Fiel al avasallante personalismo que supo desplegar en su largo mandato como intendente venadense, Roberto Scott, desde la condición de máximo referente del omnipresente scottismo -aunque él se empecine en negarlo-, conmovió el tablero político local anticipando su enrolamiento con la postulación de Agustín Rossi en la pugna por la conducción del peronismo santafesino con el venadense Ricardo Spinozzi. No sobresaltó tanto el respaldo al mismo dirigente que había defenestrado pocos meses atrás, cuando Scott se aliaba con Rafael Bielsa (y Spinozzi) para ganarle la primaria del Frente para la Victoria al propio Rossi, y después caer en los comicios generales ante el socialista Hermes Binner. Sí, en cambio, sorprendió a propios y extraños que el veterano caudillo rompiera un vínculo político de 15 años con el senador Spinozzi, proveniente del sector que orientaba el barbado Juan Di Paolo. Como producto de un acuerdo interno, el Tino integró en el ’93 la lista que depositó a Scott en el Concejo, y lo reemplazó en la banca en diciembre del ’95, cuando el Mago asumió como intendente de la ciudad. Desde entonces, y aunque varias veces estuvo a un paso de quebrarse, esa alianza se conservó, tanto es así que para muchos observadores ambos dirigentes se abroquelaban en un mismo grupo. Hoy, nada de eso ha quedado en pie. Ayer mismo trascendió que el último encuentro personal entre el senador provincial Spinozzi y el intendente José Freyre -que también admitió su inclinación por Rossi-, no concluyó en los mejores términos. Abundaron los tonos exaltados y los reproches mutuos. No es para menos. Como senador reelecto en General López, aunque contaría con el aval de la mayoría de las comunas, el Tino se encuentra con cierres rossistas en las tres ciudades peronistas: Venado, Villa Cañás y Rufino, donde los chacareros ya le habían sentir el rigor al intendente Jorge Giordano por su indiferencia ante la protesta. Y Venado, más allá de la influencia de su caudal electoral, ofrecía el agravante de una ruptura que, como tantas otras que se sucedieron a partir de las retenciones móviles, se precipitó por el pésimo manejo del Gobierno de la demanda agropecuaria. Bastó que el senador nacional Carlos Reutemann adhiriera a los reclamos ruralistas para que el Chivo Rossi saliera a despedazarlo con ese maniqueísmo kirchnerista, según el cual los buenos son los propios… y los demás que se atajen. Ese día, Spinozzi se pintó la cara y decidió correrle la carrera al caballo del comisario, como suele calificar al presidente del bloque de diputados nacionales K. En busca de evitar el choque de trenes entre kirchneristas y reutemistas, y con el antecedente inmediato de una derrota electoral en septiembre último, cuyos coletazos no convenía ventilar en público, una y otra vez se mencionó la alternativa del candidato de la unidad, pero la apertura del conflicto con el campo abortó ese proyecto conciliador.
Conocedor de que Spinozzi y el Lole sostenían una posición crítica hacia las retenciones móviles y la política agropecuaria oficial, Kirchner envió a sus operadores para desarticular cualquier ensayo de unidad que no se anclara en el liderazgo de Rossi. “La unidad es alrededor del Chivo”, fue la orden tajante que invitaba al venadense a desensillar hasta que aclare. Sin embargo, con el regreso de Reutemann a las lides internas -integraría la lista como candidato a congresal provincial-, el incansable Spinozzi confía en obtener un “sorprendente resultado”, apuntalado por el efecto arrastre del ex piloto y las simpatías generadas por sus planteos afines con las demandas del campo y los pueblos del interior, aun cuando estas internas no son abiertas, ya que en ellas sólo pueden participar los afiliados. Nadie se hubiera imaginado que el conflicto del agro afectaría en tamaña magnitud a la interna del justicialismo, hasta el punto que la lista de Spinozzi se denomina “Federalismo por Santa Fe”, en un evidente distingo con su rival en la interna que, según los reutemistas, obedece sin chistar los centralistas dictados porteños.
De Viano a los ruralistas
Los sacudones de la interna del PJ también dieron lugar a la intervención del líder de la agrupación “17 de Octubre-Lealtad”, Jorge Viano, que mediante una solicitada arremetió contra el scottismo por armar una “lista de unidad” entre gallos y medianoche con Freyre a la cabeza, así como Jorge Lagna en el orden departamental, y por escaparle al debate partidario, aunque sus ataques más cruentos fueron para Roberto Scott, denunciando que controla la Intendencia desde las sombras y, al mismo tiempo, exponiendo una dependencia política del intendente José Freyre. Asimismo, manifestó que la verdadera razón del apoyo a Rossi no es el temor a que los Kirchner marginen a Venado, sino la necesidad de impedir el ascenso de figuras que, como Spinozzi, podrían ambicionar en el futuro el Sillón de Aufranc sin pertenecer a la familia. Si esa fue la especulación, tal vez haya sido un error de cálculo del scottismo. Es posible que el Tino, después del brutal desplante de sus ex aliados, tenga más ganas de pelear por la Intendencia -su más preciado objetivo político- en 2011, que en 2015.
Por último, el líder lucifuercista aclaró que su agrupación no trabajará para ninguno de los candidatos -dejarán que sus adherentes se expresen con libertad de acción-, añadiendo, en medio de sus impugnaciones a Scott, que “Spinozzi es un referente local muy conocido”, con quien, además, coincide en su demanda de una corrección en serio de las abusivas retenciones móviles agrícolas. Más allá del eventual vuelco hacia uno u otro núcleo provincial que puedan definir a último momento, los vianistas se fortalecen como nunca antes en la historia reciente con este virtual cisma de scottistas y spinozzistas.
Cerrando una semana plagada de contrariedades para el intendente Freyre, la Mesa de Enlace Regional del campo publica hoy en este diario una solicitada, que titula ¿Dignidad o sometimiento?, cuestionando -aunque sin dar nombres- el alineamiento vertical de la Intendencia con el candidato que Néstor Kirchner pretende imponer en el peronismo provincial como condecoración por su defensa fundamentalista de la Resolución 125. Apenas enterados de la decisión de Scott y Freyre de apuntalar a Rossi desde el sur, los productores reunidos en el campamento del cruce de rutas 8 y 33, se irritaron con el intendente, a pesar de sus frecuentes visitas a la rotonda. Como efecto de ese enojo, en dicho texto señalan: “… porque se confía en las buenas personas y en las buenas intenciones, es difícil comprender a quienes hipotecan esa confianza que otorgamos a través del voto, simplemente por un tentador cheque o el avaro poder de pertenecer y permanecer”. Y agrega que “hemos sido testigos en estos tiempos de muchas de estas situaciones, repetidas impúdicamente. La suma de voluntades a ‘la caja’ de la esclavitud pervierte a los hombres, pero también enferma y quebranta lentamente la democracia”.
El desacuerdo de las entidades agropecuarias con las medidas correctivas anunciadas anoche por el Gobierno, después de una chicanera parrafada a los productores de parte de uno de los tantos Fernández de Kirchner, amenaza con una prolongación del conflicto y, desde ya, con una influencia mayor aún en toda la actividad política y económica nacional, incluyendo la convulsionada interna del peronismo santafesino.
(Publicado el viernes 30 de mayo de 2008 en diario El Informe)
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