Entrevista a Juan Arnaldo Venturini




Presupuesto 2006, demorado e inflado

El ex secretario de Hacienda y ex concejal Juan Arnaldo Venturini analiza la importancia del Presupuesto para la gestión municipal y reprocha a la Intendencia por la demora en el envío del proyecto al Concejo. Según su punto de vista, los ingresos estimados para 2006 son exagerados, al igual que los gastos. Alerta que los balances de las cuentas públicas son deficitarios desde 2001. Y cuestiona la sobredimensionada planta de personal y la ineficiencia de la gestión. Además destaca otros datos inquietantes, como el sostenido incremento de los subsidios en desmedro de la inversión real, y el desmesurado aumento de partidas para honorarios profesionales.

- ¿Qué representa el Presupuesto para una gestión municipal?
- Según lo prescribe la Ley Orgánica de Municipalidades, antes del 31 de diciembre de cada año, el Departamento Ejecutivo debe enviar al Concejo, para su consideración y aprobación, el Presupuesto Municipal, cuyo diseño debe responder a dos condiciones: informar una estimación de recursos (ingresos) y un cálculo paralelo de las erogaciones (gastos), que se constituirán, una vez aprobado el documento, en el tope máximo que el gobierno podrá desembolsar, para cada uno de ellos, y para todo el período fiscal al que se refiere. Un dato no menor es que la ley prevé, expresamente, que es facultad exclusiva del Concejo la sanción del Presupuesto, a propuesta del Ejecutivo.
Dado que la Administración Pública no puede funcionar sin las referencias y controles que permite un Presupuesto, cuando ese documento (como en nuestro caso) no ha sido aprobado (para el ejercicio fiscal 2006), continúa en vigencia -por proporciones mensuales- el correspondiente al ejercicio anterior, recibiendo el nombre técnico de “reconducido”.

- ¿Con qué criterios evalúa el Concejo el proyecto del Departamento Ejecutivo?
- El Concejo Municipal debe analizar el presupuesto dentro de los parámetros y límites globales. En rigor, es usual que se apruebe ese documento con cifras globales, y luego el Departamento Ejecutivo, mediante un decreto, debería reasignar o distribuir al interior de la Administración Central (áreas o centros de gastos o de actividad), las sumas que en cada caso considera necesario. Este criterio implica una hipótesis de gran elasticidad, extrema, donde el Ejecutivo tiene la facultad de reasignar internamente, sin intervención del Concejo, las partidas de gastos.
En otra hipótesis alternativa, aquella reasignación es analizada por el Concejo, sobre la base de la propuesta detallada del Ejecutivo, e implica, sin duda, y aun cuando aceptemos un mayor criterio de rigidez de gestión, un control más férreo del Poder Legislativo, dado que determina en detalle el origen de los recursos, y fundamentalmente el destino del gasto con un control preventivo. Entre las dos alternativas, me inclino por la segunda.

- A pesar de su importancia, la cuestión del Presupuesto no despierta mayor interés en la gente, ni siquiera en las instituciones intermedias.
- Es que se han impuesto culturalmente en los últimos 30 años determinados paradigmas según los cuales, lo público es de “otro”. Y si es de “otro”, resulta ajeno a lo propio o a lo “nuestro”. Así se explican ciertas conductas sociales, desde la absoluta falta de respeto a las normas de tránsito, el medio ambiente, la higiene pública, llegando hasta la gestión de los fondos públicos. Paralelamente, si eso se ha inducido en la población en general, en cierto sector de la clase dirigente, lo “público”, de la mano de la “privatización”, ha pasado a ser “privado”, con la consiguiente resistencia a rendir cuentas.
Es cierto que el “tema Presupuesto”, su ejecución, control, no están instalados en la sociedad en general, ni en los medios en particular. También es cierto que este instrumento de gestión (el presupuesto) resulta poco utilizado incluso en la actividad privada (salvo en estructuras organizacionales importantes). Durante muchos años, el proceso inflacionario y la propia incertidumbre jurídica, económica y financiera, han hecho que en nuestro país (y nuestro medio), la actividad de proyectar no solo se dificultara sobremanera, sino que además se tornara inútil o ineficaz.
Así, la ausencia de presupuesto, o la laxitud en su diseño, ejecución y control, han servido para improvisar decisiones sobre la marcha. En general, la tarea de planear exige esfuerzo intelectual, búsqueda de consensos, consideración y selección de opciones o alternativas, necesidad de establecer prioridades, asumir compromisos de corto y mediano plazo, etc. Cualquiera de estas cuestiones, o la suma de ellas, pondría en figurillas a más de un dirigente político.

- Que el Presupuesto se esté evaluando a pocas horas de ingresar en el segundo semestre, ¿demuestra que no es prioridad para esta gestión municipal?
- El envío tardío del Presupuesto es una señal respecto de la poca importancia que se da a la más elemental planificación de la gestión pública, más aún cuando no cuenta el Concejo con la debida documentación -rendición final de cuentas- que obligatoriamente debe presentar el Departamento Ejecutivo antes del 30 de abril de cada año, respecto del ejercicio fiscal finalizado (2005). En este caso, esa rendición sería de suma utilidad para evaluar los nuevos valores solicitados, permitiendo compararlos con las cifras efectivamente recaudadas y erogadas en el año anterior.

- ¿Cuál es su análisis preliminar sobre las estimaciones que contiene el proyecto de Presupuesto 2006?
- A pesar de ciertas limitaciones informativas, es posible ensayar un análisis general del proyecto presentado, en relación con los valores de 2005 (iniciales y ampliados), y su respectiva ejecución. El proyecto de Presupuesto plantea para la Administración Central (Departamento Ejecutivo y Concejo, sin contar el Instituto Municipal de Previsión Social), un total de recursos y erogaciones que asciende a 51,9 millones de pesos (para ambos conceptos la cifra es igual, en tanto se trata de cálculos preliminares), que significan, sobre los valores efectivamente realizados en 2005, incrementos del 60,9 % en los recursos y del 47,1 % en los gastos.
Además de estos fuertes incrementos, las cifras llaman la atención si pensamos que en el Presupuesto aprobado para 2006 de la Municipalidad de Rosario, el total de recursos previstos asciende a 568,6 millones de pesos, mientras que los gastos ascienden a 582,6 de pesos. El resultado, es un déficit calculado en alrededor de 14 millones de pesos. Esos valores, para una población de un millón de habitantes implican un gasto de 590 pesos por habitante y por año; para Venado Tuerto (que bordea los 73 mil habitantes), esa relación se eleva a 720 pesos.

- La recuperación económica de los tres últimos años se demuestra en el incremento de los ingresos que consigna el Presupuesto.
- Si repasamos las cuentas totales desde 1991 a 2005 (ver gráfico 1), se aprecian los montos (a valores históricos) de los ingresos y egresos ejecutados en cada año. En este sentido, sobresale con claridad el rápido incremento de las cifras a partir de 2003, atribuible a la recuperación económica que impulsa el crecimiento de los ingresos y el correlativo crecimiento de las erogaciones, básicamente en subsidios e inversión real, aunque esta última dirigida prioritariamente en los últimos ejercicios a equipamiento administrativo, sin que la obra pública alcance los valores del período 1993/95. Asimismo, es llamativa la persistencia del exceso de las erogaciones respecto de los ingresos anuales, lo que significa que los gastos comprometidos en cada año superaron mayoritariamente a los ingresos percibidos efectivamente, con ejercicios deficitarios desde 2001 hasta el presente.

- Al parecer el intendente piensa gastar mucho más dinero este año, y es muy optimista en cuanto a la recaudación.
- Así es. El cotejo entre los ingresos presupuestados para 2005 y 2006 pasan de una estimación de 45,3 millones a otra de 51,9 millones (ver gráfico 2), lo que representa un crecimiento del 14,8 %. Si la comparación la realizamos sobre los valores realmente ingresados (ejecutados), se desprende que el optimismo sobre los ingresos es muy grande, dado que se ha calculado un aumento del 60,9 %. Y la confianza es aún mayor si se piensa que la ejecución efectiva de ingresos de 2005, respecto de lo presupuestado, fue del 71,3 %.
Un análisis similar, ahora para los gastos, indica que la previsión presupuestaria para 2006 es un 17,7 % superior a igual concepto de 2005, y un 47,1 % sobre los valores comprometidos como gasto, aun cuando en las cifras de erogaciones totales no se ha deducido la suma de 1,2 millones imputada como convenio de pagos de honorarios por el Ejecutivo. Ese monto fue anulado por ordenanza del Concejo, pero aún así, la referida cuenta se encontraría excedida en su ejecución, por encima de los valores autorizados por el Concejo para el ejercicio 2005.

- ¿De dónde supone el gobierno municipal que provendrán esos mayores ingresos?
- En el Presupuesto 2006, la Intendencia ha estimado un incremento del 29,9 % de fondos provenientes básicamente de la coparticipación, respecto al Presupuesto 2005, y del 53,9 % respecto a los fondos efectivamente percibidos por tales conceptos en el año terminado. La experiencia del 2004 indica que Venado participó del 2,25 % del total de la coparticipación provincial abonada. Ese porcentaje se redujo al 2,15 % en 2005. Hasta abril del corriente año, los giros realizados por el gobierno santafesino al conjunto de las localidades por tal concepto bordearon los 245 millones (un promedio de 61 millones mensuales). Una proyección lineal de tales valores para todo el año, manteniendo un porcentaje como el referido, determina una expectativa de ingresos del orden de 17 millones de pesos, muy inferior a los 21,4 millones incluidos en el cálculo de recursos a consideración del Concejo.

- ¿Para qué intentaría el Departamento Ejecutivo aumentar “artificialmente” los ingresos calculados?
- Para poder aumentar, paralelamente, y del lado de los egresos, algunas otras partidas. Y en este caso pareciera que el destino correlativo sería un aumento notable en el rubro “inversiones reales”, que no pasarán de meras promesas si los recursos calculados en exceso no se materializan.
La Municipalidad, en un reciente encuentro de secretarios de Hacienda, ha exteriorizado su preocupación por las eventuales (y muy probables) dificultades para cumplir con las pautas de política salarial, emergente de las nuevas decisiones sobre remuneraciones del personal. En ese marco, llaman la atención los incrementos pautados en las tasas municipales (tanto de Tasa General de Inmuebles como de Derecho de Registro e Inspección), habida cuenta de los sustantivos incrementos previstos respecto a los valores ejecutados en 2005, 47,7 % y 39,7 % respectivamente.

- ¿Surgen incorrecciones técnicas en la presentación del proyecto de Presupuesto?
- Más que incorrecciones, correspondería hablar de incongruencias e incumplimientos de disposiciones vigentes. Es evidente que los incrementos porcentuales previstos en el proyecto, tanto en el cálculo de los ingresos, como en los de gastos respecto a 2005 (o a los valores ejecutados de ese ejercicio), no guardan relación alguna ni han respetado los parámetros topes (inflación estimada del 12 % e incremento del PBI del 8 %) previstos por la ley nacional 25.917 de Régimen Federal de Responsabilidad Fiscal al que el propio municipio ha adherido. Tampoco se ha dado cumplimiento en esta oportunidad (ya debió haberlo hecho para el ejercicio 2005 según el Art. 62 de la Ley de Presupuesto Provincial de ese año) a las disposiciones que obligan a presentar los presupuestos por períodos trianuales, aun como ejercicio de planificación. Además, no se han satisfecho las disposiciones de publicación de información (a partir de febrero de 2006) mensual o trimestral respecto de la cuenta de ahorro/inversión/financiamiento y de planta de personal dispuestas por la Ley Provincial 12.397 y su decreto 1975/05.

- ¿La planta de personal está sobredimensionada, como señalan algunos concejales de la oposición?
- El incremento sistemático de la planta de personal municipal (sin incluir Concejo ni Caja de Jubilaciones) determina que la ciudad se encuentre muy por encima de la media de 0,957 empleados públicos cada 100 habitantes, según relevamiento sobre 42 municipios realizada por el INDEC. Esa relación, en 1985, era menor a 1,08, para crecer hasta casi el 1,35 para el ejercicio 2004. Este crecimiento del orden del 30% (por encima del crecimiento poblacional) exige mayor dotación de recursos (inmovilización de fondos en edificios, equipos, comunicaciones, etc.), que no siempre significan mejores servicios para el vecino. Y ello muestra claramente un indicador de ineficiencia de gestión (ver gráfico 3). En este sentido, los incrementos en los valores de las partidas para remuneraciones -en porcentajes mayores a los ajustados por la Administración Pública-, sumados a la falta de acompañamiento de organigrama y planta de personal, hacen presumir que se continuará con las políticas de incrementos, sin control de personal ni de remuneraciones.

- ¿El Ejecutivo sigue la tendencia del Gobierno nacional en el aumento exagerado de los subsidios?
- Hay una evolución preocupante en el criterio de asignación de inversiones y transferencias (subsidios) por parte del municipio. Para la comparación (ver gráfico 4) se han ajustado, por promedio de variación de precios mayoristas y minoristas, las erogaciones totales correspondientes en tales rubros, para los ejercicios 1991 a 2005, dividiendo cada una de ellas por la cantidad de habitantes estimadas según variaciones intercensales. En general, y con preponderancia en 1991/2001, la inversión real por habitante siempre estuvo por encima de la relación subsidios/habitante. Por el contrario, a partir de 2002, los subsidios crecen más rápidamente que la inversión, hasta superarla en 2005 (67,4 pesos por habitante en subsidios contra 60,8 en inversión real).

- Pero algunos subsidios son indispensables…
- Seguro, pero también es cierto que a esos subsidios los perciben los destinatarios más allá de la justicia en su necesidad, urgencia y/o aplicación, basada en la discrecionalidad de la decisión, en tanto no existe debate al respecto, mientras que la inversión es recibida como beneficio directo o indirecto por todos los vecinos. Al respecto, sería deseable que el Concejo participara más directamente en la asignación de los subsidios, precisando programas y planes, o bien se siguiera el ejemplo de otras experiencias, donde los vecinos (contribuyentes), en las boletas de pago de servicios, determinan (votan) por el destino y/o la entidad que desea reciba prioritariamente una determinada asignación de fondos. Esta opción podría conducir, incluso, a mejorar la recaudación de tasas y derechos, además de servir como un mecanismo de participación directa.

- Los honorarios a terceros que tanto debate generaron en este primer semestre vuelven a llamar la atención.
- Sí. Los honorarios a terceros crecen de modo sistemático. Eran 400 mil pesos en 2003; 500 mil pesos en 2004; casi 1,3 millones en 2005 y más de dos millones para este año. En esos incrementos, si bien están incluidos, no inciden los honorarios correspondientes a profesionales de la Asistencia Pública Municipal, que han seguido las pautas de incremento de retribuciones en general. También podríamos recordar, como referencia, que en 1995 se habían presupuestado 60 mil pesos para erogaciones de honorarios.

- ¿Qué expectativas tiene respecto a la tarea de los concejales con el proyecto de Presupuesto 2006, según sus experiencias como secretario de Hacienda y edil en los años ‘80?
- Bueno, precisamente la Ley de Responsabilidad Fiscal a la que ha adherido la Municipalidad, con su cumplimiento, abriría una instancia para, a partir de lo ocurrido en 2005, analizar y diseñar una prudente gestión para 2006 y los siguientes dos ejercicios (2007 y 2008), que se vea reflejada en un Presupuesto estimado sobre bases más sólidas, congruentes y eficientes, que las que emergen del que se encuentra en estudio.

(Publicada el viernes 21 de julio de 2006 en diario El Informe de Venado Tuerto)

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