Obsesionados por las tapas del día después

Las tapas del 29, esa obsesión. Los ideólogos de campaña de las grandes coaliciones políticas que compiten en los principales distritos, no sólo trabajarán para mostrar el mejor producto hasta las ocho de la mañana del viernes 26, cuando se inicie la veda proselitista, sino también para desplegar, en la noche del 28, las interpretaciones más favorables de los resultados de los comicios nacionales, y así influir en las demoledoras tapas del lunes 29.
En función de los sondeos que se conocen hasta el momento, el Gobierno y los distintos sectores de la oposición ya están puliendo sus discursos. La cuestión es demostrar a la ciudadanía que “la elección se ganó” y, en el peor de los casos, que “no se perdió”. Las tapas de los diarios del 29 de junio obsesionan a los líderes políticos y a los jefes de campaña. Unos dirán que ganaron más provincias; otros que ganaron más bancas… en fin, cada uno pretenderá imponer el punto de vista más conveniente a sus intereses.
En tanto, en el orden local, la distinción entre triunfadores y perdedores se complica desde el vamos por el carácter desdoblado de los comicios, pues el domingo 5 de julio los venadenses votarán en internas abiertas, obligatorias y simultáneas, por uno u otro precandidato, y en función de los votos colectados por cada sector, se escalonarán los postulantes en la lista final de ese partido o alianza; recién el 6 de septiembre se elegirán los cinco concejales que asumirán en diciembre, en reemplazo de los peronistas Miguel Pedrola y Patricia Romero, los socialistas Roberto Meier y Oscar Pieroni, y el radical Delfor Hernández.
En Venado, entonces, habrá dos tapas que esperar: la del lunes 6 de julio, y la del lunes 7 de septiembre.
En principio, la nómina del sector justicialista liderado por el intendente José Freyre, es la que asoma con mayores posibilidades de erigirse en la más votada de la primaria del PJ, pues si bien en las elecciones de concejales de medio término el sufragio tiende a dispersarse un poco más, también son tomadas por los gobernantes como una suerte de plebiscito para la gestión, y entonces se opera con especial esfuerzo para buscar la revalidación a través de un espaldarazo electoral, que además pueda otorgarles una indiscutible mayoría propia en el Concejo.
El oficialismo concurre a las próximas internas con el antecedente de un contundente desempeño electoral que, a fines de 2007, depositó a Freyre en el Sillón de Aufranc, con la yapa de apropiarse de tres de las cuatro concejalías en disputa. Pero, en ese entonces, el candidato imbatible era Poroto, la esperanza blanca del scottismo; ahora, la lista municipal es encabezada por el aún “desconocido” secretario de Promoción Comunitaria, Germán Mastri, que no se caracteriza ni por la militancia partidaria, ni por el alto perfil en la función pública. Más aún, accedió a ese sitial de privilegio porque el secretario coordinador Hernán Roma prefirió contribuir con Freyre desde espacios de trabajo más ligados al planeamiento estratégico (el Plan General, por ejemplo) y menos atados a los vaivenes de la coyuntura. Tal vez la mayor virtud de Mastri sea la lealtad al jefe. Por eso, se aguarda que, de un momento a otro, Freyre -así como lo hizo Hermes Binner en la provincia- abandone la prescindencia y salga a pedir el apoyo para su lista, a los efectos de “profundizar el cambio” y “defender el modelo” -u otra consigna marketinera por el estilo- con una rotunda victoria en las urnas, no solo sobre sus oponentes internos, sino también en las generales de septiembre. El intendente sabe que, además de lidiar con Patricia Romero y Jorge Viano, y en menor medida con Luis “Topo” Antonelli -todos ellos precandidatos a concejales-, debe redondear un marcador contundente para aventar eventuales críticas a un armado político que dejó afuera a los grupos reutemistas y kirchneristas locales, para consagrar una formación porotista ciento por ciento.
Para el oficialismo, el resultado soñado es el que les daría los tres primeros lugares de la lista peronista al cabo de las primarias, porque significaría sacar del medio al omnipresente lucifuercismo. Sin embargo, Freyre saldría airoso igualmente si el vianismo colocara el tercero en la lista final, porque aseguraría el ingreso de dos ediles propios, y siendo uno solo el que renueva, obtendría la preciada mayoría de cinco concejales. Idéntica situación se daría si Romero accediera al segundo lugar, pero en tal caso la agrupación “17 de Octubre-Lealtad” podría jactarse de haber achicado la brecha con los administradores del poderoso aparato municipal.
En el Frente Progresista, el candidato más fuerte en la teoría es el socialista Roberto Meier, que se postula para un tercer período consecutivo. Desde que fue electo concejal en 2001, el Tío, además de ser reelecto en 2005, se presentó como candidato a intendente en 2003 y 2007, siempre con números decorosos, sobre todo en 2003, cuando perdió con Roberto Scott por unos pocos centenares de votos. Sin embargo, hoy Meier dejó de ser la síntesis de la oposición, desde que dejó en el camino aliados irrecuperables. En estas primarias, no solo enfrentará a un radicalismo unido en torno a la precandidatura de Carlos Díaz Vélez -junto con el PDP-, sino también a sus viejos compañeros de andanzas, como el concejal Oscar Pieroni, que cuenta con el apoyo de su par Fabián Vernetti; la jefa del PS local, Rosana Bellatti; y el candidato a senador nacional suplente Juan Moscoso, en un sector donde permanece el grueso de la militancia socialista. Asimismo, otra vertiente del partido de la rosa, la que lidera Guillermo Morel, en alianza con el ARI de Elisabeth Seret, también formó su propia lista.
Según la mesa chica meierista, el objetivo de máxima es adueñarse de los dos primeros puestos de la lista definitiva, pero admiten que “sería muy difícil” duplicar al segundo, aun cuando descuentan que serán los más votados en la interna. Para Meier, el triunfo, además de liderar la nómina y relegar una vez más a la UCR, será corroborar en las urnas que, según él mismo deslizó, Pieroni y Morel no están en condiciones de edificar proyectos alternativos al suyo en el marco del socialismo.
Mientras tanto, los tres sectores binneristas opositores al Tío, pretenden, cada uno con sus estrategias, hacerle sentir en esta interna una merma de su caudal histórico, para enrostrarle que hasta ahora podía ser el referente opositor respaldado por todos, pero jamás un líder todopoderoso que encarna a la oposición. Ese es el gran riesgo que corre Meier en esta oportunidad, donde hasta la postulación de Martín González amenaza con restarle votos; en 2007, Martín, hoy en Proyecto Sur, había apoyado a los pueblenses -antes de su salto al socialismo- desde el Movimiento Mate, pero ahora se despega para impulsar su propio proyecto, en sintonía con el candidato a diputado nacional Carlos del Frade.
Como Binner y Reutemann en Santa Fe, donde uno solo es candidato, Freyre y Meier en Venado, tienen que revalidar laureles, y así como son los más conocidos por la población y acreditan respetables caudales electorales, por esa misma razón tienen que asumir los más grandes desafíos en esta contienda.

(Publicado el viernes 5 de junio de 2009 en diario El Informe)

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