Si la interna del opositor Frente Progresista venadense desborda de complicaciones, ni qué hablar de las turbulencias intestinas del scottismo. Desde que el fundador Roberto Scott y el supersecretario José Freyre se consagraron como los únicos posibles precandidatos del sector para competir en las primarias justicialistas, comenzaron a tejerse infinitas especulaciones en San Martín y Marconi. Aunque nunca antes se había sentido tan cerca de resignar ese poder que tanto lo subyuga -aunque sea a manos de su propio yerno-, Scott, que aún tiene casi 13 meses de gobierno por delante, intentará aferrarse al timón el mayor lapso posible para no debilitarse ante un vacío de poder. “Si por él fuera, mantendría el misterio hasta marzo”, enfatizó uno de sus escoltas, en referencia al último plazo para la presentación de candidaturas. Sin embargo, esta razonable necesidad de Scott conspira contra los intereses de Freyre, quien permanece relegado con el intendente ocupando el centro de la escena política. Pero no sólo las sugestivas demoras de Scott en bajarse del caballo producen escalofríos en la base porotista, sino también el fuerte lobby que ya lanzaron los funcionarios cuyas carreras políticas están atadas a la continuidad de Scott. “Si el Mago se retira, se acabaron las garantías. Será difícil ir a pedirle un conchabo al mismo tipo que hace tiempo que vienen limando”, advirtió el mismo allegado.
También el precandidato a gobernador del PJ que cierre con el scottismo en nuestra ciudad podría reclamarle al actual intendente un esfuerzo más con una cuarta postulación, sobre todo teniendo en cuenta la catarata de votos que, según se presume, favorecerá al socialista Hermes Binner. “Mal que le pese a Freyre, en ninguno de los 19 departamentos un candidato a gobernador resignaría el caudal de votos que asegura Scott”, razonó un veterano contador en la cena que compartieron anteanoche con el periodismo local.
Por su parte, en resonantes declaraciones de principio de semana, el edil Gustavo Giner, después de confesar sus preferencias por la candidatura de Freyre, lo desafió a presentar los hombres y mujeres que lo acompañarían en la gestión. “Ya deberíamos ir viendo quiénes van a ser esas personas”, sugirió Giner, instando al supersecretario a adoptar un ofensiva pírrica. Y el remate de la semana lo propició el radical Lisandro Enrico, considerando que “el mejor candidato scottista es José Freyre” y no el actual intendente. Si tiempo atrás el pueblense Roberto Meier había levantado una gran polvareda poniéndose a elegir entre Scott y Jorge Viano, Enrico fue más allá y ahondó en la propia interna del grupo gobernante. Con la clásica picardía boinablanca, Enrico salió a embarrarle la cancha a sus adversarios políticos, en busca de agudizar las contradicciones entre los que defienden la continuidad de Scott y los que promueven una renovación a través de la figura de Freyre. Tanto Meier como Enrico en la general, como el vianismo en las primarias, apuestan a que el candidato oficialista sea un Roberto Scott saturado de flaquezas en su larguísima administración, perjudicado además por la mala prensa de las reelecciones indefinidas después del efecto Misiones. Como señaló uno de los colaboradores del concejal boinablanca, “no es que Freyre sea un candidato temible, sino que el intendente es un adversario más conveniente para la oposición”. En el marco de esta estrategia política es que Enrico busca tocar el orgullo de Scott cuando lo califica como “cansado y desgastado”.
De todos modos, la oposición también debería mirar hacia dentro y preguntarse porqué aún no logró neutralizar la eficiencia mediática del intendente -muy superior a Freyre en ese cometido-, que con un discurso agresivo, y montado en la desinformación de la gente y ciertas complacencias periodísticas, con frecuencia consigue escamotear del debate público los asuntos más negativos de la gestión municipal.
Spinozzismo en marcha
Mientras tanto, el senador provincial Ricardo Spinozzi -más cerca de la construcción de un espacio propio en la ciudad que de su antigua pertenencia al riñón scottista- lanzó, desde el retiro de su referente provincial Carlos Reutemann, un agresivo desembarco en Venado, con la Batalla del Samco como punto de partida. Mostrando fuertes influencias en el gobierno obeidista, el Tino consiguió confirmar ayer lo que este diario anticipó en tapa el 8 de noviembre: Noemí Azcona, impedida por un juez de asumir como presidenta del Samco, fue designada directora médica en lugar de Carlos Trongé, retribuido con un cargo en la Zona VII de Salud. En tanto, apenas como figura decorativa, Ramiro Huber asumió el rol de interventor en lugar de Tomás Tibaldi, quien además de su antecedente como subsecretario de Salud santafesino, fue el candidato spinozzista en las recientes elecciones del Samco firmatense.
Además de colocar dirigentes de su extrema confianza en el Gutiérrez, Spinozzi desautorizó semanas atrás al intendente Scott, quien en reiteradas ocasiones lo había incluido en una larga lista de potenciales candidatos a intendente, junto con Freyre, Dabove y Lagna, entre otros. Dispuesto a manejar sus propios tiempos y compartir cartel sólo con quienes él desea, al tiempo que irrumpía con el espacio reutemista en la provincia, Spinozzi estableció públicamente que no será candidato a intendente venadense en 2007, deslizando sus intenciones de postularse en 2011, luego de un segundo período consecutivo como senador provincial, según confían sus íntimos.
(Publicado el viernes 24 de noviembre de 2006 en diario El Informe de Venado Tuerto)
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