El relanzamiento del kirchnerismo en distintos puntos del país y, en particular, en Santa Fe, está muy ligado a un ambicioso plan de obras que poco a poco vuelca a decenas de intendentes y presidentes comunales hacia el oficialismo. Los mismos que hasta hace poco tiempo se proclamaban reutemistas a los cuatro vientos, y que el 28 de junio último captaron votos abrazados con el Lole, hoy saltan en masa al espacio del Frente para la Victoria, luego de que Néstor Kirchner decretara una suerte de amnistía para darles la bienvenida a todos, incluso a los que en su momento fueron tildados de traidores, como el intendente rafaelino Osmar Perotti, que en tiempos del conflicto con el campo, junto con el senador Reutemann, renunciaron al Consejo Nacional del PJ, en un grave desplante al santacruceño, que por entonces ya era el jefe partidario. Sin chances de postularse a la Casa Gris por el reutemismo, donde Jorge Obeid, Ricardo Spinozzi y Juan Carlos Mercier, tienen más expectativas, Perotti recaló en el kirchnerismo, y será uno de los intendentes más fuertes, junto con el venadense Freyre, del conglomerado de caciques territoriales que la Casa Rosada fogonea en la provincia para ensanchar la base de la campaña presidencial del año que viene, luego de la indigesta derrota de 2009, cuando sólo obtuvo una banca legislativa -para Agustín Rossi- de las 12 en disputa. Así pues, desde que Kirchner lanzó el plan desarrollista, nuestra ciudad, que había estado siete años postergada por la Nación -el propio Freyre denunció meses atrás que Venado tendría que emprender obras con fondos propios ante la indiferencia nacional y provincial-, se benefició con la reanudación de trabajos en el Centro Integral Comunitario (Falucho y Vuelta de Obligado); y los anuncios del desvío de la Ruta 8; la dársena en Ruta 33 y Chapuis; la rotonda en Ruta 33 y Santa Fe; la Casa Histórica y de la Cultura (2 de Abril y Cabral); el millonario subsidio del Enhosa para el tendido de redes clocales en barrios de la zona sur; la creación de la Universidad Agraria Nacional y, ahora, la casi confirmación de la autovía Rufino-Rosario, donde influyó la labor perseverante de la Comisión Plan Autopistas, coordinada por Ovidio Butani, pero también terciaron los intendentes kirchneristas de Venado y Rufino (Jorge Giordano). En este sentido, aunque la construcción de la autovía es un alivio para todos los usuarios de los 235 kilómetros del estratégico corredor vial, Rufino y Venado son las ciudades grandes más favorecidas, por las mayores distancias que las separan de Rosario, entre otras cosas. Y así como el Chivo Rossi franqueó las mismas puertas que antes no sea abrían para impulsar estas obras públicas, el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados, Gustavo Marconato, del Movimiento Evita santafesino, le dio una mano a Freyre con su proyecto de crear la Universidad Agraria Nacional (UAN), con las mismas características de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), y con sede en Venado. En un clima de euforia tras los fastos del Bicentenario y tantos anuncios simultáneos, Kirchner desembarcará el 10 de junio en las instalaciones del Sindicato de Camioneros de la localidad de Pérez, para incentivar la multiplicación de la resucitada Liga de Intendentes, al mismo tiempo que Rossi, Marconato y hasta Rafael Bielsa, todos con la bendición kirchnerista, caminan la provincia en busca de agrandar sus propios espacios. Sin embargo, es probable que, a la larga, todos estos grupos tributarios del Frente para la Victoria confluyan en un solo sector, para no dar ventajas en las primarias provinciales ante el Peronismo Federal, salvo que unos y otros, como en 2009, se presenten por separado.
Los PRO y los contra
Sostenido en mediciones que le sonríen con un 40 por ciento de intención de voto -las más bajas-, el intendente Freyre confía en que esta serie de anuncios garantizará su reelección, aun cuando sea muy difícil conservar la mayoría legislativa, porque el año próximo se renuevan cuatro bancas y tres de ellas -Gustavo Giner, Bibiana Pieli y Norma Orlanda- son porotistas. Sin embargo, en su carácter de referente de la Liga de Intendentes, de jefe del Departamento Ejecutivo venadense y de líder partidario del PJ local, Freyre tiene por delante varios desafíos pendientes en su propia interna. El más complicado es su relación con los reutemistas locales, con los que desde hace tiempo tiene un vínculo de equilibrio inestable. Así fue mientras Freyre conservó la prescindencia respecto de los armados provinciales y nacionales, pero a partir de su desembarco en el kirchnerismo, el reutemismo -alineado en el Peronismo Federal- lanzó el ultimátum: “Si Poroto se hace el K, nosotros le hacemos la interna”. Al mismo tiempo que buscan el precandidato a intendente venadense, el Tino Spinozzi anunció que después del Mundial saldrá a recorrer la provincia para determinar si presenta la postulación a gobernador, y en esa misma gira, por enésima vez, pedirá paciencia para atenuar la fuga de su tropa rumbo al kirchnerismo, en esa práctica de lealtades sucesivas a la que son tan afectos los intendentes y jefes comunales. Concientes de las dificultades de inventar un candidato, un sector peronista -simpatizante del Lole- y el macrismo, coincidirían en la estrategia de impulsar en Venado la misma Unión PRO que debutó en la provincia de Buenos Aires con el triunfo de Francisco de Narváez sobre Néstor Kirchner. Los promotores de la coalición proyectarían como candidato a intendente al concejal César Merino, y pretenderían entusiasmar a Ricardo Spinozzi y Jorge Lagna, aunque la apuesta es fuerte, porque estos ni siquiera decidieron presentar postulantes propios en las internas, y ahora el convite sería para trabajar por fuera del peronismo. En rigor, no parece descabellado, desde que el líder macrista santafesino, Marcelo Muniagurria, fue vicegobernador de Reutemann en su segundo mandato, aunque también conviene recordar que, el año pasado, el Lole desautorizó la iniciativa del ruralista de inscribir una lista colectora para que el PRO concurriera a las elecciones legislativas nacionales con los candidatos de Santa Fe Federal.
“Con este armado podríamos contener los 4.800 votos que sacó el PRO el año pasado y además nos quedaríamos con el voto de centro-derecha que venía acompañando a Freyre por herencia de Roberto Scott”, simplificó uno de los operadores. En tanto, por izquierda, los kirchneristas históricos de la ciudad advierten que esta vez no se resignarán a un apoyo testimonial a las resoluciones porotistas. “Queremos sentarnos a la mesa de las decisiones”, se le escuchó decir a uno de sus dirigentes el domingo último en la populosa fiesta de cumpleaños del jefe comunal chovetense, Chiche Bogdanich. Para colmo, la aparición del ex intendente Scott -en una encuesta- como candidato a senador provincial, encolerizó a los viejos kirchneristas. “Si se quieren quedar con todo, no cuenten con nosotros”, amenazó otra vez.
Por otro lado, allegados al jefe lucifuercista Jorge Viano aseguran que el sector no se sumará a ninguna estrategia electoral ajena, pero admiten que, por dentro o por fuera, la agrupación “17 de Octubre-Lealtad” podría presentar listas en busca de una concejalía.
En este mapa político, el futuro de José Freyre es muy auspicioso, siempre y cuando no subestime los desafíos internos pendientes, ni termine afectado en su proyección por la mala imagen del matrimonio Kirchner en Venado (la misma encuesta que le asigna más del 40 por ciento a Freyre, le da un 10 por ciento de intención de voto a Néstor Kirchner), donde hasta ahora no puede recuperar la simpatía del grueso de la población con el mismo ritmo que en otros lares. Aun así, en el entorno del Sillón de Aufranc no se inquietan por estas especulaciones. “Mientras vengan obras, a la gente no le importa nada más”, arriesgan.
(Publicado el lunes 31 de mayo de 2010 en diario El Informe)
1 comentario:
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