Peisino desmiente "caza de brujas" sin descartar medidas ejemplares

Ni siquiera ante la proximidad de las fiestas de fin de año, esas que vuelven a la gente más buena y tolerante, se aflojan las tensiones en la ciudad. La explosión más reciente se originó en la Cooperativa de Obras Sanitarias, con la supuesta “caza de brujas” denunciada por referentes de la alianza Unidad, impulsada, entre otros sectores, por el scottismo. La versión que se echó a rodar en la tarde del miércoles sorprendió a propios y extraños, pues uno de los compromisos de la coalición triunfadora en la asamblea general de delegados había sido precisamente el de no caer en el grotesco de las represalias políticas ni sindicales.
El delicado escenario obligó a un descargo del flamante presidente, José Luis Peisino, que con más cintura política que sus antecesores, no dilató la respuesta pública y de inmediato enmarcó el caso en la causa judicial abierta después de detectarse un faltante de materiales, herramientas y combustible en la planta de calle Matheu, durante la gestión anterior. En rigor, el aparente delito fue detectado por vecinos de dicha planta que alertaron sobre la salida de vehículos cargados sospechosamente en horario no laboral. Una posterior constatación notarial confirmó que algunos de los elementos sustraídos -caños de fundición, por ejemplo- se hallaban en un desarmadero del barrio Santa Rosa, adonde habían sido trasladados para su venta por dos personas a bordo de una camioneta de Obras Sanitarias, según consta en la declaración de un testigo.
Uno de los involucrados en este episodio habría renunciado un par de semanas atrás, y en los últimos días, en virtud de los elementos aportados a las investigaciones en curso, las sospechas habrían alcanzado también a otros dos trabajadores, uno de ellos con la jerarquía de jefe de sección. En este contexto, se comprende porqué Peisino desmintió los rumores de cesantías por razones políticas, pero dejó abierta la posibilidad de adoptar medidas drásticas contra empleados que podrían haber afectado con sus inconductas el patrimonio cooperativo.
Asfixiada por el innecesario embargo de 800 mil pesos que promovió el Departamento Ejecutivo -con la oposición legislativa-, el Consejo de Administración sería visitado la semana entrante por autoridades del Sindicato de Obras Sanitarias de Rosario, con un doble propósito: requerirle precisiones sobre la situación de los empleados sospechados y reanudar el diálogo por la sindicalización del personal que antes estaba afiliado a los gremios del Comercio y la Construcción y carece aún de cobertura.
En todas estas últimas definiciones habría recobrado protagonismo el gerente general José Antonio Rodríguez, cuya figura se había desvanecido en los últimos tiempos de la gestión liderada por Cristina Aisemberg y Alejandro Zapata. Esta resurrección de Rodríguez, como así también la orden estricta a los consejeros de no impartir instrucciones a los mandos medios, ratifican la intención de Peisino de no cometer el mismo error de sus predecesores, que en lugar de ocuparse centralmente de la orientación estratégica de la empresa, dilapidaban energías entrometiéndose en asuntos propios de la órbita gerencial.
En principio, más allá de los coléricos reclamos de algunos referentes de la agrupación Unidad, en las actuales condiciones no parece haberse desatado una “caza de brujas” contra opositores internos, sino que todos los procedimientos estarían vinculados con el descubrimiento de hechos presuntamente ilícitos que hoy se evalúan en los ámbitos naturales.
Ya no se padecen los juicios que paralizaban a la Cooperativa de Obras Sanitarias, impidiendo sistemáticamente la aprobación de memorias y balances y la elección de nuevos consejeros. Estos son otros tiempos. Hoy las causas judiciales se abren, de uno y otro lado, por embargos y por robos. Nada sencilla se vislumbra la gestión que acaba de iniciar José Luis Peisino. Si demuestra que las mentadas persecuciones no son más que patrañas opositoras, habrá dado un gran paso adelante. Con varios frentes de conflicto en desarrollo, la alianza administradora tendrá que demostrar cohesión y lucidez para no terminar neutralizada por tantos tironeos.

(Publicado el viernes 10 de noviembre de 2006 en diario El Informe de Venado Tuerto)

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