A segmentar
Ante una consulta, el dirigente desmintió que el presidente de la FAA , Eduardo Buzzi, hubiera pedido la suspensión de las retenciones por 180 días con motivo de la sequía, y ratificó que la entidad -próxima a cumplir 100 años- reclama la segmentación de las retenciones. “Sin dudas que en condiciones de sequía, como de otras catástrofes propias del cambio climático que nos atraviesa, quitar retenciones a los grandes productores agropecuarios implica otorgarles mayor liquidez para que salgan a alquilar los campos en perjuicio de chicos y medianos. Después de cada emergencia climática, quedan muchos menos pequeños y medianos productores, en tanto que algunos grandes se vuelven más grandes aún”, alertó. “Más allá de sequías o inundaciones, nosotros insistimos con la segmentación de las retenciones: hasta 7 mil quintales, cero retenciones; arriba de eso, retenciones escalonadas, porque eso moviliza la economía agraria de nuestros pueblos; no olvidemos cuánto aumentaron los costos agrarios en dólares, que en los últimos tiempos le restaron mucha rentabilidad a los pequeños y medianos productores”, planteó. Sobre este punto consideró que el crecimiento económico nacional no fue acompañado por una “superestructura jurídica” que imponga límites a los desequilibrios, como leyes antimonopolio, leyes de defensa de la competencia, leyes de defensa del consumidor, y con idéntico énfasis cuestionó al Gobierno nacional por postergar una y otra vez la reforma de la ley de entidades financieras, a los efectos de orientar el crédito hacia la producción. Y le recordó a la Casa Rosada que la inflación, que carcome salarios, jubilaciones y planes sociales, también se origina en parte por la cartelización que domina la mayoría de los rubros de la economía.
No hay vacas
Por último, requerido por la crisis de la ganadería, y el fuerte impacto sobre los frigoríficos, Peretti dijo que “el problema de la ganadería argentina no es ideológico, como lo planteó el Gobierno, sino biológico. Para completar el ciclo se necesitan tres años, y acá el problema es que nos quedamos sin materia prima, después de seis o siete años comiéndonos las vacas. De 72 kilos por habitante que se consumían en 2008 o 2009, hoy estamos en 52 kilos, como consecuencia de las malas políticas. Con las exportaciones restringidas y el consumo interno deprimido, la salida para muchos fue liquidar los stocks y sembrar soja”, admitió el federado. “Y en la ganadería no es tan fácil empezar de nuevo”, añadió.
"Si JBS, que es número uno en el mundo, deja el negocio en Venado Tuerto, es porque no hay más materia prima. No se le puede decir a la gente que las cosas se solucionan cambiando de firma”, sentenció. No obstante, señaló que las empresas del sector tienen que dar una solución a los obreros, porque en otro momento “la juntaron con la pala”. Y como alternativa indicó que “se necesita una fuerte inversión pública para reconvertir los frigoríficos y estimular a los productores a volcarse a la chacra mixta, alentando la producción de cerdos, que tiene gran futuro, su ciclo es más rápido y genera puestos de trabajo, aunque no debe ocurrir lo mismo que con el pollo, que registró un enorme crecimiento, pero con un 70 por ciento de la producción concentrada en cinco empresas”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario