial, según confían sus íntimos.

(Publicado el viernes 24 de noviembre de 2006 en diario El Informe de Venado Tuerto)

Peisino desmiente "caza de brujas" sin descartar medidas ejemplares

Ni siquiera ante la proximidad de las fiestas de fin de año, esas que vuelven a la gente más buena y tolerante, se aflojan las tensiones en la ciudad. La explosión más reciente se originó en la Cooperativa de Obras Sanitarias, con la supuesta “caza de brujas” denunciada por referentes de la alianza Unidad, impulsada, entre otros sectores, por el scottismo. La versión que se echó a rodar en la tarde del miércoles sorprendió a propios y extraños, pues uno de los compromisos de la coalición triunfadora en la asamblea general de delegados había sido precisamente el de no caer en el grotesco de las represalias políticas ni sindicales.
El delicado escenario obligó a un descargo del flamante presidente, José Luis Peisino, que con más cintura política que sus antecesores, no dilató la respuesta pública y de inmediato enmarcó el caso en la causa judicial abierta después de detectarse un faltante de materiales, herramientas y combustible en la planta de calle Matheu, durante la gestión anterior. En rigor, el aparente delito fue detectado por vecinos de dicha planta que alertaron sobre la salida de vehículos cargados sospechosamente en horario no laboral. Una posterior constatación notarial confirmó que algunos de los elementos sustraídos -caños de fundición, por ejemplo- se hallaban en un desarmadero del barrio Santa Rosa, adonde habían sido trasladados para su venta por dos personas a bordo de una camioneta de Obras Sanitarias, según consta en la declaración de un testigo.
Uno de los involucrados en este episodio habría renunciado un par de semanas atrás, y en los últimos días, en virtud de los elementos aportados a las investigaciones en curso, las sospechas habrían alcanzado también a otros dos trabajadores, uno de ellos con la jerarquía de jefe de sección. En este contexto, se comprende porqué Peisino desmintió los rumores de cesantías por razones políticas, pero dejó abierta la posibilidad de adoptar medidas drásticas contra empleados que podrían haber afectado con sus inconductas el patrimonio cooperativo.
Asfixiada por el innecesario embargo de 800 mil pesos que promovió el Departamento Ejecutivo -con la oposición legislativa-, el Consejo de Administración sería visitado la semana entrante por autoridades del Sindicato de Obras Sanitarias de Rosario, con un doble propósito: requerirle precisiones sobre la situación de los empleados sospechados y reanudar el diálogo por la sindicalización del personal que antes estaba afiliado a los gremios del Comercio y la Construcción y carece aún de cobertura.
En todas estas últimas definiciones habría recobrado protagonismo el gerente general José Antonio Rodríguez, cuya figura se había desvanecido en los últimos tiempos de la gestión liderada por Cristina Aisemberg y Alejandro Zapata. Esta resurrección de Rodríguez, como así también la orden estricta a los consejeros de no impartir instrucciones a los mandos medios, ratifican la intención de Peisino de no cometer el mismo error de sus predecesores, que en lugar de ocuparse centralmente de la orientación estratégica de la empresa, dilapidaban energías entrometiéndose en asuntos propios de la órbita gerencial.
En principio, más allá de los coléricos reclamos de algunos referentes de la agrupación Unidad, en las actuales condiciones no parece haberse desatado una “caza de brujas” contra opositores internos, sino que todos los procedimientos estarían vinculados con el descubrimiento de hechos presuntamente ilícitos que hoy se evalúan en los ámbitos naturales.
Ya no se padecen los juicios que paralizaban a la Cooperativa de Obras Sanitarias, impidiendo sistemáticamente la aprobación de memorias y balances y la elección de nuevos consejeros. Estos son otros tiempos. Hoy las causas judiciales se abren, de uno y otro lado, por embargos y por robos. Nada sencilla se vislumbra la gestión que acaba de iniciar José Luis Peisino. Si demuestra que las mentadas persecuciones no son más que patrañas opositoras, habrá dado un gran paso adelante. Con varios frentes de conflicto en desarrollo, la alianza administradora tendrá que demostrar cohesión y lucidez para no terminar neutralizada por tantos tironeos.

(Publicado el viernes 10 de noviembre de 2006 en diario El Informe de Venado Tuerto)

Scott, seducido por el poder, podría complicar las ambiciones de Freyre

En las entrañas del scottismo acaba de desatarse, ahora sin disimulos, una suerte de interna familiar por la sucesión en el Sillón de Aufranc. Si bien es frecuente el lanzamiento de postulantes alternativos desde San Martín y Marconi, la maniobra sería meramente distractiva. Así lo establecen, al menos, los operadores más cercanos al riñón scottista. Según ellos, los precandidatos a intendente por el oficialismo son dos y nada más que dos: el actual intendente Roberto Scott y su yerno, el supersecretario José Freyre.
Lo cierto es que, a estas alturas, Scott es una víctima de sus propias palabras. Sobre el posible candidato del sector, el intendente insistió hace un par de días en que “puede ser cualquiera que las encuestas le den bien”. Ese mismo discurso había enarbolado antes de los comicios de 2003, cuando no tenía competidores internos a la vista. Pero hoy el escenario cambió, y mucho. Los sondeos de intención de voto ya evidencian que Freyre mide casi tan bien como su propio suegro. En otras palabras, el supersecretario puede ganar o perder las próximas elecciones de intendente, como podría ganarlas o perderlas Scott. No sólo eso. Pese al perfil bajo que cultiva, Freyre supo desarrollar una estructura política propia en la interna del scottismo, donde conviven desde conocidos empresarios y dirigentes intermedios hasta encumbrados miembros del gobierno municipal y referentes barriales. Asimismo, ya hizo públicas sus ambiciones de poder en la ciudad, y hasta utiliza los micros radiales de la Intendencia con la misma soltura que su suegro. Otro dato insoslayable es que Freyre jamás abandonó la jefatura política de la Dirección de Acción Social que le otorgó Scott después del debut en la estructura del Plan General. “Al principio creí que era una carga familiar que me había endosado el intendente, pero después empecé a descubrir que el pibe tenía futuro”, sentencia el ex secretario de Obras Públicas, Carlos Dimmer, evocando los comienzos de Poroto en la función pública una década atrás. De Acción Social, Freyre saltó a fines de 2003 a liderar la lista de candidatos a concejal del oficialismo, pero renunció a la banca seis meses después, convocado para desempeñarse en la vacante Jefatura de Gabinete. Ni en su breve paso por el Concejo ni hoy como supersecretario, Freyre se alejó de Acción Social, aun cuando el cargo está formalmente en manos de Norma Orlanda. En este sentido, la permanencia de Freyre en la estratégica repartición municipal fue sintetizada en rueda de amigos por un profesional que fichó en el porotismo: “José es un muy buen candidato para el centro y en los barrios con más necesidades es poco menos que venerado”. Sin embargo, esta fortaleza de Freyre suele depararle algunos disgustos cuando el habitual clientelismo se desmadra, como sucedió en las recientes elecciones vecinales. En ellas, aunque el secretario de Gobierno Juan Vidal, además de crear su brigada paralela de servicios públicos, incursionó apadrinando candidatos propios en ciertos barrios, el jugador más decidido fue el citado Freyre, que más de una vez admitió entre sus íntimos el “grave error” scottista de haber subestimado al lucifuercismo en las vecinales.
En esta descripción de los acontecimientos, no cuaja el nuevo discurso del intendente: “Si las encuestas me dan para asegurar el triunfo, el candidato seré yo”. Ahora, con un oficialismo en condiciones -según las encuestas- de pelear mano a mano con la coalición opositora para retener el gobierno, Scott está en problemas. Es que ya no se acuerda cómo es eso de vivir sin poder político, sin privilegios, sin aduladores. Y, para colmo, el posible sucesor no es un extraño al que podría sacar de carrera de un plumazo, sino que es su propio yerno, con el que comparte el sabroso asado de los domingos y los tintos que él mismo combina con veleidades de enólogo.
Después de la renuncia de 2004, Freyre ya no podría intentar un regreso al Concejo, ni tampoco mantenerse aferrado por mucho tiempo más a los pantalones de Scott. Hay una embrionaria estructura política -sin espacio en una eventual reelección del Mago- que reclama la candidatura a intendente del actual supersecretario. De otro modo, cansada de esperar, la militancia más principista del porotismo podría emigrar en busca de otros horizontes, mientras que los oportunistas de siempre saldrán disparados a guarecerse bajo el ala de Scott.
Diciembre sería el mes de las definiciones, aunque si las cosas se complican habría que esperar hasta los primeros meses del año próximo para saber qué precandidato impulsará el scottismo para competir en las primarias del justicialismo.
Si Scott no tiene la grandeza de retirarse a tiempo, podría precipitar una fractura irremediable en la interna de su agrupación. Hasta sus colaboradores más obsecuentes dudan del éxito de un cuarto mandato consecutivo, “menos si el próximo gobernador es Binner”, suele alertar uno de sus apóstoles. “Acordate que amenazó con echarlo a patadas de Venado”, añade, memorioso.
Con su suegro y descubridor de un lado, y su propia formación política demandante del otro, José Freyre conserva un trabajoso equilibrio dentro del scottismo. Aunque ni siquiera llegó a los 40 años, es irrefutable que la política no siempre concede una segunda oportunidad. Freyre está ante la primera de su vida; pero Scott, atrapado por las seductoras telarañas del poder, podría complicar sus aspiraciones.

(Publicado el viernes 3 de noviembre de 2006 en diario El Informe de Venado Tuerto)

Peisino en la presidencia, un valioso gesto de apertura en Obras Sanitarias


La flamante designación como presidente de la Cooperativa de Obras Sanitarias de José Luis Peisino significa un auspicioso gesto de apertura en esta segunda etapa de administración de los Vecinos. En lugar de insistir con figuras desgastadas por mil batallas, la coalición triunfante debutó en la gestión con decisiones felices, cediendo la presidencia al abogado de militancia radical y perfil progresista, que se desempeñó como secretario de Acción Social, primero, y de Gobierno, después, en el apogeo dematiísta de los ‘80. En tanto, desde la presentación de la lista de la triple alianza de vecinos, lucifuercistas y socialistas, ya se conocía que, en caso de imponerse, el estratégico rol de síndico sería retenido por el abogado socialista Guillermo Morel.
En consecuencia, los sillones más influyentes de la concesionaria de cloacas y agua potable ya están ocupados por dos hombres sin ataduras con un pasado reciente caracterizado por frecuentes encontronazos con la Intendencia, el Concejo, la Autoridad de Aplicación y el personal. Además de constituir dos de las caras nuevas de la cúpula de la COS, el vecino Peisino y el renovador Morel también coinciden en su visión crítica de la gestión scottista.
Entre las múltiples lecturas que ofrece la composición del nuevo Consejo de Administración, se destaca además la incorporación como tesorero de Rubén Pighín, quien, junto a José Luis Peisino, son estrechos colaboradores en la administración de la quiebra del ex BID del contador Juan Arnaldo Venturini, de históricos lazos afectivos y profesionales con la Cooperativa de Obras Sanitarias y pública enemistad con el actual intendente venadense.
La vieja guardia de los vecinos está representada en los principales cargos por el empresario Fabricio Fernández en la vicepresidencia y la docente Cristina Aisemberg -presidenta saliente- en la secretaría, mientras que Alejandro Zapata y Eduardo Parodi ocupan responsabilidades menos influyentes.
Otro aspecto digno de mención es que, con el referente de la alianza Unidad, Vicente Vivas, como único sobreviviente opositor, la renovada estructura ejecutiva carece de puentes de diálogo con el gobierno local. Si subsistía alguno, aunque sea enclenque, el propio Scott, sangrando por la herida, lo destruyó desde el vamos con una irresponsable declaración de guerra a las autoridades elegidas por la mayoría de los delegados. Antes de la elección, el intendente se había ocupado de impulsar un innecesario embargo de las cuentas de la empresa, apelando una vez más a un estilo pendenciero que tanto perjudica la convivencia política en la ciudad.
Cosechando su siembra, el Departamento Ejecutivo se encontrará en el año electoral que se avecina con un Concejo de mayoría opositora (¿y presidente no scottista desde diciembre?) y, además, con las dos cooperativas de servicios públicos controladas por dirigentes opositores. Tantas adversidades sufre el scottismo en los últimos tiempos que, en virtud de una resolución judicial, ni siquiera pudo acceder a la administración del Hospital Gutiérrez, luego de la Batalla del Samco. Con estas referencias inmediatas, en San Martín y Marconi se ilusionan con adueñarse de la mayoría de las vecinales que renovarán autoridades el domingo que viene.
El primer gran desafío para la flamante gestión de José Luis Peisino es restablecer las relaciones con los distintos actores políticos y sociales, desde el intendente hasta los empleados, sin importar los alineamientos electorales de cada uno. Después de la porfía política, ya es tiempo de concentrar las energías en el desarrollo de las postergadas obras sanitarias. No será tarea sencilla. Las relaciones internas están resentidas y, desde fuera, el intendente no conoce otra receta que la confrontación. Sin embargo, no hubo amparos ni impugnaciones; a pesar de todo, los consensos son posibles.

(Publicado el viernes 27 de octubre de 2006 en diario El Informe de Venado Tuerto)

Al final, la Unidad se quebró y ganaron Vecinos y Luz y Fuerza


“Mucho aparato, pocos votantes y un resultado final aún incierto”. Ese había sido el título del análisis del día después de las asambleas de distrito de la Cooperativa de Obras Sanitarias del domingo 10 de septiembre, que motivó algunas manifestaciones de disgusto en la mañana siguiente, aunque en su última parte se limitaba a destacar que la definición se daría recién en la asamblea general ordinaria, una suerte de segunda vuelta electoral con los 38 delegados en condiciones de impulsar distintas alianzas. Aunque resulte doloroso para los que obtuvieron la primera minoría en la sumatoria de los 11 distritos, anoche no hubo una burla a la voluntad de los asociados, sino una esperable negociación entre fuerzas que presentaban tantas afinidades y discrepancias como las que componían la entonces triunfante alianza Unidad.
“Aún es temprano para hablar de vencedores y vencidos”, decíamos también el lunes 11 de septiembre. Así era nomás. Contra todos los augurios, la mayor sorpresa registrada en la noche de la víspera fue la aparente caída de un soldado del sector Unidad (scottismo, “12 de Junio”, históricos y empleados), que hasta la tarde de ayer contabilizaba 18 votos propios como punto de partida, pero después de la votación secreta se encontró con que eran apenas 17. En cambio, la coalición de Vecinos y Luz y Fuerza, que arrancaba con una base de 17 delegados (12 lucifuercistas, 4 Vecinos y el renovador Guillermo Morel), terminó sumando al rebelde de Unidad (algunos lo llaman traidor) y, quizá, al socialista Juan Moscoso, en tanto que el voto en blanco habría sido el de Martín Lüders, el delegado más cercano a los pueblenses de Roberto Meier. Es decir que si el delegado de Unidad no daba el triple salto mortal a la alianza de Vecinos, Luz y Fuerza y parte de Renovación, la elección habría concluido en un empate en 18 delegados, ante la ausencia de la delegada Violeta Alvarez.
Si bien Moscoso no se pronunció sobre los porqué de su respaldo a la coalición victoriosa, allegados al ex concejal dieron a entender que el embargo scottista a las cuentas de la Cooperativa de Obras Sanitarias terminó de definir su tendencia, junto a la voluntad de aferrarse a la misma línea del también socialista y síndico electo, Guillermo Morel, y del presidente de la UCR local, Lisandro Enrico, quien se había declarado en sintonía con el sector que cuenta con Alejandro Zapata y Jorge Viano como principales referentes.
Hoy se inaugura una nueva etapa en la concesionaria, donde la prioridad es calmar las aguas de una vez por todas, pacificar las cruentas internas de los últimos tiempos.
La vigencia del sistema proporcional -siempre más representativo que las listas completas- facilitó el fenómeno inusual de que los Vecinos, con apenas cinco delegados electos -cuatro, después de una renuncia- se hayan adjudicado la totalidad de los cargos en disputa para el Consejo de Administración, pues los lucifuercistas no pretendieron espacios y el renovador Morel quedó a cargo de la estratégica sindicatura. Sin embargo, los Vecinos -con algunas caras nuevas y descontaminadas que podrían otorgarle un perfil distinto- ya no tendrán el control hegemónico de antaño, pues la asamblea de delegados, con esta composición, ejercerá un fortísimo poder paralelo, donde el lucifuercismo y los renovadores conservarán tanta influencia como los propios Vecinos en los cargos ejecutivos. Como afirmaron ayer algunos observadores, también habrá que observar la evolución de las fidelidades durante el largo año de mandato.
De todos modos, en estas condiciones, los Vecinos no tienen margen de maniobra para tomar las represalias tan temidas contra los empleados que adhirieron a los postulados de la alianza Unidad ni tampoco para obstaculizar su libre agremiación en el Sindicato de Obras Sanitarias.
Aunque los referentes de Unidad eran Oscar Demarchi y Vicente Vivas, el cachetazo más duro de la elección de anoche lo sufrió el gobierno scottista, que deberá revisar sus sistemáticas presiones sobre la Cooperativa de Obras Sanitarias y dedicarse a ejercer con mesura y equilibrio sus responsabilidades como poder concedente.

(Publicado el jueves 26 de octubre de 2006 en diario El Informe de Venado Tuerto)

Un embargo político, 35 votos cantados y tres indecisos bajo fuertes presiones

El Concejo había mostrado rapidez de reflejos la semana pasada rechazando la judicialización iniciada por el Departamento Ejecutivo con el embargo a las cuentas de la Cooperativa de Obras Sanitarias. Pero, en la última sesión, los ediles opositores no obraron con idéntica convicción para forzar la convocatoria al tribunal de conciliación que el contrato de concesión contempla para zanjar las controversias entre las partes. Ahora se aguardan sendos informes, tanto de Asuntos Jurídicos de la Municipalidad como de la Cooperativa, al tiempo que se programa una reunión con la Comisión Auditora del “Fondo de previsión para la cancelación de deudas de la obra de agua potable”, que integran los oficialistas Gustavo Giner, Daniel Dabove y José Freyre. Mientras tanto, si bien se sustituyó el objeto del embargo -ahora son los depósitos a plazo fijo y no los fondos disponibles-, la causa judicial impulsada por la Intendencia sigue abierta. En este sentido, el scottismo se salió con la suya, consiguiendo llegar a la asamblea general de delegados del martes próximo con fuertes presiones sobre los Vecinos. “Si ganara Unidad, el embargo se levanta al otro día”, observó un edil opositor, graficando el trasfondo político de la medida. Es cierto que las autoridades sanitaristas demoraron excesivamente el pago de la tercera y última cuota del adelanto global de 2,1 millones comprometido para cancelar deudas, pero hay otras realidades que atender cuando se trata de una cooperativa de servicios públicos que está haciendo esfuerzos enormes para consolidar -con recursos propios- el complejo sistema de agua potable. Este ensañamiento del Departamento Ejecutivo, demostrado en la pretensión de triplicar la deuda de capital con intereses y punitorios (a pagar por los socios de la COS), contrasta con el estilo almibarado que el intendente Scott suele dispensar a empresas y profesionales foráneos que desembarcan para prestar servicios vinculados al gobierno municipal.
Esta embestida con tufillo electoralista complica aún más los preliminares de la asamblea del próximo martes, donde el flamante cuerpo de delegados designará por lista completa las autoridades de la empresa para el próximo período.
La lista Unidad, que había obtenido 17 delegados en las asambleas electorales, ahora suma 18, como consecuencia de la renuncia por razones personales de un delegado de los Vecinos, que en el acto fue reemplazado en su distrito (según lo establece el sistema D’Hont) por el scottista José Mariné, de Unidad. Por su parte, la alianza de Vecinos y Luz y Fuerza, que originalmente acumulaba 17, si bien perdió un soldado por la citada renuncia, lo recuperó con la incorporación de Guillermo Morel, el único de los cuatro delegados de la lista Renovación (socialistas y pueblenses) que ya confirmó su adhesión a la impensada concertación. Tanto es así que el abogado se candidatea para síndico titular. De este modo, son tres los delegados renovadores aún indecisos: Juan Moscoso, Martín Lüders y Violeta Alvarez. Esta última sería la más afligida por las fuertes presiones desatadas en los últimos días. Se trata de una mujer bastante mayor, tal vez incluida en la lista sin imaginar que ese voto, en virtud del sistema proporcional, adquiriría semejante tasación en el mercado electoral. La señora Alvarez estaría sufriendo tironeos desde todos los sectores, para que vote, para que falte, para que se abstenga, para que renuncie. “Está muy asustada, superada por las circunstancias”, reveló uno de los referentes renovadores, desconfiando de su asistencia a la asamblea del martes.
El delegado de mayores responsabilidades políticas del trío es, sin dudas, el ex concejal Juan Moscoso, que dudaría entre apoyar a los Vecinos y Luz y Fuerza (alianza donde milita el también socialista Morel) o reforzar el abstencionismo que pregona Roberto Meier, tentado desde el vamos a facilitar el triunfo de Unidad. No obstante, la decisión orgánica pueblense se definirá en la reunión partidaria de mañana. Tanto Moscoso como Martín Lüders, el delegado más afín a los meieristas, aguardarán esa resolución, pero no necesariamente se atarían a ella. Con el supuesto 18 a 17 a favor de la coalición de scottistas, “12 de Junio”, históricos y empleados sindicalizados en Obras Sanitarias, sumado a la previsible abstención de Alvarez, Moscoso y Lüders saben que, para ellos, abstención o voto en blanco, equivale a otorgarle el poder a la lista de consejeros liderada por Oscar Demarchi y Vicente Vivas. En tanto, desde la perspectiva de la militancia socialista y pueblense, se avistan dos elementos que habrían aumentado las chances de los devaluados Vecinos: 1) El salvaje embargo scottista a las cuentas de la COS; y 2) La decisión lucifuercista de apoyar la continuidad sin pedir consejeros a cambio.
También estaría influyendo el presidente del radicalismo, Lisandro Enrico, socio de Moscoso en el Frente Progresista, Cívico y Social, y ferviente defensor del acuerdo de Vecinos y Luz y Fuerza, aunque ese súbito interés colisiona con su renuncia pública a intervenir activamente en las elecciones de delegados.
De la resolución de todas estas cuestiones depende el resultado final de la asamblea, que por ahora es incierto. Cualquiera de las listas está en condiciones de imponerse, sin descartar una emotiva paridad en número de delegados.
Que el martes cada uno vote según sus íntimas convicciones, que no haya más apretadas, que no se judicialice la asamblea, que los delegados sepan convivir en la diversidad, que los perdedores no se juramenten hacerle la vida imposible a los vencedores. Que después de tantos ruegos y plegarias… se hagan los milagros.

(Publicado el viernes 20 de octubre en diario El Informe de Venado Tuerto)

En un clima enrarecido se presentan hoy las dos listas de Obras Sanitarias

Por un acuerdo entre todos los sectores, se postergó para las 13 de hoy el cierre del plazo para presentar las listas de candidatos a consejeros -serán dos- que competirán el martes 24 en la asamblea general ordinaria de la Cooperativa de Obras Sanitarias. En esa ocasión, los 38 delegados designarán la nueva mayoría, pues tienen que renovar seis consejeros (sobre los nueve que componen el Consejo de Administración) y el síndico.
Apenas concluidas las 11 asambleas electorales de distrito, la alianza Unidad (scottistas, “12 de Junio”, Sindicato de Obras Sanitarias de Rosario e históricos) supo que sus 17 delegados habían sido emparejados por la coalición entre Vecinos (5) y Luz y Fuerza (12), aprovechando las posibilidades que otorga la segunda vuelta en la asamblea general. Desde entonces, los cuatro delegados de Renovación (pueblenses y socialistas) se convirtieron en los más apetecibles. Unos y otros necesitaban, como el agua, los votos renovadores para inclinar la balanza.
Si bien el sector liderado por el concejal Roberto Meier había sostenido la campaña electoral con sus militantes, los resultados arrojaron tres delegados para el socialismo y sólo uno para los pueblenses, que enseguida fracasaron en sus intenciones de impulsar una lista de consenso entre los cuatro participantes. Muerta esa utopía antes de nacer, y concientes del altísimo valor de esos cuatro asambleístas, los pueblenses dialogaron tanto con los arracimados en Unidad como con el tándem Vecinos-Luz y Fuerza, reclamando la mitad más uno de los delegados. “No podemos ir como furgón de cola ni de unos ni de otros”, argumentó un edil meierista. “Si no tenemos poder de decisión, nos bajamos”, amenazó. Y se bajaron nomás, porque ni Vecinos ni Unidad estaban dispuestos a resignar la mayoría en el futuro Consejo de Administración.
A pesar de la temprana tendencia socialista a cerrar filas con los vecinos-lucifuercistas, Meier se inclinó por el abstencionismo, ya que no aceptaba compartir lista con el lucifuercismo ni tampoco con algunos dinosaurios de Vecinos y Unidad.
Este probable escenario de ruptura había sido anticipado el viernes pasado, en esta misma columna de opinión, con un interrogante: “¿mantendrán el consenso los tres socialistas y el pueblense?” A estas alturas, Pueblo se autoexcluyó de la compulsa -su delegado Martín Lüders se abstendría- y serían los tres socialistas, con Guillermo Morel y Juan Moscoso como abanderados, los que podrían otorgar a Vecinos y Luz y Fuerza la veintena de delegados requerida -como mínimo- para definir la elección. Sin embargo, la delegada Violeta Alvarez, que los socialistas cuentan como propia, en el bunker de Unidad era sindicada anoche como una “abstencionista” más, junto con Lüders. Incluso los más osados aseguraban que un delegado de los Vecinos presentaría la renuncia de un momento a otro en disconformidad con la política de alianzas urdida por Alejandro Zapata.

Sospechoso embargo
Mientras la flamante coalición de Vecinos, Luz y Fuerza y socialistas se aúna en la espinosa tarea de controlar los 20 delegados y los pueblenses regresan a casa, todavía vuelan las esquirlas del misil scottista que significó el embargo contra la Cooperativa de Obras Sanitarias por la deuda de la tercera y última cuota de 700 mil pesos. Rápidos de reflejos, los seis concejales opositores aprobaron anteanoche una ordenanza para que la Intendencia revea dicha judicialización, siendo que el contrato de concesión contempla una instancia de conciliación previa entre las partes. La avasalladora decisión del grupo gobernante atenta contra los intereses de la población, pues -si la acción judicial progresa- afectará a la Municipalidad o a la Cooperativa de Obras Sanitarias, es decir, al conjunto de los venadenses. “Cualquiera sea la conclusión del litigio, los damnificados seremos los mismos con este embargo de las cuentas, acá ya se sabe quién pierde”, subrayó el edil Oscar Pieroni. “También se sabe quiénes son los únicos que ganarían”, añadió la concejala Patricia Romero, alertando que el embargo por 800 mil pesos, incluye cerca de 200 mil pesos de costas y honorarios, entre cuyos eventuales beneficiarios se cuentan las hijas -ambas abogadas- de los secretarios Juan Vidal y Luis Plantón, según trascendió en la misma sesión legislativa.
“Este es un mensaje muy claro del gobierno municipal. Nos quieren advertir, un día antes de la presentación de las listas de consejeros, que la Cooperativa de Obras Sanitarias será ingobernable sin el scottismo adentro”, remató Claudio Natali. En ese sentido, uno de los más eficientes operadores de Unidad admitió que “la torpeza scottista no tiene fronteras. Por un lado quieren aliarse con Meier y por el otro cometen esa barbaridad del embargo. Así nos vamos a quedar solos”. Una vez más, impulsado por su propia naturaleza pendenciera, el scottismo procedió según una lógica de confrontación, sin dimensionar las consecuencias institucionales y económicas de sus temerarias maniobras políticas.
El intendente y los suyos deberían ser los primeros en detectar que la Cooperativa de Obras Sanitarias necesita, antes que nada, una inmediata pacificación. El odio visceral que se profesan los Zapata y Aisemberg de un lado, y los Demarchi y Vivas del otro lado, no se apagarán echando más leña al fuego. La verdad es que en Obras Sanitarias hay más caudal de odio que de agua potable y que el fétido olor del revanchismo es más intolerable que el de los residuos cloacales que desembocan en las lagunas de tratamiento.
Cualquiera que fuere la coalición que controle el Consejo de Administración, debe saber que contará, desde el vamos, con la mitad de los delegados de la asamblea general en contra. Y nadie podrá gobernar en esas condiciones tan adversas. ¿Será posible la pacificación?

(Publicado el viernes 13 de octubre en diario El Informe de Venado Tuerto)

Presidencia del Concejo, la última batalla política del año


El viernes 9 de diciembre sería la fecha de asunción de los cinco nuevos concejales venadenses, aunque en rigor los debutantes serán dos -el pueblense Oscar Pieroni y la eléctrica Patricia Romero-, pues el scottista Miguel Pedrola, el radical Delfor Hernández y el pueblense Roberto Meier fueron reelectos tras cuatro años de labor parlamentaria. No obstante, la atracción de esta convocatoria no reside en la cantidad de estrenos, sino en la renovación anual de la presidencia del Concejo Municipal, en la cual deberán decidir los nueve ediles, en este caso, los cinco que asumen -o reasumen-, junto a los cuatro que continúan en funciones por dos años más.
Durante los últimos tiempos, aun cuando la oposición contaba con mayoría simple de miembros (cinco sobre nueve), el scottismo logró conservar la estratégica presidencia con la colaboración de un aliado impensable: Roberto Meier. Apenas arribado al cuerpo, en diciembre de 2001, y con la experiencia reciente de belicosas presidencias radicales, el Tío consideró que para atemperar las luchas encarnizadas entre Departamento Ejecutivo y Concejo -los dos organismos políticos que componen la Municipalidad-, era indispensable cederle la conducción al oficialismo. Según la optimista interpretación de Meier, con uno de sus hombres en la presidencia, el intendente Scott tendría que respetar las facultades controladoras del Concejo y establecer una suerte de pacto de gobernabilidad con la oposición. Jamás ocurrió así. Scott se cansó de humillar a todos los concejales, incluido el propio Pedrola, al que luego debió recurrir ante la ausencia de candidatos para liderar la lista, y ahora respaldaría para otra gestión como presidente. Tan sistemático y premeditado es el ataque del intendente al Concejo que al secretario coordinador José Luis Freyre -eterno candidato a la sucesión-, para protegerlo de sus propios desplantes, lo obligó a renunciar apenas seis meses después de asumir como legislador. Más aún, si Scott no dejó de pagarles los sueldos -cree que hacerlo o dejar de hacerlo es una atribución suya- es porque, al fin y al cabo, el Concejo nunca le incomodó demasiado. En este sentido, con cuatro scottistas en el recinto, la oposición ni siquiera podía reunir los seis votos necesarios para rechazarle los vetos a las ordenanzas.
Cuatro años más tarde, Meier debería haber aprendido la lección: aunque le cedan generosamente la presidencia del Concejo, Scott jamás irá contra su naturaleza. El no es un político de consensos, sino de confrontación. Y los concejales, que por lo general se debilitan entre ellos con disputas menores, son una presa tentadora para un intendente que apuesta a dividir para reinar.
Además, en este inminente diciembre, ni siquiera son cinco los ediles opositores que podrían acordar una presidencia no scottista, sino media docena, porque Romero votaría por cualquiera antes que por un soldado oficialista.
¿Una fórmula sencilla? Que pueblenses y radicales se repartan la presidencia, unos en 2006 y otros en 2007. Cierra en la teoría, pero no tanto en la práctica. Aunque en Pueblo comprendieran que no deben seguir siendo funcionales a Scott, podría resultarles complicado pactar con la UCR. Así pues, antes aun de 2006, las dos fuerzas más importantes de la coalición progresista de 2007, Pueblo y la UCR, estarán ante el primer examen público conjunto: ¿depondrán -por razones estratégicas- sus conocidas diferencias, o volverán a cederle al scottismo el estratégico control del Concejo?
Scott ya demostró que no está dispuesto a gobernar junto al Concejo, y muchos menos lo haría en los próximos dos años, con dos tercios del cuerpo en contra y, lo que es peor, con dos candidatos a intendente opositores buscando destacarse desde sus bancas.
En estas condiciones, la UCR y Pueblo tendrían que establecer el primer gran acuerdo político, pero no sólo para imponer el presidente, sino también para conciliar una drástica reorientación de la metodología de trabajo legislativo. Mientras el scottismo intentará retener el cargo en manos de Pedrola para continuar con un Concejo de perfil bajo, la oposición debería ambicionarla para promover una fuerte vinculación con la ciudadanía de sus ordenanzas y resoluciones. Si no se deciden a demandar al intendente por el incumplimiento de los deberes de funcionario público, los ediles opositores tendrán que asumir el protagonismo necesario -presidencia incluida- para dar la lucha política sin más complacencias con el oficialismo.

(Publicado el miércoles 11 de octubre de 2006 en diario El Informe de Venado Tuerto)

La política y la justicia, más enlazadas que de costumbre

La excarcelación de Carlos Fraticelli y Graciela Dieser opacó, con su trascendencia nacional, el resto de los temas políticos de entrecasa, aunque en su embestida, el ex juez acudió a una estrategia política para lapidar a Carlos Reutemann, quien era el gobernador de Santa Fe cuando Natalia fue hallada muerta. Conociendo que su voluntad es alejarse de los escenarios que lo incomodan (hasta el punto de desistir de una nueva postulación a gobernador), Fraticelli y sus calificados asesores eligieron el pico de rating de la conferencia de prensa a la salida de la Alcaidía de Melincué para clavar estocadas contra Reutemann (lo acusa de haberle armado la causa), y su primo Rafael Gutiérrez, presidente de la Corte Suprema de Justicia provincial. Aunque se insinuó que había ensayado una disculpa tras la reacción en cadena de los afectados por sus manifestaciones, un sereno Fraticelli ratificó sus dichos anoche cuando se presentó en la Comisaría 3ª de Rufino.
En otro momento, la pesada descarga de Fraticelli no hubiera inquietado a ningún sector encumbrado del poder, pero hoy se considera desde diferentes ámbitos que la historia oficial del estrangulamiento de la adolescente ya no sería tan hegemónica como antaño, pues en la opinión pública se habría fortalecido la hipótesis del suicidio, como se vislumbró en la calurosa recepción tributada a Fraticelli en su regreso a Rufino luego de seis años. En los próximos meses, la Cámara de Conjueces determinará si Fraticelli y Dieser recuperaron la libertad sólo por un breve lapso y en virtud de un mero tecnicismo, o si los fallos condenatorios a revisar, obedecieron a presiones políticas u otras anomalías.
Yendo de lo particular a lo general, aunque le echen la culpa a jueces y abogados, los sucesivos gobiernos justicialistas provinciales han quedado descolocados frente al tirón de orejas del máximo tribunal nacional, más aún con la influencia que el poder político santafesino -de fuerte impronta menemista entre 1991 y 2003- ejerció siempre sobre la Justicia. Si bien la explosión mediática se precipitó recién con las excarcelaciones de los padres de Natalia, la verdadera bomba había explotado ante nuestras narices cuando la insospechada Corte Suprema de la Nación cuestionó la imparcialidad objetiva de los tribunales penales santafesinos, descubriendo ante los ojos de la ciudadanía las carencias de un deplorable servicio de Justicia que el poder político no supo ni quiso encarrilar.
Por su parte, el mismo juez de Rufino, Víctor Pautasso, ese que Fraticelli tanto maltrató cuando prendió el ventilador en Melincué, acaba de dictar otro fallo en el marco de la inconclusa Batalla del Samco. Sin dar lugar ni a la solicitud de revocatoria de la medida cautelar, ni a la declaración de incompetencia del juzgado rufinense, Pautasso anuló las chances de que el triunvirato scottista liderado por Noemí Azcona -electo en la cuestionada asamblea del 31 de julio- pueda asumir antes de fin de año en la administración del Hospital Gutiérrez. En este sentido, se cree que los sucesivos pasos procesales obligarán a la Provincia a estirar el mandato de Tomás Tibaldi -vence el 15 de noviembre- como interventor del Samco.
Para concluir la columna judicial, otra institución que podría volver a los tribunales en corto lapso es la Cooperativa de Obras Sanitarias, pues la alianza Unidad optaría por ese atajo para impedir que la posible coalición de Vecinos, Luz y Fuerza y Renovación se adueñe del Consejo de Administración. La semana que viene deberán presentarse las listas de candidatos a consejeros (¿serán dos?) que competirán antes de fin de mes, en el transcurso de la asamblea general de delegados. Si bien los referentes de Renovación aún tienen diálogo con todos los sectores, en las próximas horas adoptarían una decisión que, sea cual fuere (¿mantendrán el consenso los tres socialistas y el pueblense?), anticipará el resultado de la elección de consejeros.

(Publicado el viernes 6 de octubre en diario El Informe de Venado Tuerto)

El Chivo reaviva la interna y De Mattía desata la "honestidad brutal" de Meier

Por algo el presidente del bloque de diputados nacionales del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, había confesado meses atrás a un colega: “¡No, a Venado no quiero entrar!, si querés hacemos la nota en una estación de servicios de ruta 33, cuando vaya para Rufino”.
Por fin, esta tarde el precandidato a gobernador presidirá un plenario de la militancia en el Teatro Ideal, pero con nuevos ingredientes. Ya no es el gremialista Jorge Viano su referente local -el Chivo sabía que firmando con el lucifuercismo se ganaba el odio scottista-, sino que lo recibirá un complejo mosaico político en gestación desde que el ex senador provincial Antonio Prats se erigió en el armador territorial del sector en General López. En esa línea, un grupo de dirigentes locales liderado por Oscar Barotto (Marcelo Cacciurri exclamó: “Tarde comprendí” y se bajó por disidencias con el director teatral) se dedicó a la organización del acto, reclutando adhesiones dispersas en el tercer sector del PJ y, según cuentan los promotores, en el grupo del supersecretario José Freyre, que también aportaría militantes. En cambio, el lucifuercismo rechazó el convite y decidió sentarse a esperar una mejor oportunidad, lejos de las butacas del remodelado Ideal. La misma actitud prescindente adoptará la corriente de Julio Eggimann, que antes de embanderarse con uno u otro precandidato, aguardaría los dictados de Kirchner. “Ni siquiera sabemos si habrá internas o si el Presidente bendecirá un candidato”, argumentó el ex diputado provincial.
Las discrepancias entre los sectores del justicialismo local son mayúsculas, pero también se advierten en el seno de sus fracciones internas, como el scottismo, que tiempo atrás se había abroquelado para embestir contra el lucifuercismo en la Batalla del Samco, pero ahora retornó a sus contradicciones. Mientras se anuncia una solapada presencia del porotismo en el acto de esta tarde, el intendente Roberto Scott se jacta de haber fichado con el precandidato Rafael Bielsa, y el senador provincial Ricardo Spinozzi es co-protagonista del lanzamiento de una línea interna reutemista. Algo así como un huevo en cada canasta.
Jaqueado por todos los flancos: encuestas que no lo favorecen, la irrupción de Bielsa -ahora con el apoyo de la Liga de Intendentes-, y las sistemáticas operaciones para que el Lole acepte la candidatura, el Chivo desembarcará en busca de ganar espacios en un territorio complicado, donde son más los que esperan decisiones desde arriba que aquellos dispuestos a fortalecer desde la base un proyecto político provincial.

Honestidad brutal
En el Frente Progresista, Cívico y Social no hay discusiones con el candidato a gobernador, pues Hermes Binner es el hombre de consenso, pero subsisten las idas y vueltas entre socialistas y radicales por la designación del candidato a vicegobernador. Y en el orden local, la situación es tan caótica como dentro del PJ, salvo que las pugnas no son entre líneas internas sino entre partidos distintos. En el comienzo de la semana, Ernesto De Mattía sacudió el tablero político con severas advertencias a Lisandro Enrico y Roberto, los dos precandidatos a intendente de la coalición opositora. Lejos del caudal de adhesiones de los ’80, De Mattía es referente de un sector que conserva cierta influencia en la UCR local, incluso después de haber perdido la interna. Disgustado con Lisandro por lanzarse sin conciliar con el sector Verde que él lidera, alertó que no está descartada la presentación de dos postulantes de la UCR en las primarias. En la misma línea, al Tío Meier le pidió que respete las condiciones del frente, a cambio de garantizarle su apoyo en las elecciones generales, si es que los pueblenses se imponen en las primarias. Apelando por enésima vez a la honestidad brutal, Meier procedió con De Mattía con el mismo rencor visceral con que suele denostar al lucifuercista Jorge Viano, aun cuando ambos dirigentes podrían resultar decisivos para su desembarco o no en la Intendencia, sobre todo en la elección polarizada y ajustada que se pronostica. No obstante, el Tío los condena una y otra vez, rechazando el apotegma de que “los enemigos de mis enemigos son mis amigos”. En rigor, él no se siente enemigo de Scott, ni siquiera le resulta cómodo que lo mencionen como opositor del gobierno municipal. “Soy un candidato alternativo”, suele corregir a sus interlocutores.

Por las cooperativas
Hoy se completa otra semana de intensas negociaciones entre los referentes de los cuatro sectores que obtuvieron representantes en la asamblea de delegados de la Cooperativa de Obras Sanitarias. Los ideólogos de la alianza Unidad, que desde el vamos amenazaron con judicializar la asamblea -¿si los resultados eran adversos a sus intereses?-, ya ensayan cómo escandalizarse si prospera la coalición tan temida entre Luz y Fuerza, Vecinos y Renovación, que juntos sumarían 21 delegados y superarían los 17 de Unidad.
Habíamos vaticinado que aun con pocos delegados un sector podía adquirir protagonismo en el debutante esquema de representación proporcional. Así sucedió con pueblenses y socialistas (Renovación), que a pesar de adjudicarse apenas 4 de los 38 delegados, hoy son jueces de la contienda. Las opciones son: inclinarse por Unidad (17 delegados), o por la alianza -ya consumada- entre dos reconciliados como los Vecinos y Luz y Fuerza (suman 17 delegados entre los 12 de los primeros y los cinco de los segundos). Si bien aún no hay nada abrochado, en las últimas horas se habría reforzado la posibilidad de que los cuatro delegados de Renovación (tres socialistas y un pueblense) consoliden una nueva mayoría junto a los Vecinos y Luz y Fuerza, en una sociedad impensada antes de los comicios. Después de calificar a Unidad como una “enclenque alianza” de ex Veveú, históricos, scottistas, 12 de Junio y Sindicato de Obras Sanitarias de Rosario, entre otros, un delegado renovador justificó ayer que “los sistemas electorales indirectos permiten este tipo de negociaciones, como es la segunda vuelta en las presidenciales, donde pueden establecerse acuerdos para imponerse a la primera minoría. Estábamos acostumbrados a cooperativas con listas únicas, pero la pluralidad favorece estas alianzas, siempre y cuando sean para beneficio de la empresa”, completó la fuente, sin dar más precisiones.
También la Cooperativa Eléctrica arrojó novedades en la semana de la primavera y del bioetanol de George Soros, pues se conoció que el dematiísta Matías Savino había ingresado a último momento como candidato a delegado en una de las listas del lucifuercismo, dando lugar a desmedidos alardes del concejal Delfor Hernández, ya que la designación como delegado de Savino no transforma a la UCR en una fuerza influyente dentro de la Cooperativa Eléctrica que el 1 de octubre elegirá 82 delegados, ni tampoco implica una democratización de la entidad. En este sentido, un rumor que trascendió en los corrillos legislativos del último miércoles es que se habrían desvanecido las últimas esperanzas de retrasar las elecciones de la Eléctrica en virtud de una reciente notificación del Inaes que requiere correcciones en cuatro artículos del estatuto reformado en nuestra ciudad por la asamblea extraordinaria de delegados de mayo pasado. Así pues, recién en 2007 los venadenses disfrutaremos también en la Cooperativa Eléctrica de comicios sin credenciales y con representación proporcional.

(Publicado el viernes 22 de septiembre en diario El Informe de Venado Tuerto)

Del abrazo del oso del scottismo a las curiosas alianzas en la COS

Si junto a la sección Las frases de la semana, El Informe seleccionara La foto de la semana, no hay dudas de que hoy hubiera sido escogida la de los concejales scottistas y pueblenses, codo a codo, sobreactuando el reclamo de postergar la fecha de elecciones de la Cooperativa Eléctrica, una semana después de haber aprobado en el Concejo una resolución unánime en ese sentido. El título de la fotografía con los seis ediles habría sido El abrazo del oso, con el scottismo como El Oso y los meieristas como los abrazados.
Más lúcidos, los radicales Lisandro Enrico y Delfor Hernández no se plegaron a la puesta en escena -tampoco la lucifuercista Patricia Romero, obviamente- montada por el presidente del Concejo, Miguel Pedrola, aun cuando habían respaldado el pedido para que la convocatoria a elecciones se haga en el último plazo posible, a la espera de que el Inaes apruebe el nuevo estatuto eléctrico que, entre otras reformas, elimina las credenciales e incorpora la representación proporcional.
Con su participación en la conferencia de prensa, el sector liderado por Roberto Meier, el primero en exigir la democratización de la Cooperativa Eléctrica, legitimó la insólita pretensión scottista de mostrarse como el nuevo paladín de la apertura en las cooperativas de servicios públicos. El intendente Roberto Scott no es precisamente un virtuoso de la democracia ni de la transparencia. La calidad institucional no es lo que abunda en nuestra ciudad. Tampoco la memoria. Así pues, cuando los scottistas se disfrazaron de democráticos para reclamar la postergación de las asambleas eléctricas (parecían militantes de base de Unirce), los meieristas tendrían que haberles recordado a los venadenses que el intendente y los suyos pecan de hipocresía con estas teatralizaciones, que recién estrenaron cuando el lucifuercismo se les plantó como oposición interna en el justicialismo local. Cuando Scott amenaza con invadir la Eléctrica, no lo hace desde la perspectiva de los intereses ciudadanos, sino en busca de ampliar sus dominios políticos, como también intentó hacerlo ayer en el Colegio de Abogados, recibiendo un duro revés en toda la región.
Para colmo, esa rueda de prensa volvió a distanciar a Pueblo de la UCR, como ya había sucedido en el Samco y en la Cooperativa de Obras Sanitarias. Ni Roberto Meier ni Lisandro Enrico (¿el delforismo le impondrá el primer candidato a concejal?) podrán acceder a la Intendencia con la desconfianza mutua que hoy caracteriza la relación entre ambas fuerzas. A un año de las elecciones generales del domingo 2 de septiembre, unos y otros, con estas actitudes, son funcionales al continuismo scottista en el poder municipal.

Todo puede suceder
En las últimas horas trascendió la versión de un acuerdo cuatripartito en la Cooperativa de Obras Sanitarias que, de progresar, se convertiría en un inusual gesto de la dirigencia. El objetivo sería que los distintos sectores participantes accedan al Consejo de Administración en proporción a los votos obtenidos el último domingo. Como es posible que en la próxima asamblea general de delegados deban elegirse siete cargos (seis consejeros y un síndico), el primer borrador propondría que la triunfante lista Unidad se lleve tres consejeros; Luz y Fuerza, dos; y que entre Vecinos y Renovación definan el restante consejero y la estratégica sindicatura de la empresa. Si bien algunos referentes insisten en darle crédito a esta embrionaria negociación que contemplaría los intereses de todas las partes, la realidad indicaría otra cosa. Por ejemplo, que los lucifuercistas (12 delegados) y los Vecinos (5 delegados) se abroquelen para igualar los 17 representantes de Unidad. La zaga de desencuentros entre ambos desmentiría esta hipótesis, pero en la política, a veces, no une el amor sino el espanto, y los eléctricos reniegan de los scottistas, tanto como los Vecinos de los ex Vecinos Oscar Demarchi (¿candidato a presidente de la COS?) y Vicente Vivas, que se agrupan en Unidad. En ese escenario, adquiere gran importancia la tropa de Renovación (pueblenses y socialistas), que a pesar de haber cosechado apenas cuatro delegados, podría desequilibrar la pugna. En principio, el conocido antilucifuercismo de Meier presagiaba un apoyo automático a Unidad, pero la influencia política del pueblense no sería tanta, un poco por cuestionamientos internos y otro poco porque tres de los cuatro delegados responden al socialismo: Juan Moscoso, Guillermo Morel y Violeta Alvarez, cuyos dirigentes suelen adoptar posiciones más decididamente opositoras que las del barbado Tío. En la mañana de ayer, uno de estos referentes aseguró a El Informe: “Acá no hay nada dicho… vamos a charlar con todos los sectores, sin prejuicios. El objetivo es acordar lo mejor para la Cooperativa”. El mensaje, aunque breve, dejó resquicios para interpretar que aún no está descartado un pacto entre Renovación, Luz y Fuerza y Vecinos, que reformularía las estrategias para la Cooperativa de Obras Sanitarias y dejaría fuera de combate nada menos que a la lista Unidad.

(Publicado el viernes 15 de septiembre en diario El Informe de Venado Tuerto)

Mucho "aparato", pocos votantes y un "resultado final" aún incierto

Una de las conclusiones sobresalientes de la politizada elección de la víspera en la Cooperativa de Obras Sanitarias es que se acabó el tiempo de las hegemonías. Pese a ganar los comicios en la sumatoria de los 11 distritos, cosechando 17 de los 38 delegados en juego, la lista Unidad no consiguió la pretendida mayoría propia (20 delegados). Y ahora deberá negociar con otros sectores para imponer sus criterios en la asamblea general del mes entrante, donde se renovarán los dos tercios del Consejo de Administración (seis consejeros) y el síndico.
Más unidos por el espanto que por el amor -odian visceralmente a los referentes de los Vecinos-, el scottismo puso otra vez, y sin disimulos, el aparato municipal en marcha, en sociedad con dos grupos vinculados a la empresa: los históricos, desplazados en 2002 por los Veveú, y la corriente del resucitado Julio Eggimann, entusiasta fogonero de la agremiación de los empleados en el Sindicato de Obras Sanitarias de Rosario, cuyo secretario general Oscar Barrionuevo participó anoche de los festejos.
También redondeó un buen rendimiento electoral el lucifuercismo, que con sus propias fuerzas, en esta segunda incursión en Obras Sanitarias, consiguió el control de una valiosa docena de delegados.
“En un hipotético escenario de escasos votantes, scottistas y lucifuercistas estarán en mejores condiciones, no sólo por sus vigorosos ‘aparatos electorales’, sino también porque tienen listas en mayor cantidad de distritos”, habíamos anticipado el viernes. Y así fue nomás. Votaron 1.259 personas, una cifra apenas superior a la de candidatos y avales de las cuatro listas participantes. Otra vez el grueso de los asociados optó por la abstención, aun cuando el estatuto brinda la facilidad de sufragar con la sola presentación del DNI.
Tampoco es sorpresa que, pese a su condición de oficialistas, los Vecinos hayan resignado el poder en Obras Sanitarias después de retener apenas cinco delegados. No solo por haberse presentado en 7 de los 11 distritos, sino también porque su pequeña y agrietada estructura había perdido en los últimos tiempos todos los respaldos, tanto de la mayoría del personal de la concesionaria, como del conjunto del arco político.
Por su parte, la coalición de pueblenses y socialistas (lista Renovación), que en otro momento hubiera apoyado a los Vecinos, prefirió concurrir con sus propias candidaturas, pero terminó sufriendo los efectos de la apatía generalizada de los asociados y de la improvisación en el armado de las listas, tanto es así que fue la que compitió con menor cantidad de postulantes (27 de los 38).
Cada sector hará, a partir de hoy, su propia evaluación interna sobre los resultados de ayer. Sin embargo, nadie podrá soslayar que aún es temprano para hablar de vencedores y vencidos. Sin ir más lejos, si se reeditara en la asamblea de delegados de octubre la unidad de criterios demostrada la semana pasada por los referentes de Vecinos, Renovación y Luz y Fuerza, para contraatacar los reclamos de Unidad, sumarían 21 delegados. En ese hipotético escenario, estos tres sectores podrían acordar una lista para la elección de los seis consejeros y dejar afuera a los ganadores de Unidad. También podría suceder que Renovación vuelque sus cuatro delegados en apoyo de los 17 de Unidad, con lo cual sería esta nueva sociedad la que obtendría los 21 delegados.
Aunque hasta hace un tiempo las relaciones eran pésimas entre los Vecinos y el lucifuercismo, hoy habrían restablecido el diálogo, y no debería extrañar que los cinco delegados de los primeros se alíen con los 12 eléctricos para equiparar los 17 de la unión de justicialistas e históricos. Así pues, esa igualdad en 17 delegados la desequilibraría necesariamente la lista Renovación de Roberto Meier y Juan Moscoso. ¿Se inclinará este sector binnerista por la alianza que contiene a scottistas o por la que incluye a lucifuercistas? ¿Contribuirán los progresistas Meier y Moscoso a fortalecer el poder político scottista? ¿Pueblo cometerá el mismo error que en el Samco?
Al fin llegó el día. Hoy tendrá que comenzar una etapa de diálogo entre todas las partes, aunque la sensación es agridulce, por los pocos votantes que ratifican una tendencia inquietante: la gente se despreocupa cuando la elección no es obligatoria. También es cierto que en este abstencionismo hay responsabilidad dirigencial. Tal vez ahora, en un marco de pluralismo y transparencia impuesto por el estatuto, se encuentren mejores rumbos para optimizar la gestión en nuestra Cooperativa de Obras Sanitarias.

(Publicado el lunes 11 de septiembre en diario El Informe de Venado Tuerto)