Ideas para ordenar el caótico tránsito local

Entre las varias asignaturas pendientes que deberá enfrentar, a partir del 10 de diciembre, el intendente electo José Freyre, se encuentra el ordenamiento del tránsito vehicular en la ciudad, un problema sin solución para las tres gestiones consecutivas del scottismo. Desde el gobierno municipal se recurrió, una y otra vez, a sendas justificaciones, absolutamente comprobables, tales como el espíritu transgresor de los conductores, incluyendo desde camiones hasta bicicletas, y el alto promedio de unidades por habitante. Sin embargo, estas realidades, por influyentes que sean, en modo alguno eximen al oficialismo de la responsabilidad de no haber impulsado ninguna estrategia sostenida para ponerle límites al caótico tránsito venadense, que ya se cobró varias vidas en el sector céntrico, además de las tragedias que se repiten en las dos rutas nacionales que seccionan la ciudad. Suele decirse que la rigurosidad en materia de inspección de tránsito suele ser “piantavotos”, sobre todo cuando las normas se aplican sin privilegios para nadie, pero en las comunas que se ocuparon del tema con seriedad de estadistas, el tiempo demostró que esas decisiones políticas terminaron siendo alabadas por la población, simplemente por haber contribuido a una mejor calidad de vida.
Aún se desconoce en qué categoría del organigrama municipal encuadrará Freyre al área de Tránsito, pero lo más factible es que decida no perder tiempo y aprovechar los primeros meses de mandato para lanzar una estrategia capaz de evitar que la cuestión se convierta más adelante en un dolor de cabeza, aun cuando, a juzgar por los resultados electorales, este desmadre no significó mayores costos políticos para Roberto Scott.
Mientras tanto, desde la oposición promueven reformas para el ordenamiento del tránsito urbano, como el bloque legislativo pueblense que, entre otras cosas, propone fundar un sistema de premios y castigos para los conductores, bajo el mismo espíritu de proyectos existentes en las cámaras legislativas santafesinas. A la usanza de los modelos vigentes en ciertos países desarrollados, la iniciativa impulsa la entrega de la licencia para conducir, con un cierto puntaje inicial, que disminuye en función de la acumulación de sanciones, hasta desembocar en el retiro de la misma. También se imponen plazos de castigo para volver a tramitar el carné, como así también la obligatoriedad de aprobar un curso de reeducación vial, entre otras pruebas de aptitud. El proyecto meierista, que se estudia en una de las comisiones del Concejo, también contempla premios para los buenos conductores, como la reducción del costo de renovación de la licencia.

(Publicado el martes 31 de octubre de 2007 en diario El Informe)

Elección en riesgo por sistema caduco y autoridades desertoras

Solamente el destino, o la voluntad popular de ratificar con holgura el proyecto kirchnerista, evitaron que la jornada de las elecciones presidenciales desembocara en un escándalo nacional, porque la catarata de denuncias de electores y dirigentes damnificados, dejó al desnudo que en varios sectores del conurbano bonaerense se perpetró un sistemático robo de boletas, que obligó a muchos ciudadanos a votar forzosamente en blanco, o hacerlo por un candidato que no era el de su preferencia. Sin embargo, los líderes de la oposición comprendieron que Cristina Fernández había superado la línea del 40 por ciento con el margen necesario para eludir la segunda vuelta, y limitaron el tono de las acusaciones, pero distinto hubiera sido el escenario si la candidata oficialista terminaba más cerca de la frontera entre la consagración de Cristina como presidenta electa y la convocatoria a un ballotage entre las dos más votadas para el 25 de noviembre. Como arguyó el Gobierno, los partidos de la oposición debían tener fiscales en todas las mesas para impedir estos atropellos, pero también es cierto que desde el poder político se negaron los episodios, como lo hizo el ministro del Interior, Aníbal Fernández, jactándose de haber monitoreado un comicio “sin ningún incidente en todo el país”, con la vana pretensión de ocultar la operación de robo de boletas.
Los electores, además de soportar su propia apatía, padecieron exageradas demoras para poder votar en muchos puntos del país, tanto por la sobrecarga de electores (así redujeron la cantidad de mesas), como por las dificultades para habilitar las urnas ante la masiva deserción de autoridades, que no solo demoraron el comienzo del acto, sino que también generaron dudas en cuanto a la transparencia del comicio, porque la fiscalización corrió por cuenta, en numerosos casos, de improvisados, en tanto que se desaprovechó la experiencia de los presidentes designados, como también de sus auxiliares, que al menos tenían los instructivos pertinentes. El Gobierno, como organizador de las elecciones, tampoco supo prever esta ola de renuncias, más allá de que el comportamiento de las autoridades de mesa que no cumplieron con sus deberes cívicos, es condenable, sobre todo porque en su mayoría pertenecen a los sectores medios, esos que con más énfasis demandan conductas intachables a sus dirigentes.
Tanto por el robo de boletas, como por las largas colas, se reabrió tímidamente el debate por la instrumentación del denominado “voto electrónico” para 2009, que ya funciona en varios países, y en la Argentina se vienen haciendo pruebas piloto en los últimos años. La iniciativa merece evaluarse en el marco de la tantas veces postergada reforma política aunque, en rigor, los antecedentes establecen que tampoco es la panacea.

(Publicado el martes 30 de octubre de 2007 en diario El Informe)

Cristina también ganó en Venado y la región

La mayoría de la treintena de distritos del departamento General López, incluidas las cuatro ciudades, se pronunció en sintonía con el electorado argentino, que estableció la victoria de la candidata oficialista Cristina Kirchner en la elección presidencial, con el 43 por ciento de los votos, superando largamente a su inmediata perseguidora, Elisa Carrió, pero traspasando por escaso margen el 40 por ciento requerido por la Constitución para evitar el ballotage. En Venado Tuerto, la primera dama se alzó con el 33 por ciento de los votos, en tanto que Carrió cosechó el 28 por ciento; más atrás, se ubicaron Alberto Rodríguez Saá (17 por ciento), un apellido que cae bien en nuestra ciudad, y Roberto Lavagna (16 por ciento). Además de Venado, Firmat, Villa Cañás y Rufino, Cristina habría prevalecido en el resto de las comunas de General López, salvo María Teresa, Maggiolo, Diego de Alvear, Wheelwrigth, Santa Isabel y Carmen, las tres primeras en manos del puntano y las restantes de Lilita.
A pesar de la caída aplastante ante Carrió en Rosario, el Frente para la Victoria se impuso en la reñida provincia de Santa Fe, demostrando que el socialista Hermes Binner tenía razón cuando advirtió que los votantes del Frente Progresista tomarían distintos caminos, además de Lilita, como Cristina, Roberto Lavagna y hasta Pino Solanas. Además, en el orden regional, vuelve a sobresalir la contribución de General López al justicialismo provincial. Apuntalado por estos resultados en sus dominios, el nombre del senador reelecto Ricardo Spinozzi ya se baraja con más fuerza para ocupar distintas responsabilidades en el proceso de refundación partidaria, desde la jefatura del PJ hasta la presidencia de la Cámara de Senadores. No obstante, también es cierto que la influencia de los jefes territoriales en estas presidenciales no debería sobredimensionarse, ni en Venado ni en la región, pues muchos de ellos votaron a Cristina con la nariz tapada y sin más compromisos que forzadas adhesiones públicas. Asimismo, cabe acotar que, junto con Spinozzi y el scottismo, otros sectores políticos locales se habían alineado a su tiempo con Cristina, tales como el lucifuercista Jorge Viano; el rossista Julio Eggimann y los pueblenses Oscar Pieroni y Fabián Vernetti.
Sin haber repetido las resonantes cosechas de la oposición en los grandes centros urbanos, los referentes de la Coalición Cívica en nuestra ciudad, con el concejal Roberto Meier a la cabeza, se mostraron satisfechos con el segundo puesto obtenido, al tiempo que la triunfante Cristina Fernández quedó muy lejos de obtener los mismos porcentajes acumulados en la sumatoria nacional, con el aporte clave del territorio bonaerense (38 por ciento del padrón nacional). Allí, el oficialista Daniel Scioli ganó con holgura en la elección de gobernador, de la mano de los influyentes caudillos peronistas del conurbano. En tono de broma, uno de los más caracterizados seguidores locales de Carrió se ufanaba, en los primeros minutos de hoy, de que, “si era por Venado, había ballotage”, en alusión a que la postulante oficialista no pudo ni siquiera aproximarse a la línea del 40 por ciento. También Lavagna y el Alberto redondearon cifras aceptables en nuestra ciudad, pero lejos de los porcentajes de las mujeres en pugna.
En el orden nacional, entre los candidatos de la oposición, sólo Carrió y Lavagna emergen como sobrevivientes del 28 de octubre, en tanto que del centro a la derecha no quedó casi nada en pie, en función de los decepcionantes rendimientos de Alberto Rodríguez Saá; Ricardo López Murphy; Jorge Sobisch; y hasta Mauricio Macri, que no consiguió sostener a ninguno de sus bendecidos. La elección bonaerense también sirvió para sepultar a Luis Patti y Juan Carlos Blumberg, los torpes predicadores de la “mano dura”. En tanto que la izquierda volvió a fracasar en todas sus variantes, en otra muestra de enfermiza dispersión. Por su parte, conciente de la flaca performance electoral en las principales capitales del país, donde el reclamo de institucionalidad fue más fuerte que los logros económicos del Gobierno, Cristina Kirchner cerró la noche del domingo con un discurso que sorprendió por el tono generoso y conciliador. Ella sabe que su fuerza es enorme, pero también interpreta que se vio beneficiada por la atomización opositora y un singular ballotage, urdido a la sombra del Pacto de Olivos, a la medida del oficialismo de turno. También es conciente la primera dama que nunca un Presidente, del ’83 a la fecha, salvo el propio Kirchner en 2003, había obtenido menos del 47 por ciento en una presidencial, aunque ella solo observó la sideral distancia sobre el segundo postulante. También debe suponer que lo peor del PJ bonaerense se atribuirá una ancha porción de la victoria kirchnerista de la víspera.
Entre los puntos oscuros de la jornada, quedarán el escamoteo sistemático de las boletas de algunos partidos, generando centenares de denuncias, que deberían apurar al Gobierno a implementar el voto electrónico, como así también a modernizar el sistema de entregas de los DNI, cuya histórica ineficiencia impide emitir el sufragio a miles de ciudadanos en cada acto electoral. Asimismo, debería entender la oposición que no hay chances de gobernar si no se cuenta, antes, con un fiscal para cada mesa. La vocación de poder hay que demostrarla desde el vamos. También persiste el sabor agridulce de haber transitado un nuevo comicio, que no es poco, pero sin euforia ciudadana, lejos de la fiesta cívica de otros tiempos, y con el triste escenario de mesas con un presidente a solas, como autoridad, y uno o dos fiscales como única compañía. Como bien dijo Cristina, en la proclamación como presidenta electa, la sociedad se construye entre todos los argentinos, no sólo desde el Gobierno; y es así que todos, es decir, cada uno de nosotros, tendremos que reconciliarnos con la política, porque nos guste o no, influye en forma tajante sobre nuestras vidas.

(Publicado el lunes 29 de octubre de 2007 en diario El Informe)

Si hay ballotage, y el "ganador local", las mayores incógnitas

Que las costumbres sociales mutan a pasos acelerados, no es ninguna novedad. Podríamos contar por decenas las habitualidades de los años ’80, o incluso de los ’90, que hoy ya forman parte de los recuerdos. Todo, o casi todo, es sepultado sin remordimientos, bajo la dictadura de las nuevas tendencias. Hasta el punto tal que en nuestro país cayó en el más profundo desinterés la elección de un Presidente, nada menos. La indiferencia mayoritaria -menos mal que el voto es obligatorio- es más penosa todavía para los que nos emocionamos con la restauración democrática de principios de los ’80, con la recordada Multipartidaria, aún en el gobierno militar, y luego con los multitudinarios actos de cierre de campaña, con la gente en la calle, y los líderes imaginando una Argentina mejor. Más desasosiego debe ocasionar esta abulia preelectoral entre los que fueron testigos de la última gran oportunidad para el despegue argentino, en los ’70, con las masivas movilizaciones populares respondiendo al regreso tardío del General Perón.
Pero, a contramano de los ’70 y los ’80, hoy pulula una mayoría de compatriotas atravesada por un concepto infeliz, según el cual: “La política no le cambia la vida a la gente”. Nada más falso. Es en el terreno de la política, o del poder político, a partir de tomar las riendas del Estado, donde se dirimen las cuestiones más elementales que influyen en la vida de los ciudadanos. No es el Estado el sinónimo del poder absoluto, pues la sociedad democrática se construye entre los distintos sectores, en una dinámica articulación de intereses, desbordante de tensiones. Así pues, las orientaciones del Gobierno influyen necesariamente en nuestras actividades y proyectos, no sólo durante los cuatro años de un mandato, porque es usual -y razonable- que las autoridades asuman compromisos a más largo plazo. Entonces, cómo creer que la política nos pasa por el costado.
También están los veinteañeros, que no disfrutaron de las románticos florecimientos de los ’70 y los ’80, donde las mayorías creían en la política como instrumento de cambio social. Aquellos crecieron en una época donde la política se asociaba nada más que con fracaso y corrupción, hasta desembocar en los episodios del diciembre negro, que dejaron el país y sus instituciones al borde del abismo.
A la conocida apatía de la población en general, reflejada en el alto porcentaje de indecisos, en nuestra ciudad la situación se agravó por la falta de compromiso de varios de los referentes locales con sus propios candidatos presidenciales. No se verán esta vez decenas de remises -ni legales ni truchos- recorriendo frenéticamente la ciudad, de punta a punta, como el 2 de septiembre. Además, en las últimas horas, se confirmó en numerosas ciudades una masiva deserción de autoridades de mesa, aumentando los temores de fraude entre las fuerzas opositoras que, además, desconfían hasta de su propia capacidad de fiscalización de los comicios.
Pero no solo hay comportamientos espontáneos de indiferencia en este proceso preelectoral, sino también los hay inducidos por una ola de encuestas de dudosa factura, que intentó convertir la elección en un mero trámite burocrático, como si no hubiera otra opción presidencial que la esposa del presidente Kirchner. En este sentido, si bien desde todos los sectores se admite que Cristina será la más votada el domingo (con la tracción decisiva de los coincidentes comicios bonaerenses), la única incertidumbre es si se alzará con el 40 por ciento de los votos para imponerse en primera vuelta (el segundo más votado estaría lejos del 30 por ciento), o si tendrá que asumir el riesgo de enfrentarse, el 25 de noviembre, en un crucial ballotage, con la dueña del segundo puesto, que todos los consultores adjudican a Elisa Carrió, la postulante de la Coalición Cívica. En esta inédita porfía femenina, así como la candidata oficialista consiguió instalarse en la percepción popular como la más votada, también Lilita hizo lo suyo para demostrar que el pasaje a la segunda vuelta no es una misión imposible, sobre todo en un hipotético escenario de gran concurrencia a las urnas y bajo porcentaje de voto en blanco.
Para la franja más politizada, el atardecer dominguero venadense tendrá el condimento de la incertidumbre, pues ante la ausencia de encuestas -como en los viejos tiempos-, no hay pronósticos ciertos sobre los resultados locales, sino apenas sensaciones. Aunque lo trascendente -en términos de lucha por el poder- es la sumatoria nacional, también importan los números del pago chico. En este sentido, no se descartan sorpresas electorales, como la ratificación de la ruptura de los alineamientos verticales, bendiciendo un signo político diferente a los vencedores semanas atrás en la ciudad y la provincia, y desafiando así la lógica de que los tres más votados en Venado serían Cristina, Lilita y Lavagna. Silenciosos, los puntanos de Alberto Rodríguez Saá pretenden dar el batacazo en el sur santafesino, como en 2003.
Resulta doloroso este clima de marcada indiferencia cívica, pero reconforta el ánimo, de todos modos, haber arribado al fin de semana electoral con la autoridad presidencial reconstituida, entre otros logros impensados pocos años atrás. Hoy las demandas son otras. Y los electores, por estas horas, definen en sus reflexiones en qué manos depositarán la conducción de la Argentina que viene. Más allá de las insatisfacciones económicas, de las deudas sociales sin saldar, de la baja calidad institucional, la oferta de candidatos es amplia y, por sobre todas las cosas, hay que recordar que la democracia costó muy caro a los argentinos como para protestar mediante la abstención o el voto en blanco. Un país que hace poco más de cinco años estaba en llamas, no tiene margen para jugar con fuego.

(Publicado el viernes 26 de octubre de 2007 en diario El Informe)

Freyre comienza a tender los puentes destruidos por Scott

Sobre el mediodía del viernes, el intendente electo José Freyre confirmó que el oficialismo no fogonearía listas para las elecciones de delegados de la Cooperativa Eléctrica convocadas para el domingo 4 de noviembre. Desde que ocupa el gobierno municipal, el scottismo nunca había estado en condiciones tan favorables para darle batalla al líder lucifuercista Jorge Viano en sus propios dominios. Después de retener la Intendencia con un triunfo categórico, y aprovechando las mayores facilidades para participar que brinda -a partir de este año- el estatuto reformado de la Eléctrica, en San Martín y Marconi muchos creyeron que había llegado el día. Pero las prioridades políticas se interpusieron a las ansias revanchistas. Con el traje de intendente en el placard, Freyre no esperó el 10 de diciembre para estrenarlo, y se lo calzó en silencio para tratar de reconstruir los puentes destruidos por el carácter rupturista del saliente Roberto Scott. Así pues, Freyre se reunió con los representantes de la Cooperativa Eléctrica y la Cooperativa de Obras Sanitarias a los efectos de reanudar las relaciones institucionales en un clima de armonía; incluso, en su entorno deslizaron que se habría encontrado también con miembros de la Sindicatura del BID en busca de restablecer las negociaciones por la millonaria deuda municipal con la masa acreedora.
Ya habíamos anticipado algunas de las prioridades de la gestión de José Freyre para el cercano 2008: conciliar el plan de obras y firmar los contratos de concesión de energía y de alumbrado público con la Eléctrica; restablecer el diálogo por el proyecto de tratamiento y disposición final de los residuos sólidos domiciliarios (paso indispensable para la erradicación del Basural) con Obras Sanitarias; y renegociar la deuda con el ex BID para rescatar a la Municipalidad de la categoría de insolvente.
Cuando el supersecretario ya había comenzado a hilvanar sus estrategias, el anuncio de las elecciones eléctricas alarmó a la comandancia scottista. Por un lado, la voluntad de concertación acordada con el presidente de los eléctricos, Carlos Pucci, se quebraría apenas confirmada la presentación de listas del gobierno municipal, y con ello se derrumbarían las pretensiones de Freyre de cerrar los contratos pendientes el año entrante; pero, al mismo tiempo, el scottismo no estaba dispuesto a un repliegue que pudiera colocarlo bajo sospecha ante la población, tanto sea de una renuencia a la confrontación, como de haber pactado con el lucifuercismo. ¿Qué hacer entonces? Planificar una retirada digna y combativa.
Así fue como se sucedieron los desembarcos scottistas en las dependencias de la Cooperativa Eléctrica en busca de planillas para presentar listas. Poco después, se descubriría que esos presuntos objetivos participativos habían sido una puesta en escena para justificar la prescindencia y los ataques a la acotada democratización de la Eléctrica, algo que en la jerga boxística se denomina retroceder pegando. Es en este punto donde comienza la sobreactuación scottista, pues ni los miembros del gobierno municipal, ni del bloque legislativo oficialista, que hoy se escandalizan por la existencia de un único padrón de asociados -no puede fotocopiarse ni retirarse de la sede administrativa-, jamás dijeron ni una sola palabra desde el poder político cuando los apoderados de Unirce hacían ese mismo reclamo años atrás. Eran los tiempos, no tan lejanos, en que el scottismo apuntalaba las listas eléctricas -basta repasar las nóminas- para evitar que pueblenses y socialistas se fortalecieran a partir de un crecimiento electoral en las asambleas de la Cooperativa. Con la concejala Bibiana Pieli como adalid, los scottistas pretendieron fundamentar su obligada abstención en las elecciones, al mismo tiempo que torpedeaban la apertura impulsada por Viano (basada en antiguas demandas de Unirce), pero dieron lugar a recordaciones de su pasado reciente, tan incómodas como irrefutables.
Mientras se meneaban las supuestas candidaturas oficialistas para las asambleas del mes entrante, hacía tiempo que Unirse se había autoexcluido. Desde algunos sectores se interpretó como una contradicción esta ausencia, justo en el debut de la reforma estatutaria tan largamente reclamada. Todo lo contrario. Con la democratización, Unirce se quedó sin sus principales banderas de oposición. Además, los militantes meieristas y socialistas, que conforman la base de la agrupación, acaban de transitar dos extenuantes campañas electorales (primarias y generales) y, según revelaron, ya no tenían fuerzas para continuar con luchas proselitistas en este año. También influyeron los conflictos internos que atraviesan dichos sectores en el orden local. Estas son las verdaderas razones del desistimiento de Unirce, relativizando el argumento de que no querían meterse en una interna justicialista, que, como ahora se sabe con certeza, nunca superó la categoría de amenaza.

(Publicado el lunes 22 de octubre de 2007 en diario El Informe)

Interna scottista podría desbaratar estrategia de Freyre en la Eléctrica

Según se publicó en este diario el viernes último, las autoridades de la Cooperativa Eléctrica convocaron a elecciones de delegados para el domingo 4 de noviembre y el plazo para la presentación de listas de candidatos vence mañana a la medianoche. Ante la deserción de la Unión por la Recuperación de la Cooperativa Eléctrica (Unirce), liderada por pueblenses y socialistas (“no nos metemos en las internas del peronismo”, dijo ayer uno de sus voceros), algunos creían que el debut del estatuto reformado -entre otros cambios, permite votar a los asociados empadronados con la sola presentación del DNI- desembocaría en la oficialización de listas únicas del lucifuercismo en los ocho distritos. Sin embargo, cinco semanas atrás, ya habíamos señalado que “las próximas elecciones eléctricas podrían desencadenar en otra fuerte confrontación entre los dos sectores más influyentes del justicialismo venadense: el scottismo, recientemente ratificado en el gobierno municipal por otros cuatro años, y el lucifuercismo liderado por Jorge Viano, que además de protagonizar un auspicioso debut electoral en los comicios generales, controla el cuerpo de delegados de la Cooperativa desde hace varios años”.
Estos pronósticos comenzaron a corroborarse esta misma semana, con la presencia en la Eléctrica de los concejales scottistas Gustavo Giner y Bibiana Pieli, a los efectos de retirar planillas para la confección de listas, entre otras gestiones. Testigos del desembarco de ambos ediles en las oficinas de Mitre y Belgrano comentaron que otro de los miembros de la comitiva oficialista hacía reclamos a viva voz, augurando con su actitud belicista una escalada de confrontaciones en los próximos días.
Entre las autoridades eléctricas el episodio habría causado cierta sorpresa, pues del discurso del intendente electo José Freyre se desprendía una voluntad de negociación en busca de conciliar a la brevedad el nuevo contrato de concesión. En esas condiciones, contando con idéntica predisposición de los cooperativistas, Freyre hubiera podido arrogarse la consolidación de ese acuerdo como uno de los primeros grandes logros de su gestión en 2008, interrumpiendo el largo período de enfrentamientos inaugurado por el saliente Roberto Scott. Pero nada de eso será posible a partir de una pugna electoral de imprevisibles consecuencias como la que podría avecinarse. Conociendo los efectos adversos de transformar una elección de delegados eléctricos en una batalla más de la interna justicialista, tanto Scott como Freyre, cautelosos, anticiparon en su momento la decisión de apoyar listas formadas por miembros de comisiones vecinales y entidades intermedias, si los vianistas no mostraban signos de apertura, pero en este escenario, con los reelectos Giner y Pieli adquiriendo tamaño liderazgo desde el vamos, está claro que las listas opositoras no solo estarían bendecidas, sino también fogoneadas por el gobierno municipal. Así pues, aunque se impusieran los scottistas en las asambleas del 4-11, el próximo Consejo de Administración continuará con una mayoría lucifuercista, y es posible que el costo político para la ciudad sea una nueva demora en el diálogo entre las partes para rubricar los contratos de concesión pendientes.
De todos modos, aún subsisten dudas sobre las verdaderas intenciones de Freyre en esta delicada operación política. Para algunos,
envalentonado por su reciente victoria en las elecciones generales, optó por abandonar el pacifismo y salir a cobrarse viejas deudas con el lucifuercismo; para otros, el intendente electo acaba de sufrir los efectos devastadores de una más de las tantas internas que se desatan a diario en la plana mayor del scottismo.
Tal vez el transcurso de las horas esclarezca si el actual supersecretario y próximo jefe del Departamento Ejecutivo está propiciando el choque cuerpo a cuerpo con los eléctricos -y posterga la negociación tibiamente iniciada-; o bien que la autoría intelectual de la operación corresponde a los sectores del oficialismo que no se alinearon con el intendente electo ni siquiera después de su triunfo.

(Publicado el jueves 18 de octubre de 2007 en diario El Informe)

Vilma Ripoll, casi tan lejos de Cristina como de Carrió

De regreso de actividades proselitistas en Rosario y antes de partir rumbo a Córdoba para continuar la campaña, la candidata a presidente de la Nación por el Movimiento Socialista de los Trabajadores y la Nueva Izquierda, Vilma Ripoll, visitó el viernes último a familiares y amigos en su Firmat natal, y por la noche desembarcó en Venado, donde concedió algunas entrevistas con medios locales y regionales.
Dueña de una dilatada trayectoria en el gremio de la Sanidad, y con dos experiencias como diputada nacional, Ripoll, enfermera de profesión, confiesa su orgullo por esta candidatura a Presidente de los argentinos, siendo escoltada en la fórmula por el diputado y actor Héctor “Cacho” Bidonde.
Sobre las tibias expectativas despertadas en la población por la campaña política, la dirigente consideró que, sobre la base de encuestas dibujadas, el Gobierno consiguió, en parte, el propósito de instalar a Cristina como la virtual ganadora en primera vuelta; pero también responsabilizó a las fuerzas opositoras de no sostener diferencias sustanciales con el oficialismo. En este sentido, destinó las críticas más gruesas a Elisa Carrió. Si bien le reconoció a Lilita sus valientes denuncias sobre la matriz de la corrupción kirchnerista, Vilma Ripoll cuestionó sus últimas incorporaciones, como Patricia Bullrich y Alfonso Pratt Gay, y aseguró que la Coalición Cívica no ataca en ningún aspecto las estructuras del modelo en curso. “A los que no están dispuestos a votar a Cristina, porque saben que se viene un gobierno peor que el actual, les pedimos que cambien de verdad. Cuando actuamos como legisladores, no solo denunciamos, también presentamos propuestas”, destacó. “Hay que tener memoria y recordar cómo nos fue cuando, para sacar a uno, votamos a otro parecido, como en el ’99 con (Fernando) De la Rúa. Hoy el voto útil es el voto que puede empezar a construir un cambio en serio”, sentenció la firmatense, anticipando que propiciarían el voto en blanco en caso de haber segunda vuelta en noviembre. “Si no es desde la Presidencia de la Nación, ese cambio tendrá que comenzar por las cámaras legislativas, con más diputados de izquierda, y sin esos ‘superpoderes’ que el oficialismo impone para gobernar sin controles”, añadió. “Ahora las cosas están claras, de la nueva política y la transversalidad, no quedó nada. Cristina pactó con lo peor del PJ bonaerense para asegurarse el triunfo el 28”, remató.

Corrupto como Menem
Entre sus propuestas, Vilma Ripoll mencionó la eliminación del IVA para los productos de la canasta de alimentos, que enseguida provocaría una reducción de precios del 15 por ciento, según su propia evaluación. También dijo que los salarios, las jubilaciones y los planes sociales, deben ajustarse según la inflación, “pero con los índices reales, no con los ‘truchos’, que complicarán las futuras negociaciones salariales”, auguró la candidata. Además, alertó que durante la campaña electoral en el exterior, Cristina adelantó que su gobierno “otorgará más beneficios a empresas multinacionales que vienen otra vez para quedarse con los servicios públicos y los recursos naturales, como el petróleo, el gas y la minería”, objetó la postulante de la Nueva Izquierda. “El gobierno de los Kirchner es tan corrupto como el de Menem, ya que el modelo se basa en la enajenación de los servicios públicos y los recursos naturales, otorgando miles de millones en subsidios, sin ninguna clase de controles”, agregó.
Más adelante, profundizó en el fenómeno de la inseguridad, señalando que la causa estructural reside en las desigualdades sociales, en tanto que la derecha, a través de las leyes de “mano dura” impulsadas por Juan Carlos Blumberg, y apoyadas en el Congreso por el Frente para la Victoria, ya mostró un estruendoso fracaso. “Hoy la brecha entre ricos y pobres es mayor que en la época del menemismo, y en este contexto no hay solución para la inseguridad. Aún así, deben tomarse medidas urgentes, atacando el triángulo de impunidad existente entre políticos, jueces y comisarios. Para ello, proponemos elección por voto directo de jueces y comisarios, con revocabilidad de mandatos”, resumió Ripoll, en busca de incrementar el control social.
Consultada por la fragmentación de la izquierda, que concurre a estas elecciones con cinco fórmulas diferentes, la referente del MST admitió ese escenario adverso, aun cuando aclaró que desde su sector bregaron -sin éxito- por la unidad. “Hay agrupaciones muy sectarias y dirigentes muy personalistas, que impiden las coincidencias. Desde la Nueva Izquierda estamos ofreciendo una opción amplia y no dogmática, donde confluyen figuras prestigiosas como Patricia Walsh y Cacho Bidonde”, definió la candidata.
Pese a estar afincada desde hace largos años en Buenos Aires, Vilma sigue de cerca la evolución de los sucesos políticos en Santa Fe. Sobre los recientes comicios provinciales, opinó que “la victoria de Hermes Binner reflejó la necesidad de la gente de encontrar nuevas herramientas para sacarse de encima al viejo PJ. De todos modos, el Frente Progresista tiene sus limitaciones, porque entre sus candidatos presidenciales se encuentran (Elisa) Carrió, (Roberto) Lavagna, y hasta Cristina. Incluso hay socialistas en el gobierno de Kirchner”, subrayó. De todos modos, en sintonía con las demandas de Binner, la santafesina consideró prioritario modificar la ley de coparticipación en beneficio de las provincias, que hoy son rehenes del Gobierno. En esa misma línea, estableció que las retenciones al agro deben ser coparticipables y repudió que se arguyan razones económicas para definir la traza de la autovía Rufino-Rosario cuando esta región es una de las más fuertes contribuyentes al presupuesto nacional.

Perfil de la candidata
Vilma Ripoll nació en Firmat en 1954 y es licenciada en enfermería. Trabaja desde hace 23 años en el Hospital Italiano, donde fue delegada general durante una década. En 1973, fue fundadora y primera presidenta del Centro de Estudiantes de Enfermería de la Facultad de Medicina en la Universidad Nacional de Rosario. En la dictadura debió exiliarse cuatro años en Colombia. Integró la conducción combativa y antiburocrática de Sanidad Capital, hasta que Carlos Menem ordenó intervenir el sindicato. Es miembro de la dirección nacional del MST. En el 2000 fue elegida diputada porteña por Izquierda Unida, siendo reelecta en 2003. Es autora de numerosas leyes en favor de los sectores populares, entre ellas, la primera fábrica recuperada por sus trabajadores en la Capital, el blanqueo salarial docente y la jornada de seis horas del subte. Como legisladora, cobró el mismo sueldo que en su trabajo como enfermera. A la mitad del segundo mandato, cumplió el compromiso de compartir la banca con otra fuerza frentista, la traspasó y volvió a su trabajo en el Hospital, dando un ejemplo inédito en la política argentina. Es candidata a presidenta de la Nación en representación del MST y también aspira a una banca de diputada nacional por la provincia de Buenos Aires.


“Los haremos hamacar”
“Puedo dar fe de que las hamacas de Firmat se mueve solas”, dijo Ripoll. “Hasta se chocaban entre ellas”, reforzó, aprovechando el simpático episodio para acuñar un eslogan: “Soy de la ciudad en donde las hamacas se hamacan, y si el domingo 28 nos eligen a nosotros, los de la Nueva Izquierda, que nadie dude de que vamos a hacer hamacar a los viejos políticos”.
(Publicado el martes 16 de octubre de 2007 en diario El Informe)

El extraño caso de enemigos locales con idénticos referentes nacionales

Las próximas elecciones nacionales, tanto las presidenciales como las legislativas, con dirigentes originarios del PJ y la UCR pululando en distintas listas, demuestran que la atomización hace tiempo que dejó de ser un patrimonio de la izquierda en la Argentina. Casi nada quedó del bipartidismo de los ’80, que alineaba verticalmente a la mayoría, desde la Casa Rosada hasta la comuna más pequeña del interior. Por aquel entonces, las pretensiones de las autodenominadas terceras fuerzas de quebrar ese régimen de reparto del poder eran consideradas utópicas. Así ocurría también en nuestra ciudad, con la presencia de fuertes bloques legislativos de los partidos tradicionales, y ni la más remota chance de que algún díscolo concejal hiciera rancho aparte, como es tan común desde los ’90 en adelante, cuando la crisis de la política ya fue inocultable y los partidos languidecían. Hoy, por el contrario, todo es confusión, o transición, según la versión más optimista de la historia.
Los reordenamientos políticos son pintorescos y, en ciertas ocasiones, el enrolamiento de dirigentes venadenses con los proyectos nacionales establece alianzas locales impensadas, y hasta risueñas, aunque en la realidad territorial no sean tales. Por ejemplo, el intendente Roberto Scott y el líder lucifuercista Jorge Viano, peronistas ambos pero fuertemente enemistados, coincidirían en el apoyo a Cristina Kirchner. En tanto, algunos referentes de la estructura vecinal de Pueblo, como el concejal Oscar Pieroni y su futuro compañero de bloque, Fabián Vernetti, ambos de procedencia justicialista, también expresarían su aval a la continuidad de la gestión kirchnerista. No hay dudas de que los motivos que mueven a cada uno de los protagonistas en estos alineamientos son distintos, pero el dato es relevante para tratar de comprender este singular proceso político nacional.
Al mismo tiempo, vuelve a sorprender la alta intención de voto que tendría en Venado el puntano Alberto Rodríguez Saá, amenaza que obligó a los referentes locales del Frente para la Victoria, como el intendente electo José Freyre, el senador reelecto Ricardo Spinozzi y el propio Scott, a motivar a la militancia en estas dos últimas semanas, para no acabar descolocados ante la Casa Rosada con un resultado adverso en la noche del 28. Hoy mismo está prevista la visita del jefe del bloque de diputados nacionales kirchneristas, Agustín Rossi, que intentará darle un perfil más aguerrido a la gélida campaña, de la mano de sus referentes locales, Julio Eggimann y Oscar Barotto.
En la cúpula del Frente Progresista santafesino, el gobernador electo Hermes Binner incurrió en una sobreactuación para despegarse de la candidata presidencial de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, ironizando que no podía cortar la boleta en la que el postulante a vice de Lilita es el presidente del PS nacional, Rubén Giustiniani. De todos modos, la prescindencia era la decisión políticamente correcta para el líder socialista, conciente de que en las bases de la triunfante concertación conviven simpatizantes de Carrió, Roberto Lavagna y hasta la mismísima Cristina. Mientras se prueba el traje de gobernador, Binner recuerda a los suyos que es muy factible que deba convivir los cuatro años de mandato con el matrimonio Kirchner en el poder. Incluso, no descartan que la familiaridad sea mayor aún si, con los resultados puestos, comienza a gestarse en la Argentina a partir de 2008 una nueva bipolaridad, con los K como líderes desde la centroizquierda, y el electo jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, desde la fortalecida centroderecha.
Por otra parte, con la ex jefa del ARI se alistan, por ejemplo, el pueblense Roberto Meier y los radicales frentistas Lisandro Enrico y Juan Enrique Lombardi. En tanto, el otro hombre fuerte del binnerismo de General López, el reelecto intendente firmatense Carlos Torres, tributa a la candidatura de Lavagna, en sintonía con su coterráneo Gabriel Real, que avala la postulación del ex ministro de Economía, incluso con una lista de diputados nacionales del Partido Demócrata Progresista, liderada por el histórico Carlos Favario, e integrada también por el venadense Mario Soldini.
Sin grandes novedades, el presidente del Concejo, Delfor Hernández, sigue vinculado a la UCR ortodoxa de Juan Carlos Millet y Alicia Tate, ocupantes de los primeros puestos de la lista de candidatos a diputado nacional que apoya a Lavagna.
Desde la izquierda, el referente de la agrupación MATE, Martín González, que había acompañado tibiamente al Tío Meier en su reciente incursión dentro del Frente Progresista, ahora regresa a las fuentes como candidato del Frente Amplio hacia la Unidad Latinoamericana (FRAL), un acuerdo de comunistas y humanistas que lo ubicó en el sexto lugar de la nómina de candidatos a diputados. Otro que dio el salto fue el veterano dirigente local Ismael Ghío, quien desde la plataforma del novel Frente Venadense que albergaba al peronismo antiscottista, se subió al también debutante movimiento Provincia Unidas del gobernador neuquino Jorge Sobisch y el escritor menemista Jorge Asís.

(Publicado el viernes 12 de octubre de 2007 en diario El Informe)

Las madres se arremangan y los funcionarios no renuncian

Los episodios que se suscitan en el Jardín Nucleado Nº 110, por la falta de un cargo de portera, muestran a las claras la profunda reforma que deberá encarar el próximo gobierno provincial en el área de la infraestructura educativa. La ineptitud de las actuales autoridades para resolver un tema tan sencillo es alarmante, hasta el punto que una directiva convocó a los propios padres a ejercer “tareas comunitarias” a través de “guardias permanentes” para que la institución no deba cerrar sus puertas. Meses atrás, el debate en la ciudad se había instalado porque, supuestamente, algunos establecimientos educativos imponían la obligatoriedad de abonar la cuota de la Cooperadora, pero en esta oportunidad los padres fueron invitados a prestar servicios de limpieza en la escuela, desafiando todos los límites imaginables.
Como se sabe, después de la traumática jubilación de una empleada, las actividades del concurrido Jardín entraron en crisis. Mientras se consigue una reemplazante para la portería o, al menos, la colaboración de un beneficiario de planes asistenciales, resignado por la desidia de las autoridades y, al mismo tiempo, impulsado por el amor a sus hijos, un grupo de padres tomó la iniciativa de prestar las “tareas comunitarias” (¿no suena a castigo?) en turnos rotativos. “Todos tratamos de colaborar, porque nadie espera milagros de parte del Estado”, dijo una de las madres. ¿Será un milagro que el gobierno de turno cumpla con sus responsabilidades? No será fácil para Hermes Binner desarticular tanta burocracia ineficiente e insensible, pero tendrá que sacarse de encima cuanto antes esa pesada herencia, para poder gobernar y satisfacer las expectativas de los cientos de miles de santafesinos que pedían un cambio a gritos en áreas tan sensibles como la educación, la salud y la justicia.
Más allá de valorar la contribución temporaria de los padres, como también la multiplicación de esfuerzos de la mayoría de los docentes, se requiere de una vez por todas que desde la Casa Gris se privilegie a la educación pública. Tal vez no se entere de este patético episodio ningún canal de TV capitalino, y nos salvemos de caer en el ridículo ante los ojos de todo el país, pero debería alcanzarnos con comprender la gravedad de la situación. Madres rotando en guardias permanentes para tareas comunitarias en un jardín de infantes, ¿no es escandaloso para la poderosa provincia de Santa Fe, el “corazón de la pampa húmeda”, el “paraíso de la soja”? Seguro que sí, pero desde el poder político se hacen los distraídos, ningún funcionario renuncia a su cargo y todo sigue su curso en la Argentina de las grandes contradicciones.

(Publicado el martes 9 de octubre de 2007 en diario El Informe)

La "ley antitabaco" en Venado se hizo humo

En junio de 2005 se sancionó, a principio de 2006 entró en vigencia, y en agosto del mismo año se reglamentó la “ley antitabaco”, con la cual Santa Fe se anticipó a varias provincias, y al Gobierno nacional, cuyo proyecto de ley aún no consiguió atravesar el filtro del Senado. Sin embargo, no basta con la sanción de la ley, sino que también hay que hacerla cumplir. A veces, las nuevas normas no hacen más que adaptarse a los usos y costumbres, y entonces no hay mayores polémicas; pero en otras ocasiones, el texto y el espíritu de la ley chocan con hábitos culturales fuertemente arraigados en la sociedad, como el de fumar en lugares públicos, sin olvidar los lobbies de las tabacaleras, que también hacen lo suyo. Es aquí donde a la función del legislador debe suceder de inmediato la de los ejecutivos, ejerciendo sin dobleces el poder de policía, hasta convertir en sentido común la utopía de los no fumadores de respirar aire puro en bares y restaurantes, junto con restricciones a la publicidad y la venta de cigarrillos a menores, como lo hicieron con éxito tantos países, con el beneficio para la salud pública de reducir la morbimortalidad causada por el consumo activo y pasivo del tabaco.
La Ley 12.432, en su artículo 10, involucra a municipios y comunas, dentro de sus jurisdicciones, como “responsables de ejercer el debido cumplimiento de la presente ley”. Pero dicha norma sólo funciona en las municipalidades y comunas que razonaron con estatura de estadistas, mientras que en aquellas donde cada acto se evalúa en función de las próximas elecciones, prefieren dejar las cosas como están. Así, están todos en paz: los fumadores, porque pueden disfrutar de su vicio en cualquier lado; los empresarios, por no correr el riesgo de perder algún cliente; y los no fumadores… porque se muestran resignados a la indefensión.
Con otro compromiso con la comunidad, en junio del año pasado, el Concejo rafaelino -respetado por el intendente Omar Perotti- dispuso adherir a la ley provincial; autorizar a la Intendencia a firmar un convenio de colaboración con el Ministerio de Salud provincial para hacer efectiva la aplicación de la ley en el ámbito de la ciudad; y ordenar la realización de campañas de concientización y prevención contra el consumo del tabaco.
El objetivo de los rafaelinos era, en primer lugar, sensibilizar a la población, y recién en una segunda etapa, comenzar con las sanciones a través de inspectores municipales, pero una vez que todos supieran de qué se trata la ley. En Venado no se hizo nada.
Las autoridades locales, que no ignoran cuáles son sus obligaciones, descubren que sólo unos pocos se atreven a reclamar por sus derechos, y entonces se despreocupan de temas vinculados con la salud pública que deberían considerar prioritarios.

(Publicado el martes 9 de octubre de 2007 en diario El Informe)

Freyre y Spinozzi, las caras de Cristina en Venado y la región

Durante el fin de semana, a escasos 20 días de las elecciones presidenciales, las estructuras justicialistas, obligadas por las circunstancias, convocaron sendas reuniones a los efectos de organizar la campaña local en respaldo a la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner. Aunque el cónclave más importante reunió el sábado a scottistas y spinozzistas -alineados con Rafael Bielsa en las primarias del 1 de julio-, los primeros en salir al ruedo fueron los sectores de Julio Eggimann y Oscar Barotto, que el viernes próximo presentarán en Venado al ex precandidato a gobernador santafesino y actual jefe del bloque oficialista de diputados nacionales, Agustín Rossi, en busca de fortalecer las aspiraciones kirchneristas de imponerse en la primera vuelta.
De todos modos, los rossistas no tendrían la intención de impulsar una campaña paralela, sino que están a la espera de que las dos principales figuras del justicialismo local, el intendente electo José Freyre y el senador reelecto en General López, Ricardo Spinozzi, se pongan al frente de las tareas para apuntalar a Cristina desde sus respectivas estructuras políticas. En este sentido, aun cuando la candidata no los deslumbre ni mucho menos, ambos dirigentes, que a partir del 10 de diciembre ya no tendrán la contención de un gobierno provincial del mismo signo, deberán mostrar ante la Casa Rosada que en las presidenciales del 28 del corriente supieron defender los intereses del Frente para la Victoria. El escenario, desde ya, no es el más cómodo, como siempre que hay poco por ganar y mucho para perder, pero Freyre y Spinozzi, a pesar de todo, deberán ser las caras de Cristina en Venado y la región.
Mientras tanto, los referentes regionales del postulante presidencial Alberto Rodríguez Saá, a punto de desembarcar en nuestra ciudad con fines proselitistas, intentarán erigirse en la sorpresa de la elección en Santa Fe, reiterando el rendimiento electoral de 2003 en la región, con el Adolfo como candidato. La dirigente bancaria María del Carmen Goniel es una de las históricas que estará en primera fila para darle la bienvenida al líder del autodenominado peronismo auténtico, en tanto que otro de los destacados que escoltará al visitante puntano será el firmatense José Chipoloni, tercero en la lista de candidatos a diputados nacionales que lidera el industrial ucedeísta Carlos Castellani, y estará pegada a la del Frente Justicia y Libertad (Frejuli), relegando a las restantes nóminas simpatizantes de los Rodríguez Saá a presentarse en forma individual en el cuarto oscuro.

(Publicado el lunes 8 de octubre de 2007 en diario El Informe)

Venado observa sin pasión las campañas presidenciales

Nunca una campaña presidencial, desde 1983 a la fecha, había sido contemplada con tanta frialdad por los venadenses, y por la mayoría de los argentinos. Tal vez la razón sea la avalancha de encuestas que anuncia el triunfo de la candidata oficialista Cristina Kirchner en la primera vuelta, aun cuando las distancias disminuyeron, pues la senadora nacional, en sensible declinación, estaría cada vez más cerca de la línea del 40 por ciento, y su competidora Elisa Carrió se aproximaría al 30 por ciento de los votos, relegando a Roberto Lavagna al tercer escalón, según coinciden las consultoras más reconocidas. También podría alimentar ese desinterés la escasa representatividad de algunos dirigentes, pues ni los aspirantes al sillón de Rivadavia ni a las bancas de la Cámara Baja, fueron legitimados en elecciones internas. Asimismo, entre los pocos candidatos a diputado nacional de la región, no hay ninguno en posiciones expectantes, y las dos fuerzas que se proyectan como las más votadas ni siquiera incluyen un vecino entre la decena titular.
El 28 del corriente, además de una fórmula de Presidente y vice (hay 13 ofertas), los 2.329.633 santafesinos empadronados deberán optar por una lista de 10 candidatos a diputado nacional, entre la veintena oficializada por el Tribunal Electoral.
En nuestra ciudad, donde ni locales partidarios se abrieron con fines proselitistas, la desmotivación es más pronunciada. Por distintos motivos, los líderes de los principales sectores políticos locales ocupan el rol de espectadores, con escasa decisión de involucrarse en la defensa de los presidenciables y, menos aún, de los candidatos a diputado. Tanto es el desánimo que hasta dudan de reunir la cantidad de colaboradores suficiente para cumplir con las tareas de fiscalización.
En el Frente para la Victoria admiten off the reccord que no se sienten contenidos por la postulación de la Primera Dama, y sólo se expresarían cuando se encuentren obligados por las circunstancias. Ni Roberto Scott, ni José Freyre ni Ricardo Spinozzi, por ejemplo, se muestran enfervorizados en sostener las ambiciones de CFK. Para más datos, entre los exponentes más conspicuos del ala conservadora del scottismo, hasta la cosmética progre del matrimonio presidencial resulta intolerable. Ni siquiera ayuda que lidere la lista de diputados el gobernador saliente Jorge Obeid, ya que la misma no incluye ningún candidato del sur-sur provincial, más allá de los promocionados ofrecimientos al intendente venadense.
Tampoco la agrupación “17 de Octubre” de Jorge Viano se enrolará en esta campaña, ni a favor de Cristina, ni de ninguna otra de las ofertas que contiene a vertientes justicialistas. Esta prescindencia del jefe lucifuercista confirmaría su apartamiento del Frente Venadense, sector con el que concurrió a las elecciones del 2 de septiembre, y que ahora promueve dos candidatos locales para la Cámara Baja: Julia Villalba (5ª) e Ismael Ghío (10º), apuntalando la fórmula presidencial compuesta por el neuquino Jorge Sobisch y el escritor Jorge Asís.

Más puntanos que pingüinos
Si bien las lealtades pueden haber variado después de cuatro años de kirchnerismo, cabe recordar que el pueblo peronista venadense no se había sentido atraído por el pingüino en la primera vuelta de 2003, en la que terminó cuarto, a pesar de contar con los favores del aparato municipal. En cambio, el que estableció un triunfo rotundo, en Venado y en General López, fue el puntano Adolfo Rodríguez Saá, con el apoyo de la gremialista María del Carmen Goniel, el director teatral Oscar Barotto y el abogado Alberto Turcato, entre otros. Hoy, la propia dirigencia local del PJ se sorprende por el fuerte apoyo electoral que cosecharía el Alberto (Rodríguez Saá), quien la semana entrante desembarcará en la región. Asimismo, la oportunidad será propicia para la reaparición en escena del ex legislador provincial firmatense José Chipoloni, que ocupa el tercer lugar en una de las cinco listas de diputado nacional que acompañan al gobernador electo de San Luis.
En cambio, uno de los candidatos presidenciales de origen peronista que despierta mayores expectativas, como el ex ministro de Economía Roberto Lavagna, no cuenta con referentes de peso de su propio partido en Venado. Incluso en la provincia de Santa Fe, de las tres listas de diputados nacionales que lo escoltan, una pertenece al Partido Demócrata Progresista (el venadense Mario Soldini figura en el 5º puesto); otra a la UCR de Juan Carlos Millet y Alicia Tate, y recién en la tercera se detectan algunos peronistas mezclados con radicales frentistas.


Uno para cada lado
Todavía golpeados por la aplastante reelección scottista en Venado, y también por sus propias crisis internas, los principales partidos de la oposición no disimulan su pasividad ante los comicios nacionales. Entre la dirigencia de Pueblo, las mayores afinidades se descubren en el voto a la lista de diputados de la Coalición Cívica, integrada por socialistas y aristas (la venadense Elisabeth Seret ocupa una candidatura suplente), pero en la presidencial se intercalan favoritismos por Carrió, Cristina y la izquierda.
Por su parte, los radicales frentistas de Lisandro Enrico se alinean con Lilita, y los dematiístas que responden al presidente del Concejo, Delfor Hernández, siguen los pasos de Lavagna.
En tanto, el ex concejal Carlos Gómez Tomei regresa a la actividad política, después de un largo paréntesis, como 8º candidato a diputado nacional en la lista que lidera el ex reutemista Marcelo Muniagurria (el lunes visitará nuestra ciudad), y al amparo de la postulación presidencial de Ricardo López Murphy.
En el ramillete de expresiones de izquierda, sobresale para orgullo de nuestra región la candidatura a Presidente de la Nación de la firmatense Vilma Ripoll, por el Movimiento Socialista de los Trabajadores; mientras que el periodista rosarino Carlos del Frade, viejo conocido de los venadenses, lidera la nómina de candidatos de Proyecto Sur, que impulsa la postulación presidencial del cineasta Fernando “Pino” Solanas. También merece una mención el Frente Amplio hacia la Unidad Latinoamericana (FRAL), alianza del Partido Comunista y el Partido Humanista, que propone a Luis Amann para suceder a Néstor Kirchner, y en la nómina de candidatos a diputado nacional por Santa Fe anotó al venadense Martín González (6º) y a la firmatense Natalia Secreto (10ª), dos jóvenes militantes que vienen de cosechar auspiciosos resultados electorales en las legislativas de 2005.

(Publicado el viernes 5 de octubre de 2007 en diario El Informe)