Luego del primer fin de semana de febrero comenzarán a disiparse algunos nubarrones que dificultan los análisis previos al cierre de las listas de candidatos, pues no solamente tendrá lugar el congreso partidario del justicialismo santafesino, que confirmará la unidad o la ruptura entre kirchneristas y federales, sino que también el senador nacional Rubén Giustiniani anunciará si se presenta en las primarias como precandidato a gobernador y, en consecuencia, si se concreta la tan temida división en el socialismo, cuyo líder provincial Hermes Binner impulsa con obsesión para la Casa Gris a su mano derecha y ministro de Gobierno, Antonio Bonfatti. En este sentido, un escenario es con Bonfatti, Giustiniani y el intendente radical de la ciudad capital, Mario Barletta (también aguijonean Carlos Comi, de la Coalición Cívica, y el histórico radical Luis “Changuí” Cáceres), y otro muy distinto se plantearía con el socialismo unificando su propuesta electoral. Pero ni siquiera esas definiciones bastarán para arrojar certezas, sino que todo será provisorio y cualquier pacto, hasta el mejor abrochado, podrá caerse como un piano hasta la medianoche del lunes 21 -hoy falta un mes-, cuando cierre el plazo para la presentación de listas. Más aún, las senadurías y diputaciones provinciales, o intendencias y concejalías, podrían sufrir retoques de último momento, por obra de arreglos de las cúpulas provinciales, hasta el 23 de febrero, cuando cada sector oficialice sus nóminas, es decir que ni las tapas de los diarios del martes 22 garantizarán los nombres y apellidos de los protagonistas de las primarias.
Bronca con Díaz Vélez
En Venado, el socialismo y el radicalismo, socios mayores del Frente Progresista, Cívico y Social, no sólo que están cada día más lejos de la utopía de la lista única para enfrentar al intendente José Freyre, que intentará la reelección, sino que ambos están muy complicados por sus internas. La UCR hizo grandes esfuerzos para alcanzar la unidad y dio pasos en ese sentido, con la presidencia de Lisandro Enrico y luego con la concejalía de Carlos Díaz Vélez, quien entrado el 2010 se perfilaba como la síntesis radical para la Intendencia, en tanto que el secretario parlamentario Enrico apuntaba a la senaduría. Pero la calma radical se alteró desde que los arrumacos de Díaz Vélez con operadores dematiístas encendieron las luces de alerta en la central enriquista. Y todo empeoró el 28 de diciembre último, con el desembarco de Barletta en nuestra ciudad, a la par del intendente firmatense y precandidato a senador provincial, Carlos Torres -adversario de Enrico- y, para sorpresa de todos, escoltado también por el aspirante a intendente de Venado, Carlos Díaz Vélez. Enseguida, la postal del sonriente trío se propagó con la velocidad de la luz por todo el departamento a través de afiches, volantes y pasacalles. Desde ese fatídico Día de los Inocentes, ya nada fue igual en la UCR local. Si la denunciada dematiización de Díaz Vélez, rompiendo el equilibrio interno de sectores, había espantado a numerosos radicales, ese explícito apoyo a un candidato a senador foráneo, en detrimento de los intereses del venadense Enrico, defraudó a una amplia legión boinablanca entusiasmada con el desafío de capturar una banca legislativa provincial para un frenteprogresista oriundo de la Esmeralda del Sur. “¿Ustedes se lo imaginan a (Leonel) Maximino (candidato torrista a la Intendencia) recibiendo a Lisandro en Firmat con los honores que Carlos (Díaz Vélez) le tributó a Torres?”, ironizó un operador enriquista con los ojos desencajados de furia.
Tanto es el disgusto que la flamante foto de Barletta con Enrico (¿y con Díaz Vélez?), próxima a ganar las carteleras, quizá pueda ayudar a recomponer las relaciones venadenses con el precandidato a la Casa Gris -luego de aquella inocentada de principiante en la interna de General López-, pero no con el abogado concejal, acusado de defraudar al conjunto de la UCR no dematiísta.
Mientras Torres timbrea sin descando en las casas venadenses, Enrico desembarca en el resto de la región, y si bien ambos reconocen que chocando por la senaduría en las primarias le darán ventaja a los socialistas, la unificación sólo cabría en el marco de un arreglo provincial, dentro de la UCR, o en una mesa ampliada con los socialistas, a último momento. Mientras tanto, si se consolida el eje Barletta-Torres-Díaz Vélez, el enriquismo podría declararse prescindente en las elecciones de intendente y concejales, o bien impulsaría una lista propia, de pura cepa radical, o en alianza con otras fracciones de la coalición.
Por su parte, las autoridades de otro asociado importante del gobierno santafesino, el Partido Demócrata Progresista, no sólo están disgustadas por la hoguera de vanidades reinante en la cumbre frentista provincial, sino también por la actualidad de la UCR, su principal aliado en Venado, donde Díaz Vélez, el candidato que apoyaron en las últimas elecciones, ya no tendría el consenso de antaño. En principio, el PDP se mantendrá expectante hasta el congreso partidario del 12 de febrero, en Rosario, donde se bajaría línea para contener a sus candidatos en esquemas coherentes; además, como en algunas localidades (Firmat y Villa Cañás, por ejemplo) confluirán postulantes de distintas extracciones, apelarían a listas distritales para evitar “alineamientos incómodos”.
El Tío siempre está
En el Partido Socialista las cosas no están mucho más claras, más allá de la conocida fractura entre el sector del coordinador del Nodo V, Oscar Pieroni, y el concejal Fabián Vernetti (de estrecha relación con el ala binnerista, y en particular con el superministro Bonfatti), y el del concejal Roberto Meier, sin lazos con ninguna línea provincial socialista, pese a que hoy se atrinchera en cercanías de Giustiniani, más empujado por el enojo con sus adversarios binneristas locales, que por vínculos reales con el senador nacional. Sin embargo, el Tío, que todavía conserva poder de fuego, sacudió la modorra socialista con su precandidatura a senador provincial (tiene contactos en un puñado de pueblos), en simultáneo con la proyección a intendente del abogado Manuel Herbas. Militante del mismo grupo, la secretaria adjunta del partido de la rosa, Ana Silvia Narvaiz, en soledad, adoptó una actitud principista, y anunció públicamente su precandidatura a concejala por el giustinianismo, en defensa de su líder nacional y en represalia a las vacilaciones meieristas. En el sector no descartan que Narvaiz, reconciliación mediante, integre la lista legislativa, pero por estas horas estarían apalabrando a cincuentones alejados de la política que en los '80 eran referentes juveniles de la UCR y el Partido Intransigente.
Hermético pieronismo
Hasta ahora no trascendieron novedades sobre candidaturas de los herméticos pieronistas, con el propio Oscar Pieroni y Fabián Vernetti -el legislador más laborioso de 2010-, junto con Rosana Bellatti, su secretaria de bloque y jefa del PS local, dedicados por entero a la gestión. Cualquiera de ellos podría aspirar a los cargos de senador, intendente y primer concejal (estaría entre Vernetti y Bellatti), pero nadie confirma ni descarta ninguna posibilidad, sobre todo porque continúan las conversaciones en busca de conciliar una lista única del Frente Progresista, por más inviable que parezca. Otros socialistas que asoman para eventuales postulaciones, más allá del histórico Juan Moscoso, son también funcionarios, como la jefa regional de Educación, Mabel Caula; la codirectora del Hospital Gutiérrez, Laura Rodríguez, y el delegado del Ministerio de Trabajo, Cristian Tobaldo.
Nada testimoniales
Tras una fugaz experiencia en 2007 dentro del frente binnerista, cuando la mayoría de los socialistas venadenses militaba en Pueblo y el movimiento Mate ni siquiera imaginaba que sería el embrión de Proyecto Sur en nuestra ciudad, hoy los herederos de Pino Solanas se plantaron como opción al bipartidismo, son refractarios a las formaciones políticas con protagonistas radicales o peronistas y se refugian en alianzas de izquierda (acaba de incorporarse el Movimiento Barrios de Pie, que retiró el apoyo al Gobierno por la pejotización del kirchnerismo), con el renovado objetivo de desembarcar en el Concejo de una buena vez, con González en lo más alto de la lista. Respetando la definición provincial de no incurrir en deslices testimoniales, en Venado el sector dedicará todas sus energías a la elección legislativa, sin promover candidatos a intendente ni a senador por General López, en sintonía con la estrategia santafesina, donde, sin postulante a la Casa Gris, impulsarán al vicepresidente de Federación Agraria, Pedro Peretti, como candidato a diputado nacional, y al periodista rosarino Carlos Del Frade para una diputación provincial.
La buena relación de Proyecto Sur con el PS es notoria en todos los niveles, y así lo prueba que desde las dos vertientes socialistas locales, la meierista y la pieronista, tentaron a Martín González para sumarse a sus listas de concejales (incluso Meier le ofreció el primer puesto), pero la presencia de radicales, con los que habría que alternar las nóminas en las generales, limita las chances. “Si compartimos una lista con la UCR de (Carlos) Díaz Vélez, se derrumbaría en el acto un trabajo militante de largos años”, graficó González, postergando ese acuerdo con los binneristas “para más adelante”.
Macristas van por más
Aunque sin comunes denominadores con la mayoría de las agrupaciones ubicadas del centro hacia la izquierda, el macrismo también habita el espacio opositor, y el concejal César Merino es mencionado con insistencia para ir por el Sillón de Aufranc y, en segunda instancia, integrando la nómina de diputados nacionales del PRO santafesino. Sin embargo, el edil podría recluirse en la concejalía y contribuir al armado de listas en varios departamentos, desde su condición de vicepresidente provincial del partido. Entre las figuras del PRO venadense sobresalen Darío Jeannot y Fernando Pena, que podrían encabezar la lista de concejales, o bien uno de ellos postularse a la Intendencia, si se baja Merino. Luego, el referente más encumbrado del macrismo regional para competir por la senaduría de General López es Carlos Gómez Tomei, sin olvidar que habría un venadense entre los tres primeros puestos de la lista de diputados provinciales. Más arriba, mientras el Midachi Miguel Del Sel se toma su tiempo para decidir si acepta la candidatura a gobernador de Santa Fe, el PRO maneja un Plan B, con el justicialista presidente comunal de Chabás, Osvaldo Salomón, y el productor autoconvocado cañadense Gerardo Colotto, muy cercano al entrerriano Alfredo De Angeli.
(Publicado el viernes 21 de enero de 2011 en diario El Informe)
El análisis político de la semana. Encuestas. Reflexiones. Chismes. Notas de archivo. Un espacio para pensar.
Freyre define su oferta y espera la "bajada de línea" presidencial
A poco más de cinco semanas de la fecha límite de presentación de listas para gobernador y vice; senadores y diputados provinciales; intendente, concejales y comisiones comunales, enero de 2010 no es el mismo mes abúlico -al menos para la política- de casi todos los años. Esta vez es el escenario de complejas negociaciones en todos los niveles, en busca de acuerdos estratégicos, o al menos de atenuar internas desmadradas, y con el condimento del inminente debut de la boleta única para cada categoría electoral en la provincia. El intendente José Freyre, que se postula por la reelección en Venado, ató su futuro político a la suerte del Frente para la Victoria y aguarda que, tal vez este fin de semana, el dedo presidencial preseleccione a uno o dos candidatos kirchneristas para darle pelea al gobernante Frente Progresista, Cívico y Social. El antecedente más cercano de estas bendiciones ocurrió en 2007, cuando Néstor Kirchner, con los dos dedos en V, apuntó al actual jefe del bloque oficialista de diputados nacionales, Agustín Rossi, y al ex canciller Rafael Bielsa. En aquel entonces, este último ganó la primaria y luego cayó antes Hermes Binner. Con ese mal recuerdo aún latente, algunos creen que Cristina apostará todas las fichas a un solo candidato, pero otra opción es abrir el juego en las internas con la esperanza renovada de contener en las generales a todo el voto kirchnerista. Si se repitiera la doble propuesta de cuatro años atrás, es más factible que Freyre se encolumne con el rosarino Bielsa, de estrecha relación personal con el ex intendente Roberto Scott, aunque habiten las antípodas ideológicas. Esta flexibilidad de cintura desplegada por Poroto disgusta a ciertos sectores kirchneristas locales, como los arracimados en Carta Abierta, que sobre finales del año pasado mostraron los dientes publicando una solicitada de respaldo a las ambiciones del Chivo, a la cual sugestivamente no adhirió uno de los funcionarios porotistas militantes en esa agrupación. Y poco después se conoció el lanzamiento de la precandidatura a intendente de Nicolás Miró, desde el rossismo puro, aprovechando el hueco dejado por Freyre en esa corriente, y descolocando a otros referentes rossistas venadenses que, más tiempistas, planeaban otras estrategias. Así pues, de habilitarse a un par de kirchneristas en la búsqueda de la Casa Gris, asomaría una interna K casi inevitable, porque Freyre se alinearía con Bielsa y Miró con Rossi, aunque habría que verificar si Miró aguanta tan desigual mano a mano.
En verdad, hoy no surgen contrincantes internos para el oficialismo municipal ni siquiera en el Peronismo Federal, como lo demuestra uno de sus líderes, el reutemista Jorge Lagna, que aún insiste en asociar los proyectos políticos del senador provincial y precandidato a gobernador, Ricardo Spinozzi, y del intendente José Freyre. En el medio de esos arrumacos, ya ni siquiera se habla de la pretensión reutemista de competir en Venado con un candidato propio a la Intendencia (simpatizantes duhaldistas insinúan que darán batalla, con independencia de las movidas de Spinozzi), a pesar de que Freyre adelantó su adhesión al aspirante a gobernador que decida CFK, y no precisamente al Tino. Sin embargo, Spinozzi interpreta que mientras el Peronismo Federal no se aglutine detrás de un dirigente de alto nivel de conocimiento, como Jorge Obeid, mantiene las posibilidades intactas de sostener su candidatura hasta último momento, y será recién entonces cuando Carlos Reutemann se vuelque por uno u otro de sus delfines. En el entorno spinozzista, no le temen tanto a enfrentar a Rossi o a Bielsa, como a una súbita rosca entre capitalinos y rosarinos del peronismo no kirchnerista que margine al Tino de la pelea grande.
Entretanto, José Freyre, con el viento de cola que le insuflan los aportes millonarios de la Casa Rosada para obras públicas, buscará aprovechar el buen momento para diseñar una estructura política con más capacidad de gestión. Con su marcada influencia política desde el Foro de Intendentes, Poroto ya tiene casi garantizada la colocación de un diputado provincial en uno de los primeros lugares de la lista K. Y en esta carrera por ocupar el espacio de Lagna (quiere ir por la re-reelección, pero varios porotistas coinciden en que “el Pito huele a calas”), el que habría picado en punta es el secretario de Desarrollo Productivo, Darío Mascioli, que ya demostró lealtades con el sector, aunque por ahora cuenta tantas palmadas en la espalda como palos en la rueda. Otro cargo tentador para el porotismo es la senaduría por General López, hoy en manos de Ricardo Spinozzi, y con fecha de vencimiento en diciembre próximo. Por eso, en las inmediaciones del Sillón de Aufranc advierten que el Frente Progresista tomaría demasiada ventaja geopolítica si además de la influyente coordinación de la Región V, a cargo de Oscar Pieroni, controlara la senaduría, por lo que jamás se descartó impulsar un candidato propio. En tal caso, el único nombre que trascendió -y hasta se lo midió en encuestas- es el de Roberto Scott, erigido en una de las espadas zonales más filosas del kirchnerismo duro, pero eso obligaría a transitar el inmenso General López para conseguir decenas de miles de votos, pues con la boleta única no alcanza con manejar las principales intendencias y la mayoría de las comunas, que no es el caso del PJ en este turno. Y ese arduo trabajo, el ex intendente, a estas alturas, no estaría dispuesto a hacerlo.
También se desató la interna por las postulaciones legislativas en el Concejo, sobre todo por el “1” y el “2”, porque si bien el oficialismo arriesga tres de las cuatro bancas en juego, es factible que pierda una y resigne la mayoría automática. Así pues, los que se retiran por conclusión de mandato son Bibiana Pieli (aunque sueña con Acción Social, recalaría en Educación como premio consuelo tras la jubilación de Mirtha Demarchi), Gustavo Giner y Norma Orlanda. Y la fórmula ideal que Poroto tendría in pectore es Pedro Bustos-Norma Orlanda, o viceversa, en una ratificación de confianza a la reelecta presidente del Concejo y un espaldarazo político al secretario de Promoción Comunitaria, uno de los funcionarios municipales de “mayor contacto con la gente”, aunque esa jugada volvería a descabezar la repartición. Por eso también se deslizó en San Martín y Marconi que, entre Bustos y Orlanda, Freyre reservaría a uno de ellos para conducir la promoción social en el Departamento Ejecutivo, y el segundo candidato a concejal sería rescatado de otro rincón del gabinete. De todos modos, Bustos tiene motivos para entusiasmarse con esta hipotética proyección política, porque mal no les fue a los últimos jefes del área: Freyre es el intendente y Orlanda la presidente del Concejo.
Hasta ahora, los candidatos a concejal, cuando al mismo tiempo se votaba para cargos ejecutivos, eran arrastrados por el postulante a intendente y pasaban desapercibidos, pero como la boleta única los dejará a la intemperie, el oficialismo tendrá que evitar cualquier sorpresa desagradable y potenciar la lista con figuras reconocidas para el Concejo.
(Publicado el viernes 14 de enero de 2011 en diario El Informe de Venado Tuerto)
En verdad, hoy no surgen contrincantes internos para el oficialismo municipal ni siquiera en el Peronismo Federal, como lo demuestra uno de sus líderes, el reutemista Jorge Lagna, que aún insiste en asociar los proyectos políticos del senador provincial y precandidato a gobernador, Ricardo Spinozzi, y del intendente José Freyre. En el medio de esos arrumacos, ya ni siquiera se habla de la pretensión reutemista de competir en Venado con un candidato propio a la Intendencia (simpatizantes duhaldistas insinúan que darán batalla, con independencia de las movidas de Spinozzi), a pesar de que Freyre adelantó su adhesión al aspirante a gobernador que decida CFK, y no precisamente al Tino. Sin embargo, Spinozzi interpreta que mientras el Peronismo Federal no se aglutine detrás de un dirigente de alto nivel de conocimiento, como Jorge Obeid, mantiene las posibilidades intactas de sostener su candidatura hasta último momento, y será recién entonces cuando Carlos Reutemann se vuelque por uno u otro de sus delfines. En el entorno spinozzista, no le temen tanto a enfrentar a Rossi o a Bielsa, como a una súbita rosca entre capitalinos y rosarinos del peronismo no kirchnerista que margine al Tino de la pelea grande.
Entretanto, José Freyre, con el viento de cola que le insuflan los aportes millonarios de la Casa Rosada para obras públicas, buscará aprovechar el buen momento para diseñar una estructura política con más capacidad de gestión. Con su marcada influencia política desde el Foro de Intendentes, Poroto ya tiene casi garantizada la colocación de un diputado provincial en uno de los primeros lugares de la lista K. Y en esta carrera por ocupar el espacio de Lagna (quiere ir por la re-reelección, pero varios porotistas coinciden en que “el Pito huele a calas”), el que habría picado en punta es el secretario de Desarrollo Productivo, Darío Mascioli, que ya demostró lealtades con el sector, aunque por ahora cuenta tantas palmadas en la espalda como palos en la rueda. Otro cargo tentador para el porotismo es la senaduría por General López, hoy en manos de Ricardo Spinozzi, y con fecha de vencimiento en diciembre próximo. Por eso, en las inmediaciones del Sillón de Aufranc advierten que el Frente Progresista tomaría demasiada ventaja geopolítica si además de la influyente coordinación de la Región V, a cargo de Oscar Pieroni, controlara la senaduría, por lo que jamás se descartó impulsar un candidato propio. En tal caso, el único nombre que trascendió -y hasta se lo midió en encuestas- es el de Roberto Scott, erigido en una de las espadas zonales más filosas del kirchnerismo duro, pero eso obligaría a transitar el inmenso General López para conseguir decenas de miles de votos, pues con la boleta única no alcanza con manejar las principales intendencias y la mayoría de las comunas, que no es el caso del PJ en este turno. Y ese arduo trabajo, el ex intendente, a estas alturas, no estaría dispuesto a hacerlo.
También se desató la interna por las postulaciones legislativas en el Concejo, sobre todo por el “1” y el “2”, porque si bien el oficialismo arriesga tres de las cuatro bancas en juego, es factible que pierda una y resigne la mayoría automática. Así pues, los que se retiran por conclusión de mandato son Bibiana Pieli (aunque sueña con Acción Social, recalaría en Educación como premio consuelo tras la jubilación de Mirtha Demarchi), Gustavo Giner y Norma Orlanda. Y la fórmula ideal que Poroto tendría in pectore es Pedro Bustos-Norma Orlanda, o viceversa, en una ratificación de confianza a la reelecta presidente del Concejo y un espaldarazo político al secretario de Promoción Comunitaria, uno de los funcionarios municipales de “mayor contacto con la gente”, aunque esa jugada volvería a descabezar la repartición. Por eso también se deslizó en San Martín y Marconi que, entre Bustos y Orlanda, Freyre reservaría a uno de ellos para conducir la promoción social en el Departamento Ejecutivo, y el segundo candidato a concejal sería rescatado de otro rincón del gabinete. De todos modos, Bustos tiene motivos para entusiasmarse con esta hipotética proyección política, porque mal no les fue a los últimos jefes del área: Freyre es el intendente y Orlanda la presidente del Concejo.
Hasta ahora, los candidatos a concejal, cuando al mismo tiempo se votaba para cargos ejecutivos, eran arrastrados por el postulante a intendente y pasaban desapercibidos, pero como la boleta única los dejará a la intemperie, el oficialismo tendrá que evitar cualquier sorpresa desagradable y potenciar la lista con figuras reconocidas para el Concejo.
(Publicado el viernes 14 de enero de 2011 en diario El Informe de Venado Tuerto)
Rubio: Muchos bancos no cumplen las normas de seguridad
A varios días del espectacular robo de más 136 cajas de seguridad en una sucursal del Banco de la Provincia de Buenos Aires (Bapro), del barrio porteño de Belgrano, no cesa el asombro por la precisión ingenieril de los boqueteros, ni la impotencia de los clientes damnificados, ni la sorpresa de los expertos en seguridad por las flaquezas en los controles. Uno de ellos es el comisario general (RE) Dionisio Rubio, que décadas atrás se desempeñó en el área de Seguridad Bancaria de la Policía provincial, y que hoy, al mando de una agencia de vigilancia privada venadense, mantiene la misma obsesión por estos temas. Consultado sobre el audaz golpe del 2 del corriente, Rubio consideró que, salvo algunas excepciones, “ni siquiera se están cumpliendo las medidas de seguridad bancarias que prevé una ley de varias décadas de antigüedad, así que mal podíamos esperar que el Banco Central hiciera cumplir con prontitud las medidas impuestas en la reforma de dicha ley, sancionada a fines de septiembre último. Aunque cueste creerlo, el Central alega que el plazo para la entrada en vigencia de las nuevas prevenciones debe contarse en días hábiles y no corridos, pero en este marco de vulnerabilidad, sea por salideras o por boqueteros, tendrían que haber actuado de inmediato”. Y enseguida aclaró que puede haber contemplaciones en los requisitos para habilitar un pequeño negocio de barrio, “pero los bancos cuentan con recursos suficientes como para ejecutar con rapidez las reformas exigidas y así resguardar con máxima eficiencia los ahorros de los ciudadanos”, advirtió. Por otro lado, y evaluando el caso en detalle, el especialista planteó que “faltó el trabajo de inteligencia sobre las maniobras de estos delincuentes en la preparación de un gran asalto. Nadie hizo un trabajo sistemático de identificación del vecindario de la manzana donde está ubicada la sucursal bancaria, por ejemplo, si en las inmediaciones había salones o galpones desocupados, o inquilinos que van y vienen, y nadie conoce en la zona, aunque se escuden en supuestos emprendimientos comerciales. Esto puede parecer elemental, y hasta obvio, pero en este caso ese protocolo, tal vez por falta de presupuesto, no se cumplió”.
“Es notoria la ausencia de un servicio de inteligencia, pero no para perseguir a los ciudadanos -aclaró-, sino para proteger sus ahorros. Se trata de gente que no quiere guardar dinero o joyas en su casa por la inseguridad y que tampoco se quiere ir del país. Entonces los bancos, con la regulación del Estado nacional, les tienen que ofrecer todas las garantías”, razonó.
Dionisio Rubio analizó que se observaron otras debilidades, como las alarmas que se activaron en los días previos ante el movimiento de los intrusos, y la policía, en lugar de ingresar para efectuar un chequeo junto con las autoridades bancarias, las ignoró. Luego apuntó que otro grueso error es la falta de personal de seguridad dentro del banco, más aún en los feriados largos, pues más allá de cámaras y sensores, “la presencia de un agente experimentado es indispensable para extremar los resguardos”, y de ningún modo es una excusa que los cambios de guardia puedan facilitar el ingreso de asaltantes, pues ese recambio puede controlarse sin sobresaltos. “Con personal de seguridad en el interior, es posible una comunicación permanente con una central, cada media hora por ejemplo, y si ese guardia fuera reducido por una banda, no se produciría la comunicación, con lo cual actuaría de inmediato la policía, o ante una comunicación vigilada, el custodio podría apelar a un código o clave para advertir de la situación”, consignó el director de SIVPA. “Las cámaras son una herramienta válida, pero van por detrás de los hechos, sirven para conocer cómo se produjo el robo y ayudar a la reconstrucción del episodio una vez que el delito se cometió. Al menos yo no conozco ningún banco que tenga un monitoreo en tiempo real de sus distintas dependencias. Por eso siempre insisto en la importancia de contar con agentes dentro del banco para asegurar un mayor control de las instalaciones”, acotó. “No olvidemos que la seguridad bancaria se compone de una arista física, como el tipo de concreto de las bóvedas, o la distribución de las cajas de seguridad; una tecnológica, con cámaras y sensores; y una humana; basta la ausencia de una de ellas para facilitar la tarea de las bandas boqueteras”, estableció el ex comisario venadense.
(Publicado el viernes 7 de enero en diario El Informe de Venado Tuerto)
“Es notoria la ausencia de un servicio de inteligencia, pero no para perseguir a los ciudadanos -aclaró-, sino para proteger sus ahorros. Se trata de gente que no quiere guardar dinero o joyas en su casa por la inseguridad y que tampoco se quiere ir del país. Entonces los bancos, con la regulación del Estado nacional, les tienen que ofrecer todas las garantías”, razonó.
Dionisio Rubio analizó que se observaron otras debilidades, como las alarmas que se activaron en los días previos ante el movimiento de los intrusos, y la policía, en lugar de ingresar para efectuar un chequeo junto con las autoridades bancarias, las ignoró. Luego apuntó que otro grueso error es la falta de personal de seguridad dentro del banco, más aún en los feriados largos, pues más allá de cámaras y sensores, “la presencia de un agente experimentado es indispensable para extremar los resguardos”, y de ningún modo es una excusa que los cambios de guardia puedan facilitar el ingreso de asaltantes, pues ese recambio puede controlarse sin sobresaltos. “Con personal de seguridad en el interior, es posible una comunicación permanente con una central, cada media hora por ejemplo, y si ese guardia fuera reducido por una banda, no se produciría la comunicación, con lo cual actuaría de inmediato la policía, o ante una comunicación vigilada, el custodio podría apelar a un código o clave para advertir de la situación”, consignó el director de SIVPA. “Las cámaras son una herramienta válida, pero van por detrás de los hechos, sirven para conocer cómo se produjo el robo y ayudar a la reconstrucción del episodio una vez que el delito se cometió. Al menos yo no conozco ningún banco que tenga un monitoreo en tiempo real de sus distintas dependencias. Por eso siempre insisto en la importancia de contar con agentes dentro del banco para asegurar un mayor control de las instalaciones”, acotó. “No olvidemos que la seguridad bancaria se compone de una arista física, como el tipo de concreto de las bóvedas, o la distribución de las cajas de seguridad; una tecnológica, con cámaras y sensores; y una humana; basta la ausencia de una de ellas para facilitar la tarea de las bandas boqueteras”, estableció el ex comisario venadense.
(Publicado el viernes 7 de enero en diario El Informe de Venado Tuerto)
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