Aunque en Venado los encuestadores no operaron con la misma intensidad que en la primera vuelta de las elecciones de la Capital Federal para predecir el triunfo de Mauricio -que es Macri-; el premio consuelo del ballottage para el kirchnerista Daniel Filmus y la caída en desgracia del actual alcalde Jorge Telerman, hay mediciones procedentes de distintos sectores partidarios locales que permiten consolidar tendencias ya vislumbradas meses atrás. En primer lugar, el otrora triunfalismo scottista fue paulatinamente reemplazado por un trabajo a destajo, hasta el punto tal que el precandidato oficialista José Freyre se tomó una aparente licencia en sus funciones de supersecretario durante junio, ya que en las tres primeras semanas del mes se lo vio -se hizo ver- en casi todos los actos públicos, demostrando cierta dependencia del gobierno que integra desde hace una decena de años, al mismo tiempo que Roberto Scott, el padre de la criatura, fue marginado de los afiches, avisos gráficos y demás anuncios. Según manifiestan en el entorno porotista, es una estrategia para evitar cargar con los costos políticos del marcado distanciamiento de Scott con las entidades intermedias venadenses, como así también para desvincularse del creciente deterioro de sus vínculos con el influyente electorado independiente, harto de las actitudes altaneras del intendente municipal.
Ni para los operativos reeleccionistas de 1999 ni de 2003, el scottismo había motorizado tamaña maquinaria electoral para intentar asegurarse el continuismo. “Nuestra mejor campaña es la gestión que venimos realizando”, repetía hasta el hartazgo un confiado Scott en aquellos inviernos preelectorales, cuando aún reinaba la vituperada Ley de Lemas. No es el caso en este 2007 de elecciones abiertas, simultáneas y obligatorias. La inversión propagandística del oficialismo es abrumadora, opacando incluso a la del radical frentista Lisandro Enrico, que había madrugado a todos sus oponentes en los albores de la competencia por el Sillón de Aufranc.
Según los pronósticos, José -que es Freyre- cuenta con altas posibilidades de ser el precandidato más votado en las primarias del 1 de julio, domingo en el cual unos 40 mil venadenses acudirían a las urnas. Sin embargo, los numerosos operadores que desandan los pasillos de San Martín y Marconi aceptan, casi sin excepción, que los concejales Roberto Meier y Lisandro Enrico, dispuestos a definir el candidato a intendente en la interna del Frente Progresista, podrían emparejar -entre ambos- la línea de Poroto e, incluso superarla. “Sería el peor escenario…”, admiten a coro, exagerados, frunciendo ceños.
Asimismo, en elocuente gesto de inseguridad, el scottismo apela a distintas artimañas en busca de generar cortocircuitos -chispazos siempre hubo- entre los rossistas Oscar Barotto (Frente para la Victoria) y Jorge Viano (Frente Venadense), porque temen que una alianza entre ambos dirigentes en la elección general del 2 de septiembre les escamotee decisivos votos peronistas, que no sólo podrían hacerle perder el poder municipal ante la concertación binnerista, sino que también entraría en riesgo la segunda concejalía oficialista, como ya sucedió hace un par de años con la irrupción de la combativa lucifuercista Patricia Romero. Desde ya que esta última hipótesis se potenciaría si el diputado nacional por Santa Fe, Agustín Rossi, diera el batacazo en las primarias con un triunfo sobre el aparato del diputado nacional por la Capital Federal, Rafael Bielsa, circunstancia que sólo podría compararse con el sorpresivo triunfo de Menem contra Cafiero en las internas justicialistas del ‘88. De todos modos, aun sin ganar, una buena elección del Chivo podría favorecer la performance del director teatral Oscar Baroto en su desigual puja doméstica con Freyre y, en el orden provincial, haría tambalear a ciertos candidatos bielsistas a diputado provincial -de mitad de tabla- que ya se creen adentro por otros cuatro años.
Sea cual fuere el candidato a gobernador del Frente para la Victoria, el scottismo también teme por el “efecto arrastre” que, según la mayoría de las encuestas, provocaría el socialista Hermes Binner, desde el extremo izquierdo de la boleta electoral. “Con Hermes en la misma sábana, el Tío Meier duerme tranquilo y sin frazada”, comentó ayer, socarronamente, un militante pueblense, con la cintura afectada de tanto agacharse para distribuir folletos bajo las puertas, aunque la frase con pretensiones bromistas también podría soltarla el mismísimo Enrico, que confía ciegamente en la tracción desde arriba que en septiembre ejercerá la fórmula Binner-Tessio sobre las otras cuatro categorías electorales en disputa, a saber: diputados provinciales, senador provincial, intendente y concejales.
Habíamos dicho que, como Menem en la primera vuelta de las tumultuosas presidenciales de 2003, Freyre podría erigirse en el precandidato más votado del 1 de julio -en el aniversario de la muerte del General Perón-, pero, scottista al fin, sufriría el mismo síndrome del techo bajo que obligó a desertar del ballottage al que hasta entonces era el riojano más famoso, pues la posterior reaparición triunfal de Ramón Díaz en San Lorenzo de Almagro, hasta le quitó ese mote de privilegio, aunque como contrapartida, la Chechu, su esposa chilena, le permitió ganarse otro apodo, menos honorable, y vinculado al nombre de nuestra amada ciudad.
Piso bajo y techo alto. No se trata de problemas de niveles, como sí ocurrió hace poco en la remodelada -e inundable- avenida Santa Fe. A veces, en el apasionante mundo de la política, hay bases electorales respetables, como las del scottismo, pero al mismo tiempo, serias dificultades para captar nuevas adhesiones, mediante el tejido de alianzas, no sólo con grupos políticos, sino también con entidades intermedias y ciudadanos independientes, que en Venado representan una legión significativa. “Tengo el enorme placer de contar con adhesiones de muchísima gente, aún de quienes pertenecen a diferentes partidos políticos…”, se esfuerza Freyre, voluntarista, en su carta abierta a la comunidad, en una velada negación de su pertenencia al scottismo gobernante, que ni siquiera fue capaz de formalizar acuerdos con las fracciones peronistas más destacadas, en tanto que con otros dirigentes de nivel provincial, como el senador Ricardo Spinozzi, apenas si mantiene con el scottismo vínculos de corto plazo y siempre dudosa renovación.
Hasta hace un par de meses, el oficialismo municipal suponía que a las próximas elecciones las ganaba caminando. Hoy, con actitudes tensas, promesas extemporáneas, servicios reforzados, presiones a periodistas (sutiles y de las otras) y respuestas nerviosas de sus funcionarios, muestra todo lo contrario. Y aún falta la última semana de campaña, donde, como es habitual, nadie se guarda nada en el afán de recaudar esos preciosos, secretos y obligatorios votos.
(Publicado parcialmente el viernes 22 de junio de 2007 en diario El Informe de Venado Tuerto)
2 comentarios:
MACRI es el proyecto privatizador y autoritario. Es el proyecto de López Murfy (ese que fue Ministro de Economía en la época de De la Rúa y duró una semana, ese López Murfy que dijo que la Universidad no tenía que ser gratuita). Es también el proyecto de Sosbich (ese gobernador neuquino), es el proyecto del ex ingeniero Bloomberg. Es el proyecto de las escuelas charter y el de la Organización Mundial de Comercio.
De burbujas de colores ya vivimos en la época de Menem.
Y a no confundirse: que el equipo de Boca sea bueno tiene que ver con el técnico, no con el administrador del club. Basta de burbujas de colores que después será tarde.
¿Buenos Aires se volvió tan loca que entre un docente y un empresario mendaz va a votar a un empresario mendaz? Un empresario que vivió de negociados con el Estado y un empresario que como diputado fue ñoqui. Un empresario que en toda la campaña se negó a hablar de su programa de gobierno. ¿Por qué no lo dijo? ¿Y la gente va a votar a este empresario sin conocer su programa de gobierno? Un empresario candidato a Jefe de Gobierno que dice que va a hacer una buena gestión porque Boca salió campeón. Reaccioná Buenos Aires. No te quiero llorar después.
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