Por un acuerdo entre todos los sectores, se postergó para las 13 de hoy el cierre del plazo para presentar las listas de candidatos a consejeros -serán dos- que competirán el martes 24 en la asamblea general ordinaria de la Cooperativa de Obras Sanitarias. En esa ocasión, los 38 delegados designarán la nueva mayoría, pues tienen que renovar seis consejeros (sobre los nueve que componen el Consejo de Administración) y el síndico.
Apenas concluidas las 11 asambleas electorales de distrito, la alianza Unidad (scottistas, “12 de Junio”, Sindicato de Obras Sanitarias de Rosario e históricos) supo que sus 17 delegados habían sido emparejados por la coalición entre Vecinos (5) y Luz y Fuerza (12), aprovechando las posibilidades que otorga la segunda vuelta en la asamblea general. Desde entonces, los cuatro delegados de Renovación (pueblenses y socialistas) se convirtieron en los más apetecibles. Unos y otros necesitaban, como el agua, los votos renovadores para inclinar la balanza.
Si bien el sector liderado por el concejal Roberto Meier había sostenido la campaña electoral con sus militantes, los resultados arrojaron tres delegados para el socialismo y sólo uno para los pueblenses, que enseguida fracasaron en sus intenciones de impulsar una lista de consenso entre los cuatro participantes. Muerta esa utopía antes de nacer, y concientes del altísimo valor de esos cuatro asambleístas, los pueblenses dialogaron tanto con los arracimados en Unidad como con el tándem Vecinos-Luz y Fuerza, reclamando la mitad más uno de los delegados. “No podemos ir como furgón de cola ni de unos ni de otros”, argumentó un edil meierista. “Si no tenemos poder de decisión, nos bajamos”, amenazó. Y se bajaron nomás, porque ni Vecinos ni Unidad estaban dispuestos a resignar la mayoría en el futuro Consejo de Administración.
A pesar de la temprana tendencia socialista a cerrar filas con los vecinos-lucifuercistas, Meier se inclinó por el abstencionismo, ya que no aceptaba compartir lista con el lucifuercismo ni tampoco con algunos dinosaurios de Vecinos y Unidad.
Este probable escenario de ruptura había sido anticipado el viernes pasado, en esta misma columna de opinión, con un interrogante: “¿mantendrán el consenso los tres socialistas y el pueblense?” A estas alturas, Pueblo se autoexcluyó de la compulsa -su delegado Martín Lüders se abstendría- y serían los tres socialistas, con Guillermo Morel y Juan Moscoso como abanderados, los que podrían otorgar a Vecinos y Luz y Fuerza la veintena de delegados requerida -como mínimo- para definir la elección. Sin embargo, la delegada Violeta Alvarez, que los socialistas cuentan como propia, en el bunker de Unidad era sindicada anoche como una “abstencionista” más, junto con Lüders. Incluso los más osados aseguraban que un delegado de los Vecinos presentaría la renuncia de un momento a otro en disconformidad con la política de alianzas urdida por Alejandro Zapata.
Sospechoso embargo
Mientras la flamante coalición de Vecinos, Luz y Fuerza y socialistas se aúna en la espinosa tarea de controlar los 20 delegados y los pueblenses regresan a casa, todavía vuelan las esquirlas del misil scottista que significó el embargo contra la Cooperativa de Obras Sanitarias por la deuda de la tercera y última cuota de 700 mil pesos. Rápidos de reflejos, los seis concejales opositores aprobaron anteanoche una ordenanza para que la Intendencia revea dicha judicialización, siendo que el contrato de concesión contempla una instancia de conciliación previa entre las partes. La avasalladora decisión del grupo gobernante atenta contra los intereses de la población, pues -si la acción judicial progresa- afectará a la Municipalidad o a la Cooperativa de Obras Sanitarias, es decir, al conjunto de los venadenses. “Cualquiera sea la conclusión del litigio, los damnificados seremos los mismos con este embargo de las cuentas, acá ya se sabe quién pierde”, subrayó el edil Oscar Pieroni. “También se sabe quiénes son los únicos que ganarían”, añadió la concejala Patricia Romero, alertando que el embargo por 800 mil pesos, incluye cerca de 200 mil pesos de costas y honorarios, entre cuyos eventuales beneficiarios se cuentan las hijas -ambas abogadas- de los secretarios Juan Vidal y Luis Plantón, según trascendió en la misma sesión legislativa.
“Este es un mensaje muy claro del gobierno municipal. Nos quieren advertir, un día antes de la presentación de las listas de consejeros, que la Cooperativa de Obras Sanitarias será ingobernable sin el scottismo adentro”, remató Claudio Natali. En ese sentido, uno de los más eficientes operadores de Unidad admitió que “la torpeza scottista no tiene fronteras. Por un lado quieren aliarse con Meier y por el otro cometen esa barbaridad del embargo. Así nos vamos a quedar solos”. Una vez más, impulsado por su propia naturaleza pendenciera, el scottismo procedió según una lógica de confrontación, sin dimensionar las consecuencias institucionales y económicas de sus temerarias maniobras políticas.
El intendente y los suyos deberían ser los primeros en detectar que la Cooperativa de Obras Sanitarias necesita, antes que nada, una inmediata pacificación. El odio visceral que se profesan los Zapata y Aisemberg de un lado, y los Demarchi y Vivas del otro lado, no se apagarán echando más leña al fuego. La verdad es que en Obras Sanitarias hay más caudal de odio que de agua potable y que el fétido olor del revanchismo es más intolerable que el de los residuos cloacales que desembocan en las lagunas de tratamiento.
Cualquiera que fuere la coalición que controle el Consejo de Administración, debe saber que contará, desde el vamos, con la mitad de los delegados de la asamblea general en contra. Y nadie podrá gobernar en esas condiciones tan adversas. ¿Será posible la pacificación?
(Publicado el viernes 13 de octubre en diario El Informe de Venado Tuerto)
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