Una docena de legisladores nacionales y un "presidenciable"

Hoy, a las 8, concluirá en todo el país una campaña que en algunos distritos adquirió cierto tono de dramatismo, impuesto sobre todo por un kirchnerismo que salió a plebiscitar su “modelo” y a poner en duda, ante una eventual derrota, no solo la continuidad en el poder a partir de las presidenciales de 2011, sino también la inmediata gobernabilidad, convirtiendo las legislativas de medio término en elecciones de todo o nada, como si en democracia no fuera posible gestionar con un mayor equilibrio de fuerzas, como si la hegemonía en el Congreso fuese indispensable para administrar una Nación.
También en nuestra provincia de Santa Fe el clima se fue enrareciendo según transcurrían los días, con denuncias cruzadas entre los candidatos a senadores nacionales Rubén Giustiniani (Frente Progresista) y Carlos Reutemann (Santa Fe Federal). En el arranque de la campaña, la ventaja del Lole era muy holgada -algunos vaticinaban una victoria por cerca de 15 puntos-, pero la irrupción en escena del gobernador Hermes Binner, que también se arriesga a plebiscitar su gestión, alteró sustancialmente la opinión del electorado y hoy, según varias encuestas coincidentes, se estaría registrando un virtual empate técnico, dada la gran paridad de los sondeos. Es que en Santa Fe, además de la renovación de nueve de las 19 diputaciones nacionales y las tres senadurías nacionales, se dirime este domingo nada menos que un “presidenciable” para 2011. Será Reutemann o será Binner, que no es candidato, pero se erigió en un baluarte de la campaña. Cualquiera que triunfe el 28, se adjudicará un espacio expectante en el escenario nacional, y así le será reconocido en las tapas del lunes 29. Nadie escatima recursos en esta porfía, con un Lole que en los últimos días quiere ser más campista que el campo, e incluso se vio forzado a abandonar su habitual perfil bajo para liderar una caravana mediática que llegó al clímax con su presencia en Gran Cuñado. Es que si bien los Kirchner -fervorosos defensores de la brutal entrega de YPF- y, sobre todo, Daniel Scioli, tienen antecedentes menemistas, el ex gobernador de Santa Fe quedó más pegado que aquéllos al peronismo neoliberal de los ’90. Y el ingeniero Giustiniani le pega en la línea de flotación cuando desempolva los planteos reutemistas de entonces sobre la privatización del Banco Provincial y la Dipos, por ejemplo.
Mientras tanto, en la contienda de diputados nacionales, el candidato kirchnerista Agustín Rossi creció algunos puntos y, además de asegurarse prácticamente su reelección, se ilusiona con arrebatar una segunda banca para el periodista santafesino Juan Carlos Bettanín. Módico en sus ambiciones, el Frente para la Victoria provincial, con la deserción de Reutemann -nunca fue un kirchnerista nato a pesar de los cinco años de silencio-, cosechará el malhumor (obtendría una o dos bancas de las 12 en juego) que generó con un ataque tributario desmesurado a las economías de base agropecuaria, al mismo tiempo que privilegiaba sugestivamente a otros actores, tanto o más poderosos que el ruralismo, a través de generosas concesiones de recursos naturales, tales como el petróleo, el gas y la minería, que en conjunto generan rentas anuales superiores a las del campo. Aun así, ayudado por los huevazos de la intolerancia, el leve repunte rossista no pasó desapercibido en el búnker reutemista, como tampoco el súbito ascenso del postulante socialista, y tanto es así, que en algunas comunas se incita al corte del voto, olvidando las ínfulas triunfalistas de semanas atrás. Así pues, los caudillos y punteros que daban la vida por el Lole, ahora entregan las boletas separadas: Reutemann senador y Rossi diputado, suponiendo que con esa estrategia, aun a costa de resignar algún diputado, podrían rescatar los tres o cuatro puntos indispensables para ganar la batalla crucial por la senaduría y anotarse en la carrera presidencial.
Asimismo, los desvalidos referentes comunales del PJ admiten off the reccord los riesgos de invertir todo su capital político en el Lole y, al mismo tiempo dinamitar los puentes con un kirchnerismo que, al menos, gobernará un par de años más. Para colmo, la gestión provincial es de distinto signo político y ni siquiera una victoria reutemista les daría respuestas concretas en el corto plazo, pues el ex corredor se recluiría otra vez en los recoletos despachos del Senado de la Nación, lejos de las cotidianas urgencias pueblerinas. Incluso administraciones más fornidas, como la que comanda el porotismo venadense, de reciente vuelco al reutemismo, insiste en jugar a dos puntas, y saca a relucir un ala kirchnerista, que reconoce estar repartiendo votos de la lista de Germán Mastri, junto con los del Chivo Rossi.
De todos modos, los resultados del domingo 28 no influirán tanto hacia dentro en vista a las primarias del 5 de julio, porque en el PJ todos los sectores respaldan oficialmente al Lole, y en el Frente Progresista, obviamente, las cuatro listas apoyan a la coalición binnerista liderada por Giustiniani. Pero el que se imponga como senador -aunque el perdedor igual será electo por el segundo puesto- podría beneficiar en general a los reutemistas o a los binneristas vernáculos, más aún cuando el gran ganador se preste para la foto más buscada, la semana que viene, junto con los precandidatos a concejal de los principales distritos santafesinos.
Además de las tres listas citadas, la cuarta en importancia es la de Proyecto Sur, que postula para diputado nacional al periodista rosarino Carlos Del Frade, ahora con el fuerte espaldarazo de Pino Solanas, que le pelearía el segundo puesto en la Capital Federal al Acuerdo Cívico y Social. Con el antecedente de un auspicioso debut electoral en 2007, Del Frade espera dar el batacazo en una elección que definirá una docena de legisladores nacionales y un candidato presidencial de ascendencia suizo-alemana.

(Publicado el viernes 26 de junio de 2009 en El Informe)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Alivio ante la brusca reducción de venesualizacion de Argentina!!!!

Anónimo dijo...

Eso, tiene razón el anónimo, hay que ir a una colombianización.
Porque si nos venesualimos, el se venesualisa, ellos se venesualisaran, vosotros se venesuelareis,etc,etc...