A estas alturas, se habrían esfumado las posibilidades de que la Intendencia obtenga en la sesión legislativa de esta noche la aprobación de la venta de 29 terrenos -emplazados casi todos en el barrio Rivadavia- para saldar la deuda con el Banco del Chaco, que aún tiene en su poder pagarés municipales por la obra de la red de agua potable. Aunque el monto original del pasivo era de cuatro millones de pesos, el año pasado se negoció un arreglo en poco más de un millón. Además, el Concejo había autorizado a la Intendencia a negociar canjes de deuda por bienes de propiedad municipal. Sobre esa base, el intendente José Freyre remitió al cuerpo legislativo un proyecto de ordenanza para saldar dicha deuda. Y enseguida empezaron a sacar cuentas, porque el oficialismo necesita el apoyo de ediles opositores para la aprobación. Sin embargo, a comienzos de semana sufrió el primer revés a esas aspiraciones, apenas se conoció un categórico comunicado firmado por el concejal radical Delfor Hernández, que si bien suele coquetear con el oficialismo, en este tema se despegó rápidamente, quizá en respuesta al ex intendente Roberto Scott y, en menor medida, al actual mandatario José Freyre, que responsabilizan exclusivamente de ese endeudamiento millonario a la administración de Ernesto De Mattía, el referente político de Delfor.
Contundente, el presidente del Concejo recuerda que Scott arengaba a los contribuyentes a no pagar una obra que no servía, pero que hoy se está usando para distribuir el agua potable en la ciudad, al mismo tiempo que se cobraba la contribución de mejoras, pero el dinero, como ahora se sospecha, no se afectaba a una cuenta específica, sino que se desviaba hacia otros fines. “No es justo ni legítimo que tengamos que pagar dos veces”, advierte Hernández en su escrito.
Por su parte, el binomio socialista integrado por Oscar Pieroni y Fabián Vernetti, sólo estaría dispuesto a considerar esta noche la reglamentación de un marco general para la venta de bienes de propiedad municipal, contemplando una operatoria con mejoramientos de oferta y estableciendo afectaciones específicas para los recursos obtenidos. En cambio, no aprobarían la venta de la treintena de terrenos para abonar la deuda con el Banco del Chaco hasta tanto la Intendencia revele cuánto dinero ingresó en el Fondo de Cancelación de Deudas de Agua Potable y cuál fue su destino. Esta posición, incluso, podría ser acompañada por el edil Roberto Meier. Menos cruentos que Delfor, los socialistas admiten que “a las deudas hay que honrarlas”, pero con esa misma convicción sostienen que tiene que haber “responsabilidades políticas en la función pública” para que se concrete la “condena social” y las malas prácticas administrativas no se alienten a través de la impunidad.
Asimismo, la concejala vianista Patricia Romero, aun cuando coincide en que “las deudas deben ser pagadas”, estima “inapropiada” la enajenación de terrenos para afrontar compromisos generados por la gestión ineficiente del scottismo, que desconoció deudas en lugar de abrir el diálogo con los acreedores y suscribir oportunos planes de pago, en lugar de ocasionar las complicaciones que hoy sufren los venadenses. Además, la legisladora advirtió que antes de ceder propiedades a las apuradas, es indispensable que las autoridades municipales expliquen qué hizo la anterior gestión municipal con el dinero cobrado a los contribuyentes por el sistema de agua potable.
En consecuencia, la Intendencia estaría poco menos que emplazada a presentar los movimientos de aquella “cuenta específica” que, insólitamente, tenía como representante del Concejo en la comisión tripartita al oficialista Gustavo Giner. Mucho después, llegó el reemplazo por el edil radical Lisandro Enrico que, a esas alturas, tampoco pudo interiorizarse del monto de dinero ingresado por el pago de los contribuyentes y, menos aún, conocer el destino del mismo.
Hoy se abrirá una nueva instancia de debate en el recinto deliberativo, donde los concejales tendrán la delicada tarea de comenzar a cancelar las pesadas deudas económicas del pasado, pero sin incurrir en el olvido de las responsabilidades políticas que las generaron, o por contraerlas indebidamente, o por desconocerlas caprichosamente.
Aunque no sería el motivo excluyente del freno al proyecto de la Intendencia, la reciente irrupción de Roberto Scott, salpicando a viejos adversarios y jactándose de sus pleitos judiciales de antaño, habría encolerizado en los últimos días a más de un legislador opositor. Había sido anticipado en un título: “Con su regreso, Scott quebró la calma política que tanto beneficia a Freyre”.
(Publicado el miércoles 19 de noviembre de 2008 en diario El Informe)
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