Por algo el presidente del bloque de diputados nacionales del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, había confesado meses atrás a un colega: “¡No, a Venado no quiero entrar!, si querés hacemos la nota en una estación de servicios de ruta 33, cuando vaya para Rufino”.
Por fin, esta tarde el precandidato a gobernador presidirá un plenario de la militancia en el Teatro Ideal, pero con nuevos ingredientes. Ya no es el gremialista Jorge Viano su referente local -el Chivo sabía que firmando con el lucifuercismo se ganaba el odio scottista-, sino que lo recibirá un complejo mosaico político en gestación desde que el ex senador provincial Antonio Prats se erigió en el armador territorial del sector en General López. En esa línea, un grupo de dirigentes locales liderado por Oscar Barotto (Marcelo Cacciurri exclamó: “Tarde comprendí” y se bajó por disidencias con el director teatral) se dedicó a la organización del acto, reclutando adhesiones dispersas en el tercer sector del PJ y, según cuentan los promotores, en el grupo del supersecretario José Freyre, que también aportaría militantes. En cambio, el lucifuercismo rechazó el convite y decidió sentarse a esperar una mejor oportunidad, lejos de las butacas del remodelado Ideal. La misma actitud prescindente adoptará la corriente de Julio Eggimann, que antes de embanderarse con uno u otro precandidato, aguardaría los dictados de Kirchner. “Ni siquiera sabemos si habrá internas o si el Presidente bendecirá un candidato”, argumentó el ex diputado provincial.
Las discrepancias entre los sectores del justicialismo local son mayúsculas, pero también se advierten en el seno de sus fracciones internas, como el scottismo, que tiempo atrás se había abroquelado para embestir contra el lucifuercismo en la Batalla del Samco, pero ahora retornó a sus contradicciones. Mientras se anuncia una solapada presencia del porotismo en el acto de esta tarde, el intendente Roberto Scott se jacta de haber fichado con el precandidato Rafael Bielsa, y el senador provincial Ricardo Spinozzi es co-protagonista del lanzamiento de una línea interna reutemista. Algo así como un huevo en cada canasta.
Jaqueado por todos los flancos: encuestas que no lo favorecen, la irrupción de Bielsa -ahora con el apoyo de la Liga de Intendentes-, y las sistemáticas operaciones para que el Lole acepte la candidatura, el Chivo desembarcará en busca de ganar espacios en un territorio complicado, donde son más los que esperan decisiones desde arriba que aquellos dispuestos a fortalecer desde la base un proyecto político provincial.
Honestidad brutal
En el Frente Progresista, Cívico y Social no hay discusiones con el candidato a gobernador, pues Hermes Binner es el hombre de consenso, pero subsisten las idas y vueltas entre socialistas y radicales por la designación del candidato a vicegobernador. Y en el orden local, la situación es tan caótica como dentro del PJ, salvo que las pugnas no son entre líneas internas sino entre partidos distintos. En el comienzo de la semana, Ernesto De Mattía sacudió el tablero político con severas advertencias a Lisandro Enrico y Roberto, los dos precandidatos a intendente de la coalición opositora. Lejos del caudal de adhesiones de los ’80, De Mattía es referente de un sector que conserva cierta influencia en la UCR local, incluso después de haber perdido la interna. Disgustado con Lisandro por lanzarse sin conciliar con el sector Verde que él lidera, alertó que no está descartada la presentación de dos postulantes de la UCR en las primarias. En la misma línea, al Tío Meier le pidió que respete las condiciones del frente, a cambio de garantizarle su apoyo en las elecciones generales, si es que los pueblenses se imponen en las primarias. Apelando por enésima vez a la honestidad brutal, Meier procedió con De Mattía con el mismo rencor visceral con que suele denostar al lucifuercista Jorge Viano, aun cuando ambos dirigentes podrían resultar decisivos para su desembarco o no en la Intendencia, sobre todo en la elección polarizada y ajustada que se pronostica. No obstante, el Tío los condena una y otra vez, rechazando el apotegma de que “los enemigos de mis enemigos son mis amigos”. En rigor, él no se siente enemigo de Scott, ni siquiera le resulta cómodo que lo mencionen como opositor del gobierno municipal. “Soy un candidato alternativo”, suele corregir a sus interlocutores.
Por las cooperativas
Hoy se completa otra semana de intensas negociaciones entre los referentes de los cuatro sectores que obtuvieron representantes en la asamblea de delegados de la Cooperativa de Obras Sanitarias. Los ideólogos de la alianza Unidad, que desde el vamos amenazaron con judicializar la asamblea -¿si los resultados eran adversos a sus intereses?-, ya ensayan cómo escandalizarse si prospera la coalición tan temida entre Luz y Fuerza, Vecinos y Renovación, que juntos sumarían 21 delegados y superarían los 17 de Unidad.
Habíamos vaticinado que aun con pocos delegados un sector podía adquirir protagonismo en el debutante esquema de representación proporcional. Así sucedió con pueblenses y socialistas (Renovación), que a pesar de adjudicarse apenas 4 de los 38 delegados, hoy son jueces de la contienda. Las opciones son: inclinarse por Unidad (17 delegados), o por la alianza -ya consumada- entre dos reconciliados como los Vecinos y Luz y Fuerza (suman 17 delegados entre los 12 de los primeros y los cinco de los segundos). Si bien aún no hay nada abrochado, en las últimas horas se habría reforzado la posibilidad de que los cuatro delegados de Renovación (tres socialistas y un pueblense) consoliden una nueva mayoría junto a los Vecinos y Luz y Fuerza, en una sociedad impensada antes de los comicios. Después de calificar a Unidad como una “enclenque alianza” de ex Veveú, históricos, scottistas, 12 de Junio y Sindicato de Obras Sanitarias de Rosario, entre otros, un delegado renovador justificó ayer que “los sistemas electorales indirectos permiten este tipo de negociaciones, como es la segunda vuelta en las presidenciales, donde pueden establecerse acuerdos para imponerse a la primera minoría. Estábamos acostumbrados a cooperativas con listas únicas, pero la pluralidad favorece estas alianzas, siempre y cuando sean para beneficio de la empresa”, completó la fuente, sin dar más precisiones.
También la Cooperativa Eléctrica arrojó novedades en la semana de la primavera y del bioetanol de George Soros, pues se conoció que el dematiísta Matías Savino había ingresado a último momento como candidato a delegado en una de las listas del lucifuercismo, dando lugar a desmedidos alardes del concejal Delfor Hernández, ya que la designación como delegado de Savino no transforma a la UCR en una fuerza influyente dentro de la Cooperativa Eléctrica que el 1 de octubre elegirá 82 delegados, ni tampoco implica una democratización de la entidad. En este sentido, un rumor que trascendió en los corrillos legislativos del último miércoles es que se habrían desvanecido las últimas esperanzas de retrasar las elecciones de la Eléctrica en virtud de una reciente notificación del Inaes que requiere correcciones en cuatro artículos del estatuto reformado en nuestra ciudad por la asamblea extraordinaria de delegados de mayo pasado. Así pues, recién en 2007 los venadenses disfrutaremos también en la Cooperativa Eléctrica de comicios sin credenciales y con representación proporcional.
(Publicado el viernes 22 de septiembre en diario El Informe de Venado Tuerto)
El análisis político de la semana. Encuestas. Reflexiones. Chismes. Notas de archivo. Un espacio para pensar.
Del abrazo del oso del scottismo a las curiosas alianzas en la COS
Si junto a la sección Las frases de la semana, El Informe seleccionara La foto de la semana, no hay dudas de que hoy hubiera sido escogida la de los concejales scottistas y pueblenses, codo a codo, sobreactuando el reclamo de postergar la fecha de elecciones de la Cooperativa Eléctrica, una semana después de haber aprobado en el Concejo una resolución unánime en ese sentido. El título de la fotografía con los seis ediles habría sido El abrazo del oso, con el scottismo como El Oso y los meieristas como los abrazados.
Más lúcidos, los radicales Lisandro Enrico y Delfor Hernández no se plegaron a la puesta en escena -tampoco la lucifuercista Patricia Romero, obviamente- montada por el presidente del Concejo, Miguel Pedrola, aun cuando habían respaldado el pedido para que la convocatoria a elecciones se haga en el último plazo posible, a la espera de que el Inaes apruebe el nuevo estatuto eléctrico que, entre otras reformas, elimina las credenciales e incorpora la representación proporcional.
Con su participación en la conferencia de prensa, el sector liderado por Roberto Meier, el primero en exigir la democratización de la Cooperativa Eléctrica, legitimó la insólita pretensión scottista de mostrarse como el nuevo paladín de la apertura en las cooperativas de servicios públicos. El intendente Roberto Scott no es precisamente un virtuoso de la democracia ni de la transparencia. La calidad institucional no es lo que abunda en nuestra ciudad. Tampoco la memoria. Así pues, cuando los scottistas se disfrazaron de democráticos para reclamar la postergación de las asambleas eléctricas (parecían militantes de base de Unirce), los meieristas tendrían que haberles recordado a los venadenses que el intendente y los suyos pecan de hipocresía con estas teatralizaciones, que recién estrenaron cuando el lucifuercismo se les plantó como oposición interna en el justicialismo local. Cuando Scott amenaza con invadir la Eléctrica, no lo hace desde la perspectiva de los intereses ciudadanos, sino en busca de ampliar sus dominios políticos, como también intentó hacerlo ayer en el Colegio de Abogados, recibiendo un duro revés en toda la región.
Para colmo, esa rueda de prensa volvió a distanciar a Pueblo de la UCR, como ya había sucedido en el Samco y en la Cooperativa de Obras Sanitarias. Ni Roberto Meier ni Lisandro Enrico (¿el delforismo le impondrá el primer candidato a concejal?) podrán acceder a la Intendencia con la desconfianza mutua que hoy caracteriza la relación entre ambas fuerzas. A un año de las elecciones generales del domingo 2 de septiembre, unos y otros, con estas actitudes, son funcionales al continuismo scottista en el poder municipal.
Todo puede suceder
En las últimas horas trascendió la versión de un acuerdo cuatripartito en la Cooperativa de Obras Sanitarias que, de progresar, se convertiría en un inusual gesto de la dirigencia. El objetivo sería que los distintos sectores participantes accedan al Consejo de Administración en proporción a los votos obtenidos el último domingo. Como es posible que en la próxima asamblea general de delegados deban elegirse siete cargos (seis consejeros y un síndico), el primer borrador propondría que la triunfante lista Unidad se lleve tres consejeros; Luz y Fuerza, dos; y que entre Vecinos y Renovación definan el restante consejero y la estratégica sindicatura de la empresa. Si bien algunos referentes insisten en darle crédito a esta embrionaria negociación que contemplaría los intereses de todas las partes, la realidad indicaría otra cosa. Por ejemplo, que los lucifuercistas (12 delegados) y los Vecinos (5 delegados) se abroquelen para igualar los 17 representantes de Unidad. La zaga de desencuentros entre ambos desmentiría esta hipótesis, pero en la política, a veces, no une el amor sino el espanto, y los eléctricos reniegan de los scottistas, tanto como los Vecinos de los ex Vecinos Oscar Demarchi (¿candidato a presidente de la COS?) y Vicente Vivas, que se agrupan en Unidad. En ese escenario, adquiere gran importancia la tropa de Renovación (pueblenses y socialistas), que a pesar de haber cosechado apenas cuatro delegados, podría desequilibrar la pugna. En principio, el conocido antilucifuercismo de Meier presagiaba un apoyo automático a Unidad, pero la influencia política del pueblense no sería tanta, un poco por cuestionamientos internos y otro poco porque tres de los cuatro delegados responden al socialismo: Juan Moscoso, Guillermo Morel y Violeta Alvarez, cuyos dirigentes suelen adoptar posiciones más decididamente opositoras que las del barbado Tío. En la mañana de ayer, uno de estos referentes aseguró a El Informe: “Acá no hay nada dicho… vamos a charlar con todos los sectores, sin prejuicios. El objetivo es acordar lo mejor para la Cooperativa”. El mensaje, aunque breve, dejó resquicios para interpretar que aún no está descartado un pacto entre Renovación, Luz y Fuerza y Vecinos, que reformularía las estrategias para la Cooperativa de Obras Sanitarias y dejaría fuera de combate nada menos que a la lista Unidad.
(Publicado el viernes 15 de septiembre en diario El Informe de Venado Tuerto)
Más lúcidos, los radicales Lisandro Enrico y Delfor Hernández no se plegaron a la puesta en escena -tampoco la lucifuercista Patricia Romero, obviamente- montada por el presidente del Concejo, Miguel Pedrola, aun cuando habían respaldado el pedido para que la convocatoria a elecciones se haga en el último plazo posible, a la espera de que el Inaes apruebe el nuevo estatuto eléctrico que, entre otras reformas, elimina las credenciales e incorpora la representación proporcional.
Con su participación en la conferencia de prensa, el sector liderado por Roberto Meier, el primero en exigir la democratización de la Cooperativa Eléctrica, legitimó la insólita pretensión scottista de mostrarse como el nuevo paladín de la apertura en las cooperativas de servicios públicos. El intendente Roberto Scott no es precisamente un virtuoso de la democracia ni de la transparencia. La calidad institucional no es lo que abunda en nuestra ciudad. Tampoco la memoria. Así pues, cuando los scottistas se disfrazaron de democráticos para reclamar la postergación de las asambleas eléctricas (parecían militantes de base de Unirce), los meieristas tendrían que haberles recordado a los venadenses que el intendente y los suyos pecan de hipocresía con estas teatralizaciones, que recién estrenaron cuando el lucifuercismo se les plantó como oposición interna en el justicialismo local. Cuando Scott amenaza con invadir la Eléctrica, no lo hace desde la perspectiva de los intereses ciudadanos, sino en busca de ampliar sus dominios políticos, como también intentó hacerlo ayer en el Colegio de Abogados, recibiendo un duro revés en toda la región.
Para colmo, esa rueda de prensa volvió a distanciar a Pueblo de la UCR, como ya había sucedido en el Samco y en la Cooperativa de Obras Sanitarias. Ni Roberto Meier ni Lisandro Enrico (¿el delforismo le impondrá el primer candidato a concejal?) podrán acceder a la Intendencia con la desconfianza mutua que hoy caracteriza la relación entre ambas fuerzas. A un año de las elecciones generales del domingo 2 de septiembre, unos y otros, con estas actitudes, son funcionales al continuismo scottista en el poder municipal.
Todo puede suceder
En las últimas horas trascendió la versión de un acuerdo cuatripartito en la Cooperativa de Obras Sanitarias que, de progresar, se convertiría en un inusual gesto de la dirigencia. El objetivo sería que los distintos sectores participantes accedan al Consejo de Administración en proporción a los votos obtenidos el último domingo. Como es posible que en la próxima asamblea general de delegados deban elegirse siete cargos (seis consejeros y un síndico), el primer borrador propondría que la triunfante lista Unidad se lleve tres consejeros; Luz y Fuerza, dos; y que entre Vecinos y Renovación definan el restante consejero y la estratégica sindicatura de la empresa. Si bien algunos referentes insisten en darle crédito a esta embrionaria negociación que contemplaría los intereses de todas las partes, la realidad indicaría otra cosa. Por ejemplo, que los lucifuercistas (12 delegados) y los Vecinos (5 delegados) se abroquelen para igualar los 17 representantes de Unidad. La zaga de desencuentros entre ambos desmentiría esta hipótesis, pero en la política, a veces, no une el amor sino el espanto, y los eléctricos reniegan de los scottistas, tanto como los Vecinos de los ex Vecinos Oscar Demarchi (¿candidato a presidente de la COS?) y Vicente Vivas, que se agrupan en Unidad. En ese escenario, adquiere gran importancia la tropa de Renovación (pueblenses y socialistas), que a pesar de haber cosechado apenas cuatro delegados, podría desequilibrar la pugna. En principio, el conocido antilucifuercismo de Meier presagiaba un apoyo automático a Unidad, pero la influencia política del pueblense no sería tanta, un poco por cuestionamientos internos y otro poco porque tres de los cuatro delegados responden al socialismo: Juan Moscoso, Guillermo Morel y Violeta Alvarez, cuyos dirigentes suelen adoptar posiciones más decididamente opositoras que las del barbado Tío. En la mañana de ayer, uno de estos referentes aseguró a El Informe: “Acá no hay nada dicho… vamos a charlar con todos los sectores, sin prejuicios. El objetivo es acordar lo mejor para la Cooperativa”. El mensaje, aunque breve, dejó resquicios para interpretar que aún no está descartado un pacto entre Renovación, Luz y Fuerza y Vecinos, que reformularía las estrategias para la Cooperativa de Obras Sanitarias y dejaría fuera de combate nada menos que a la lista Unidad.
(Publicado el viernes 15 de septiembre en diario El Informe de Venado Tuerto)
Mucho "aparato", pocos votantes y un "resultado final" aún incierto
Una de las conclusiones sobresalientes de la politizada elección de la víspera en la Cooperativa de Obras Sanitarias es que se acabó el tiempo de las hegemonías. Pese a ganar los comicios en la sumatoria de los 11 distritos, cosechando 17 de los 38 delegados en juego, la lista Unidad no consiguió la pretendida mayoría propia (20 delegados). Y ahora deberá negociar con otros sectores para imponer sus criterios en la asamblea general del mes entrante, donde se renovarán los dos tercios del Consejo de Administración (seis consejeros) y el síndico.
Más unidos por el espanto que por el amor -odian visceralmente a los referentes de los Vecinos-, el scottismo puso otra vez, y sin disimulos, el aparato municipal en marcha, en sociedad con dos grupos vinculados a la empresa: los históricos, desplazados en 2002 por los Veveú, y la corriente del resucitado Julio Eggimann, entusiasta fogonero de la agremiación de los empleados en el Sindicato de Obras Sanitarias de Rosario, cuyo secretario general Oscar Barrionuevo participó anoche de los festejos.
También redondeó un buen rendimiento electoral el lucifuercismo, que con sus propias fuerzas, en esta segunda incursión en Obras Sanitarias, consiguió el control de una valiosa docena de delegados.
“En un hipotético escenario de escasos votantes, scottistas y lucifuercistas estarán en mejores condiciones, no sólo por sus vigorosos ‘aparatos electorales’, sino también porque tienen listas en mayor cantidad de distritos”, habíamos anticipado el viernes. Y así fue nomás. Votaron 1.259 personas, una cifra apenas superior a la de candidatos y avales de las cuatro listas participantes. Otra vez el grueso de los asociados optó por la abstención, aun cuando el estatuto brinda la facilidad de sufragar con la sola presentación del DNI.
Tampoco es sorpresa que, pese a su condición de oficialistas, los Vecinos hayan resignado el poder en Obras Sanitarias después de retener apenas cinco delegados. No solo por haberse presentado en 7 de los 11 distritos, sino también porque su pequeña y agrietada estructura había perdido en los últimos tiempos todos los respaldos, tanto de la mayoría del personal de la concesionaria, como del conjunto del arco político.
Por su parte, la coalición de pueblenses y socialistas (lista Renovación), que en otro momento hubiera apoyado a los Vecinos, prefirió concurrir con sus propias candidaturas, pero terminó sufriendo los efectos de la apatía generalizada de los asociados y de la improvisación en el armado de las listas, tanto es así que fue la que compitió con menor cantidad de postulantes (27 de los 38).
Cada sector hará, a partir de hoy, su propia evaluación interna sobre los resultados de ayer. Sin embargo, nadie podrá soslayar que aún es temprano para hablar de vencedores y vencidos. Sin ir más lejos, si se reeditara en la asamblea de delegados de octubre la unidad de criterios demostrada la semana pasada por los referentes de Vecinos, Renovación y Luz y Fuerza, para contraatacar los reclamos de Unidad, sumarían 21 delegados. En ese hipotético escenario, estos tres sectores podrían acordar una lista para la elección de los seis consejeros y dejar afuera a los ganadores de Unidad. También podría suceder que Renovación vuelque sus cuatro delegados en apoyo de los 17 de Unidad, con lo cual sería esta nueva sociedad la que obtendría los 21 delegados.
Aunque hasta hace un tiempo las relaciones eran pésimas entre los Vecinos y el lucifuercismo, hoy habrían restablecido el diálogo, y no debería extrañar que los cinco delegados de los primeros se alíen con los 12 eléctricos para equiparar los 17 de la unión de justicialistas e históricos. Así pues, esa igualdad en 17 delegados la desequilibraría necesariamente la lista Renovación de Roberto Meier y Juan Moscoso. ¿Se inclinará este sector binnerista por la alianza que contiene a scottistas o por la que incluye a lucifuercistas? ¿Contribuirán los progresistas Meier y Moscoso a fortalecer el poder político scottista? ¿Pueblo cometerá el mismo error que en el Samco?
Al fin llegó el día. Hoy tendrá que comenzar una etapa de diálogo entre todas las partes, aunque la sensación es agridulce, por los pocos votantes que ratifican una tendencia inquietante: la gente se despreocupa cuando la elección no es obligatoria. También es cierto que en este abstencionismo hay responsabilidad dirigencial. Tal vez ahora, en un marco de pluralismo y transparencia impuesto por el estatuto, se encuentren mejores rumbos para optimizar la gestión en nuestra Cooperativa de Obras Sanitarias.
(Publicado el lunes 11 de septiembre en diario El Informe de Venado Tuerto)
Más unidos por el espanto que por el amor -odian visceralmente a los referentes de los Vecinos-, el scottismo puso otra vez, y sin disimulos, el aparato municipal en marcha, en sociedad con dos grupos vinculados a la empresa: los históricos, desplazados en 2002 por los Veveú, y la corriente del resucitado Julio Eggimann, entusiasta fogonero de la agremiación de los empleados en el Sindicato de Obras Sanitarias de Rosario, cuyo secretario general Oscar Barrionuevo participó anoche de los festejos.
También redondeó un buen rendimiento electoral el lucifuercismo, que con sus propias fuerzas, en esta segunda incursión en Obras Sanitarias, consiguió el control de una valiosa docena de delegados.
“En un hipotético escenario de escasos votantes, scottistas y lucifuercistas estarán en mejores condiciones, no sólo por sus vigorosos ‘aparatos electorales’, sino también porque tienen listas en mayor cantidad de distritos”, habíamos anticipado el viernes. Y así fue nomás. Votaron 1.259 personas, una cifra apenas superior a la de candidatos y avales de las cuatro listas participantes. Otra vez el grueso de los asociados optó por la abstención, aun cuando el estatuto brinda la facilidad de sufragar con la sola presentación del DNI.
Tampoco es sorpresa que, pese a su condición de oficialistas, los Vecinos hayan resignado el poder en Obras Sanitarias después de retener apenas cinco delegados. No solo por haberse presentado en 7 de los 11 distritos, sino también porque su pequeña y agrietada estructura había perdido en los últimos tiempos todos los respaldos, tanto de la mayoría del personal de la concesionaria, como del conjunto del arco político.
Por su parte, la coalición de pueblenses y socialistas (lista Renovación), que en otro momento hubiera apoyado a los Vecinos, prefirió concurrir con sus propias candidaturas, pero terminó sufriendo los efectos de la apatía generalizada de los asociados y de la improvisación en el armado de las listas, tanto es así que fue la que compitió con menor cantidad de postulantes (27 de los 38).
Cada sector hará, a partir de hoy, su propia evaluación interna sobre los resultados de ayer. Sin embargo, nadie podrá soslayar que aún es temprano para hablar de vencedores y vencidos. Sin ir más lejos, si se reeditara en la asamblea de delegados de octubre la unidad de criterios demostrada la semana pasada por los referentes de Vecinos, Renovación y Luz y Fuerza, para contraatacar los reclamos de Unidad, sumarían 21 delegados. En ese hipotético escenario, estos tres sectores podrían acordar una lista para la elección de los seis consejeros y dejar afuera a los ganadores de Unidad. También podría suceder que Renovación vuelque sus cuatro delegados en apoyo de los 17 de Unidad, con lo cual sería esta nueva sociedad la que obtendría los 21 delegados.
Aunque hasta hace un tiempo las relaciones eran pésimas entre los Vecinos y el lucifuercismo, hoy habrían restablecido el diálogo, y no debería extrañar que los cinco delegados de los primeros se alíen con los 12 eléctricos para equiparar los 17 de la unión de justicialistas e históricos. Así pues, esa igualdad en 17 delegados la desequilibraría necesariamente la lista Renovación de Roberto Meier y Juan Moscoso. ¿Se inclinará este sector binnerista por la alianza que contiene a scottistas o por la que incluye a lucifuercistas? ¿Contribuirán los progresistas Meier y Moscoso a fortalecer el poder político scottista? ¿Pueblo cometerá el mismo error que en el Samco?
Al fin llegó el día. Hoy tendrá que comenzar una etapa de diálogo entre todas las partes, aunque la sensación es agridulce, por los pocos votantes que ratifican una tendencia inquietante: la gente se despreocupa cuando la elección no es obligatoria. También es cierto que en este abstencionismo hay responsabilidad dirigencial. Tal vez ahora, en un marco de pluralismo y transparencia impuesto por el estatuto, se encuentren mejores rumbos para optimizar la gestión en nuestra Cooperativa de Obras Sanitarias.
(Publicado el lunes 11 de septiembre en diario El Informe de Venado Tuerto)
Con cuatro listas, el diálogo será obligatorio en Obras Sanitarias
Sobre el filo de la medianoche del miércoles, el scottismo se convirtió en el cuarto sector en presentar listas de candidatos para las elecciones a realizarse el domingo 10 del corriente en la Cooperativa de Obras Sanitarias. También participará el lucifuercismo, dispuesto a no ceder ni un tranco en la porfía que mantiene con el grupo justicialista que gobierna la ciudad. Aun así, estas asambleas no se reducirán a un capítulo más de la interna del PJ, como sucediera en ocasión de la Batalla del Samco. Esta vez serán de la partida otras fracciones: el oficialismo de los Vecinos y una coalición opositora de tinte binnerista.
Aunque recién la semana que viene se conocerán las nóminas de postulantes oficializadas, la noticia sobresaliente es que, a partir de fin de año, ya no habrá un sector predominante en Obras Sanitarias, sino que será indispensable la “negociación permanente” entre los distintos bloques, como ocurre en los últimos tiempos en el Concejo. Nada mejor para fiscalizar la gestión ejecutiva. Y en virtud de la histórica democratización del estatuto, que ahora incluye el sistema de representación proporcional, la Cooperativa de Italia al 500 tiene la chance de corregir sus propios defectos, posibilitando que los cuatro sectores cuenten con hombres propios. En consecuencia, la futura asamblea de delegados que surja de la voluntad de los asociados no será meramente decorativa, sino que tendrá grandes responsabilidades -incluso los que obtengan menos representantes-, comenzando con la designación de las dos terceras partes del Consejo de Administración. Como la renovación se realizará por listas completas (seis consejeros y el síndico), se descuenta que habrá diálogos y alianzas entre los sectores. “Salvo un acuerdo entre el scottismo y el lucifuercismo, todo es posible”, evaluó un referente oficialista cerca de la expiración del plazo para presentar listas.
Conciente de enfrentar un escenario más complicado que en la elección del triunvirato del Samco, donde consiguió nuclear toda la oposición al lucifuercismo, en esta oportunidad el scottismo participaría con un perfil bajo, dando espacio a otros dirigentes afines, como Oscar Demarchi y Vicente Vivas, junto a Julio Eggimann -líder de un sector de los empleados que batallan por la sindicalización en Obras Sanitarias- y los históricos de Luis Sacco y Carlos Aimo, entre otros referentes.
Por fuera de las propuestas del justicialismo, los Vecinos cargan sobre sus espaldas con una ardua gestión de cuatro años, que muestra grandes logros y estruendosas frustraciones. Desde la consolidación del sistema de agua potable hasta la ruptura del diálogo con el poder político y los trabajadores; desde la saludable democratización del estatuto hasta las fracturas internas y la postergación del tratamiento de los residuos sólidos; siempre en un contexto de dificultades para gestionar por culpa de la judicialización sistemática de la vida institucional.
Después de haber apoyado la experiencia de los Veveú en sus inicios, el meierismo se fue alejando de ellos hasta convertirse en un fuerte cuestionador de sus políticas desde el Concejo. En esta ocasión, la alianza binnerista de pueblenses, socialistas y matistas, decidió promover listas propias, dejando en una posición incómoda al radicalismo, que habría preferido recostarse en la prescindencia. En este sentido, la aparición de caracterizados militantes de la UCR en las listas de la oposición no peronista, tal vez ayude a reflexionar a los dirigentes boinablanca que, en principio, optaron por un curioso abstencionismo, que imitaría el PDP. En un tiro por elevación a sus socios del Frente Progresista, a mediados de semana los jefes del Partido Socialista, el Movimiento Pueblo y el Movimiento Mate, advirtieron: “No podemos abstenernos ni declararnos prescindentes, justamente cuando las instituciones corren el riesgo cierto de ser el botín disputado por las luchas intestinas del Partido Justicialista, como lo hemos comprobado en la escandalosa elección del Samco”.
Hasta ahora hablamos de los dirigentes; de los más comprometidos en la pugna del poder; de los más de mil venadenses, entre candidatos y avalistas, que protagonizarán estas elecciones. Pero cabe recordar que hay más de 15 mil asociados con derecho a elegir. En las patéticas elecciones sanitaristas del año pasado, apenas concurrió un centenar de votantes. Que el domingo 10 sean varios miles los que colmen de responsabilidades a los nuevos gobernantes de Obras Sanitarias.
(Publicado el viernes 1 de septiembre de 2006 en diario El Informe de Venado Tuerto)
Aunque recién la semana que viene se conocerán las nóminas de postulantes oficializadas, la noticia sobresaliente es que, a partir de fin de año, ya no habrá un sector predominante en Obras Sanitarias, sino que será indispensable la “negociación permanente” entre los distintos bloques, como ocurre en los últimos tiempos en el Concejo. Nada mejor para fiscalizar la gestión ejecutiva. Y en virtud de la histórica democratización del estatuto, que ahora incluye el sistema de representación proporcional, la Cooperativa de Italia al 500 tiene la chance de corregir sus propios defectos, posibilitando que los cuatro sectores cuenten con hombres propios. En consecuencia, la futura asamblea de delegados que surja de la voluntad de los asociados no será meramente decorativa, sino que tendrá grandes responsabilidades -incluso los que obtengan menos representantes-, comenzando con la designación de las dos terceras partes del Consejo de Administración. Como la renovación se realizará por listas completas (seis consejeros y el síndico), se descuenta que habrá diálogos y alianzas entre los sectores. “Salvo un acuerdo entre el scottismo y el lucifuercismo, todo es posible”, evaluó un referente oficialista cerca de la expiración del plazo para presentar listas.
Conciente de enfrentar un escenario más complicado que en la elección del triunvirato del Samco, donde consiguió nuclear toda la oposición al lucifuercismo, en esta oportunidad el scottismo participaría con un perfil bajo, dando espacio a otros dirigentes afines, como Oscar Demarchi y Vicente Vivas, junto a Julio Eggimann -líder de un sector de los empleados que batallan por la sindicalización en Obras Sanitarias- y los históricos de Luis Sacco y Carlos Aimo, entre otros referentes.
Por fuera de las propuestas del justicialismo, los Vecinos cargan sobre sus espaldas con una ardua gestión de cuatro años, que muestra grandes logros y estruendosas frustraciones. Desde la consolidación del sistema de agua potable hasta la ruptura del diálogo con el poder político y los trabajadores; desde la saludable democratización del estatuto hasta las fracturas internas y la postergación del tratamiento de los residuos sólidos; siempre en un contexto de dificultades para gestionar por culpa de la judicialización sistemática de la vida institucional.
Después de haber apoyado la experiencia de los Veveú en sus inicios, el meierismo se fue alejando de ellos hasta convertirse en un fuerte cuestionador de sus políticas desde el Concejo. En esta ocasión, la alianza binnerista de pueblenses, socialistas y matistas, decidió promover listas propias, dejando en una posición incómoda al radicalismo, que habría preferido recostarse en la prescindencia. En este sentido, la aparición de caracterizados militantes de la UCR en las listas de la oposición no peronista, tal vez ayude a reflexionar a los dirigentes boinablanca que, en principio, optaron por un curioso abstencionismo, que imitaría el PDP. En un tiro por elevación a sus socios del Frente Progresista, a mediados de semana los jefes del Partido Socialista, el Movimiento Pueblo y el Movimiento Mate, advirtieron: “No podemos abstenernos ni declararnos prescindentes, justamente cuando las instituciones corren el riesgo cierto de ser el botín disputado por las luchas intestinas del Partido Justicialista, como lo hemos comprobado en la escandalosa elección del Samco”.
Hasta ahora hablamos de los dirigentes; de los más comprometidos en la pugna del poder; de los más de mil venadenses, entre candidatos y avalistas, que protagonizarán estas elecciones. Pero cabe recordar que hay más de 15 mil asociados con derecho a elegir. En las patéticas elecciones sanitaristas del año pasado, apenas concurrió un centenar de votantes. Que el domingo 10 sean varios miles los que colmen de responsabilidades a los nuevos gobernantes de Obras Sanitarias.
(Publicado el viernes 1 de septiembre de 2006 en diario El Informe de Venado Tuerto)
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