La tozuda insistencia en la veda sólo genera problemas

A estas alturas, ya no caben dudas de que los legisladores provinciales santafesinos deberían volver a reunirse a los efectos de convalidar el reinicio de la actividad proselitista, al menos a partir del lunes 27 del corriente y hasta el viernes 31, con el objetivo de que los distintos sectores políticos que presentan precandidatos a concejal puedan entablar los últimos contactos con los electores, en lugar de desembocar en las internas abiertas del 2 de agosto, luego de 31 días consecutivos de veda preelectoral.
En estos días, los mismos legisladores que conciliaron la razonable postergación de los comicios por la embestida de la gripe A -en la misma ley declararon la emergencia sanitaria provincial-, y en ese marco clausuraron definitivamente la actividad proselitista, admiten off the récord que aquella iniciativa fue adoptada a las apuradas y, desde ya, dado lo inédito del escenario, sin ninguna seguridad acerca de la evolución de la pandemia. Aún hoy se mantiene la incertidumbre, pero con el correr de los días se fue diluyendo en la población el estado de pánico de aquellas jornadas más inciertas, al mismo tiempo que las autoridades sanitarias advierten que no hay que bajar la guardia porque todavía no se atravesó el pico de la enfermedad.
Mientras tanto, el Tribunal Electoral santafesino, a través de una acordada de sus miembros, resolvió considerar igualmente válidos a los votos con boletas que tengan como fecha de celebración de los comicios la del 5 de julio de 2009, siempre que sean idénticas a las oficializadas, como así también toda la documentación de cada mesa receptora de votos. También fueron ratificadas las designaciones de las autoridades de mesa. Y se decidió incorporar al padrón definitivo a todos los ciudadanos que han de cumplir los 18 años hasta la fecha de realización de las primarias, es decir que cada presidente de mesa recibirá un padrón complementario donde constarán los electores que cumplan los 18 entre el lunes 6 del corriente y el domingo 2 de agosto.
A ese mismo sentido común al que apeló el Tribunal Electoral para elaborar esta acordada, deberían recurrir los legisladores provinciales para revisar aquella norma sancionada en el marco de una emergencia sin antecedentes, no en el fondo, porque las fechas de los comicios se mantienen, sino en las formas, esto es, que se permita una reanudación parcial de la actividad preelectoral de los postulantes, porque la práctica cotidiana demuestra que se necesita un último contacto con la gente, el cual se produciría igualmente si la Legislatura no revisa la ley, dando lugar a probables denuncias cruzadas entre los distintos sectores políticos, que podrían enrarecer aún más estas extrañas internas santafesinas. Tanto es así que no había sido una exageración, como algunos deslizaron, solicitar que los precandidatos oficialistas Germán Mastri, Liliana Rostom y Raúl Debonis, todos ellos secretarios municipales, extendieran sus licencias -desde el 6 de julio hasta el 2 de agosto- ante esta situación extraordinaria, porque cualquier mínima exposición en la función pública podría vincularse con una tarea proselitista solapada, y cuyo efecto sería más estrepitoso cuando el resto de los aspirantes está poco menos que amordazado por la vigencia de la veda récord. Así sucedió el último fin de semana con Mastri, que protagonizó el acto de entrega de herramientas a los microemprendedores beneficiarios de un progresista plan asistencial impulsado por el Ministerio de Desarrollo de la Nación. Si bien este programa es coordinado en el ámbito municipal por las áreas de Promoción Comunitaria y de Desarrollo Productivo, el que otorgó los equipos en mano fue el precandidato a concejal, en tanto que Darío Mascioli ni siquiera fue mencionado en las crónicas. Desoyendo el refrán “no aclare que oscurece”, Mastri argumentó que la distribución habría caído fuera de las proximidades electorales si no se hubieran postergado los comicios del 5 del corriente, justificando que no había margen para dilatar las convocatorias. No habría que dudar de la palabra del funcionario, aunque cabe preguntarse si no hubiera sido más prolijo e inobjetable que Mascioli -que no se postula para ningún cargo- se ocupara de ese reparto sugestivamente reservado al precandidato oficialista a concejal.
Distinta es la situación de los ediles en funciones que buscan la reelección (Patricia Romero, Roberto Meier y Oscar Pieroni), que si bien pueden mostrarse en los medios a través de proyectos o controles a la Intendencia, no están en condiciones de concretar obras o servicios, menos aún en su rol de opositores.
No sería una contradicción ni, mucho menos, la admisión de una torpeza legislativa, la revisión de las rigurosas medidas adoptadas el jueves 2 del corriente, pues los acontecimientos son absolutamente novedosos, y recién hoy se puede advertir que la continuidad de la veda solo aportaría complicaciones y, en cambio, la reanudación de la campaña en los últimos cuatro o cinco días beneficiaría a todos los sectores. No solamente a los distintos precandidatos -que en Venado Tuerto reclaman a coro la parcial reapertura-, sino también al conjunto de la ciudadanía, que necesita reencontrarse con las numerosas propuestas políticas antes de decidir su voto.

(Publicado el miércoles 15 de julio de 2009 en diario El Informe)

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