Ante el idilio de Freyre y Spinozzi, Labbé muere de celos

Todos los protagonistas regionales de las primarias santafesinas están alistados en sus puestos y unos cuantos sacaron a relucir sus estrategias electorales sin pérdidas de tiempo, aunque falten dos meses y medio de campaña proselitista hasta el 22 de mayo. Y en esto de mostrar las cartas desde bien temprano, el senador provincial Ricardo Spinozzi, que va por la re-reelección con una lista departamental, arrancó dispuesto a instalar una fórmula virtual, asociando su nombre con el del intendente venadense José Freyre, al que elogia y convoca a votar como si fuera uno de los suyos. “Vamos a caminar juntos las calles de la ciudad”, repiquetea el Tino, más aún desde que descubrió en las frecuentes encuestas que elabora con su grupo de trabajo, que la mayoría de los que elegirían a Poroto para un segundo período, lo prefieren a él para un tercer mandato senatorial. Sin perderle el respeto a los otros contrincantes (Emilio Venturelli, Fabián Daix y Juan Carlos Capretto), intuye que el mano a mano por la senaduría será contra el rossista Martín Labbé, quien por imperio de la debutante boleta única, no compartirá la misma sábana con Freyre y Rossi, es decir que no gozará del otrora demoledor efecto arrastre. Sin embargo, el teodelinense intentará empapelar el departamento (General López) con afiches mostrando su rostro sonriente en el medio de Poroto y el Chivo, dos candidatos con fuertes expectativas de triunfo en sus respectivas internas. Aunque se trate de boletas distintas, Labbé confía en que oportunas bendiciones de Freyre podrían darle en Venado Tuerto el espaldarazo indispensable para redondear una sumatoria triunfal en departamento más austral de la provincia. Por su parte, el reutemista Spinozzi tratará de hacer pesar, además de su condición de venadense (la ciudad más influyente de General López), la fornida base de apoyos comunales que forjó durante largos años, como subsecretario de Municipios y Comunas, luego como secretario general de la Gobernación y, desde 2003, en el Senado. En este marco, la situación de Labbé se complica cada día más, desde que el arreglo postrero de José Freyre con el rossismo lo desplazó de una reelección segura como diputado provincial (para cederle el lugar a Darío Mascioli) a una precandidatura incierta de senador provincial, no sólo por la dificultad de un eventual enfrentamiento en las generales con el postulante del Frente Progresista, sino porque el primer gran obstáculo asoma en las primarias de mayo. Es que Labbé no tiene una relación intensa con el intendente venadense, que, por el contrario, en los últimos tiempos exhibe una reluciente amistad y un diálogo permanente con Spinozzi. Y este fenómeno, como teme Labbé y fogonea el Tino, podría manifestarse en un tímido apoyo público porotista al candidato oficial del rossismo, a la par de un trabajo en la base favorable al actual senador. No obstante, se descuenta que ciertos grupos cercanos al Sillón de Aufranc, ligados al scottismo ortodoxo, harán todo lo posible para boicotear esa jugada. Y ellos mismos, más papistas que el Papa, lo grafican así: “José (Freyre) necesita contener el voto reutemista, que se lo pelea el PRO en el centro, así que no tiene sentido fajarse ahora con el Tino. Pero, más adelante, no vamos a alimentar una criatura que, si resurge de las cenizas, será otra vez un competidor de fuste”. Y la conclusión del análisis es más descarnada aún: “A nosotros (los porotistas) nos conviene que gane (Carlos) Torres la senaduría, ni siquiera (Lisandro) Enrico, porque es de Venado. Con la gran elección que vamos a hacer acá, con el reutemismo -Tino incluido- en extinción y con el socialismo gobernando otra vez, nadie será tan poderoso como Freyre en el PJ, de Rosario hacia el sur”.
Spinozzi, que conoce con creces estos riesgos de la política real, está obligado a ratificar sus pergaminos en el pago chico, y luego, si así sucediera, podrá aportar a la reconstitución de un reutemismo (si es que ya no cumplió su ciclo) que estalló en mil pedazos y ahora muestra a sus referentes desparramados en las nóminas de Rafael Bielsa, Omar Perotti, Juan Carlos Mercier y también del macrista Miguel Del Sel. Tal vez una ocupación semejante tenga por delante José Luis Freyre en su proyección política provincial, siempre que sea reelecto en julio, porque el Foro de Intendentes Justicialistas se resquebrajó en sus principios fundacionales de defensa de los intereses territoriales, desde que los jefes municipales traicionaron sin escrúpulos todos los pactos existentes y fueron saltando, uno tras otro, para acá y para allá, según la oferta más seductora.


(Publicado el lunes 7 de marzo de 2011 en diario El Informe)

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