Las internas fagocitan al "verdadero Venado"

Pocas veces la ciudad de Venado Tuerto atravesó un clima de convulsión política y social tan exacerbado como en estos últimos meses. Peor aún es que no se trataría de un fenómeno pasajero, sino que amenaza con instalarse durante -al menos- los dos años venideros, caracterizados como escenarios de ásperas luchas por el poder real en la ciudad. Hasta los Bomberos Voluntarios están embarcados en refriegas institucionales inéditas, aunque ahora, con la intervención de la federación provincial, intentan apagar el incendio como si nada grave hubiera sucedido entre la base bomberil y la flamante mutual.
La mismísima Asociación Italiana, en pleno concurso de acreedores, sufre un encarnizado enfrentamiento -aún no explotó públicamente-entre directivos y padres de alumnos por el futuro de las escuelas, el cine Verdi y otras propiedades de la malograda institución. Ni siquiera el recoleto ámbito de entidades intermedias, como el Centro Regional para el Desarrollo, el Centro Comercial y la Cámara Regional de la Industria y Comercio Exterior, está a salvo de feroces internas.
Hasta el nuevo Concejo, a partir del ingreso de dos ediles de carácter más combativo que los salientes, como Oscar Pieroni y Patricia Romero, podría constituirse en un espacio de confrontación mucho más complejo de superar para un Departamento Ejecutivo liderado por un político personalista, como Roberto Scott, que se encontró hasta ahora con concejales más inclinados a ofrecer un gentil cogobierno que a ejercer una oposición más afilada.
Ni que hablar en el terreno de los enconos intestinos de la Cooperativa de Obras Sanitarias, con una dirigencia sorda y ciega que se autodestruye a fuego lento en la hoguera de las vanidades. En tanto, con la prometida reforma del sistema electoral y el desembarco de viejas caras nuevas en el Consejo de Administración, la Cooperativa Eléctrica consiguió abrir un paréntesis de sosiego mientras maduran los cambios estatutarios que deberán garantizar a los asociados la igualdad de oportunidades para acceder a la asamblea de delegados y, como consecuencia, al gobierno de la empresa.
Tanto en Obras Sanitarias como en la Eléctrica, estos procesos desembocarán durante 2006 en elecciones de delegados que despertarán inusuales expectativas en la ciudad. También el año próximo albergará la renovación de autoridades vecinales en todos los barrios. En esas pugnas, donde se estrenarán las reformas en la polémica ordenanza reglamentaria, quedará expuesta en toda su dimensión la lucha de aparatos entre scottistas y lucifuercistas, como antesala de las atractivas primarias justicialistas de 2007.
Será entonces cuando se libren los primeros combates cuerpo a cuerpo rumbo a la madre de las batallas, y tan furiosa es la pendencia que, desde el vamos, ambos sectores prometen respaldar en las generales, en caso de perder la primaria, al postulante surgido de las filas opositoras.
Caracterizado por su espíritu belicoso, el intendente parece haber contagiado al conjunto de la dirigencia local en su vehemencia, aunque no debería jactarse de ello, pues los liderazgos positivos son aquellos que generan consensos políticos y sociales para el desarrollo equitativo de las sociedades.
Hoy, divorciado con el lucifuercismo gobernante en la Eléctrica, Scott vuelve al ruedo advirtiendo que podría llamar a licitación para cubrir el servicio de alumbrado público. Enojado también con los oficialistas “Vecinos” de Obras Sanitarias -en las últimas elecciones respaldó a la opositora lista “Unidad”-, trata por estos días de restar protagonismo a la empresa cooperativa en el cometido de erradicar el Basural y dar un tratamiento digno del siglo XXI a los residuos sólidos domiciliarios.
Así se comporta el verdadero Venado, el Venado profundo, cuya realidad se distancia de los generalizadores comportamientos de ciudad invadida por nuevos ricos que se empecinan en hacer creer los grandes medios gráficos con esporádicos artículos a pedido.
Cuenta la leyenda -una de las tantas- que el venado tuerto original advertía sobre el desembarco en estos campos de forasteros con malas intenciones. Hoy no haría falta la presencia del emblemático venadito: nos peleamos entre nosotros. Y no necesariamente en defensa de un objetivo superior.

(Publicado el miércoles 21 de diciembre de 2005 en diario El Informe de Venado Tuerto)

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