La lista de empleados municipales multiplicó la curiosidad por visitar la página web de la ciudad

El interés de los “navegantes” fue creciendo desde que se supo de la publicación de la nómina de más de mil empleados y funcionarios en el sitio web municipal. El reclamo de la concejala Romero para que no figuren los haberes de los trabajadores generó mayor curiosidad aún. También habría discrepancias en la Intendencia por la súbita publicación. En los próximos días se abriría el debate en el Concejo.

Si la página web de la Municipalidad de Venado Tuerto tuviera un contador de visitas, se hubiera podido comprobar un vertiginoso incremento del interés de la gente por acceder a ella en estos últimos días, sobre todo a partir de la publicación de la nómina del personal, poco después de que el bloque socialista de concejales hiciera ese requerimiento a la Intendencia. Incluso, hubo algunos que se frustraron en el intento, porque el listado no se encuentra en la página principal, aunque no es tan difícil acceder a ella: ingresando en
www.venadotuerto.gov.ar, arriba y a la izquierda se presenta una columna de enlaces rápidos, ubicándose en el cuarto lugar, en orden descendente, la “Secretaría de Gobierno”; clickeando allí se hallará, también arriba y a la izquierda, el título “Personal”, bajo el cual debe clickearse en “descargar PDF” y se desplegará la nómina del personal. No obstante, las polémicas que se generaron en la última semana multiplicaron la avidez, que en este caso no tiende a transgredir lo prohibido, sino, simplemente, a ejercer un derecho tantos años conculcado a los contribuyentes, que no es otro que conocer la plantilla de empleados públicos de la ciudad y, así facilitar la misión fiscalizadora del Concejo.
Como era previsible, esta publicación sorprendió a propios y extraños, aunque desde 2004 está en vigencia una ordenanza municipal que obliga a dicha divulgación, y ni siquiera se la recordaba. En mayo de ese año, el Concejo sancionó la ordenanza Nº 3115, que disponía “en forma inmediata hacer pública en la página municipal de Internet, así como en las ediciones de los periódicos locales, la nómina completa de las personas que revisten tareas en el Municipio y de los fondos que sean asignados a tales prestaciones aunque no tengan carácter remunerativo”. La misma normativa imponía -hace más de cuatro años- la colocación de un transparente con los datos referidos, en la Intendencia, la Secretaría de Hacienda y el Concejo. Cabe acotar que dicha ordenanza se había basado en la Ley Provincial Nº 12.065, modificatoria de la Ley Orgánica de Municipalidades, uno de cuyos artículos establece clara y categóricamente la obligatoriedad de las “autoridades municipales dar a conocer las nóminas completas de autoridades políticas y agentes -con independencia de la relación que revisten- que presten servicios en el municipio en cualquiera de sus áreas o dependencias, consignándose los haberes totales que cada uno percibe y todo pago que el ente disponga en provecho del mismo, sea o no de índole remunerativo”.

Posibles correcciones
En la cúpula del gobierno venadense hubo intercambio de reproches por haber apurado la publicación de la nómina en Internet, siendo que aún restaba el debate del proyecto en el Concejo, en cuyo transcurso el bloque oficialista, con la ayuda de algún aliado, hubiera podido evitar esos disgustos. En este sentido, hasta la antiscottista Patricia Romero exhibió su desacuerdo tanto con la iniciativa socialista, como con la pronta respuesta porotista, alertando que con la divulgación de los haberes de cada agente municipal se estaría violando la intimidad. Obviamente, la legisladora vianista alude a los empleados de planta permanente y los contratados, haciendo exclusión del personal político de la Intendencia (ver “Sueldos…”), que así como los concejales, tienen más obligación que nadie de comunicar a la población el monto de sus haberes. Sobre este punto, el socialista Oscar Pieroni manifestó en la sesión del último miércoles que apenas se normalice el sitio web del Concejo (
www.concejo.venadotuerto.gov.ar), debería publicarse de inmediato el detalle de las retribuciones a los ediles.
Por las reacciones adversas en las entrañas de la Intendencia y las correcciones solicitadas por Romero, es posible que en los próximos días se reabra el debate, y eso no está mal, aunque lo peor que podría suceder es, con esas excusas, se precipite el regreso al hermetismo reinante hasta hace poco tiempo. En este sentido, la ordenanza de 2004 es, desde ya, perfectible, pero deberán tener en cuenta los concejales el texto de la ley provincial que fundamentó aquella legislación municipal.
Un modelo a imitar, en todo sentido, es el de la Municipalidad de Morón (www.moron.gov.ar), que además de ofrecer en su sitio oficial en Internet un listado de informaciones mucho más completo, no coloca los haberes con tanta visibilidad, sino que el diseño obliga a que el visitante deba tomarse un pequeño trabajo para acceder a esa información, ya que en una planilla constan nombre y apellido, número de legajo, relación laboral y convenio; y en otro figuran categoría, área funcional y haberes netos. Sea como fuere, existe una delgada frontera entre la deseable transparencia en las cuestiones públicas y el derecho a la intimidad de las personas u otros datos confidenciales de la administración que deben protegerse, pero es preciso que en el marco de ese debate pendiente, la tendencia sea informar todo lo posible, de modo tal que las restricciones sean la excepción y no la regla.

Sueldos de la planta política (*)

José Freyre (intendente municipal) $ 7.791,31
Raúl Debonis (secretario de Servicios Públicos) $ 7.465,61
Sergio Druetta (secretario de Gobierno) $ 7.438,59
Liliana Rostom (secretaria de Espacios Públicos y Medio Ambiente) $ 7.084,79
Germán Mastri (secretario de Promoción Comunitaria) $ 6.985,39
Daniel Dabove (secretario de Planificación y Gestión) $ 6.895,86
Juan Vidal (secretario legal y técnico) $ 6.895,58
José Luis Aguirre (subsecretario de Acción Social) $ 6.678,58
Guillermo Imbern (secretario de Hacienda) $ 6.465,29
Pedro Bustos (subsecretario de Salud) $ 6.373,29
Darío Mascioli (secretario de Desarrollo Productivo) $ 6.282,94
Hernán Roma (secretario coordinador) $ 6.102,00
Mirtha Demarchi (directora de Educación) $ 4.660,28
Andrés Pieli (director de Cultura) $ 4.401,80
Alejandra Yelín (directora de Prensa) $ 4.340,05
Lorena Mariscotti (directora de Asuntos Jurídicos) $ 4.205,98
Daniel Virelaude (director de Tránsito) $ 4.159,40
Oscar Barbareschi (director de Deportes) $ 4.072,46

(*) Las cifras publicadas constan en la página web de la Municipalidad y corresponden a haberes brutos.

Bienvenida la transparencia, aunque el método pueda merecer ajustes

En el último mandato de Roberto Scott, el Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) de la Fundación Mediterránea, había colocado a la Municipalidad venadense entre las más renuentes a divulgar la información pública, y desde entonces se acrecentaron los reclamos opositores en ese sentido. Por eso es que se recibió con tanto alborozo la reciente decisión del intendente José Freyre de publicar la nómina del personal municipal en el sitio oficial de la ciudad en Internet (www.venadotuerto.gov.ar). Si bien no dio respuesta todas las inquietudes del bloque socialista de concejales que a través de un proyecto de ordenanza había requerido pocos días antes dicha información, resulta elogiable el gesto de la Intendencia, alineándose -al menos en forma incipiente- con otros municipios argentinos, como el de Morón, cuya calidad institucional acreditan las más reconocidas ONG’s.
Aunque nadie cuestionó la publicación en la web de los sueldos de los funcionarios políticos del Departamento Ejecutivo, se sabe que algunos empleados municipales se disgustaron, interpretando que esa metodología es “violatoria de su intimidad”. Tanto es así que la concejala Patricia Romero se apuró a reclamar -lo oficializaría hoy mismo en la sesión semanal- que esa lista se baje de Internet, advirtiendo que la Intendencia incurrió en un “exceso de información” ante la solicitud socialista. Para la legisladora, no se justifica detallar los haberes de cada agente, dado que el objetivo es conocer cuánto se gasta en salarios, cuántos empleados hay en planta permanente y cuántos contratados, y cuántos se desempeñan en cada categoría laboral.
Las objeciones de Romero por datos que podrían pecar de “imprudentes”, deberían atenderse -y debatirse-, como así también los reclamos legislativos por las precisiones aún pendientes, como, por ejemplo, la discriminación entre empleados de planta permanente y agentes contratados. Ayer mismo, el jefe del sindicato de municipales venadenses, Francisco Villalba, se jactó del inminente traspaso de 300 contratados a la planta permanente, como corolario de una serie de “negociaciones” con la Intendencia, en el marco de las medidas de fuerza de la Festram. En este sentido, sería oportuno verificar si esos tres centenares de trabajadores merecen todos por igual ese privilegio, o si en el acuerdo se cuelan algunos individuos sin otro mérito que la vinculación con algún funcionario influyente. Estas aclaraciones oficiales son más necesarias aún ante las versiones circulantes en la víspera acerca de una supuesta relación entre la tibieza del paro de municipales locales y la próxima efectivización de contratados.
En resumen, conociendo la plantilla completa del personal, los ediles podrían trabajar con suficiencia en el control de esos nombramientos masivos que, como los antecedentes lo corroboran, suelen servir para hacer justicia con la mayoría y, al mismo tiempo, para inflar el gasto municipal con recompensas mensuales a los bendecidos del poder político, quitando recursos a requerimientos presupuestarios mucho más urgentes.
Además, como esa nómina tiene que actualizarse mes a mes, con las altas y las bajas, los ediles también podrán fiscalizar la evolución de la planta, tanto permanente como de contratados; se podrá saber si hay personas que cobrar sin trabajar (“ñoquis”); si existen contratos a nombre de individuos que desconocen ese vínculo; si hay familiares de altos funcionarios que cobran sueldos municipales, entre otros datos relevantes. A través de estos mecanismos de transparencia, también podría debatirse sobre la conveniencia de la publicación del listado de los planes de asistencia social provenientes del Estado nacional y/o provincial que sean administrados por la Municipalidad de Venado Tuerto.
Así como hay municipios que se empecinan en negar la información pública, en una práctica que no condice con los preceptos de rendición de cuentas y transparencia de la gestión, vulnerando derechos y garantías de los ciudadanos en democracia, hay otras administraciones, como la de Martín Sabbatella, en Morón, que detallan en Internet (
www.moron.gov.ar) un sinnúmero de datos del personal, con nombre y apellido, número de legajo, régimen laboral, categoría, dependencia donde trabaja y, además, el sueldo bruto y “de bolsillo” de cada uno de sus agentes, tanto los de planta permanente como los temporarios. “Publicar la nómina de empleados es una forma de garantizar la transparencia y eliminar cualquier discrecionalidad”, sostiene el intendente de la ciudad del oeste bonaerense.
Más allá de las eventuales correcciones y/o ampliaciones que puedan introducirse más adelante, la embrionaria apuesta del intendente, tantas veces demandada por los ediles opositores, requiere del apoyo de todos para fortalecerse y consolidarse, pues basta repasar los programas de “Discrecionalidad Cero” en el sitio web de la Municipalidad de Morón para comprobar, mediante un sencillo cotejo, cuán lejos estamos aún de la transparencia deseable en la función pública.

(Publicado el miércoles 29 de octubre de 2008 en diario El Informe)

A lo Meier: una candidatura para sostener la ilusión del cogobierno

Se especulaba con que el estilo personalista practicado por Roberto Meier desde los inicios de su trayectoria en la actividad política, a principio de los ’90, desaparecería junto con Pueblo, la agrupación local de la cual fue co-fundador, y cuya dirigencia coincidió en sepultar, en paralelo con el éxodo masivo a las filas del Partido Socialista, donde los pueblenses ya adherían en el plano provincial. Desde ese punto de vista, podía esperarse que, en el marco de una estructura partidaria nacional, y hasta internacional, como la del socialismo, ciertas discrecionalidades en los procedimientos, se atenuaran. Nada de eso. Las internas del PS venadense enseguida quedaron al desnudo con la formación de dos subloques: el de Meier, y el de Fabián Vernetti y Oscar Pieroni. Antes aun, el año pasado, la cúpula socialista santafesina había sugerido a los contendientes en las primarias del Frente Progresista local, que evitaran ese choque acordando una lista única con la UCR frentista del actual secretario parlamentario de la Cámara Baja, Lisandro Enrico, para intendente y concejales, pero no maduró el acuerdo y las candidaturas se dirimieron en una caballerosa interna.
En estos días, aunque los socialistas repudian que las postulaciones legislativas para 2009 asomen en superficie antes de tiempo, el Tío, sin medir los riesgos, se apuró a impulsar su propia precandidatura a concejal, función en la que cumplirá ocho años consecutivos en diciembre del año próximo.
“No correspondería que yo tuviera otro período como concejal, creo que ocho años en el Concejo son suficientes y ninguna persona debería estar más de dos períodos…”, sentenciaba Roberto Meier, reflexivo, un año atrás, fiel a las convicciones progresistas de no tentarse en la perpetuidad en los cargos públicos. Sin embargo, volviendo sobre sus pasos, acaba de confirmar su ambición de batallar por cuatro años más como legislador municipal. Con esta definición inesperada, justo cuando las distintas líneas internas del radicalismo local se esfuerzan por reagruparse, el socialismo se resquebraja, hasta el punto que ni siquiera descartan concurrir a las primarias con más de una lista, según las palabras del mismo Meier, aun cuando esta estrategia los debilitaría en la pugna primaria con los boinablanca.
En este virtual lanzamiento, el concejal socialista no sólo sorprendió a propios y extraños con la anticipación, sin también con los fundamentos, porque en ningún momento se planteó el objetivo de construir una alternativa opositora para disputarle el poder político a Freyre en 2011, sino que, por el contrario, insistió en ubicar como el mayor adversario al dirigente justicialista Jorge Viano, en función de su creciente influencia en las dos cooperativas de servicios públicos. Para incorporar más ingredientes al explosivo cóctel, Meier denunció que uno de sus pares de bloque no lo respalda en la cruzada para frenar la embestida eléctrica. Sin mencionarlo con nombre y apellido, es obvia la referencia a Vernetti, que al igual que Pieroni, suelen coincidir en el Concejo -sobre todo en los temas de fondo- con la vianista Patricia Romero. Así pues, en la áspera interna que los pueblenses trasladaron al seno del socialismo, los meieristas cuestionan las buenas relaciones de Vernetti con el lucifuercismo, en tanto que los alineados con el Fito advierten que el Tío pretende consolidar una suerte de “cogobierno” con Freyre, incluso con más afinidades aún que en los tiempos de Roberto Scott. En este sentido, es una incógnita la actitud que podría tomar Hermes Binner, a través de sus enviados, que hasta ahora mantiene una floreciente vinculación con José Freyre, el intendente venadense con el que convivirá hasta el término de la gestión. ¿Bendecirá el gobernador, desde la Casa Gris, a un candidato a concejal de la línea dura, o facilitará, con la prescindencia, un continuismo meierista que, en principio, sería más funcional a Freyre? ¿Hay más denominadores comunes, entre Binner y Freyre, que el odio visceral al jefe del bloque de senadores provinciales del Frente para la Victoria y presidente del peronismo santafesino, Ricardo Spinozzi?
Como reza el dicho popular, el que pega primero, pega dos veces, y los adversarios internos de Meier esperan salir de la sorpresa mayúscula para decir lo suyo. No obstante, a pesar de sus frecuentes críticas contra el barbado edil, admiten que desde 2001 hasta el presente, el Tío es el mejor elector del sector, y temen que ese mismo fenómeno se reitere en 2009 -y los margine-, cuando los venadenses seleccionen los cinco nuevos concejales en lugar de Bibiana Pieli, Delfor Hernández, Patricia Romero, Oscar Pieroni y el propio Meier, que completan sus mandatos.
En estas circunstancias, así como el oficialismo dispone de una inmejorable ocasión para aumentar su representación legislativa, el socialismo se encontrará con dificultades para conservar la propia. Asimismo, el sector de Vernetti está más asediado aún, porque si no retiene la banca que cede Pieroni, se vería debilitado en la próxima composición legislativa, y también en la porfía intestina con un Meier que, a esas alturas, podría salir fortalecido de las elecciones; salvo, claro está, que el ala dura del socialismo supere al Tío con un candidato que pueda marcar diferencias, priorizando la construcción de una opción de gobierno, antes que contribuir a un ensayo de cogobierno.

(Publicado el lunes 27 de octubre de 2008 en diario El Informe)

Festejos de las promociones '58 y '83 del Industrial

El próximo 10 de diciembre -en coincidencia con la restauración democrática- se cumplirán los 25 años del acto de la promoción 1983 de técnicos mecánicos nacionales del Colegio Industrial de nuestra ciudad, pero los festejos se anticiparon con un inolvidable reencuentro en el fin de semana pasado. El viernes 17, los ex alumnos se reunieron en el patio de la escuela técnica de avenida España al 400, donde los representantes de las promociones homenajeadas recordaron su paso por el Industrial entre las décadas del ’70 y el ’80, incluyendo una emotiva clase alusiva con los docentes de aquella época. El sábado 18, los alumnos de las dos divisiones compartieron una cena y baile en la Salón Capisano de la Sociedad Rural, donde las anécdotas más desopilantes de las clases de teoría y de taller se propagaron en cada una de las mesas.
La primera división egresada en el ‘83 estaba integrada por: Sergio Allegrini; Jorge Amarante; Adrián Allín; Osmar Bottazzi; Néstor Benítez; Guillermo Casagrande; Alejandro Cataldi; Fabián Del Río; José Dell’Elce; Adrián Felici; Juan Franco; Sergio Gaitán; Gustavo Had; Ariel Leali; Enzo Lerotich; Gustavo Luciani; Segundo Mónaco; Adriana Olmedo; Gerardo Paesani; Jorge Panfili; Hugo Paratore; Ricardo Rinaldi; Marcelo Ruiz; Julio Sánchez y Daniel Whitty. Y la segunda división: Rubén Areco; Andrés Barbiani; Néstor Benoit; Omar Bertozzi; Eduardo Canarezza; Marcelo Coronel; Marcelo Dabove; Marcelo Fernández; Alberto Garay; Manuel Herbas; Daniel Labiano; Adolfo Martínez; Gustavo Martínez; Sergio Nicolau; Miguel Peppino; Celestino Prevosto; Enrique Rada; Oscar Recchi; Roberto San Cristóbal; Gerardo Terenzi; Salvador Tesolini y Daniel Videla. También se celebraron los 50 años de la promoción ‘58: Carlos Aguirre; Juan Biaggi; Angel Colussi; Héctor Delmastro; Emilio D’Amario; Enrique Galesio; Roberto Galetto; Juan Povoli y Horacio Verdun.

Opositores insistieron y Freyre les dio el gusto: la nómina de personal ya no es "secreto de Estado"

Algunos proyectos legislativos resultan sorprendentes, pero no tanto por el mérito en su elaboración, ni tampoco por caer en la ridiculez. Ninguno de esos extremos. La sorpresa es que, a estas alturas, haya necesidad de impulsarlos por parte de cualesquiera de los bloques del Concejo. A casi 25 años de la restauración democrática, ya no deberíamos seguir ocupados en metodologías para garantizar elementales resguardos de transparencia en la función pública. A mediados del corriente mes, por ejemplo, el socialismo requirió a la Intendencia, mediante un proyecto de ordenanza, que expusiera la nómina completa de personal de planta permanente; planta transitoria; contratos de locación de servicios; planes temporarios de empleo y toda otra forma de contratación que se utilice, detallando el área en que se desempeña, categoría, situación de revista, carga horaria, sueldo percibido y antigüedad. En el segundo artículo, recomienda que esos datos se divulguen en la sede de la Intendencia -en una cartelera habilitada para tal fin- y en el sitio web oficial de la Municipalidad.
Sin proponer compromisos más rigurosos, como en la provincia de San Luis, donde a los empleados públicos se les debita automáticamente del sueldo el costo de los impuestos, el sentido común sugiere que, cuanto menos, a la ciudadanía le asiste el derecho de conocer la cantidad, identidad, funciones y retribución de los trabajadores municipales, sin que esto deba entenderse como una persecución ni mucho menos. En su época de intendente, Roberto Scott solía machacar, dirigiéndose a los venadenses: “Ustedes son los dueños de esta gran empresa, que es la ciudad, y que hoy nos toca administrar”. Bajo ese mismo razonamiento macrista, los dueños de dicha empresa no deberían desconocer esa información básica. Sobre todo desde la reciente polémica ocasionada por el incierto vínculo del ex secretario de Hacienda, Luis Plantón, con la Municipalidad, episodio que demostró la necesidad de generar los mecanismos que brinden la deseada transparencia en la planta de personal -estable y contratado-, inmejorable antídoto para cualquier atisbo de corruptela.
Con la misma madurez política con que el Concejo aprobó la creación del Registro de Proveedores municipales, se aguardaba que la flamante iniciativa de los ediles opositores fuera respaldada por unanimidad -sin más trámites-, y no con el sentido perverso de entorpecer la gestión del intendente José Freyre, sino, por el contrario, en busca de contribuir con la misma, porque siempre será más constructivo que la ciudad cuente con los marcos propicios para administrar con transparencia, más allá de las buenas intenciones personales del mandatario de turno. Aun cuando el proyecto socialista de divulgar, entre otras cosas, la nómina de funcionarios y empleados municipales, quedó a la espera de un final feliz en las comisiones del Concejo, con el serio riesgo de que el bloque oficialista se las ingeniara para bloquear su tratamiento en el recinto, desde el martes último, en la página oficial de la Municipalidad:
www.venadotuerto.gov.ar, se encuentra el detalle -hasta ese instante un “secreto de Estado”- de la planta del personal municipal, desde el más encumbrado funcionario político, como el intendente de la ciudad, hasta el empleado de categoría más baja, con número de legajo, área, función y haber bruto. Un hallazgo que merece el más caluroso reconocimiento, aunque todavía falten proporcionar algunos elementos pretendidos por la rigurosa petición legislativa, y que bien podrían completarse en las próximas semanas.
Es un buen signo de apertura y transparencia por parte del Departamento Ejecutivo -después de tanto misterio y hermetismo-, que debería saber leer el bloque legislativo oficialista, que días atrás se abstuvo de apoyar, “por falta de evidencias”, un pedido de informes de la oposición que intentaba reunir precisiones acerca de reiteradas denuncias contra inspectores municipales que inducirían a comerciantes a comprar el equipamiento de seguridad faltante en una determinada empresa local.
En esta misma línea, es plausible que el intendente Freyre haya contestado el martes último, sin demoras, a través de este diario, los reproches por la situación de inseguridad que una lectora le había destinado en una carta abierta publicada un día antes en el mismo medio; pero, al mismo tiempo, es cuestionable que, sistemáticamente, los concejales scottistas boicoteen los pedidos de informes de la oposición o, en su defecto, cuando éstos resultan aprobados, que los funcionarios de la Intendencia transgredan las reglamentaciones vigentes, omitiendo responderlos, a pesar de contar con un plazo de 10 días hábiles para ello. Por ahora, es usual que los interrogantes sin evacuar se acumulen por decenas en los despachos de secretarios y directores, hasta desactualizarse. Asimismo, estos procedimientos restrictivos, que suelen ser habituales en todos los ejecutivos -de cualquier signo partidario-, en nada se condicen con los postulados de la ordenanza de acceso a la información pública, aprobada en junio último. No tendrían que sorprenderse en la Intendencia si, en los próximos tiempos, enviados de los concejales opositores, o ellos mismos, se apersonan en la Secretaría de Coordinación de Gabinete para peticionar, por esa vía, como ciudadanos, la información que se les niega como legisladores.
Estos saludables mecanismos de transparencia que los venadenses no le hubieran reclamado al ex intendente Scott, es probable que sí se los hubieran demandado a Freyre, más temprano que tarde, en función de las expectativas generadas, y por ello es reconfortante que la administración comience a brindar las respuestas esperadas, con una publicación que se acerca bastante a los requerimientos opositores y, sobre todo, a las buenas prácticas de gestión que deberían predominar en una democracia republicana, aunque todavía quedan asignaturas pendientes, como la información precisa y oportuna a los concejales -ajustada a los plazos legales- para que la ardua tarea de control no se transforme en una misión imposible como en tiempos pasados.

(Publicado el viernes 24 de octubre de 2008 en diario El Informe)

Cooperativas, entre lista única y guerra electoral

Enterarse de que en la Cooperativa Eléctrica se había presentado una única lista -oficialista- de candidatos a delegado, aun cuando era previsible, refrescó en la memoria colectiva aquellas épicas batallas electorales de otros tiempos, que ocupaban a la prensa por varias semanas, casi tanto como un comicio general, en función de los miles y miles de socios eléctricos en condiciones de votar. Por entonces, la oposición había privilegiado como idea fuerza la denominada democratización de la empresa, a través del reclamo de una reforma estatutaria que garantizara la participación de los asociados, con representación proporcional y sin acreditaciones. La agrupación Unirce, con el apoyo de los pueblenses del concejal Roberto Meier y los socialistas, consiguieron impulsar listas en varias elecciones consecutivas, hasta que la multiplicación de compromisos políticos de dichos agrupamientos y, sobre todo, la apertura impulsada desde el oficialismo eléctrico, desmoronaron las incipientes escaladas opositoras. Hoy, el presidente de la Cooperativa Eléctrica, Carlos Pucci, admite que “hubiera sido democráticamente más saludable la presentación de otra alternativa”, a los efectos de generar un debate enriquecedor, aunque también es cierto que, en los últimos tiempos, cada vez que surgieron sectores cooperativistas en pugna, no fue para favorecer un crecimiento, sino que se desembocó en agudas crisis institucionales.
En otros tiempos, sobrevolaba el fantasma de listas apadrinadas por el gobierno municipal, mediante las mismas tácticas que se utilizan en las elecciones vecinales, con sus efectos de comisiones dependientes de los humores del intendente de turno, en lugar de responder, tal el espíritu del genuino vecinalismo, a los habitantes del barrio, que pueden coincidir o no con las prioridades fijadas por el jefe político de la ciudad. Sin embargo, a pesar de las amenazas, y hasta de algún caballo de Troya, la Intendencia -que tiene la potestad de fiscalizar a las concesionarias de servicios públicos- no se metió a manipular las cooperativas, por propia convicción, o porque en algún momento temió por los eventuales costos políticos de la embestida.
En la Eléctrica, las formalidades electorales se completarán con la designación de una junta electoral, que como tantos progresos democráticos en el estatuto, pasan inadvertidos por la ausencia de postulaciones adversarias. En cambio, la inclusión de la figura de la junta electoral, tal vez, hubiera ahorrado inconvenientes en la Cooperativa de Obras Sanitarias, que a pesar de haber sido la vanguardia local en la democratización interna, continúa depositando en el Consejo de Administración la responsabilidad de tutelar los procesos electorales, convirtiéndolo en juez y parte de la compulsa. Con una junta compuesta por un representante del Consejo de Administración y un delegado de cada una de las listas participantes, el trámite se volvería más transparente e imparcial, y, por fin, los debates podrían concentrarse en las obras y los servicios que debería prestar la empresa, antes que anclarse una y otra vez en cuestiones de burocracia electoral, que a estas alturas debieran estar definitivamente saldadas.

(Publicado el martes 21 de octubre de 2008 en diario El Informe)

El Tío Meier y un "apoyo" a Viano en nombre de la institucionalidad

Institucionalidad es una palabra que en la Argentina contemporánea se menciona con frecuencia, pero se practica poco y nada. Así pues, en lugar de generar comunes denominadores mediante el debate y, una vez establecidos, respetarlos a ultranza, todos por igual, se insiste en transgredir los pactos de convivencia que aún sobreviven. Este hábito atraviesa a todas las fuerzas políticas y sociales, sin distinciones, y solo un puñado de dirigentes queda a salvo de la crítica. Tanto se internaron dichas prácticas en el sentido común de los argentinos que, para muchos, ya ni siquiera son vergonzantes, transformando la picardía o la chicana, en cosas de todos los días.
En este sentido, uno de los episodios más emblemáticos se dio con la singular ley de lemas pergeñada por el entonces presidente Eduardo Duhalde, en defensa de su delfín Nestor Kirchner, y a los efectos de evitar, sea como fuere, el regreso a la Casa Rosada de Carlos Menem. Amante obstinado de las estadísticas, Duhalde sabía que el riojano, con un módico porcentaje de votos, podía erigirse en el candidato más votado, pero al mismo tiempo, intuía que la “mala imagen” lo aplastaría en un mano a mano con cualquier otro contrincante en una segunda vuelta. Cambiando caprichosamente el sistema electoral en función de los puntos debiles del rival -como harán los tenistas argentinos para incomodar a los españoles en la próxima final de la Copa Davis-, el ex gobernador bonaerense se salió con la suya. Si bien Menem ganó en la primera vuelta en 2003, ni siquiera pudo presentarse en el segundo turno. En ese momento, la mayoría de los argentinos, que repudiaba un tercer menemato, sonreía cómplicemente ante el exitoso ardid duhaldista, aun cuando ese tácito respaldo popular estaba ratificando una perversa forma de hacer política en la Argentina, sin reglas claras ni previsibles, con excesos autoritarios que, a la larga, se vuelven en perjuicio de sus mentores. Un sistema revanchista donde los verdugos de hoy serán las víctimas de mañana, más emparentado con los oscuros códigos mafiosos que con la transparencia de la democracia republicana.
Esta misma semana, en nuestra ciudad, sucedió un caso inverso, donde los principios se impusieron a las predilecciones, y por eso merece rescatarse del fárrago de noticias que se carcomen unas a otras. El concejal socialista Roberto Meier, que se desempeña como Autoridad de Aplicación del contrato de concesión de agua potable y cloacas con la Cooperativa de Obras Sanitarias, dijo a este diario que la asamblea general ordinaria de delegados del 25 de septiembre “definió que se suspendían los terminos, por lo tanto una comisión directiva no puede negar esa decisión. Incurrieron en un grave error y deben llegar a un acuerdo entre ellos para seguir adelante y no llegar a una intervención, que es lo que corresponde en la actualidad”. Más adelante, el ex pueblense recomendó al Consejo de Administración que diera “marcha atrás” con la destitución del presidente Eduardo Parodi (fue reemplazado por Fabricio Fernandez) para volver al proceso que había fijado la asamblea. Aunque suene contradictorio, en otro segmento de sus declaraciones, el Tío se lamenta en su fuero íntimo por “el peso que adquiere en la Cooperativa (de Obras Sanitarias) el Sindicato de Luz y Fuerza a traves de las peleas que se dan en lo que era Vecinos Venadenses”.
Tanto en el reclamo de que el Consejo de Administración respete el mandato de la mayoría asamblearia (convocar a una nueva reunión de delegados), como en el pedido de que se rectifique cuanto antes la remoción de Parodi -dirigente del sector de Vecinos Venadense aliado con los eléctricos-, el concejal Meier favorece los intereses de Jorge Viano, su mayor enemigo en la vida política, a partir de las cruentas batallas de años atrás en las elecciones de la Cooperativa Eléctrica, cuando Meier era uno de los líderes del grupo Unirce. Tanta es la enemistad entre ambos referentes que, en cierto momento, con la misma honestidad brutal que ahora, el Tío confesó que prefería a Roberto Scott como intendente, antes que a Viano, revelación que desencadenó uno de los primeros grandes sacudones en el seno de la hoy extinguida agrupación Pueblo, no solo porque ya emergía un ala antiscottista -hoy encarnada en un sub-bloque socialista por Oscar Pieroni y Fabián Vernetti-, sino tambien porque, con esa opción, Meier quedó pegado al oficialismo, precisamente cuando más distancia debía tomar para enfrentarlo en la elección por la Intendencia. Como si se tratara de una maldición, hoy el terceto binnerista -sobre todo Pieroni y Vernetti- tampoco puede operar con un fuerte perfil opositor sobre el gobierno local, porque la Casa Gris mantiene relaciones poco menos que carnales con el intendente Jose Freyre.
Nada sería más incómodo para Meier que un desembarco vianista en Obras Sanitarias, ya no solo en el cuerpo de delegados, sino tambien en el Consejo de Administración, pero, de todos modos, el edil resolvió el intríngulis político desde la institucionalidad, sin especular con los pro y los contra. “Es cierto que ahora asumió (con Fabricio Fernandez) el sector enfrentado con el lucifuercismo, pero a traves de algo ilegal”, reforzó, alertando que con estos procedimientos se estaría justificando la intervención de la entidad por parte del Instituto Nacional de Asociativismo y Economías Sociales (Inaes), cuya decisión podría conocerse en los próximos días.
Roberto Meier, aunque hubiera tenido margen suficiente para aliarse con el oficialismo de los Vecinos Venadenses, más aun desde su condición de Autoridad de Aplicación en representación del Concejo, y así operar como contención para evitar el progreso de un sector antagónico en el Consejo de Administración de la COS, prefirió sujetarse a la institucionalidad, y plantó un ejemplo digno de imitar en una función pública donde, cuanto menos, no prolifera la grandeza.

(Publicado el 10 de octubre de 2008 en diario El Informe)

Desplazan a Parodi de la presidencia de la COS y desconocen mandato de asamblea

Si bien la situación institucional de la Cooperativa de Obras Sanitarias transita aún por los carriles administrativos, haciendo equilibrio para no caer en el cenagoso terreno de la judicialización que tanto la perjudicó en los últimos años, desde ayer ingresó en un virtual conflicto de poderes entre el Consejo de Administración, dominado por el sector de Vecinos Venadenses, y la Asamblea General de Delegados, que cuenta con la mayoría opositora de Fuerza Cooperativa, orientada por el dirigente lucifuercista Jorge Viano, en alianza con una escisión del oficialismo que incluye nada menos que al presidente de la entidad, Eduardo Parodi. En rigor, habría que mencionarlo como presidente saliente, porque en la reunión del Consejo de Administración celebrada anoche en la sede social de Italia al 500, los Vecinos, haciendo uso de la mayoría, lo desplazaron de la máxima jerarquía ejecutiva de la empresa, alegando que debían “descomprimir” el creciente nivel de conflictividad con los empleados, y colocando en lugar de Parodi al secretario Fabricio Fernández, que es precisamente quien se postulaba para ese cargo, contrariando las ambiciones reeleccionistas del alto directivo degradado a vocal. Antes de retirarse del encuentro, junto a los consejeros Marcelo Andereggen y Cayetano Pastorino, Parodi sugirió, ante la decisión inminente de la mayoría oficialista de seis consejeros, que el vicepresidente José Luis Peisino asumiera su sitial, pero el elegido fue nada menos que Fabricio Fernández. Sin escenas escandalosas, ni mucho menos, pero en medio de una creciente tensión, Parodi, que en la asamblea del jueves 25 de septiembre había sido recriminado por dirigentes del Sindicato de Obras Sanitarias, esta vez se transformó en el generador de las críticas, advirtiendo a sus pares que se estaba consumando un “golpe de Estado” en el interior de la Cooperativa de Obras Sanitarias.
Las profundas desavenencias internas en la concesionaria de agua potable y cloacas, que desembocaron en la destitución del presidente, se habían expuesto desde la notificación a la trascendental reunión de la víspera, pues los consejeros fueron citados mediante distintos temarios, que según el sector convocante, desnudaban objetivos y hasta horarios diferentes. Parodi, por ejemplo, había redactado el orden del día con la prioridad de llamar a una nueva Asamblea General Ordinaria, en un plazo perentorio, según lo estipulado el 25 por la mayoría de los delegados, en sintonía con las sugerencias del Instituto Nacional de Asociativismo y Economías Sociales (Inaes) y el Concejo de nuestra ciudad. Al mismo tiempo, los Vecinos Venadenses diseñaron una agenda alternativa, como sospechaban los consejeros que habían recibido previamente una carta documento suscripta por el apoderado de la lista 1, Alejandro Zapata, donde se ratificaba la estrategia de desconocer el mandato de la asamblea de ocho días atrás. En ese breve texto, el histórico dirigente de los Vecinos considera que no tiene ningún sentido la convocatoria a otra asamblea para la renovación del Consejo de Administración, por cuanto en dicha oportunidad se presentó una lista única, que debió proclamarse sin más trámites, según lo prescripto por el artículo 58 del estatuto social. Lejos de acatar la conclusión asamblearia, la conducción ejecutiva de la COS, con la oposición de los vecinos díscolos, optó por solicitar un dictamen de la situación al asesor jurídico Eduardo Pascual, sin descartar la apertura de un trámite judicial en defensa de sus intereses.
Por su parte, el delegado de Fuerza Cooperativa, Jorge Viano, enviaría en las próximas horas al Inaes un pedido formal de intervención de la COS, a los efectos de que se proceda a la remoción de los actuales consejeros y a la inmediata designación de un interventor para investigar las irregularidades denunciadas y convocar a un nuevo proceso asambleario. Mientras tanto, en el organismo nacional ya están en conocimiento del caso venadense, no sólo por la presencia en la reciente asamblea del veedor Nelson Arias, sino también por el expediente impulsado por el delegado Andereggen, donde constan enérgicos reclamos por el presunto trato desigual que el Consejo de Administración dispensó a las listas de candidatos a consejeros y síndicos, aprobando la de Vecinos Venadenses y rechazando la de Fuerza Cooperativa, a pesar de que ambas ingresaron en la sede social de la COS en la mañana del lunes 15 de septiembre. Ahora se aguarda que el organismo nacional que tutela el funcionamiento de las cooperativas y mutuales se expida cuanto antes sobre esta delicada situación institucional que, además de alterar la armonía entre las autoridades responsables de conciliar los planes de obra y orientar las relaciones con el poder político, obstaculiza la consideración de la Memoria y Balance y demás documentos correspondientes al ejercicio económico concluido el 30 de junio último.

(Publicado el viernes 3 de octubre de 2008 en diario El Informe)