Sobre la proyección internacional del Estudio Venado Tuerto 2, ya se elaboró una publicación inicial que viajará al Congreso Europeo de Diabetes, en Alemania, y en breve, un resumen del trabajo será enviado al Congreso de
Hasta hace poco tiempo se estimaba que el explosivo crecimiento de la “epidemia melliza” (diabetes y obesidad) era patrimonio de los países desarrollados (Europa y Estados Unidos), pero el contundente Estudio Venado Tuerto 2 demuestra que en los países emergentes latinoamericanos se vislumbra esa misma tendencia global, que se suma, desde otros orígenes, al inusitado fenómeno de China, donde la adopción de hábitos del sistema capitalista están haciendo estragos en la población, con sus efectos de escandaloso aumento de los niveles de obesidad y diabetes. “No había en países latinoamericanos ningún estudio promovido con tanta seriedad científica y, más aún, con la posibilidad de comparación; por eso el Estudio Venado Tuerto causó tan favorable impresión”, aseguró Vilariño.
Junto con la propagación nacional e internacional del Estudio Venado Tuerto 2, un orgullo para todo el sur santafesino, asoman dos desafíos para los promotores del trabajo y las autoridades de salud pública. Por un lado, como lo propuso el bioquímico Adolfo Fox, se requiere la institucionalización del proyecto, para que sobreviva a sus mentores originales, garantizando su continuidad en el tiempo. Ese planteo fue tomado por el intendente José Freyre, y hasta se insinuó la posibilidad de crear una Fundación (con intervención estatal y de organismos privados) para que, con independencia del político de turno, el Estudio Venado Tuerto se convierta en una referencia nacional acerca de la evolución de los factores de riesgo cardiovascular, como se soñaba en los albores del programa, con el recordado Carlos Cobeñas como coordinador general, bajo la presidencia de Hernán Roma en el Centro Regional para el Desarrollo del Sur de Santa Fe. Por otro lado, es urgente diseñar una estrategia de cambio, como lo definió Vilariño, que abarque a toda la población: a los niños y adolescentes, para que adopten hábitos saludables desde temprana edad, y a los adultos y ancianos para que concurran a controles médicos y modifiquen sus rutinas, incorporando una alimentación saludable y abandonando el sedentarismo. Además, el coordinador destacó la construcción de algunas bicisendas y pistas de caminata en Venado (aunque falta mucho por hacer), y planteó que una medida indispensable es el lanzamiento de campañas masivas de divulgación para enseñar a comer mejor e incentivar la actividad física. Y valorizó el ejemplo de Ferrara, una localidad de más de 100 mil habitantes del norte de Italia, que hizo un trabajo similar hace unos 10 años, y en función de sus conclusiones, diseñó un modelo de “ciudad saludable”, a partir del acuerdo de todos los sectores, y cuyos beneficios -en extensión y calidad de vida- ya están a la vista.
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