Vilma Ripoll, casi tan lejos de Cristina como de Carrió

De regreso de actividades proselitistas en Rosario y antes de partir rumbo a Córdoba para continuar la campaña, la candidata a presidente de la Nación por el Movimiento Socialista de los Trabajadores y la Nueva Izquierda, Vilma Ripoll, visitó el viernes último a familiares y amigos en su Firmat natal, y por la noche desembarcó en Venado, donde concedió algunas entrevistas con medios locales y regionales.
Dueña de una dilatada trayectoria en el gremio de la Sanidad, y con dos experiencias como diputada nacional, Ripoll, enfermera de profesión, confiesa su orgullo por esta candidatura a Presidente de los argentinos, siendo escoltada en la fórmula por el diputado y actor Héctor “Cacho” Bidonde.
Sobre las tibias expectativas despertadas en la población por la campaña política, la dirigente consideró que, sobre la base de encuestas dibujadas, el Gobierno consiguió, en parte, el propósito de instalar a Cristina como la virtual ganadora en primera vuelta; pero también responsabilizó a las fuerzas opositoras de no sostener diferencias sustanciales con el oficialismo. En este sentido, destinó las críticas más gruesas a Elisa Carrió. Si bien le reconoció a Lilita sus valientes denuncias sobre la matriz de la corrupción kirchnerista, Vilma Ripoll cuestionó sus últimas incorporaciones, como Patricia Bullrich y Alfonso Pratt Gay, y aseguró que la Coalición Cívica no ataca en ningún aspecto las estructuras del modelo en curso. “A los que no están dispuestos a votar a Cristina, porque saben que se viene un gobierno peor que el actual, les pedimos que cambien de verdad. Cuando actuamos como legisladores, no solo denunciamos, también presentamos propuestas”, destacó. “Hay que tener memoria y recordar cómo nos fue cuando, para sacar a uno, votamos a otro parecido, como en el ’99 con (Fernando) De la Rúa. Hoy el voto útil es el voto que puede empezar a construir un cambio en serio”, sentenció la firmatense, anticipando que propiciarían el voto en blanco en caso de haber segunda vuelta en noviembre. “Si no es desde la Presidencia de la Nación, ese cambio tendrá que comenzar por las cámaras legislativas, con más diputados de izquierda, y sin esos ‘superpoderes’ que el oficialismo impone para gobernar sin controles”, añadió. “Ahora las cosas están claras, de la nueva política y la transversalidad, no quedó nada. Cristina pactó con lo peor del PJ bonaerense para asegurarse el triunfo el 28”, remató.

Corrupto como Menem
Entre sus propuestas, Vilma Ripoll mencionó la eliminación del IVA para los productos de la canasta de alimentos, que enseguida provocaría una reducción de precios del 15 por ciento, según su propia evaluación. También dijo que los salarios, las jubilaciones y los planes sociales, deben ajustarse según la inflación, “pero con los índices reales, no con los ‘truchos’, que complicarán las futuras negociaciones salariales”, auguró la candidata. Además, alertó que durante la campaña electoral en el exterior, Cristina adelantó que su gobierno “otorgará más beneficios a empresas multinacionales que vienen otra vez para quedarse con los servicios públicos y los recursos naturales, como el petróleo, el gas y la minería”, objetó la postulante de la Nueva Izquierda. “El gobierno de los Kirchner es tan corrupto como el de Menem, ya que el modelo se basa en la enajenación de los servicios públicos y los recursos naturales, otorgando miles de millones en subsidios, sin ninguna clase de controles”, agregó.
Más adelante, profundizó en el fenómeno de la inseguridad, señalando que la causa estructural reside en las desigualdades sociales, en tanto que la derecha, a través de las leyes de “mano dura” impulsadas por Juan Carlos Blumberg, y apoyadas en el Congreso por el Frente para la Victoria, ya mostró un estruendoso fracaso. “Hoy la brecha entre ricos y pobres es mayor que en la época del menemismo, y en este contexto no hay solución para la inseguridad. Aún así, deben tomarse medidas urgentes, atacando el triángulo de impunidad existente entre políticos, jueces y comisarios. Para ello, proponemos elección por voto directo de jueces y comisarios, con revocabilidad de mandatos”, resumió Ripoll, en busca de incrementar el control social.
Consultada por la fragmentación de la izquierda, que concurre a estas elecciones con cinco fórmulas diferentes, la referente del MST admitió ese escenario adverso, aun cuando aclaró que desde su sector bregaron -sin éxito- por la unidad. “Hay agrupaciones muy sectarias y dirigentes muy personalistas, que impiden las coincidencias. Desde la Nueva Izquierda estamos ofreciendo una opción amplia y no dogmática, donde confluyen figuras prestigiosas como Patricia Walsh y Cacho Bidonde”, definió la candidata.
Pese a estar afincada desde hace largos años en Buenos Aires, Vilma sigue de cerca la evolución de los sucesos políticos en Santa Fe. Sobre los recientes comicios provinciales, opinó que “la victoria de Hermes Binner reflejó la necesidad de la gente de encontrar nuevas herramientas para sacarse de encima al viejo PJ. De todos modos, el Frente Progresista tiene sus limitaciones, porque entre sus candidatos presidenciales se encuentran (Elisa) Carrió, (Roberto) Lavagna, y hasta Cristina. Incluso hay socialistas en el gobierno de Kirchner”, subrayó. De todos modos, en sintonía con las demandas de Binner, la santafesina consideró prioritario modificar la ley de coparticipación en beneficio de las provincias, que hoy son rehenes del Gobierno. En esa misma línea, estableció que las retenciones al agro deben ser coparticipables y repudió que se arguyan razones económicas para definir la traza de la autovía Rufino-Rosario cuando esta región es una de las más fuertes contribuyentes al presupuesto nacional.

Perfil de la candidata
Vilma Ripoll nació en Firmat en 1954 y es licenciada en enfermería. Trabaja desde hace 23 años en el Hospital Italiano, donde fue delegada general durante una década. En 1973, fue fundadora y primera presidenta del Centro de Estudiantes de Enfermería de la Facultad de Medicina en la Universidad Nacional de Rosario. En la dictadura debió exiliarse cuatro años en Colombia. Integró la conducción combativa y antiburocrática de Sanidad Capital, hasta que Carlos Menem ordenó intervenir el sindicato. Es miembro de la dirección nacional del MST. En el 2000 fue elegida diputada porteña por Izquierda Unida, siendo reelecta en 2003. Es autora de numerosas leyes en favor de los sectores populares, entre ellas, la primera fábrica recuperada por sus trabajadores en la Capital, el blanqueo salarial docente y la jornada de seis horas del subte. Como legisladora, cobró el mismo sueldo que en su trabajo como enfermera. A la mitad del segundo mandato, cumplió el compromiso de compartir la banca con otra fuerza frentista, la traspasó y volvió a su trabajo en el Hospital, dando un ejemplo inédito en la política argentina. Es candidata a presidenta de la Nación en representación del MST y también aspira a una banca de diputada nacional por la provincia de Buenos Aires.


“Los haremos hamacar”
“Puedo dar fe de que las hamacas de Firmat se mueve solas”, dijo Ripoll. “Hasta se chocaban entre ellas”, reforzó, aprovechando el simpático episodio para acuñar un eslogan: “Soy de la ciudad en donde las hamacas se hamacan, y si el domingo 28 nos eligen a nosotros, los de la Nueva Izquierda, que nadie dude de que vamos a hacer hamacar a los viejos políticos”.
(Publicado el martes 16 de octubre de 2007 en diario El Informe)

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