Después de trabajosas negociaciones, el socialismo venadense -con la incorporación de la mayoría de los militantes del extinguido Movimiento Pueblo-, acordó una lista de unidad con motivo de las elecciones internas a llevarse a cabo dentro de dos meses. Con la designación de Roxana Bellatti -miembro del ala dura de los ex pueblenses- como secretaria general, también se definió el nuevo perfil político de la agrupación, que se propone adoptar un rol decididamente opositor del gobierno municipal de José Freyre.
Ya divididos entre los seguidores del secretario general Juan Moscoso y del secretario adjunto Guillermo Morel, los socialistas se encontraron, de pronto, con el desembarco masivo de los pueblenses, incluidos los concejales Roberto Meier, Oscar Pieroni y Fabián Vernetti, que también arrastraban sus propias internas. Pero, en esta ocasión, se arribó a un consenso para dejar atrás la tendencia conciliadora de Meier -cada día más aislado-, y profundizar desde el liderazgo partidario la línea más frontal insinuada por el binomio Pieroni-Vernetti. En este sentido, no es casual que Bellatti se desempeñe como secretaria legislativa de estos últimos, en tanto que Meier tiene la suya, aun cuando, desde el punto de vista formal, los tres ediles comparten un mismo bloque, fieles a la disciplina socialista que no acepta escenas escandalosas fuera de la intimidad.
Como el domingo 8 de junio se llevarán a cabo las elecciones partidarias en Santa Fe, la cúpula provincial no demoró en demandar “esfuerzos por la unidad” a todos los distritos con hipótesis de conflicto, como Venado Tuerto. “Si nos metemos en una interna quedarán más heridos que ilesos”, reconoció un vocero del partido de la rosa. De todos modos, se requirieron tres arduos cónclaves -donde no quedó casi nada por decirse entre los presentes- hasta que surgió el humo blanco anunciando la nominación de Bellatti, a la par de Rita Herrera -una abogada especialista en Derecho Laboral-, ya que antes debieron declinar sus aspiraciones el histórico Moscoso y el impetuoso Morel, que desde el segundo semestre abandonarán sus respectivas secretarías para transformarse en delegados al congreso nacional del PS. Mabel Caula, Darío Rivero, Stella Lapelle y Fabián Vernetti, irán al congreso santafesino.
Meier, sin ofertas para ocupar puestos provinciales y resignado a una vocalía suplente en el reparto local de cargos, recibió otro duro golpe con el ascenso de la combativa Bellatti, que había sido una de sus más acérrimas adversarias en la interna de Pueblo desde el humilde rol de secretaria de bloque, y ahora, marcará diferencias nada menos que desde la jefatura del binnerismo venadense, tomando distancia del estilo de cogobierno defendido a ultranza por el Tío.
Para la mayoría de la dirigencia del Frente Progresista, una de las razones más influyentes de la última derrota electoral fue la tibieza de su estrategia opositora, más evidente aún ante el furioso antiscottismo que cultiva la vianista Patricia Romero. En el marco de un creciente protagonismo femenino en el campo de la política, además de Bellatti y Herrera en las secretarías general y adjunta, se destaca en la renovada mesa directiva que la Tesorería estará en manos de Ana Silvia Narvaiz, esposa del secretario parlamentario de la Cámara de Diputados provincial -y rival de Meier en las recientes primarias-, Lisandro Enrico. Asimismo, Mabel Caula -otra mujer-, en su carácter de directora regional de Educación, es la única funcionaria socialista del sur-sur designada en el gobierno provincial, generando resquemores en la militancia de la concertación oficialista, aunque todavía hay espacios por cubrir.
“Vamos a ejercer una oposición distinta, ni complaciente ni destructiva, con denuncias concretas y muchas propuestas”, sintetizó, entusiasta, uno de los referentes del sector, deslizando también otras prioridades para el corto plazo, desde la resolución de conocidas desavenencias internas, hasta la consolidación estructural del Frente Progresista, en Venado y la región.
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