Los radicales de General López resisten las presiones socialistas

Contra todos los pronósticos, en los últimos días crecieron, aunque sea tibiamente, las expectativas de que el Frente Progresista concurra con sendas listas únicas a las elecciones primarias de intendente venadense y de senador provincial por el departamento General López. Empujados por los reiterados pedidos de unidad bajados desde la jefatura binnerista, se reiniciaron las negociaciones entre las fuerzas locales de la coalición opositora. El temor es que la confrontación interna, por pacífica que sea, profundice las rispideces ya existentes entre los aliados. Sin embargo, otros observadores alertan que también un consenso forzado podría dejar secuelas indeseables. Y, además, una primaria con lista única en la oposición dejaría todo el protagonismo del domingo 1 de julio -a 33 años del fallecimiento del General Perón- a un justicialismo que podría tener como contendientes por la candidatura a intendente nada menos que a José Freyre y Jorge Viano.
Como sea, las gestiones diplomáticas están en marcha y, según los propios encargados de los acercamientos, lo que en febrero era “una misión imposible”, hoy es “un tema complejo de resolver”.
En Venado, el concejal Roberto Meier asoma como el postulante a la Intendencia más consolidado del Frente Progresista, al tiempo que su contrincante, Lisandro Enrico, hace denodados esfuerzos por liberarse de las fuertes presiones binneristas para convertirlo en precandidato a senador provincial en reemplazo del presidente comunal de Santa Isabel, Juan Enrique Lombardi. Sin embargo, el Pibe, en su carácter de presidente de la UCR venadense, junto con los otros 30 jefes radicales de General López, están dispuestos a defender “hasta las últimas consecuencias” la postulación del caudillo isabelense. Aunque hoy las encuestas otorgan ventajas a Ricardo Spinozzi, que buscará la reelección por el bielsismo, todos confían en la tracción que ejercerán desde el extremo izquierdo de la boleta, Hermes Binner y Griselda Tessio, quienes el lunes visitarán Rufino, Venado y Firmat, en ese orden.
Enrico, que ni siquiera tiene en cuenta la opción de un tercer período consecutivo como concejal, es uno de los más férreos defensores de una interna por la candidatura a intendente con dos listas, la de él y la de Meier. “Forzar el consenso nos desmovilizaría a casi todos los sectores y el único beneficiado sería el scottismo”, alertó.
En el terreno de las hipótesis, tal vez sea más factible arribar a un consenso por la senaduría provincial que por la Intendencia venadense, pero en tal caso tendrán que convencer al precandidato socialista Juan Moscoso, que hoy aspira a medirse con Lombardi.

Delfor scottizado
En contraste con las simpatías que supo conseguir en las filas del PDP y el ARI, el sector de Enrico ya no tiene puntos en común con el dematiísmo, que no cesa en las amenazas de impulsar su propia candidatura a intendente. En este sentido, meieristas y enriquistas sospechan de complicidades políticas entre Delfor Hernández y la Intendencia. ¿Cuáles serían los motivos scottistas? Fortalecer al grupo político menos peligroso para sus intereses y más enfrentado con Meier y Enrico, y así forzar una interna sangrienta en la oposición.
El propio Scott agigantó el recelo mencionando a Hernández como el opositor más confiable para sucederlo en el Sillón de Aufranc. En diciembre pasado, también había circulado la versión de que los ediles scottistas apoyarían a Delfor como presidente del Concejo. Y en los últimos días se exacerbaron las dudas con el ingreso al ámbito legislativo de dos mujeres que, por medio de los planes temporarios de empleo que administra la Intendencia, se ubicaron de inmediato en el bloque de Delfor, aunque luego habrían sido advertidas de que deben prestar servicios para todo el Concejo.
Con estos antecedentes, radicales y pueblenses optaron por no apoyar la candidatura del dematiísta a presidente del Concejo (tampoco del otro postulante, Claudio Natali) y esperar hasta abril, una vez que se definan las postulaciones municipales. “Desde la Presidencia, Delfor se hubiera fortalecido para lanzar una candidatura a intendente perjudicial para nosotros y funcional al oficialismo”, elucubró sin pelos en la lengua un allegado a Enrico, denunciando la marcada scottización de Hernández.

¿Ortodoxo yo?
Por ahora, el Frente para la Victoria tiene como único precandidato a intendente al supersecretario José Freyre, quien ya esbozó un eje medular de su campaña: a veces se mostrará como un scottista ortodoxo, convocando si fuera necesario a plebiscitar la gestión; y otras veces se despegará de ciertas prácticas de su suegro, con frecuencia divorciadas de las virtudes democráticas y republicanas, destacando “las diferencias de personalidad con el intendente”, como él mismo lo ensayó anteanoche en el envío De cara a la sociedad (Canal 12). En este sentido, no habrá caído nada bien en los cenáculos porotistas que Scott haya divulgado el pedido de tres nombres a los miembros del gabinete para someterlos a una encuesta y, en función de esos resultados, seleccionar los candidatos a concejal que acompañarán a Freyre. No es conveniente para Poroto que el actual entorno scottista adquiera demasiado influencia, ni que se haga tan notorio que él tiene escaso protagonismo en la definición de quienes serían sus alfiles en el Concejo.
En el universo del peronismo no scottista, el líder lucifuercista Jorge Viano se encuentra a las puertas de tomar dos decisiones trascendentes: si, por primera vez, se postulará para la Intendencia, y en tal caso, si lo hará por dentro (alineado con Agustín Rossi) o por fuera del Frente para la Victoria.
En la vereda del otro sector del rossismo, liderado por Oscar Barotto, Antonio Prats y Martín Labbé, tampoco hay definiciones; mucho menos en el de Julio Eggimann, agazapado a la espera de otras movidas, pero, al igual que Barotto, mucho más distanciado del scottismo que hace un par de años.

(Publicado el viernes 16 de marzo de 2007 en diario El Informe de Venado Tuerto)

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