Las próximas elecciones nacionales, tanto las presidenciales como las legislativas, con dirigentes originarios del PJ y la UCR pululando en distintas listas, demuestran que la atomización hace tiempo que dejó de ser un patrimonio de la izquierda en la Argentina. Casi nada quedó del bipartidismo de los ’80, que alineaba verticalmente a la mayoría, desde la Casa Rosada hasta la comuna más pequeña del interior. Por aquel entonces, las pretensiones de las autodenominadas terceras fuerzas de quebrar ese régimen de reparto del poder eran consideradas utópicas. Así ocurría también en nuestra ciudad, con la presencia de fuertes bloques legislativos de los partidos tradicionales, y ni la más remota chance de que algún díscolo concejal hiciera rancho aparte, como es tan común desde los ’90 en adelante, cuando la crisis de la política ya fue inocultable y los partidos languidecían. Hoy, por el contrario, todo es confusión, o transición, según la versión más optimista de la historia.
Los reordenamientos políticos son pintorescos y, en ciertas ocasiones, el enrolamiento de dirigentes venadenses con los proyectos nacionales establece alianzas locales impensadas, y hasta risueñas, aunque en la realidad territorial no sean tales. Por ejemplo, el intendente Roberto Scott y el líder lucifuercista Jorge Viano, peronistas ambos pero fuertemente enemistados, coincidirían en el apoyo a Cristina Kirchner. En tanto, algunos referentes de la estructura vecinal de Pueblo, como el concejal Oscar Pieroni y su futuro compañero de bloque, Fabián Vernetti, ambos de procedencia justicialista, también expresarían su aval a la continuidad de la gestión kirchnerista. No hay dudas de que los motivos que mueven a cada uno de los protagonistas en estos alineamientos son distintos, pero el dato es relevante para tratar de comprender este singular proceso político nacional.
Al mismo tiempo, vuelve a sorprender la alta intención de voto que tendría en Venado el puntano Alberto Rodríguez Saá, amenaza que obligó a los referentes locales del Frente para la Victoria, como el intendente electo José Freyre, el senador reelecto Ricardo Spinozzi y el propio Scott, a motivar a la militancia en estas dos últimas semanas, para no acabar descolocados ante la Casa Rosada con un resultado adverso en la noche del 28. Hoy mismo está prevista la visita del jefe del bloque de diputados nacionales kirchneristas, Agustín Rossi, que intentará darle un perfil más aguerrido a la gélida campaña, de la mano de sus referentes locales, Julio Eggimann y Oscar Barotto.
En la cúpula del Frente Progresista santafesino, el gobernador electo Hermes Binner incurrió en una sobreactuación para despegarse de la candidata presidencial de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, ironizando que no podía cortar la boleta en la que el postulante a vice de Lilita es el presidente del PS nacional, Rubén Giustiniani. De todos modos, la prescindencia era la decisión políticamente correcta para el líder socialista, conciente de que en las bases de la triunfante concertación conviven simpatizantes de Carrió, Roberto Lavagna y hasta la mismísima Cristina. Mientras se prueba el traje de gobernador, Binner recuerda a los suyos que es muy factible que deba convivir los cuatro años de mandato con el matrimonio Kirchner en el poder. Incluso, no descartan que la familiaridad sea mayor aún si, con los resultados puestos, comienza a gestarse en la Argentina a partir de 2008 una nueva bipolaridad, con los K como líderes desde la centroizquierda, y el electo jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, desde la fortalecida centroderecha.
Por otra parte, con la ex jefa del ARI se alistan, por ejemplo, el pueblense Roberto Meier y los radicales frentistas Lisandro Enrico y Juan Enrique Lombardi. En tanto, el otro hombre fuerte del binnerismo de General López, el reelecto intendente firmatense Carlos Torres, tributa a la candidatura de Lavagna, en sintonía con su coterráneo Gabriel Real, que avala la postulación del ex ministro de Economía, incluso con una lista de diputados nacionales del Partido Demócrata Progresista, liderada por el histórico Carlos Favario, e integrada también por el venadense Mario Soldini.
Sin grandes novedades, el presidente del Concejo, Delfor Hernández, sigue vinculado a la UCR ortodoxa de Juan Carlos Millet y Alicia Tate, ocupantes de los primeros puestos de la lista de candidatos a diputado nacional que apoya a Lavagna.
Desde la izquierda, el referente de la agrupación MATE, Martín González, que había acompañado tibiamente al Tío Meier en su reciente incursión dentro del Frente Progresista, ahora regresa a las fuentes como candidato del Frente Amplio hacia la Unidad Latinoamericana (FRAL), un acuerdo de comunistas y humanistas que lo ubicó en el sexto lugar de la nómina de candidatos a diputados. Otro que dio el salto fue el veterano dirigente local Ismael Ghío, quien desde la plataforma del novel Frente Venadense que albergaba al peronismo antiscottista, se subió al también debutante movimiento Provincia Unidas del gobernador neuquino Jorge Sobisch y el escritor menemista Jorge Asís.
(Publicado el viernes 12 de octubre de 2007 en diario El Informe)
1 comentario:
Las decisiones locales son las cosas que nos afectan todos los días.
Las decisiones nacionales son las que implican nuestros anhelo.
Puede que ahora quede claro que el "proyecto Porotista" y su oposición no hegemonizan la claridad ideológica.
Seria interesante que ahora la "prensa independiente" aguarde a evaluar la nueva gestión, en lugar de identificarla con la de su pariente mas famoso gratuitamente.
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