Enrico dio un paso al frente y Scott espera una encuesta de último momento

El año no había comenzado con buenos auspicios para el concejal y precandidato a intendente Lisandro Enrico. En la interna radical, el dematiísmo profundizaba sus amenazas de presentar un postulante propio al Sillón de Aufranc, si el Pibe no cedía de una vez por todas la primera concejalía. En la interna del Frente Progresista, Enrico -un apasionado por las encuestas- sabía en su fuero íntimo que el pueblense Roberto Meier lo aventajaba en la disputa por la candidatura a intendente. Con esos datos a la vista, su futuro político generaba más dudas que los índices inflacionarios que propagandiza el Gobierno. No obstante, lejos de cruzarse de brazos, Enrico lanzó una afanosa búsqueda de aliados entre las fuerzas de la coalición opositora, y hasta se habría animado a tentar a una fracción peronista y a dirigentes cooperativistas para alinearse en su cruzada anti-scottista.
En la edición de El Informe del viernes último, el presidente del radicalismo venadense ya había insinuado sus planes. Vale la pena reproducir sus declaraciones, en referencia a la caracterización del frente opositor: “Esto no es una suma de partidos políticos, acá va a haber un proyecto que va a llevar adelante Roberto Meier, que tendrá adhesiones, y un proyecto que llevaré yo adelante, que tendrá otras adhesiones que van más allá del radicalismo. Si me dedicara solamente a cerrarme a mi partido, estaríamos debilitados. Pero estamos apostando a una construcción más amplia”.
Apenas una semana después de estos conceptos de Enrico, los acontecimientos se precipitaron con el anuncio de una original integración política entre el Partido Demócrata Progresista y el ARI, que en lo inmediato se proponen unificar la representación de ambos partidos en la Mesa de Enlace del Frente Progresista local y, en una segunda instancia, profundizar el acuerdo en el plano departamental. Aunque sin descartar la posibilidad de presentar su propio precandidato a intendente, de las palabras de los dirigentes consultados se desprendió una predisposición a respaldar a uno de los precandidatos lanzados. En una actitud políticamente correcta, Mario Soldini (PDP) y Carlos Boyle (ARI) se cuidaron de dar señales a favor de Meier o Enrico, así como el presidente Kirchner intentó hacerlo cuando debió compartir un acto oficial con los precandidatos justicialistas Agustín Rossi y Rafael Bielsa. Sin embargo, sobresalen tres elementos que vinculan este acuerdo del ARI y el PDP con un futuro apoyo al precandidato de la UCR: 1) Las declaraciones de Enrico anticipaban la conformación de una alianza dentro de la alianza, con él como referente; 2) Los conocedores del mundillo político vernáculo saben que el Tío Meier no es una figura simpática ni para el ARI ni para el PDP. “Es muy cerrado y personalista”, suelen achacarle; y 3) Hay una afinidad ideológica entre el enriquismo y la integración de aristas y demoprogresistas, que podría situarse en la centro-derecha del espectro, en tanto que Pueblo, el Partido Socialista y MATE (aún no se incorporó), se identificarían con la expresión de centro-izquierda de la misma coalición.
De todos modos, el referente socialista venadense y precandidato a senador provincial, Juan Moscoso, de buenas relaciones con Enrico y con Meier, no estaría dispuesto a involucrarse en esa interna. El propio Binner, que ayer oficializó en la ciudad de Esperanza la candidatura a vicegobernadora de la ex fiscal federal Griselda Tessio, habría expresado su disgusto por los antagonismos en el frente opositor de nuestra ciudad. “Hermes reclama una lista única, pero si no la hay, no creo que venga a bendecir a nadie. Yo estimo que habrá internas, porque el acuerdo entre Meier y Enrico es imposible”, razonó un socialista cercano a Moscoso.
Mientras tanto, con los oportunos refuerzos que acaba de conseguir, Lisandro Enrico se reacomodó por partida doble: en la interna partidaria, porque con los nuevos apoyos está en mejores condiciones de resistir las fuertes presiones dematiístas; y en la interna del Frente Progresista, porque, según estiman en su entorno, a Hermes Binner le costará mucho más bendecir a Meier -si es que eso estaba en sus planes- como el candidato del consenso.

Fichas para el Mago
Apenas regresado de su periplo patagónico al mando del confortable motor home de su propiedad, el intendente Roberto Scott intentó ofrecer certezas, pero no hizo más que sembrar dudas. Consultado sobre la precandidatura a intendente de su yerno, el supersecretario José Freyre, no la ratificó con su habitual vehemencia, sino que la condicionó a una encuesta a realizarse en el mes en curso. Es sospechoso que, a estas alturas, el líder indiscutible del oficialismo esté a la espera de los datos de una encuesta para resolver si él volverá a postularse, o si cederá ese espacio a su más cercano colaborador. No hay dudas de que Scott dejará abierto un resquicio durante algunas semanas más. Tanto el gobernador Jorge Obeid como el precandidato Rafael Bielsa, preferirían que el actual intendente se presente otra vez. Aun cuando respetan la trayectoria de Freyre en la función pública, el único que les brinda seguridad es Scott. “El Mago es un candidato probado y en la provincia lo necesitan… porque esta elección se definirá por muy poquitos votos”, confió un peronista que suele jactarse de escoltar a Scott desde la primera hora. “Vos sabés cómo son las internas nuestras… ahí intervienen muchos factores. No sé si con una encuesta basta para tomar esa decisión. José es un buen chico, pero hasta ahora siempre fue puesto por Scott y no por la gente, y cuando fue electo concejal lo hizo colgado de la boleta del Mago… ¡cómo será que a los seis meses lo sacó de ahí y se lo llevó de nuevo a la Intendencia!”, recordó el memorioso militante, mientras pitaba un Parissiens en uno de los concurridos pasillos municipales.
El complicado escenario electoral que se le avecina al oficialismo también podría conspirar contra el retiro del veterano intendente. El sabe mejor que nadie que si el Frente Progresista contiene -¿una misión imposible?- a las seis fuerzas integrantes y el lucifuercismo conserva su caudal electoral, estarán en serios problemas para retener el gobierno. Nadie descarta una elección municipal reñida y, en este sentido, conviene recordar que si bien las encuestas son auspiciosas para Freyre, los números siempre le dieron por debajo de Scott.
Sin embargo, las presiones más grandes, tal vez más aún que las de Bielsa y Obeid, sean las del propio entorno familiar, en desacuerdo con una cuarta postulación de Scott, que en diciembre próximo acumulará 14 años consecutivos en la función pública (los dos primeros de concejal y la docena restante como intendente).

Scott y Kirchner
Salvando las distancias, la compleja situación política del scottismo, desbordante de incógnitas, es muy semejante a la del kirchnerismo. Así como el Presidente, en lugar de buscar la reelección, prefiere que la candidata sea su señora Cristina, en Venado, Scott también está dispuesto a bendecir a un familiar -su yerno- como postulante para sustituirlo. Sin embargo, al igual que Kirchner, Scott está evaluando el panorama, ganando tiempo antes de hacer el anuncio oficial del paso al costado.
Otra analogía podría trazarse con la intención de voto de la senadora Cristina Fernández, que es alta, mas no tanto como la del propio Kirchner en la Nación; en Venado, los sondeos posicionan bastante bien a Freyre, aunque varios puntos por debajo de Scott.
Además, tanto Cristina K como José F tienen atada su suerte a los resultados de una encuesta -así lo deslizaron Kirchner y Scott- y a las estrategias de la oposición. Si a nivel nacional las fuerzas opositoras consiguen articular una propuesta unificada y coherente, Kirchner teme que su esposa no consiga consagrarse en primera vuelta, quedando en serio riesgo la continuidad en el poder en una hipotética segunda vuelta. En tanto, Scott también duda en anunciar el retiro justo cuando podría madurar, como nunca antes, una homogeneidad opositora capaz de arrebatarle el gobierno de la ciudad.
Dejando de lado las especulaciones electorales e ingresando en las cuestiones institucionales, si Cristina fuera la próxima presidenta de la Nación, ¿qué hará el hiperkinético Néstor Kirchner? ¿Será el Presidente en las sombras de una esposa oscurecida? Y en Venado, con Freyre apoltronado en el Sillón de Aufranc, ¿qué hará el no menos inquieto Roberto Scott? ¿Será el intendente en las sombras de un yerno opacado?

(Publicado el viernes 9 de febrero de 2007 en diario El Informe de Venado Tuerto)

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