Hasta los últimos minutos de la víspera, tres frentes políticos habían presentado listas para las elecciones primarias en nuestra ciudad. A las ya confirmadas participaciones del Frente para la Victoria y el Frente Progresista, Cívico y Social, se sumó en el fin de semana el Frente Venadense de Jorge Viano. En cambio, era indescifrable la situación de los radicales no frentistas de Delfor Hernández, quien anoche pretendía oficializar lista por la UCR, y estaba dispuesto a volverse a su casa si se le rechazaba la iniciativa.
De este modo, los venadenses podrán escoger, en principio, entre cinco precandidatos a intendente el domingo 1 de julio: José Freyre y Oscar Barotto (Frente para la Victoria); Roberto Meier y Lisandro Enrico (Frente Progresista) y Jorge Viano (Frente Venadense), quedando por confirmar si Delfor consiguió presentar su lista.
En consecuencia, Viano, con lista única, clasificará directamente para las generales del 2 de septiembre (el mismo análisis cabría para Hernández), en tanto que se librarán dos confrontaciones internas con ese mismo fin: el bielsista Freyre contra el rossista Barotto, en el Frente para la Victoria, y el pueblense Meier ante el radical Enrico, en el Frente Progresista.
Desde principios de la semana pasada, se percibía que no tendrían un final feliz las negociaciones de Viano con el tándem Barotto-Prats-Labbé, ni tampoco las de Hernández con Enrico. Por eso, estas escisiones en el PJ y la UCR no sorprenden tanto como el cierre de la lista de concejales que escoltará a José Freyre, con Bibiana Pieli y Gustavo Giner en los primeros lugares. Apenas conocida la deserción del empresario Hernán Roma, se reabrió la puja por esos espacios de privilegio y, con la protección de Roberto Scott, Giner se adueñó de inmediato del número dos, en tanto que el liderazgo de la lista generó las mayores tensiones. En principio, el objetivo era colocar un extrapartidario con buena llegada a las entidades intermedias, y así surgió el nombre de Roma. Todos los caminos conducían a él. Pero la indeclinable negativa del flamante coordinador del Plan General decidió a la mesa chica, con el propio Scott al frente de las reuniones, a cubrir el bache con un Plan B, designando a Bibiana Pieli, una concejala de fuertes vínculos en los barrios, aunque la secretaria de Servicios Públicos, Liliana Rostom, también habría lidiado hasta el final por ese apetecible puesto.
Así pues, la supuesta renovación -al menos en los nombres- quedó en la nada, y Freyre tendrá que salir a la cancha con los mismos ediles, que junto a Miguel Pedrola, defendieron los intereses scottistas en los últimos tiempos. Además, en los corrillos de San Martín y Marconi se deslizan nombres del actual Gabinete que continuarían en un hipotético gobierno porotista, tales como Juan Vidal (Gobierno), Darío Mascioli (Producción), Andrés Pieli (Cultura) y Daniel Dabove (¿supersecretario?).
Así como en las legislativas municipales de 2005, año del debut del sistema de internas abiertas, obligatorias y simultáneas, todas las expectativas se habían depositado en el Frente para la Victoria, que presentó cinco grupos (Pedrola, Romero, Eggimann, Venturelli y Majul), con este cierre de listas, la mayor atracción estará en las primarias del Frente Progresista, donde participarán seis fuerzas (UCR, Pueblo, PS, PDP, ARI y MATE). Si bien es cierto que todas ellas se alinean detrás de dos precandidatos a intendente, Meier y Enrico, se trata de la única elección donde los dos sectores tienen posibilidades ciertas de triunfo, aun cuando la presentación de Hernández debilitaría la oferta de su correligionario Lisandro. De todos modos, si Meier ganase la interna, correría luego el riesgo de perder votos radicales a manos de Delfor, que, sin rivales en la primaria, tendría asegurada su presencia en las generales.
Distinto es el caso de la interna en el Frente para la Victoria, donde la autoexclusión de Viano limita las expectativas de Barotto y los suyos, obligados a una incursión testimonial contra el aparato municipal, a los exclusivos efectos de respaldar la precandidatura a gobernador del Chivo Rossi y contribuir a la diputación provincial que ambiciona Martín Labbé desde un expectante octavo puesto, reservando a Julio Eggimann el empinado desafío de enfrentar a Ricardo Spinozzi por la senaduría.
Por su parte, Viano intentará erigirse en protagonista desde el vamos, para impedir la fuga de votos hacia internas más atrayentes y demostrar, en las primarias, que tiene una base propia para romper la polarización tan temida entre los futuros candidatos del justicialismo y el binnerismo. Ese mismo cometido debería trazarse Delfor, si es que se postula por la UCR, o con otra denominación.
En función del pacto de no agresión suscripto por los miembros del Frente Progresista y de las buenas relaciones de Freyre con Barotto, no habría que esperar una campaña agresiva en ninguno de los dos frentes, pero también es posible que, a partir de los próximos días, algunos postulantes salten el cerco de sus respectivas internas y anticipen los cruces mediáticos que, en teoría, deberían reservarse para las generales.
(Publicado el martes 3 de abril de 2007 en diario El Informe de Venado Tuerto)
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