Los plazos se vienen encima y las decisiones tendrán que apurarse

En la política santafesina reina la calma que precede a la tempestad. Esa es la sensación y, a la vez, el augurio. Con la mayoría de los dirigentes de vacaciones, recomponiendo fuerzas para afrontar la exigente temporada electoral que se avecina, el interrogante que predomina en la provincia es el mismo de finales del año pasado: ¿cómo se presentarán el Frente para la Victoria y el Frente Progresista para tamaña ocasión? Son tan impredecibles los acontecimientos políticos que aquellos que tenían el consenso asegurado, los binneristas, podrían derivar en una novelesca primaria con radicales disconformes como adversarios; y los que irremediablemente se dirigían a una interna con tres precandidatos, los justicialistas, desembocarían en un consenso forzado, guiño presidencial mediante. De todos modos, ni una cosa ni la otra están abrochadas, ni mucho menos. Ni siquiera está confirmada la fecha de los comicios, aunque todo hace suponer que las generales serán el 2 de septiembre, y las primarias, donde aún subsisten mayores dudas, el 1 de julio. Una vez acordados estos detalles entre el gobierno santafesino y las principales fuerzas políticas provinciales, se firmará el decreto de convocatoria a elecciones, donde estarán en disputa importantes cargos, tales como gobernador y vice, 50 diputados provinciales y 19 senadores provinciales, junto con intendentes, concejales y comisiones comunales.
Mientras tanto, se estaría evaluando la posibilidad de suspender la obligatoriedad de la primaria en aquellas categorías donde todas las fuerzas políticas presenten un solo candidato, aunque para esta última decisión habrá que aguardar que las juntas electorales de cada partido o frente comuniquen al Tribunal Electoral las nóminas oficializadas. Cabe recordar que con motivo de las legislativas de 2005, se llegó a un acuerdo político y se sancionó la ley 12.425, cuyo artículo primero establecía: “Suspéndase, con carácter extraordinario y por única vez, la realización de las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias convocadas para el día 7 de agosto de 2005, mediante decreto Nº 606 del Poder Ejecutivo provincial, en aquellas municipalidades y comunas donde se haya presentado una sola lista de candidatos o en la que todos los partidos políticos, confederaciones de partidos o alianzas electorales transitorias participantes de la elección, hayan presentado una única lista de candidatos cada uno de ellos”.
Esta última cuestión es de relativo interés para los 50 mil electores venadenses, pues son prácticamente nulas las posibilidades de que, en el orden municipal, el justicialismo y la coalición binnerista acuerden sendas listas únicas. En cambio, una nueva excepción podría beneficiar a los ciudadanos de pueblos vecinos -donde el fenómeno de las listas únicas es frecuente-, que podrían acudir a votar directamente el domingo de las generales. No obstante, los nuevos legisladores, o el futuro gobernador, deberían impulsar cuanto antes las enmiendas que requiere esta ley de internas abiertas, obligatorias y simultáneas, aun cuando lo más correcto, para desalentar especulaciones y oportunismos políticos, es que el sistema electoral se incluya en una próxima reforma constitucional.

Interna inexorable
Dentro del Frente Progresista venadense, aun cuando pocos lo hubieran creído, ni el tórrido enero frenó las reuniones de la mesa de enlace entre las distintas fuerzas. No obstante, según admiten los propios dirigentes de la oposición, ni aunque Hermes Binner lo suplicara de rodillas habría margen para negociar una lista única. “La interna de la oposición es inexorable”, aseguró un alto dirigente pueblense, en coincidencia con el pensamiento del radical Lisandro Enrico. Apenas el ex concejal Juan Moscoso, referente del socialismo en nuestra ciudad, mantiene en alto esas banderas del consenso, pero, a estas alturas, con escasas expectativas.
Para el mes entrante, la oposición se propone apurar tres cuestiones básicas: oficializar la mesa de enlace; definir la síntesis de un programa de gobierno y acordar un “pacto de no agresión” en las primarias. Pueblenses, radicales enriquistas, socialistas, aristas y demoprogresistas, acuerdan en estos planteos, pero aún es un misterio la estrategia del dematiísmo, abiertamente enfrentado con Enrico y con el pueblense Roberto Meier, y que ni siquiera acudió con sus exponentes más notables a la cena convocada por Binner en la Sociedad Rural el 22 de diciembre. Incluso, la convocatoria del radicalismo santafesino a internas el 18 de marzo en busca de dirimir las candidaturas que el partido deberá cubrir en el frente, amenaza en el orden local con la reedición de la contienda entre enriquistas y dematiístas, que podría dejarlos al borde del desangramiento.
En tanto, en la agenda de los líderes opositores sobresale una cuestión aún no dilucidada, pero de indiscutible gravitación en las próximas elecciones: ¿Quién tendrá el todopoderoso nombre de Hermes Binner a la izquierda de la sábana que incluirá las cinco categorías electorales en pugna? Como la ley electoral vigente establece, en el artículo sexto, que la oficialización de candidatos a gobernador requiere, como mínimo, de la compañía de 14 aspirantes a senador provincial y una lista de diputados provinciales, ya se especula con la opción de que, en algunos departamentos, los precandidatos frentistas, a intendente, por ejemplo, se midan mano a mano en la primaria, despojados de la influencia de Binner en la boleta.
Todo se cocina a fuego lento, bajo los calores de enero. Nadie quiere arriesgar más de la cuenta. Incluso, algunos referentes locales, desparramados en sus reposeras, prometen no mover un dedo hasta que el escenario provincial quede más o menos claro. Ya no falta tanto. Los plazos se vienen encima.

(Publicado el viernes 19 de enero de 2007 en diario El Informe de Venado Tuerto)

1 comentario:

Anónimo dijo...

In-ex-orable quiere decir que no se puede sacar de la boca. ¿Que verdad oculta será tan inexorable?. La verdad nos chocara en la intersección de marzo con abril, e intuyo que habrá lista única. Lo que habría que preguntarse entonces es quién encabezará la lista. Esto no es cuestión de ver quién escupe mas lejos, sino de quién lidera el proyecto del Frente Progresista.
Además de fecilitarte por el blog, me gustaría que ensayes una respuesta bien fundamentada a mi pregunta en tu próxima columna