Este año la provincia de Santa Fe estrenará el sistema electoral de internas abiertas, obligatorias y simultáneas, a llevarse a cabo entre 60 y 90 días antes de las elecciones generales, anunciadas para el domingo 23 de octubre. En Venado, la convocatoria tendrá por objeto la renovación de cinco bancas legislativas por la finalización de los mandatos de Miguel Pedrola (PJ), Noemí Rasello de Enrico (PJ), Delfor Hernández (UCR), Roberto Meier (Pueblo) y Juan Moscoso (PS). También en octubre, junto con las generales para elegir concejales, en todos los distritos santafesinos, se votará por listas completas de diputados nacionales.
Apenas inaugurado 2005, se vislumbra en la ciudad una encarnizada pugna en el seno del scottismo por la sucesión -en 2007- del “jefe” del gobierno municipal. Para aplacar la furiosa interna, al intendente no le alcanzó con el gesto de arrebatarle el traje de “único candidato” que le había calzado a su yerno y supersecretario José Luis Freyre, sino que también necesitó “postularse” para un cuarto mandato. “Era la única forma de alinear la tropa”, justificó un ladero del intendente proclive a cultivar el fanatismo de los conversos.
Además, Scott habría decidido bendecir como candidato a la reelección a Miguel Pedrola, quien se adapta como pocos a las necesidades de apaciguar la interna: no persigue un proyecto político propio; jamás se lo incluyó como aspirante al Sillón de Aufranc; también goza de la confianza del senador provincial Ricardo Spinozzi, el segundo “hombre fuerte” del PJ regional, después de Scott. Asimismo, la ratificación de Pedrola, enrolado en otro sector interno, es funcional a la desactivación del “Proyecto Freyre”, que hubiera pretendido desembarcar en la Intendencia en 2007 con hombres de su propio entorno en el Concejo.
La pregunta que aún no tiene respuesta es si Roberto Scott se autopostuló solo para tranquilizar la interna o si realmente está dispuesto a proyectarse a un inédito cuarto mandato consecutivo en la Municipalidad venadense. Lo cierto es que el jefe del Ejecutivo ganó el gobierno en 1995 y perdió las legislativas del ’97. Como respuesta se presentó en el ’99, y fue reelecto. Pero volvió a caer en las legislativas de 2001. Otra vez contestó con la candidatura a la re-reelección en 2003, donde también salió airoso. Entonces, si Scott fuera derrotado en las legislativas de 2005, ¿tendrá la excusa ideal para candidatearse a la re-re-reelección en 2007?
Para algunos, este interrogante se develará recién la noche del domingo 23 de octubre, una vez concluido el escrutinio. Para otros, Scott desoirá otra vez el reclamo de sus nietos, desempolvará el traje de candidato, y saldrá a enfrentar al postulante opositor para que no le “destroce” la Municipalidad, como suele deslizar humorísticamente.
Una nueva derrota en las próximas elecciones no sorprendería a Scott, que en las legislativas de 2001, también con Pedrola a la cabeza, ni siquiera alcanzó los 5 mil votos. Una situación económica-financiera de la Municipalidad más holgada, fruto de mayores ingresos por recaudación y coparticipación, y la embestida en obras públicas programada para este año, son la esperanza del oficialismo para cambiar la historia de tropezones que acumula en las legislativas.
Movida eléctrica
Mientras a duras penas controla su propia interna, en el resto del PJ se precipitan situaciones que incomodan al intendente Scott. Una de ellas es la probable participación, en las primarias, del lucifuercismo comandado por el caudillo cegetista Jorge Viano, que aún se encuentra “midiendo” si intervendrá con candidatos propios. Si bien ya incursionó en otras elecciones en apoyo a distintos sectores (en 2001 respaldó la candidatura de Juan Manzini y en 2003, después del famoso “arreglo extrajudicial” con la Municipalidad, colaboró con el scottismo), en esta ocasión el lucifuercismo proyecta lanzarse con “luz propia”, con sus propios hombres, como lo hace en la Cooperativa Eléctrica, Cooperativa de Obras Sanitarias, Hospital, Intervecinal, vecinales y clubes, entre otras entidades. Ni sueñan con derrotar al scottismo en las primarias, pero los eléctricos se conforman con reunir los votos suficientes para adjudicarse el segundo lugar de la grilla justicialista de concejales. Esta amenaza inquieta a los scottistas, que ponen en juego dos bancas y podrían recuperar una sola: “Si los eléctricos se llevan el ‘número dos’ de las primarias, se complican las cosas. Por más que el Mago se quiera despegar de ‘los muchachos’, la lista del PJ para las elecciones generales quedaría como una alianza entre scottistas y eléctricos”, razonan en el oficialismo con ceños fruncidos. “Es el escenario ideal para Meier”, reconocen.
Sin embargo, aunque no baste para el sosiego scottista, hasta ahora, en el proyecto político eléctrico sobra “aparato”, pero faltan dirigentes. Un devaluado Marcelo Cacciurri -después de caer ruidosamente de la presidencia eléctrica- suena entre los candidatos, como así también el vecinalista Oscar Yakas, uno de los incondicionales de Viano.
Contrastando con la omnipotencia que suelen practicar, hoy los lucifuercistas desbordan de temores, casi tanto como el scottismo. “Hasta ahora los eléctricos siempre jugaron en ‘cancha chica’, pero esto es otra cosa. Acá no van a contar con los favores de los vecinalistas, que van a estar con Roberto. También podría haber un tercer sector, que los apoyó en todas las elecciones, pero que esta vez jugará la suya”, reflexionó un conocido peronista que deambula con la mirada perdida desde el cierre de Babel. “En éstas no alcanza con llenar listas con empleados de la Cooperativa. Y las reglas de juego tampoco las podrán dibujar ellos”, acotó con desdén, sentado sin mucha convicción a la mesa de otro café. Es por estas razones que el lucifuercismo evalúa con tantas prevenciones el salto a la “política grande”. En estas primarias, el scottismo tiene mucho para perder, pero los eléctricos también se expondrían a severos riesgos en una elección con muchos votantes,
transparente y democrática.
Donde caben dos...
Además de los dos poderosos sectores citados, existe un “tercer sector”, aún en gestación, impulsado por corrientes dispersas del justicialismo que reniegan de las pretensiones hegemónicas de conducción demostradas por el intendente Roberto Scott y el jefe lucifuercista Jorge Viano. O bien que no consiguieron conchabo en esas estructuras de poder.
Este embrionario “tercer sector”, también llamado de los “No Alineados”, cuenta con un favorable contexto para desarrollarse, pues abundan los justicialistas recluidos por no comulgar con los modelos de Scott y Viano. Sin embargo, resabios de cruentas batallas libradas como adversarios, escasez de recursos para la campaña electoral y presumibles dificultades para conciliar un candidato que sintetice las apetencias del conglomerado, constituyen los mayores obstáculos para la consolidación de los “No Alineados”.
Solamente si este “tercer sector” participa en las primarias, el PJ podría “garantizar” la contención del “peronismo progresista” que, ante una oferta reducida a expresiones de centroderecha, como el scottismo y el lucifuercismo, optaría por alternativas extrapartidarias, como ya lo hizo en otras oportunidades.
Meier, el otro protagonista
Sin los conflictos internos de sus antagonistas del PJ, el pueblense Roberto Meier tendrá que ratificar en las urnas la condición de líder opositor que encarna en la ciudad -con un particular estilo de baja confrontación- desde el fallecimiento de Domingo Savino. Y no le bastará con la reelección como concejal. También necesita un triunfo electoral para que el conjunto de los venadenses lo visualice como alternativa al continuismo scottista.
También hay prevenciones en la oposición por el eventual impacto político que provocaría la fuerte movilización del PJ (concurriría a las primarias al menos con tres sectores) en contraposición a las listas únicas de Encuentro Progresista (Meier-Moscoso) y la UCR (Hernández) que, al no dirimir nada, tal vez no atraigan al electorado. “Qué pasa si los PJ juntan más de 10 mil votos en las primarias y nosotros, por presentar lista única, no movilizamos a nadie. Cómo quedan posicionados nuestros candidatos para la general”, interrogó un pueblense de procedencia peronista. Esta especulación es la misma que en este enero está empezando a considerar el radicalismo, que en 2003, cuando todavía existía la Ley de Lemas, pactó el respaldo del conjunto del partido a una lista única de candidatos a concejales. “Es cierto, ahora las condiciones cambiaron. Es un riesgo ir con un solo candidato si el PJ arma una interna fuerte”, reconocen los radicales con signos de perplejidad.
Dentro del “binnerismo”, la conciliación de una lista de concejales liderada por Roberto Meier y Juan Moscoso sería factible, pero en las últimas semanas estaría madurando la idea de escalonar las candidaturas de acuerdo a los resultados de una interna, como ya lo admitieron ambos líderes políticos. También trascendió que a la “pugna” entre Pueblo y el Partido Socialista, podrían sumarse otros sectores para competir en las primarias, en el marco de acuerdos que se prolongarían hasta 2007. Descartada la UCR por decisión de pueblenses y socialistas, y autoexcluido el ARI, solamente habría lugar para grupos escindidos de los partidos tradicionales.
El fuerte rumor de que Luz y Fuerza intervendrá en las primarias y cuenta con chances de colocar el segundo candidato a concejal en la lista del PJ, habría causado cierta euforia en la cúpula del Encuentro Progresista, de público enfrentamiento con “los eléctricos”.
Scott, que en las últimas semanas eligió como “blanco” al lucifuercismo, de pronto podría tenerlo como inocultable “aliado” político. Esta situación favorecería los intereses electorales de Roberto Meier y Juan Moscoso, que podrían transformarse en “depositarios naturales” del apoyo de independientes disconformes con el proyecto hegemónico de Luz y Fuerza. “Si la elección se polariza, yo no descartaría que Hernández quede afuera y nosotros nos quedemos con tres concejales”, arriesgó un meierista, enceguecido de optimismo.
(Publicado el viernes 7 de enero de 2005 en diario El Informe de Venado Tuerto)