Son recordados en Venado Tuerto algunos períodos de conflicto entre Intendencia y Concejo, más precisamente durante los mandatos de Roberto Scott, con amenazas de quemar la sede legislativa de Sarmiento y Alem “con los concejales adentro” o, más sutil, cuando demoraba el envío de fondos al Concejo en represalia por los constantes encontronazos con la oposición dominada por los radicales. Actualmente, en los albores de su segundo mandato, el sucesor de Scott en el gobierno venadense, José Freyre, se encontró de pronto con una mayoría opositora que osó imponerle -democráticamente- una ordenanza de boleto estudiantil gratuito, que el Ejecutivo vetó de punta a punta, pero no con ánimo de pulverizar la iniciativa, sino ampliándola, neutralizando parcialmente la hábil embestida de sus adversarios en el Concejo. Ese escarceo quizá sea el presagio de una escalada de confrontaciones, pero en principio no asoma un conflicto institucional enconado como en épocas de Scott, o como se insinúa ahora en Firmat, donde el diálogo entre la administración del Frente Progresista, Cívico y Social, y la alianza de los tres bloques justicialistas del Concejo, está cortado, y con más perspectivas de agravamiento que de pacificación. En este marco, el intendente radical Leonel Maximino debe lidiar con el ala opositora más beligerante, liderada por el presidente del Concejo, Sergio Stampone, y su hijo Franco (Corriente Renovadora), que opera en sintonía con el histórico Raúl Quevedo (Firmat para Todos) y la Turca Marilin Sacnún (Firmat para la Victoria), mientras que Gabriel Grivarello y Emiliano Stenta defienden los intereses del heredero de Carlos Torres, hoy a cargo de la Secretaría de Participación Social del Ministerio de Salud provincial.
La polémica se desató cuando el Concejo firmatense introdujo modificaciones sustanciales en los estratégicos proyectos de Presupuesto y Ordenanza Fiscal enviados por Ejecutivo. “Nos quitaron recursos con la Ordenanza Fiscal y al mismo tiempo aumentaron en 200 mil pesos los gastos del Presupuesto, cosa que la Ley Orgánica de Municipalidades prohíbe claramente”, explicó a En la Tecla (Canal 12) el mandatario municipal. Ante el agujero de 1,1 millones anuales abierto bajo sus pies, la Intendencia vetó totalmente el Presupuesto que había modificado el Concejo y, parcialmente, hizo lo propio con la Ordenanza Fiscal. Sin pelos en la lengua, Maximino manifestó que “hay una evidente intencionalidad política justicialista de obstruir la marcha del gobierno surgido de la voluntad popular”, y detalló, en busca de fundamentar la denuncia, que los ediles redujeron un 50 por ciento la tasa rural, complicando gravemente la futura prestación del servicio de mantenimiento de los caminos rurales. “Está claro que quieren gobernar en lugar de ocupar su lugar, que es controlar al Ejecutivo y sancionar leyes”, insistió Maximino.
De vuelta en el Concejo, el justicialismo -con los dos tercios necesarios- desestimó el veto del Ejecutivo y sostuvo las modificaciones, si bien no insistió con los 200 mil pesos para solventar la implementación de ordenanzas de autoría de la oposición, achicando la caída de recursos para la Intendencia a 900 mil pesos anuales, “sin que propusieran una alternativa razonable para obtener esos recursos de otras fuentes”, criticó el intendente. En consecuencia, se avecina un “ajuste” en distintas partidas, “aunque eso no significará alterar nuestro plan de gobierno… no vamos a resentir ningún servicio”, aseguró. Para ello, en elocuente demostración de que en Firmat todos los sectores tienen la cara pintada para la guerra, el Departamento Ejecutivo comenzaría los recortes presupuestarios por el mismísimo cuerpo legislativo, ya que, según Leonel Maximino, todos los gastos aumentaron en un promedio del 35 por ciento respecto del año pasado, “salvo el presupuesto del Concejo, que incrementaron en cerca del 80 por ciento”, disparó en un tiro por elevación hacia el cuarteto opositor, anticipando una medida que pretende recomponer la autoridad ejecutiva (y el PJ resistirá con todas sus fuerzas). Sin mediaciones a la vista, se puede esperar una batalla política de proporciones en la sede municipal, donde Intendencia y Concejo conviven bajo el mismo techo, sin compartir más que eso, como un matrimonio desgastado que desfila, sin más remedio, hacia el rompimiento definitivo.
(Publicado el lunes 16 de abril de 2012 en diario El Informe de Venado Tuerto)
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