“Mucho aparato, pocos votantes y un resultado final aún incierto”. Ese había sido el título del análisis del día después de las asambleas de distrito de la Cooperativa de Obras Sanitarias del domingo 10 de septiembre, que motivó algunas manifestaciones de disgusto en la mañana siguiente, aunque en su última parte se limitaba a destacar que la definición se daría recién en la asamblea general ordinaria, una suerte de segunda vuelta electoral con los 38 delegados en condiciones de impulsar distintas alianzas. Aunque resulte doloroso para los que obtuvieron la primera minoría en la sumatoria de los 11 distritos, anoche no hubo una burla a la voluntad de los asociados, sino una esperable negociación entre fuerzas que presentaban tantas afinidades y discrepancias como las que componían la entonces triunfante alianza Unidad.
“Aún es temprano para hablar de vencedores y vencidos”, decíamos también el lunes 11 de septiembre. Así era nomás. Contra todos los augurios, la mayor sorpresa registrada en la noche de la víspera fue la aparente caída de un soldado del sector Unidad (scottismo, “12 de Junio”, históricos y empleados), que hasta la tarde de ayer contabilizaba 18 votos propios como punto de partida, pero después de la votación secreta se encontró con que eran apenas 17. En cambio, la coalición de Vecinos y Luz y Fuerza, que arrancaba con una base de 17 delegados (12 lucifuercistas, 4 Vecinos y el renovador Guillermo Morel), terminó sumando al rebelde de Unidad (algunos lo llaman traidor) y, quizá, al socialista Juan Moscoso, en tanto que el voto en blanco habría sido el de Martín Lüders, el delegado más cercano a los pueblenses de Roberto Meier. Es decir que si el delegado de Unidad no daba el triple salto mortal a la alianza de Vecinos, Luz y Fuerza y parte de Renovación, la elección habría concluido en un empate en 18 delegados, ante la ausencia de la delegada Violeta Alvarez.
Si bien Moscoso no se pronunció sobre los porqué de su respaldo a la coalición victoriosa, allegados al ex concejal dieron a entender que el embargo scottista a las cuentas de la Cooperativa de Obras Sanitarias terminó de definir su tendencia, junto a la voluntad de aferrarse a la misma línea del también socialista y síndico electo, Guillermo Morel, y del presidente de la UCR local, Lisandro Enrico, quien se había declarado en sintonía con el sector que cuenta con Alejandro Zapata y Jorge Viano como principales referentes.
Hoy se inaugura una nueva etapa en la concesionaria, donde la prioridad es calmar las aguas de una vez por todas, pacificar las cruentas internas de los últimos tiempos.
La vigencia del sistema proporcional -siempre más representativo que las listas completas- facilitó el fenómeno inusual de que los Vecinos, con apenas cinco delegados electos -cuatro, después de una renuncia- se hayan adjudicado la totalidad de los cargos en disputa para el Consejo de Administración, pues los lucifuercistas no pretendieron espacios y el renovador Morel quedó a cargo de la estratégica sindicatura. Sin embargo, los Vecinos -con algunas caras nuevas y descontaminadas que podrían otorgarle un perfil distinto- ya no tendrán el control hegemónico de antaño, pues la asamblea de delegados, con esta composición, ejercerá un fortísimo poder paralelo, donde el lucifuercismo y los renovadores conservarán tanta influencia como los propios Vecinos en los cargos ejecutivos. Como afirmaron ayer algunos observadores, también habrá que observar la evolución de las fidelidades durante el largo año de mandato.
De todos modos, en estas condiciones, los Vecinos no tienen margen de maniobra para tomar las represalias tan temidas contra los empleados que adhirieron a los postulados de la alianza Unidad ni tampoco para obstaculizar su libre agremiación en el Sindicato de Obras Sanitarias.
Aunque los referentes de Unidad eran Oscar Demarchi y Vicente Vivas, el cachetazo más duro de la elección de anoche lo sufrió el gobierno scottista, que deberá revisar sus sistemáticas presiones sobre la Cooperativa de Obras Sanitarias y dedicarse a ejercer con mesura y equilibrio sus responsabilidades como poder concedente.
(Publicado el jueves 26 de octubre de 2006 en diario El Informe de Venado Tuerto)
“Aún es temprano para hablar de vencedores y vencidos”, decíamos también el lunes 11 de septiembre. Así era nomás. Contra todos los augurios, la mayor sorpresa registrada en la noche de la víspera fue la aparente caída de un soldado del sector Unidad (scottismo, “12 de Junio”, históricos y empleados), que hasta la tarde de ayer contabilizaba 18 votos propios como punto de partida, pero después de la votación secreta se encontró con que eran apenas 17. En cambio, la coalición de Vecinos y Luz y Fuerza, que arrancaba con una base de 17 delegados (12 lucifuercistas, 4 Vecinos y el renovador Guillermo Morel), terminó sumando al rebelde de Unidad (algunos lo llaman traidor) y, quizá, al socialista Juan Moscoso, en tanto que el voto en blanco habría sido el de Martín Lüders, el delegado más cercano a los pueblenses de Roberto Meier. Es decir que si el delegado de Unidad no daba el triple salto mortal a la alianza de Vecinos, Luz y Fuerza y parte de Renovación, la elección habría concluido en un empate en 18 delegados, ante la ausencia de la delegada Violeta Alvarez.
Si bien Moscoso no se pronunció sobre los porqué de su respaldo a la coalición victoriosa, allegados al ex concejal dieron a entender que el embargo scottista a las cuentas de la Cooperativa de Obras Sanitarias terminó de definir su tendencia, junto a la voluntad de aferrarse a la misma línea del también socialista y síndico electo, Guillermo Morel, y del presidente de la UCR local, Lisandro Enrico, quien se había declarado en sintonía con el sector que cuenta con Alejandro Zapata y Jorge Viano como principales referentes.
Hoy se inaugura una nueva etapa en la concesionaria, donde la prioridad es calmar las aguas de una vez por todas, pacificar las cruentas internas de los últimos tiempos.
La vigencia del sistema proporcional -siempre más representativo que las listas completas- facilitó el fenómeno inusual de que los Vecinos, con apenas cinco delegados electos -cuatro, después de una renuncia- se hayan adjudicado la totalidad de los cargos en disputa para el Consejo de Administración, pues los lucifuercistas no pretendieron espacios y el renovador Morel quedó a cargo de la estratégica sindicatura. Sin embargo, los Vecinos -con algunas caras nuevas y descontaminadas que podrían otorgarle un perfil distinto- ya no tendrán el control hegemónico de antaño, pues la asamblea de delegados, con esta composición, ejercerá un fortísimo poder paralelo, donde el lucifuercismo y los renovadores conservarán tanta influencia como los propios Vecinos en los cargos ejecutivos. Como afirmaron ayer algunos observadores, también habrá que observar la evolución de las fidelidades durante el largo año de mandato.
De todos modos, en estas condiciones, los Vecinos no tienen margen de maniobra para tomar las represalias tan temidas contra los empleados que adhirieron a los postulados de la alianza Unidad ni tampoco para obstaculizar su libre agremiación en el Sindicato de Obras Sanitarias.
Aunque los referentes de Unidad eran Oscar Demarchi y Vicente Vivas, el cachetazo más duro de la elección de anoche lo sufrió el gobierno scottista, que deberá revisar sus sistemáticas presiones sobre la Cooperativa de Obras Sanitarias y dedicarse a ejercer con mesura y equilibrio sus responsabilidades como poder concedente.
(Publicado el jueves 26 de octubre de 2006 en diario El Informe de Venado Tuerto)
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